Se puede machacar a Mbappé, pero por qué el Real Madrid no tiene una plantilla perfecta

El Real Madrid ha empezado tan fuerte la temporada, con pleno de victorias y yéndose líder al parón, que ya nadie se acuerda del culebrón de Mbappé. La mejor manera de pasar página, de olvidar que es un futbolista que quiere venir al Real Madrid, pero que no da los pasos correctos, es que aparezca un chico tan joven y bueno como Bellinghgam que genera ilusión y marca las diferencias. Mbappé ha tenido en vilo a Florentino y el madridismo durante todo el verano, pese a que desde los sectores oficiales se diera la versión de estar totalmente despreocupado.

No es creíble que el club tome la decisión de dejar libre el dorsal 9 y que no se haya fichado un sustituto de Benzema. No lo hay en la plantilla, por mucho que Ancelotti haya reinventado un esquema en el que Bellingham juega de falso delantero y esté en un momento de inspiración y contundencia. Al inglés se le caen los goles, pero no es el nuevo Benzema. Las comparaciones no funcionan en el fútbol y, aunque lleve el 5 de Zidane, todavía tiene un largo camino para llegar hasta la cumbre del gol que marcó Zidane contra el Bayer Leverkusen en la final de Glasgow que le dio la Novena al Real Madrid.

Bellingham va por el buen camino, tiene una pintaza de crack, genera entusiasmo y ha conseguido que el Bernabéu le aclame en su primer partido en el Bernabéu. Es un futbolista que tiene que marcar una época. Pero esto no quita para decir que al Real Madrid le falta un Mbappé o un Haaland. El primero volvió a dar esperanzas este verano tras resistir al castigo impuesto por el PSG, provocado por su renuncia a renovar el contrato que acaba en junio de 2024. El noruego le vendría mejor a las necesidades que tiene una plantilla sin un delantero centro de primer nivel. Tenemos claro que Joselu mejora a Mariano, pero igual que Belligham algún día puede ser Zidane, es una utopía pensar que Joselu está al nivel de Haaland.

La revancha de Florentino

Si hay que quedarse con lo bueno del no fichaje de Mbappé se tiene que hablar del plantón que le ha dado Florentino a Nasser Al Khelaifi. El presidente del PSG presionó a Fayza Lamari, madre y agente de Mbappé, durante semanas para que trajera una oferta del Real Madrid. En Qatar tenían claro y no ocultaban que Mbappé quiere jugar en el Real Madrid. Hicieron de todo: chantajes, castigos, ofertas inventadas como la del Barcelona, para que el Real Madrid entrara en la puja y pagara una cantidad cercana a los 250 millones de euros. Florentino no picó el anzuelo y rompió los esquemas a la estrategia marcada desde Qatar que, de nuevo, activará la mejor fórmula para ampliar el contrato.

TE PUEDE INTERESAR

La desesperación del Sevilla para fichar a Sergio Ramos y quitarle el cartel de traidor

Ulises Sánchez-Flor

Podemos decir que el Real Madrid se la ha devuelto al Paris Saint-Germain, en una especie de revancha por el desprecio que el club parisino tuvo con el Madrid hace dos años, cuando le envió hasta tres ofertas para negociar y no recibió ninguna respuesta. Desde ese momento y tras la renovación de Mbappé, el mandamiento por el que se rige Florentino es no hablar del francés con el PSG. Tiene la puerta abierta si llega libre. El caso sigue abierto a la espera de que el clan Mbappé decida durante esta temporada si cumple con la palabra de acabar su etapa en el PSG y salir libre o aceptar una renovación para que el club pueda ingresar un dinero por su traspaso.

El Real Madrid seguirá en modo espectador y tiene sus razones para no hacer lo que se considera una locura. Cuenta, además, con un amplio rechazo de la masa social madridista, que no soporta a Mbappé y no vería bien pagar ni un solo euro por un jugador que acaba contrato y no es de fiar. Florentino tiene el apoyo del madridismo que no quiere a Mbappé, de los socios más decepcionados que le dicen que ni regalado. Pero si a la operación, que sigue sin estar cerrada, le quitamos la decepción y la indignación, el resultado es que el Real Madrid sería uno de los favoritos para ganar esta Champions si tuviera en su equipo a Mbappé. Sin él se tiene que agarrar a que Belligham sea infalible y, por supuesto, a la épica y las gestas.

Aun así, los que no quieren al francés vestido con la camiseta blanca ni en pintura, sostienen que es Mbappé el que necesita más al Real Madrid que el Real Madrid a Mbappé. La historia no la puede ensuciar un futbolista que juega con el Real Madrid. Esto y el increíble comienzo de Bellingham sirven para aparcar el caso Mbappé. El sentido común dice que la plantilla se ha quedado corta arriba, que tiene menos delanteros y habrá que estar muy finos y contundentes para hacer goles y mantener un alto nivel competitivo en todas las competiciones. Esto lo corrobora Ancelotti, aunque el italiano, como buen hombre de club, no lo pueda manifestar públicamente ni decir que la plantilla no es perfecta.

El entrenador pidió un sustituto de primer nivel tras la inesperada marcha de Benzema y puso como prioridad a Harry Kane. La respuesta del club es que el goleador del Tottenham no encajaba ni por edad ni por precio. De ahí se pasó a mirar el pulso de Mbappé con el PSG, de adoptar una postura de distanciamiento y apareció el pánico que provocó la lesión de Vinícius en Vigo contra el Celta. El mercado se cerró sin otro fichaje en la delantera.

Ancelotti encaja las piezas para construir un equipo potente en el centro del campo y, ante la escasez de atacantes, tiene que convocar a Gonzalo García contra el Getafe, un chico de 19 años que juega en el Castilla. Al Real Madrid le falta más colmillo para competir con las mejores plantillas de Europa en ataque. Y si no tiene la plantilla perfecta es porque era Mbappé o nadie para reforzar la posición ofensiva.