Estos hombres "se aprovechan de la debilidad mental de los futbolistas" para sacar tajada

Puede parecer imposible que alguien supere el astracán contractual de Luis Figo cambiando el Barcelona por el Real Madrid, salvo que ese alguien se llame... Luis Figo: años antes de burlar al Barcelona, Figo fichó a la vez por dos equipos italianos. ¿Dónde está la bolita?

En todos esos tejemanejes estuvo el representante José Veiga, que lo mismo se llevaba una comisión millonaria de Florentino Pérez por trasladar clandestinamente a Figo al Madrid, que firmaba un contrato y su contrario en Italia, todo ello con la mejor de las sonrisas campechanas. Máximo desbarre luso. La suerte de Veiga, ex vendedor de coches, cambió el día que, al calor de la inflación del mercado por la galactización del fútbol, la competencia le pasó por encima, con aparatoso sorpaso simbólico incluido, al pegarse en un aeropuerto con un antiguo vendedor de sombreros de paja, Jorge Mendes, superagente portugués que reinaría en el siglo XXI con Cristiano Ronaldo, aviones privados y frenesí transnacional.

Adiós a los representantes con métodos de vendedor de un mercadillo en Braga, dispuestos a engañar a todo el mundo todo el rato a cambio de euros —tras dejar el fútbol, Veiga hizo negocios petrolíferos en el Congo; la justicia portuguesa le ha detenido, procesado y encarcelado en varias ocasiones—.

Hola a los agentes que parecen gestores de un fondo de inversión, que quizá no necesitan firmar con dos clubs a la vez, pero mueven opacas cantidades industriales de dinero —hace falta un egiptólogo para entender la absurda cantidad de comisiones del primer contrato de Neymar con el Barcelona—. Agentes futboleros —y futbolistas y presidentes en general—: del macarreo y el Varon Dandy, al pijerío y la depilación masculina, un cambio formal profundo, pero también una sofisticación de los métodos de exprimir el bisnes.

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Sobre estas transformaciones costumbristas, vistas a través de un agente de la vieja escuela —carajillo en el gaznate, comentario cuñado en la boca y un "despacho con vistas" a los chuletones del "Txistu"— habla la novela gráfica Viejas promesas, de los guionistas Álvaro Velasco e Iñaki San Román y el dibujante Pedro Rodríguez, recién publicada en España, pero vendida ya a varios países.

Gabinete de crisis

Hablamos —en tono informal— con Velasco y San Román.

PREGUNTA. Cuando uno oye la palabra representante, lo primero que se le viene a la cabeza son los mánagers musicales, que no pueden tener peor fama, pues siempre hay un músico dispuesto a contar cómo su representante le estafó. De 0 a 10 en la escala de picaresca, ¿en qué lugar colocaríais a los representantes de fútbol?

Iñaki San Román: Yo diría que 20. Sea cual sea el ámbito en el que se muevan, un representante hace aquello que no quiere hacer el representado, sea negociar un contrato, pedir trabajo o quejarse por el trato recibido. Para hacer todo eso hace falta ser asertivo y osado o, en cristiano, tener muchísima jeta.

Si a eso le sumas un entorno como el futbolero, donde hay mucho dinero y mucha urgencia, te queda un río revuelto precioso para que los pescadores más pillos saquen tajada a manos llenas.

Álvaro Velasco: Tenemos la imagen de los super representantes, de esos Mendes de la vida que llevan a estrellas mundiales. Pero el fútbol hay mucho más. Igual que la Orquesta Sensaciones de Tolosa, si es que existe, tiene un manager, el delantero del Tomelloso tendrá su repre. Los jugadores de 3ª RFEF tienen sus representantes. Y eso es el submundo futbolístico. Lo más parecido al Far West que hay en este deporte. Sobreviven los más listos, pero también muchos son los más canallas. Es una profesión en la que unos tipos cobran comisiones solo si hay movimientos. De ahí las carreras de muchos jugadores que van a equipo por año.

