Los insultos a Vinícius del directivo más guerrero del Barcelona encienden al Real Madrid

El Clásico del sábado en Montjuic lo ha calentado el portavoz adjunto del Barcelona con los insultos a Vinícius por unos regates en el partido contra el Sporting de Braga. A Mikel Camps le indignó ver al brasileño hacer una serie de bicicletas delante de un rival y su reacción fue cargar duramente contra el 7 del Real Madrid. Le llamó payaso y vacilón. Eso sí, en el mensaje que publicó en redes sociales, y que después borró por la enorme repercusión que tuvo, empezó diciendo que esto "no es racismo".

El ataque viene de uno de los hombres más próximos a Joan Laporta. Una persona de su máxima confianza. Mikel Camps Font, socio 33.976 del Barça, forma parte de la guardia pretoriana del presidente. Es uno de los directivos más guerreros y combativos. Si se trata del Real Madrid, se calienta con facilidad.

Mikel Camps es la persona que acusó a los socios del Barcelona de revender las entradas del famoso y bochornoso partido de la Europa League en el que 30.000 seguidores alemanes del Eintracht de Fráncfort invadieron las gradas del Camp Nou. Su acusación generó una gran polémica, pero el objetivo era proteger a Laporta y desviar la atención para que no se hablara de los fallos de control para que ese día el Eintracht se sintiera como en casa.

El foco lo pone ahora en Vinícius a las puertas del Clásico y, aunque el mensaje haya sido borrado, ha conseguido su efecto. El objetivo es que el brasileño esté en el punto de mira y no se le permita ningún gesto que se pueda interpretar de vacilón. Lo ha dejado claro con su ataque por las bicicletas del brasileño. "No es racismo, se merece una colleja por payaso y vacilón. Qué representan estas bicicletas innecesarias y sin sentido en el campo", es el tuit del portavoz adjunto.

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Deja bien claro lo que merece Vinícius, por si alguien que vaya a ir al estadio de Montjuic el sábado no le había entendido. Al brasileño hay que mirarle con lupa. No pasarle ni una, que tenga un ambiente hostil y, por supuesto, desestabilizarle. No se puede ver de otra manera. Es un mensaje para que Vinícius sufra un clima insoportable. Es grave, pero no tiene consecuencias porque el club no ha tomado ninguna medida de reprobación ni pide perdón por las palabras de su portavoz adjunto.

Entre los jugadores del Real Madrid se conoció en la noche de Braga este ataque, que califican de lamentable e intolerable. A Vinícius le genera rabia que se monte una polémica que puede tener consecuencias durante el partido en Barcelona. No le afecta. Al que sí le preocupa es a Ancelotti, que trabaja para que el brasileño esté cien por cien focalizado en el juego.

Florentino no irá al palco de Montjuïc

Mikel Camps tiene una fijación con el Real Madrid. El pasado domingo, tras la asamblea de socios en el Barcelona, contraatacó en sus redes sociales con el gesto de Enric Masip pidiendo que cortaran a un socio. El portavoz adjunto del Barcelona dio visibilidad a un vídeo de una asamblea del Real Madrid en la que Florentino Pérez le pide a un socio que sea breve en su intervención.

Mikel Camps (48 años), conocido como el dirigente que va con boina y camisetas de grupos musicales, con aspecto moderno, tiene un perfil polémico e independentista. Sus insultos provocan malestar a Vinícius, a los compañeros de equipo y al cuerpo técnico, que los califican de inadmisibles y con el propósito de desquiciar al futbolista brasileño. La decisión del Real Madrid, muy molesto por el tuit de Mikel Camps, es la ausencia de Florentino Pérez en el Clásico. El presidente del Real Madrid no estará en el palco de Montjuïc.

Que un dirigente de un club se permita insultar a un futbolista debería tener consecuencias y no salir gratis. No vale todo, pese a que en la junta directiva del Barcelona haya calado la estrategia de combatir el caso Negreira con lo del madridismo sociológico. Es el potente mensaje victimista que lanza Laporta para desviar la atención y hacer que cale que, desde los órganos de poder de Madrid y los aparatos mediáticos del Real Madrid, hay una campaña orquestada para desestabilizar al Barcelona. La estrategia la endurece el portavoz adjunto con sus insultos a Vinícius.