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Los nervios del emir de Qatar con Mbappé: mete al Barça en la puja para provocar al Real Madrid
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Los nervios del emir de Qatar con Mbappé: mete al Barça en la puja para provocar al Real Madrid

El PSG hace movimientos hostiles contra Mbappé, mete en una puja ficticia al Barça y busca que el Real Madrid entre en una negociación. La alcaldesa de París es crítica

Foto: Mbappé, con gesto serio, entrenando con el PSG. (Reuters/Gonzalo Fuentes)
Mbappé, con gesto serio, entrenando con el PSG. (Reuters/Gonzalo Fuentes)

El Paris Saint-Germain no sabe qué hacer para que Mbappé renueve o salga vendido antes del 1 de agosto. El primer ultimátum fracasó, el acoso laboral que sufre la estrella francesa no tiene el efecto deseado y, en su desesperación de ofrecerlo a diferentes clubes, se le ocurre que el Barcelona podría ser una opción. Es el síntoma de que en Qatar están de los nervios y maquinaron hasta meter a Laporta en la puja. El PSG quería una reunión con el conjunto culé, según informó L'Équipe, con el fin de avanzar en el desbloqueo y, principalmente, provocar que el Real Madrid abandone su postura pasiva. El propio Laporta lo descartó solo unas horas más tarde

La puja por Mbappé es más ficticia que real. El PSG quiso meter al Barcelona en la guerra que tiene con el francés, lo que aumentó las posibilidades de estrellarse. Era una táctica perversa, pero inofensiva. Son los nervios del emir de Qatar. Capaz de negociar con Laporta antes que con Florentino. La primera medida ha sido no permitirle que viaje a la gira de Japón, apartarle del equipo y, de esta manera, demostrar que el club está por encima de cualquier jugador. Es el mensaje con el que Nasser Al-Khelaïfi quiere demostrar que ningún futbolista puede ser desobediente.

placeholder Al Thani, emir de Qatar, junto a Nasser Al-Khelaïfi. (Reuters/Ibraheem Al Omari)
Al Thani, emir de Qatar, junto a Nasser Al-Khelaïfi. (Reuters/Ibraheem Al Omari)

Lo siguiente para hostigarle es presentarle una oferta irrechazable en lo económico del Al-Hilal. El club saudí pagaría hasta 300 millones de euros de traspaso y un salario al jugador de 700 millones de euros con acuerdos comerciales. Dentro de un año podría fichar libre por el Real Madrid. Otro plan es abrir la vía de una cesión con otros equipos que sean más atractivos en lo deportivo y poder ahorrarse el sueldo de 72 millones de euros. La amenaza de dejarle en la grada toda la temporada sería lo último. Antes, está dispuesto a meter en lío al Barcelona, apurar sus opciones, con tal de no dar el paso de llamar al Real Madrid para negociar el traspaso. Es la línea roja que se pone el club-estado.

Táctica de desprestigio

Mbappé lo deja claro. Quiere cumplir el contrato que finaliza en 2024, no se ha declarado en rebeldía, ni ha tenido ningún gesto ofensivo hacia la entidad. Está gestionando su futuro con el objetivo de cerrar una etapa dentro de un año y empezar otra en el Real Madrid. Mbappé no ha dicho que quiera jugar en el Real Madrid. De hecho, no ha tenido ni un guiño del estilo de Joao Félix ofreciéndose públicamente al Barcelona. Lo que quiere demostrar el PSG es que tiene un compromiso con el Real Madrid para irse libre. Sin pruebas, la táctica es cruel. Hay que desprestigiarle y desestabilizarle, aun con el riesgo de devaluarle por ponerle en el mercado. Es el PSG, por lo tanto, el que echa a Mbappé. No es el futbolista el que fuerza su salida ni se le puede acusar de incumplimiento de contrato.

Foto: Rodrygo abraza a Fede Valverde tras un gol al Milan. (Kirby Lee/USA TODAY Sports)

Mbappé resiste a un mobbing que tiene una repercusión mundial y que le viene bien para reforzar su papel de víctima. Ha dicho que él está comprometido para la siguiente temporada, ha sido capaz de aguantar a los chantajes del mes de junio y el ultimátum de julio. No ha pedido que se negocie la revisión del contrato y, lo más importante, no ha renovado. El club le ofrece una ampliación con la que poder ganar otros 150 millones de euros hasta 2025 y su respuesta es el silencio. No quiere más compromisos y, si no ha aceptado ya la renovación, parece imposible que se eche atrás. Mbappé quiere jugar un año más en el PSG, actuar dentro de la legalidad y, pese al fuerte ninguneo, evita alterarse.