ISR: Claro, y creo que eso hace que estafen menos a sus representados que a los musicales. Un solo jugador puede darles cinco o seis operaciones millonarias, mejor no cabrearlo.

P. En el fútbol, antes había presidentes y representantes con camisa abierta y palillo en la boca. Ahora hay tecnócratas y fondos en Singapur. ¿Estamos ante la degeneración costumbrista de Occidente?

"En vez de ir todos con chándal, van con los mismos pantalones beige y con el mismo fachaleco azul marino"

AV: Aunque hayan cambiado las libretas por tablets y los riberitas por borgoñas, la filosofía sigue siendo la misma: pegar un atraco. Antes eran bandoleros y hoy se creen Berlín de la Casa de Papel. Y ahora son fondos y antes constructoras. Pero la base del mangoneo no cambia.

ISR: Estoy con Álvaro. Creo que el único cambio es que ahora el futbol es más caro, así que los equipos no los puede comprar un constructor de Mérida, sino que tiene que venir un jeque chino o árabe. Y luego, que se cuida más la imagen, así que en vez de ir todos con chándal, van con los mismos pantalones beige con fachaleco azul marino.

P. El big data ha ido sustituyendo a los señores opinando al pedo, y el "paco, echalé cojones" ha dado paso a analistas gafapastas disertando sobre el "bloque bajo". ¿Cómo ha afectado estos cambios al mundo de los representantes? ¿Es solo un cambio estético? Digo porque el secretismo comisionista es alto, y el fútbol mueve mucho más dinero que hace treinta años. ¿Los representantes siguen siendo tan truhanes como siempre pero no lo parece porque van con traje y cuidan sus niveles de colesterol?

AV: Llamar bloque bajo a defender como cabrones es una de las modas de este sobreanálisis que han traído algunos al actual fútbol. Que oye, no está mal. Pero a diferencia de otros deportes, como el baloncesto, la propia naturaleza del fútbol creo que hace que la estadística no sea tan cuantificable. Si Curry tira 100 veces y mete 90 puedes sacar una muestra. Pero, ¿qué mierdas es eso de los goles esperados? Mucho humo. Pero cuánto más humo haya, más humo se puede vender. Y los repres, que son encantadores de serpientes, más herramientas tendrán para colocarle al presidente de un equipo de una ciudad de tamaño mediano de Castilla a un brasileño random.

ISR: Sí, en mi opinión es un caso claro de "aunque la mona se vista de seda". El fútbol, debido a las horas que ocupa en medios y a un complejo con el deporte americano, se ha entregado al sobreanálisis y a mejorar su imagen de cara al exterior pero, a la hora de la verdad, sigue siendo la cacería de siempre o, incluso te diría que más. Yo soy culé y nunca había presenciado un poder en el club tan grande por parte de un repre como ahora con Mendes.

Parecía que con la merma en el dinero de los traspasos los repres iban a perder poder (hay menos fichajes), pero nada más lejos de la realidad. Por ejemplo ahora se han inventado eso de la "prima de fichaje", que significa que si quieres fichar a un jugador libre que no requiere pagar traspaso… tienes que pagar una cantidad equiparable al futbolista. ¿De dónde ha salido esto? Del espíritu usurero y rapiñero, que ni se crea ni se destruye, solo se transforma.

P. La ola contra el fútbol moderno incluye cierta nostalgia por presidentes y representantes noventeros estrafalarios. Ahora bien: como sociedad civilizada, ¿de verdad queremos recuperar a unos personajes que eran auténticos desahogados?

