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Un Real Madrid frágil sobrevive en Braga con los goles de Rodrygo y Bellingham (1-2)
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Un Real Madrid frágil sobrevive en Braga con los goles de Rodrygo y Bellingham (1-2)

El Real Madrid suma su tercera victoria en la Champions con los goles de Rodrygo y Bellingham. Al equipo le faltó solidez en defensa, precisión y mejor gestión del juego

Foto: Rodrygo celebra el gol al Sporting de Braga. (EFE/EPA/Estela Silva)
Rodrygo celebra el gol al Sporting de Braga. (EFE/EPA/Estela Silva)

El Real Madrid amarra el pase a los octavos con una victoria ajustada en Braga. Los goles de Rodrygo y Bellingham dan el pleno en la fase de grupos, con un tres de tres, que acercan la clasificación. Lo mejor es el triunfo y lo peor las dudas que deja el equipo de Ancelotti y la lesión de Bellingham. Fue dominado en muchas fases por la valentía del equipo portugués, con una línea defensiva puesta casi en el centro del campo y mucho carácter. Al Real Madrid le faltó precisión en los pases para destrozar al Braga en los espacios, consistencia defensiva y control del juego.

Ganar es lo importante en la semana del Clásico y tras el empate sufrido contra el Sevilla. Pero el Braga era un rival inferior, puso un planteamiento que favorecía a la goleada y el Real Madrid mostró síntomas de fragilidad defensiva. El sábado tiene el Clásico y le conviene recuperar el bloque sólido y la fluidez del juego en el centro del campo.

Artur Jorge, entrenador del Sporting de Praga, planteó un partido suicida. Debió pensar que mejor morir arriba y de pie que metido atrás y de cobarde. El Real Madrid no está acostumbrado a este tipo de defensas tan adelantadas, que quieren achicar el campo y reducir los espacios en la zona central. Darle tantos espacios al Real Madrid, con la velocidad de Vinícius, Rodrygo y la zancada de Bellingham es una invitación a la muerte.

Pero no lo aprovechó el equipo de Ancelotti en la primera parte. Solo le dio para marcar el gol de Rodrygo. No entendió lo que necesitaba el juego, control, elaboración, precisión en los pases y desmarques de los delanteros para hacer un traje al equipo portugués.

Rodrygo rompe la sequía

Lo mejor que sacó en claro fue el gol de Rodrygo. Le hacía falta al brasileño ver portería, celebrar un tanto y coger confianza para espantar los fantasmas. Llevaba desde el 12 de agosto sin ver portería. Se quedó secó tras el gol en la primera jornada de Liga en San Mamés contra el Athletic y se bloqueó. Rodrygo empezaba a estar cuestionado por la falta de eficacia, eran ya once partidos sin marcar y este gol al Sporting de Braga le sirve para quitarse la ansiedad. Es una excelente noticia para su equipo que lo haga en la semana del Clásico.

El gol llegó en una acción directa, lo que pedía el partido con esa línea defensiva tan adelantada del equipo portugués. Nacho envió un balón largo a Vinícius, que cogió la espalda a la defensa y con el latifundio se fue a portería. Vinícius no controló bien el balón, el defensa estuvo blando, se rehizo el brasileño y metió el balón tenso al área pequeña. Allí llegó Rodrygo, con todo, decidido, para meter la pierna y marcar en el rechace de su marcador. La suerte le acompañó en el rebote. La necesitaba. La buscó por su determinación y se llevó el premio.

Lo de Rodrygo con la Champions es fantástico. Es su competición, le ha cogido gusto y la medida a marcar goles en Europa. El dato es relevante. Lleva ya 16 goles con el Real Madrid en 42 partidos en la Champions, uno menos que en los 118 de Liga. Le llaman míster Champions, por goles en remontadas históricas que llevaron al equipo a ganar la última Champions, y por ser el brasileño que más goles lleva en esta competición junto a Vinícius. Uno más que Ronaldo.

placeholder Camavinga pelea por un balón con Djalo. (Reuters/Miguel Vidal)
Camavinga pelea por un balón con Djalo. (Reuters/Miguel Vidal)

Tras el gol de Rodrygo, el Sporting de Braga no cambió el plan. Salió valiente y quiso igualar el partido con más atrevimiento. Echó el equipo hacia delante, llegó por las bandas, puso buenos centros desde los costados defendidos por Fran García y Carvajal, pero no tenía rematadores. Amenazó por dentro, pero ahí estaba Camavinga, que jugó donde más le gusta. De pivote. Camavinga, en este puesto por delante de los centrales, rasca y es contundente. Está en todas partes, pelea los balones, mete la pierna, roba y sale con el balón jugado. Tiene energía y le sobra ímpetu. Es un lanzado. Defendió y subió al ataque. A buscar el disparo desde fuera del área.

Mandó Camavinga, junto a Modric y Fede Valverde. Pero al juego del Real Madrid le faltó encontrar ese pase directo que podían aprovechar los delanteros. En uno de ellos cayeron en fuera de juego Vinícius y Rodrygo, que galoparon a la portería, e hicieron gol. Les faltó precisión en la arrancada. Era un partido abierto y faltaba más presencia de Bellingham.

El gol de Bellingham

La primera gran ocasión del Real Madrid en la segunda parte fue para el inglés. Apareció con un magistral control con el pecho, bajó la pelota y le pegó con violencia. El zurdazo lo desvió el portero. A Bellingham le hace falta poco para dar señales de peligro. El Real Madrid se estiró para cerrar el partido con un segundo gol. Lo pudo hacer Camavinga en un remate cruzado que paró el portero y minuto después Carvajal con un cabezazo. Eran minutos de asedio y lo aprovechó Bellingham. La jugada nació en una conexión de Rodrygo con Vinícius. Los tremendos espacios eran muy golosos para los brasileños. Pero fue Bellingham el que llegó desde atrás para disparar desde la frontal del área y batir de tiro cruzado.

El partido parecía sentenciado, pero el Sporting de Braga penalizó un error defensivo del Real Madrid. Una llegada por la banda izquierda de Fran García sorprendió a la pasiva defensa del equipo de Ancelotti. Lo aprovechó Djaló para fusilar a Kepa. Esto es lo que pone de los nervios al entrenador del Madrid. La relajación defensiva, la desconexión que penaliza con un gol. El partido cambió. Se le complicó al Real Madrid y Kepa evitó el empate en un disparo potente.

Ancelotti, con gestos de enfado, vio un equipo descosido, frágil y decidió quitar a Rodrygo para meter a Tchouaméni. Reforzó la banda izquierda acercando a Camavinga junto a Fran García. Terminó quitando a Fran para meter a Mendy. En el ida y vuelta, Vinícius hizo el tercer gol en un contragolpe que fue anulado por tener el hombro ligeramente adelantado. Eso dicen las líneas que tiran desde el VAR. No está claro. Es un acto de fe. Lo peor es la noticia de Bellingham. El inglés salió del campo por molestias. Ancelotti, al final del partido, dijo que Bellingham tiene una sobrecarga en los músculos aductores.

El Real Madrid amarra el pase a los octavos con una victoria ajustada en Braga. Los goles de Rodrygo y Bellingham dan el pleno en la fase de grupos, con un tres de tres, que acercan la clasificación. Lo mejor es el triunfo y lo peor las dudas que deja el equipo de Ancelotti y la lesión de Bellingham. Fue dominado en muchas fases por la valentía del equipo portugués, con una línea defensiva puesta casi en el centro del campo y mucho carácter. Al Real Madrid le faltó precisión en los pases para destrozar al Braga en los espacios, consistencia defensiva y control del juego.

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