Así combate y rentabiliza Mbappé el intenso pulso del PSG: resistencia, risas y apoyos políticos

Kylian Mbappé consigue rentabilizar que es parisino, un referente para la sociedad francesa y su actitud profesional para ir a entrenar como un marginado por el club. El Paris Saint-Germain no logra erosionar la imagen de un futbolista que es una figura, pese a las filtraciones de Nasser Al-Khelaïfi que busca forzarle a una venta con las presiones y en las condiciones que exige Qatar. En Francia no hay movimientos contra Mbappé, aunque se pueda sospechar que tiene una estrategia para fichar por el Real Madrid.

El PSG presenta a Mbappé una oferta del Al Hilal en la que podría ganar dos millones de euros al día durante un año y su reacción es responder con trece emoticonos de risas a un mensaje en las redes sociales de Giannis Antetokounmpo. El jugador de los Milwaukee Bucks bromea con la oferta récord del equipo saudí y Mbappé, lejos de estar inquieto con su futuro, tira de ironía. Lo que es un asunto muy serio y de Estado para el PSG se convierte en un sufrimiento pasajero para la estrella del fútbol francés. Le han dejado en tierra, apartado del equipo que está de gira en Japón y es capaz de rentabilizar el pulso. Mbappé empieza a tener apoyos sindicales, políticos y deportivos que le ayudan a sobrellevar el castigo.

El PSG es un club poderoso, pero Mbappé tiene una alta consideración e influencia en su país. El presidente del sindicato de futbolistas de Francia, Philippe Piat, avisa que tomarán medidas legales si el Paris Saint-Germain deja a Mbappé en la grada. No es un futbolista más. Es un icono en Francia. Un campeón del mundo. El sindicato tiene que defender los derechos laborales de todos los futbolistas, pero Mbappé es un caso especial por lo que representa en lo deportivo, lo social y lo mediático. El caso ha dado el salto a la esfera política con las declaraciones de rechazo de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, para denunciar lo que considera una injusticia. "Tienen al mejor jugador del mundo y están dispuestos a no jugar con él. No entiendo nada", dice.

La afición no se pone en su contra

La sensación en París y que se empieza a extender por el país es que Mbappé no ha cometido un acto ilegal para padecer el acoso laboral. El jugador y su familia, en la que juega un papel importante Fayza Lamari, madre y agente, se encargan de que quede claro que no se quiere ir hasta 2024. La versión del clan Mbappé es que le hacen mobbing para presionarle con una salida. La hoja de ruta está marcada para que una estrella del deporte francés pueda estar en París hasta los Juegos Olímpicos y poder llegar en condiciones a la disputa de la Eurocopa. Ambos eventos se celebran en un año.

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La gestión hostil que hace el PSG con su mejor futbolista y un referente en Francia debilita la imagen de un club que utiliza las presiones y los ultimátums. Las medidas de presión no tienen un efecto de cara a los aficionados. No hay una movilización en la masa social del equipo parisino para manifestarse contra Mbappé. Es un mal síntoma para Nasser Al-Khelaïfi. El presidente lanzó el mensaje de que el club está por encima de cualquier jugador, actúa con mano dura contra la estrella del equipo y no consigue debilitarle.

Mbappé resiste a las presiones con una actitud de cercanía a los aficionados y declina los millones del Gobierno saudí con humor. No quiere más dinero. Pide cumplir su contrato y poder decidir dónde jugar a partir de junio de 2024. El día después de quedar excluido de la gira por Japón, acudió a entrenarse y a su salida de la Ciudad Deportiva se bajó de la furgoneta para firmar autógrafos y hacerse fotografías. Le estaban esperando los fans. El detalle es importante y lo sigue repitiendo. Este martes volvió a pararse para atender a los seguidores, algunos le preguntaron cómo se encontraba y la respuesta no deja dudas: "Estoy muy bien". No acuden los radicales que increparon a Neymar en la puerta de su domicilio durante la temporada. Las declaraciones del presidente del PSG no consiguen que haya una ambiente de indignación ni crispación contra el francés.

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Mbappé no es Neymar. No se le puede atacar por falta de compromiso ni de rendimiento y la afición no tiene dudas. La oferta récord que rechaza del Al Hilal sirve, además, para reafirmar su postura de que no aspira a tener un contrato más millonario. No quiere acabar su etapa en el PSG de cualquier manera, ni admite la campaña de desprestigio que tiene en marcha la maquinaria del club. Fayza Lamari, la persona que gestiona la carrera de su hijo, deja claro a Nasser Al-Khelaïfi que Mbappé es parisino y en ningún momento ha perjudicado los intereses del club. Esta versión cala cada vez más entre los aficionados, el sindicato de jugadores y la clase política.

Quedan seis días para que finalice el mes de julio y el segundo ultimátum que le dio el PSG para que renueve o salga vendido. El primero consistía en aceptar las condiciones del club o quedarse sin la gira. Resistió, no renovó y sigue sin aceptar propuestas de otros clubes. Mbappé se presenta a entrenar con puntualidad y de buen humor con el grupo de apartados a la espera de que regrese el equipo de Japón. No tiene prisa y esta actitud provoca la desesperación del club, que ha sido capaz de filtrar una reunión ficticia con el Barcelona para meter a Laporta en la puja por el fichaje. El PSG se mueve en la desesperación y Mbappé en la calma recibe apoyos.