ISR: Para nada. Vivimos en una época de nostalgia, y la nostalgia solo te deja ver lo bueno del pasado, que en este caso se circunscribe a la comedia y la espontaneidad. Es verdad que Lopera era unas risas, y todo era más divertido y espontáneo. Entiendo que estos tiempos actuales de corrección política pueden resultar a veces aburridos, pero en cuanto te paras a analizar un poco la situación te das cuenta de que el fútbol antiguo era más aburrido, más agresivo, más machista, más racista y, en definitiva, más primitivo.

AV: Es la romantización de lo grotesco. Está pasando un poco como con “Sálvame”, un formato televisivo que ha arrasado con seres humanos, que ha pasado por encima de todo y de todos, que se ha saltado leyes y que ahora parece que oye mira qué bien todo porque era por la risa. Jesús Gil era un mafioso de tomo y lomo y para muchos es casi un icono pop. Lopera, Del Nido, Lendoiro, Onieva, Núñez… Si vas uno por uno, cada uno tiene unos cuantos capítulos de bochorno absoluto. Pero, para alegría de los nostálgicos, ya se está ocupando Laporta de revivir todo aquello.

P. Para acabar, quería que hicierais una descripción costumbrista de algunos representantes célebres de ayer y yo. Vamos con el primero: Petón.

AV: Doctor Jekyll y Mister Hyde. Capaz de meterse en unas broncas descomunales, navaja entre los dientes, con la fauna del Chiringuito, pero también de mostrar una cultura brutal en ciertos temas y transmitirlo muy bien —más allá de lo suyo con la División Azul—.

ISR: El Harvey Dent del manzanares. Si es necesario, baja la luz y te susurra una historia a lo Jorge Drexler. Y cinco minutos después puede estar gritándote como un general alemán. La ciclotimia planificada. El desconcierto emocional.. Compadezco a sus yernos.

P. Raiola.

AV: El relato. De él siempre se cuenta eso de que empezó en una pizzería y acabó en lo más alto.

ISR: El sueño americano que no verás en el cine: De cómo un macarra sin valores y que no se lleva ni un boli a las reuniones (literal) puede llegar a ser millonario y peloteado por jeques y empresarios.

P. Mendes.

AV: El Jerry Maguire que escucha fados. Capaz de inventarse unos premios (los Global Soccer) y ganar el premio al mejor repre todos los años. Gilismo con traje.

ISR: El auténtico Mago Pop. No sé como no aparece en las listas de los MK Ultra [programa de control mental de la CIA], porque sospecho que practica el dominio mental telequinético. Solo así se explicaría que a todo el mundo le parezca bien que se de premios o que al Barça le parezca una buena idea pagar dinero por tener a Joao Felix.

P. Zahavi.

"Si alguien dice que es el mejor amigo de Laporta, tiene que vivir a cuerpo de rey"

AV: Si alguien dice que es el mejor amigo de Laporta, tiene que ser alguien que vive a cuerpo de rey. Él lo es.

ISR: Si te sugieren dejar de fumar o no ir a chupitos, recuérdale que este tío con 80 años monta cumpleaños con gente en toga que firmarían en el Space de Ibiza. Disfrutón por antonomasia y no se casa con nadie. Lo mismo trinca de sacar a Neymar del Camp Nou que vuelve a los cinco años a colocarnos a Lewandowski. Lo que habría sido Juan Carlos I si no hubiera nacido Borbón.

P. Veiga.

AV: El mayor trilero de Europa. Autor intelectual del caso Figo. La bisagra entre el fútbol de palillo y el de cachimba.

ISR: Yo soy culé, así que nombrarme a este señor es como nombrarme a Hitler o Netanyahu. Autor intelectual del fichaje de Figo con el Madrid. —Junto a Paolo Futre, que siempre se escabulle de esta historia y hay que recordar el favorazo que le hizo por dinero a sus amiguitos del Real Madrid—.

No solo nos la lio a los culés, se la lio al propio Figo, que no quería moverse del Camp Nou. El ejemplo de “representante titiritero” que se aprovecha de la debilidad mental de los futbolistas para hacer lo que les da la gana.