La jugarreta con el salario de Joao Félix: quién gana y quién pierde en una operación oscura

El Barcelona saca pecho por haber hecho una operación redonda con Joao Félix. El club asegura que le paga un salario de 400.000 euros netos por la cesión de una temporada, lo que se considera una ganga y un triunfo después del órdago que perdió hace un año con la venta de Griezmann por 20 millones de euros al Atlético de Madrid. Laporta tenía esta espina clavada y se la ha quitado con la incorporación de Joao Félix, confirmada por Enric Masip, su asesor, en unas declaraciones a Esport 3 que siguen sin dejar claro cuánto es el salario del portugués y quién lo paga: "Es ridículo lo que paga el Barça por él. El salario lo paga casi todo el Atlético".

La operación es oscura. El misterio por resolver es cuánto gana Joao Félix esta temporada y resulta poco creíble que el portugués se haya ido al Barcelona perdonando dinero. La versión del Barcelona es un sueldo de 400.000 euros netos y la de la Liga apunta a 8 millones brutos como cifra que computa el comité de valoración y control del organismo para cumplir con el fairplay financiero. Una cantidad que se ajusta por diferentes parámetros como el valor de mercado del jugador, la edad, la cláusula de rescisión, duración de contrato... Pero el Barcelona lo rebate. Es una cesión, a coste cero y sin opción de compra. La respuesta del presidente de la Liga, Javier Tebas, es que "a nuestros efectos, lo que Joao Félix cobra no es lo que puede pagar el Barça. El límite salarial es el que nosotros hemos dicho que el jugador debe cobrar". Alguien esconde las verdaderas cifras.

En la operación Joao Félix el que pierde en términos económicos es el Atlético de Madrid, que según diferentes versiones ha tenido que pagar 1,5 millones de euros por los meses de julio y agosto. Un dineral solo por entrenar y no jugar ningún partido. Para hacer más llevadero el dineral que tiene por contrato, el portugués accedió a renovar hasta 2029 y de esta manera el club rojiblanco puede diferir los pagos del salario y la amortización. Joao lleva dos renovaciones en lo que va de año. Una en enero cuando se fue cedido al Chelsea y otra este verano para irse al Barcelona.

Gana Simeone

El contrato del portugués es una losa para Gil Marín y Cerezo, por mucho que busquen fórmulas de cesión con renovaciones para diferir los pagos. El sueldo real de Joao Félix está en los 8 millones de euros netos. Y ningún jugador perdona o hace una rebaja tan radical. Joao colabora con el Atleti, pero acabará cobrando todo el dinero firmado.

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En lo deportivo el que sí gana es Simeone, que estaba como loco por quitarse de en medio al portugués. La relación era inexistente, el Cholo estaba incómodo con su actitud y el ruido mediático que generaba tener sin jugar al fichaje más caro de la historia del club rojiblanco. El Atleti tiene que pagar la gran mayoría del sueldo de Joao Félix para que el técnico argentino esté contento y no haya división en la grada del Metropolitano.

Gana Simeone en lo deportivo y pierde el club en lo económico. Pero esta operación no se puede separar de la deuda que tenía el Atleti con el Barcelona por el caso Griezmann. Se va a cumplir un año del refichaje del francés por el Atlético de Madrid tras una estrategia en la que Gil Marín, Simeone y Griezmann salieron muy beneficiados. Griezmann volvió a ser propiedad del Atleti por un pago de 20 millones de euros. Una cantidad ridícula, que perjudicó la imagen de negociador de Laporta. Eran 20 millones de euros o seguir con una guerra fría. Simeone se las ideó para que Griezmann entrara al campo a partir de la hora del partido y así evitar el pago de los 40 millones de euros que figuraban en la cláusula de cesión con opción de compra obligatoria.

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El Atleti estaba obligado a pagar 40 millones de euros si Griezmann disputaba al menos 45 minutos en el 50% de los partidos que estuviera disponible. Simeone, con la complicidad del francés y el club, se las ingenió para llevar al límite al Barcelona y hacerle ceder a rebajar el precio. Con Joao Félix, el Barcelona salda la jugarreta y disfruta del portugués a precio regalado. No tiene opción de compra, pero sí sabe del deseo y la fuerza que hace Joao para cumplir su sueño de jugar en el Barcelona.

Joao Félix mantuvo un pulso con el club durante el verano tras conocer que le quitaron el dorsal 7 para dárselo a Griezmann. Su postura fue inflexible, no atendió a otras ofertas que se le presentaban, entrenaba con mala cara y alegó molestias para no estar disponible para jugar los partidos. Puso sus condiciones. Solo quería ir a un equipo que jugara la Champions y rechazó el interés del Aston Villa. Dio un golpe en la mesa al reconocerle al periodista Fabrizio Romano, especialista en el mercado de fichajes, que su objetivo era jugar en el Barcelona. Desechó el fútbol saudí, la propuesta del Al Hilal, para presionar al Atleti con su salida al Barça.