Mbappé no se pone de rodillas con el PSG: cómo desactiva la cláusula que le acerca al Real Madrid

Kylian Mbappé no se sale de la hoja de ruta que tiene marcada para fichar por el Real Madrid. Empieza el mes de agosto y logra desactivar la cláusula unilateral del contrato con el Paris Saint-Germain para prorrogarlo hasta 2025. La posición negociadora del club se debilita con el silencio, la tranquilidad y la resistencia de un futbolista que no se ha alterado con ninguna de las medidas de presión. Mbappé demuestra que es firme en su postura de cumplir la temporada de contrato que le queda y ser dueño de su futuro para quedar libre en 2024. El PSG tiene que revisar su estrategia si quiere evitar que su mejor futbolista se marche sin dejar ni un euro en la caja.

Los ultimátums del club al jugador y a la madre y agente, Fayza Lamari, no han tenido ningún efecto. A Kylian Mbappé no le ha hecho falta entrar en el juego de amenazas en el que se mueve el PSG. En Qatar querían que cometiera el error de decir que se quiere ir para ahorrarse una parte de la prima de fidelidad. Su gozo en un pozo. El PSG paga los 40 millones de euros que tenía que abonar el 31 de julio.

A Mbappé le bastó con un movimiento bomba. Quiso que el 13 de junio se supiera el contenido de la carta que envió al club para que se conocieran sus intenciones. Neutralizó la cláusula de renovación hasta 2025. La fecha de la camiseta con la que posó junto al presidente en el acto de renovación y en el estadio del Parque de los Príncipes no era real. Su intención era tener un contrato corto, no estar más de dos años atado y a la espera de ver qué proyecto deportivo podía armar el club. Mbappé no se considera un traidor ni un pesetero. Presume de tener compromiso, de jugar partidos clave con molestias, arriesgar en el campo y, por supuesto, de ser parisino. En Qatar lo consideran un villano y la reacción del Paris Saint-Germain durante el mes de julio ha sido aplicar la mano dura con Mbappé. No ha funcionado.

Víctima de las extorsiones

Su presidente, Nasser Al-Khelaïfi, creyó que le podía presionar y desprestigiar con mensajes que pusieran a la afición en contra y un ninguneo que ha contado con el apoyo de Luis Enrique. Nasser Al-Khelaïfi le califica de desleal por pretender apurar el contrato para marcharse libre, querer estar por encima del club, filtrar que tiene un acuerdo cerrado con el Real Madrid y no cumplir un presunto acuerdo verbal por el que se había comprometido a no marcharse sin ser traspasado. Ni haberle dejado fuera de la gira ha provocado que Mbappé se ponga de rodillas.

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La reacción de Mbappé ha sido estar callado, pararse a la salida de los entrenamientos para firmar autógrafos y hacerse fotografías con los aficionados, ser cercano y exteriorizar que tiene la conciencia tranquila. Ha puesto distancia con el club, pero no con los seguidores. Tiene el apoyo del sindicato de futbolistas franceses, de la alcaldesa de París y, lo más importante, de sus compañeros de equipo, a los que el club prohíbe que se hable bien de Mbappé. En el vestuario del PSG no es un demonio. Es una víctima más de las extorsiones y coacciones de Qatar.

Sigue el pulso en agosto. Pero entra en un escenario muy diferente y cada día más imprevisible. En el Paris Saint-Germain, empiezan a aceptar que las medidas de presión no tienen efecto, se abren a tener un borrador negociador con el que poder encontrar puntos de encuentro y en el que intervienen intermediarios de las tres partes. El PSG, metidos en agosto, es el que más interés tiene en un caso donde Mbappé muestra calma y el Real Madrid sigue dejando pasar los días para que se rebaje el precio de los 235 millones de euros que tiene de venta.

Oferta a la baja

En Francia, se da por hecho que el Real Madrid hará una oferta a la baja en este mes de agosto por un jugador que está en venta, pero al que le queda solo una temporada de contrato. Una cantidad acorde con un futbolista que en cinco meses puede negociar libremente con cualquier club. Es la posición de desventaja del PSG, a pesar de que en Qatar sigan llamando a otros clubes europeos para ofrecer al futbolista francés. El intento de querer colocar a Mbappé en el Al Hilal saudí fracasó por la negativa del jugador y una postura en la que volvió a dejar claro que se remitía a cumplir el contrato hasta 2024. Mbappé nunca ha transmitido al club que, de salir, solo quiere ir al Real Madrid. Quiere cobrar el bonus de 80 millones de euros, ya tiene la mitad, y dejará de ganar 60 millones de euros que tenía en la cláusula si ampliaba el contrato hasta 2025.

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El PSG y Luis Enrique tienen prisas para resolver un caso que es incierto. El entrenador no cuenta con Mbappé y busca cómo construir un equipo competitivo con jugadores que encajen en su filosofía de juego. Las urgencias han provocado que el club parisino se lance a por Ousmane Dembélé como el mejor recambio. Dembélé no tiene la capacidad realizadora de Mbappé. Cumple con el perfil de extremo que desborda, habilidoso, encarador, con salida por los dos perfiles, vertical y la cualidad para ensanchar el campo. El buen trabajo que ha hecho Xavi, con paciencia y mucha confianza, para recuperar la mejor versión de Dembélé, lo quiere explotar Luis Enrique.