Foto: Mbappé celebra un gol con el PSG. (EFE/EPA/Christophe Petit Tesson)

Es el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, el que está combativo y nervioso. Le encarga al presidente del PSG, Nasser Al Khelaïfi, que intensifique la búsqueda de clubes por Europa (incluye al Barça) y Arabia para justificar que tiene compradores y así poder decir que no tiene una actitud de colaboración. El objetivo es dejarle como un desagradecido y desleal ante la afición. Se trata, en definitiva, de ensuciar su imagen y que sienta que si se queda sin renovar tendrá una temporada desagradable. Lo que realmente tiene desquiciado al PSG es que el Real Madrid no llame para hacer una oferta por Mbappé.

El Real Madrid sigue a la espera

El PSG busca que el Real Madrid se destape lo antes posible para abrir una negociación con la que poder sacar el mayor dinero posible. No lo consigue porque la estrategia del Real Madrid es la misma que tiene Mbappé. El plan A es que cumpla el contrato y, si queda libre, tendrá las puertas abiertas. Florentino espera a Mbappé, no quiere guerras ni follones con un club que hace ni le contestó a la oferta de 200 millones de euros. El plan B está cargado de evidencias. Se ha ido Benzema y no se ficha a otro delantero, se deja libre el dorsal 9 y Ancelotti dice que con Jude Bellingham se puede cambiar el sistema y competir por todos los títulos. Ancelotti tiene prohibido hablar de Mbappé.

El Real Madrid no va a salir al rescate de Kylian Mbappé porque el primero que no quiere que le rescaten es el francés. Esto es una cuestión que tiene que resolver el PSG y, por mucho que diga que el mejor jugador del mundo no se puede ir gratis, el paso definitivo para desbloquear esta situación pasa por poner un precio razonable a un futbolista que acaba contrato dentro de un año. Le corresponde al PSG seguir moviendo ficha y no a Mbappé. No es el Real Madrid el que va a llamar al Paris Saint-Germain.

Foto: Álvaro Rodríguez celebra el gol a Atlético de Madrid. (EFE/Juanjo Martín)

La postura del PSG se entendería mejor si negociara la rescisión del contrato sin hostilidades. No conducen más que a elevar las tensiones. Tiene sus razones para creer que Mbappé es un desagradecido por pretender irse gratis después de haberle dado el contrato más millonario de la historia del fútbol, pero no puede olvidar que se salió con la suya cuando le presionó para que no se fuera en un año clave para Qatar por la celebración del Mundial y para un proyecto que persigue la Champions. Fracasó más por la falta de adaptación de Messi y el bajo compromiso de Neymar. Mbappé demostró una actitud más profesional.

En esta historia de ruptura y crisis queda claro que el PSG se siente traicionado y que se arrepiente de haber creado un monstruo que está dispuesto a aguantar los envites para cumplir su contrato. Si las relaciones entre el PSG y el Real Madrid fueran fluidas y normales, este asunto se resolvería con diálogo y puntos de encuentro. El castigo del PSG a Mbappé trasciende el ámbito futbolístico y pasa a ser tema de debate en Francia. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha mostrado su apoyo al futbolista con unas declaraciones, en el canal BFM, en las que discrepa de las medidas del club: "Tienen al mejor del mundo y están dispuestos a no jugar con él. Reconozco que no entiendo nada. Hay que mantenerlo en París". En Francia no dan crédito a que el PSG sea capaz de dejar en la grada a Mbappé si no renueva o sale vendido.

El Paris Saint-Germain no sabe qué hacer para que Mbappé renueve o salga vendido antes del 1 de agosto. El primer ultimátum fracasó, el acoso laboral que sufre la estrella francesa no tiene el efecto deseado y, en su desesperación de ofrecerlo a diferentes clubes, se le ocurre que el Barcelona podría ser una opción. Es el síntoma de que en Qatar están de los nervios y maquinaron hasta meter a Laporta en la puja. El PSG quería una reunión con el conjunto culé, según informó L'Équipe, con el fin de avanzar en el desbloqueo y, principalmente, provocar que el Real Madrid abandone su postura pasiva. El propio Laporta lo descartó solo unas horas más tarde

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