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La dura adaptación de Modric al banquillo del Real Madrid: por qué sabía lo que le esperaba
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el croata siente impotencia

La dura adaptación de Modric al banquillo del Real Madrid: por qué sabía lo que le esperaba

A Modric le advirtieron el club y Ancelotti de que su situación iba a cambiar, pero que también era válido con menos minutos. No hacía falta que le detallaran que ese cambio es a peor

Foto: Ancelotti y Modric tras el partido contra la Real Sociedad. (REUTERS/Isabel Infantes)
Ancelotti y Modric tras el partido contra la Real Sociedad. (REUTERS/Isabel Infantes)

Luka Modric no tiene el protagonismo que desea en este inicio de temporada. Solo ha sido titular contra el Getafe y no acabó el partido. Contra la Real Sociedad volvió al banquillo y ya son cuatro suplencias en los cinco partidos de Liga. Salió en la segunda parte subido de revoluciones, con entradas a destiempo, duro, sin ser Modric. La ansiedad aparece en un fantástico futbolista que pierde el cartel de indiscutible. Se nota que lleva mal la adaptación al banquillo. Con paciencia, impotencia y rebeldía para no resignarse.

La semana pasada, en la concentración con la Selección croata, aparecieron unas polémicas declaraciones en las que reconocía que la condición que puso para seguir en el Real Madrid era que le trataran igual que a los demás. En su país quieren saber si Modric, el ídolo y un líder, está cómodo en su equipo. El club le explicó que esta temporada tenían que dar un paso adelante los jóvenes o lo que es lo mismo, que los minutos que tuvieran Camavinga y Fede Valverde, los titulares junto a Tchouaméni, son los que se le restarían a él. Después, Ancelotti decidió cambiar el sistema para ajustarlo al futbolista más indiscutible: Bellingham. Los hechos dicen que el croata pierde peso en el Real Madrid.

placeholder Modric, contra el Getafe en el único partido que ha sido titular. (EFE/Borja Sánchez-Trillo)
Modric, contra el Getafe en el único partido que ha sido titular. (EFE/Borja Sánchez-Trillo)

A Modric se le advirtió de que su situación iba a cambiar, pero que era válido con menos minutos. No hacía falta que le detallaran que ese cambio es a peor. También le dieron libertad para que decidiera su futuro. Se había ganado el derecho a continuar y, si se quedaba, su valoración seguía siendo la misma. La de un profesional que tiene cualidades para marcar las diferencias cuando le toque jugar. Modric aceptó las condiciones y habló de no querer un trato de favor, de sentirse fuerte física y mentalmente para ganarse los minutos y más titularidades.

Incómodo para Ancelotti

Entonces, de qué se queja Modric. Aunque no lo parezca, es un asunto incómodo para Ancelotti y los compañeros ver al croata en el banquillo. Lo reconoció Fede Valverde tras el partido, con golazo, contra la Real Sociedad: "Da un poco de pena verlo en el banquillo". El uruguayo, interior derecha, ocupa la posición del croata en un centro del campo que busca darle más vigor y verticalidad al juego. En intensidad y energía, Modric no puede competir con los más jóvenes. Más físicos, frescos y mejor preparados para la recuperación de los esfuerzos. Aquí sale perdiendo. Es otro de los motivos por lo que también estuvo agitado en los minutos que le tocó jugar contra la Real Sociedad.

Foto: Joselu celebra el gol del triunfo contra la Real Sociedad. (Reuters/Isabel Infantes)

Ningún futbolista lleva bien ser suplente y más si eres de la categoría de Modric y sientes que tienes pilas suficientes para jugar con tu equipo y la Selección. Este es otro de sus problemas. No ha renunciado a la Selección y la carga de partidos va en su contra. La temporada pasada mantuvo su status, pese al Mundial disputado entre noviembre y diciembre, por el bajón de Tchouaméni y la medida urgente de colocar a Camavinga en el lateral izquierdo.

Esto se acabó. Ancelotti habla con cariño y respeto de la nueva situación de Modric para dejar bien claro que su papel es otro con 38 años recién cumplidos. No es una gestión sencilla para el entrenador que tiene el encargo de seguir la política de club con los jóvenes y sentar las bases de un Real Madrid de presente y futuro. No quiere tener más compromiso que ponerle en partidos que estén atascados o que entre en las rotaciones necesarias.

Luka Modric tiene en Croacia lo que ha perdido en el Real Madrid. Confianza ilimitada para seguir siendo titular hasta que diga basta o dé síntomas de declive. En el Real Madrid pasa a ser un suplente de lujo, a jugar con menos regularidad y le toca esperar a que uno de los jóvenes tenga una mala racha. Esta semana hay doble cita para comprobar, de nuevo, el papel del veterano Modric. Regresa la Champions, con partido en el Bernabéu contra el Unión Berlín, y un derbi el domingo en el Metropolitano. El difícil, en principio, es el duelo contra el Atleti. Otras temporadas no había dudas de que Modric era fijo.

Luka Modric no tiene el protagonismo que desea en este inicio de temporada. Solo ha sido titular contra el Getafe y no acabó el partido. Contra la Real Sociedad volvió al banquillo y ya son cuatro suplencias en los cinco partidos de Liga. Salió en la segunda parte subido de revoluciones, con entradas a destiempo, duro, sin ser Modric. La ansiedad aparece en un fantástico futbolista que pierde el cartel de indiscutible. Se nota que lleva mal la adaptación al banquillo. Con paciencia, impotencia y rebeldía para no resignarse.

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