La agresividad de Fede Valverde o por qué tiene madera para ser un líder en el Real Madrid

El primer partido del Real Madrid en la pretemporada deja la satisfacción de comprobar que la figura de Fede Valverde crece como líder en un equipo que ha perdido a Benzema y en el que tendremos que esperar a la resolución del conflicto que tienen el Paris Saint-Germain y Mbappé. Si finalmente el francés acaba fichando este verano, no cambiará nada el rol de Fede Valverde. El uruguayo es ADN Real Madrid, una mezcla de Juanito, Camacho, Santillana, Raúl y tantos futbolistas que no negocian el carácter, la garra y el espíritu combativo.

Fede Valverde juega los partidos, sean de pretemporada, amistosos o de entrenamiento, con la misma pasión que una final de la Champions. En la última, contra el Liverpool en París, está en la historia con ese pase tenso al segundo palo que aprovechó Vinícius para marcar el gol de la Decimocuarta. El liderazgo se ejerce y Fede Valverde tiene madera de jefe. Le hace mucha falta al Real Madrid que jugadores de esta condición den un paso al frente porque al margen del estilo de juego y el sistema táctico que busca implementar Ancelotti, lo que diferencia a este equipo del resto es saber competir en situaciones límites. Fede Valverde, con 25 años recién cumplidos, no desaprovecha nada, lleva en la sangre la lucha, brega y el sacrificio. En el primer partido de pretemporada se convierte en el jugador más destacado.

El Real Madrid remontó un 0-2 al Milan con dos goles del uruguayo en dos minutos y una recuperación que acabó en el tercero de Vinícius. Fede Valverde jugó todo el partido en el Rose Bowl de Pasadena (California) y fue elegido el MVP. Empezar con una victoria viene bien, aunque no sea lo fundamental en un inicio de pretemporada donde hay que encajar a los nuevos fichajes y las piernas están duras por las palizas del preparador físico Antonio Pintus. Ganar da confianza, ayuda a despejar dudas, da continuidad al trabajo de construcción del entrenador, pero también viene bien confirmar que hay jugadores que nunca descansan ni se toman un respiro. Si Ancelotti hizo jugar todo el partido a Fede Valverde es porque le considera una garantía para dar ritmo, intensidad, verticalidad y cada vez más gol al juego del equipo.

Enchufado es imparable

Carlo Ancelotti presentó su nuevo sistema en el debut de Jude Bellingham, con el inglés en la mediapunta y cerca del área. Bellingham cumplió y sobresalió por su capacidad física y movimientos para asociarse. Empezó Kroos en el pivote, con Camavinga y Fede Valverde de interiores. El sistema hay que perfeccionarlo. Tiene potencial para jugar por dentro y hacerse más fuerte en el carril central, pero hay puntos débiles las bandas. Esto corresponde a la táctica y la idea puede volver a su origen, al 4-3-3, si acaba fichando Mbappé. Lo que no cambia es el vigor que le da Fede Valverde al equipo cuando está enchufado.

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La pasada temporada fue de más a menos, le perjudicó el parón del Mundial, los asuntos familiares y la polémica del presunto puñetazo a Alex Baena. La acabó con sus mejores registros: 12 goles y 7 asistencias. Pero con la sensación de que a partir de enero su desplome afectó al equipo. Fede Valverde iba como un avión hasta el Mundial y tras Qatar pasó a ser un jugador nervioso, desenfocado, con menos impacto, eficacia y contundencia. Las vacaciones le han servido para resetear, recuperar la calma, disfrutar de la familia y regresar con el propósito de ser un futbolista importante.

El partido contra el Milan en el inicio de la pretemporada es una declaración de intenciones. Fede Valverde aporta energía, algo que es de obligado cumplimiento para jugar con Ancelotti. Puede hacer daño como interior o como extremo por la derecha. Es uno de los mejores llegadores al área del mundo si tiene piernas y está metido cien por cien en el partido. Esta versión le hace poderoso y desequilibrante con sus galopadas y disparos desde larga distancia. Estas cualidades las tiene muy presentes Ancelotti, que confía en su fútbol moderno y su agresividad. Lo positivo es poder contar con un futbolista al que se le pide que se eche al equipo a sus espaldas y no se esconde ni sea irregular. Fede Valverde no va a defraudar como sucedió con Marco Asensio cuando se le pidió que cogiera más responsabilidades y el balear dijo que eso le correspondía a los más veteranos.

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"Estoy muy motivado y con las mismas ganas de siempre", comentó el uruguayo tras la remontada contra el Milan en un partido con errores defensivos en la primera parte y un mejor rendimiento en la segunda por esa determinación, sacrificio, trabajo y motivación que le pone Fede Valverde. Esta temporada, más maduro y centrado, se puede ver explotar más a un jugador que tiene sangre, pundonor y garra y no tiene techo.