El intermediario olvidado del caso Figo: "Las comisiones son la única verdad del documental"

El reciente documental 'El caso Figo' estrenado en Netflix pivota sobre una pregunta a sus protagonistas: ¿quién dice la verdad sobre cómo se gestó el fichaje que cambió para siempre el fútbol español? "Mienten todos", zanja sin contemplaciones el intermediario Santos Márquez (Almería, 1952). Este agente de futbolistas irrumpe para reclamar su foco en aquella operación que consiguió el más difícil todavía: llevar al capitán del Barça al Real Madrid para que un candidato entonces desconocido como Florentino Pérez ganase las elecciones a su oponente, que venía de ganar dos Copas de Europa tras décadas de ausencia en la competición fetiche de los madridistas. 'Yo estuve allí', parece reivindicar ahora Santos Márquez tras años de silencio.

El personaje encarna esa cara oculta del fútbol que los aficionados no ven. Ese magma de secundarios y comisionistas entre bambalinas en busca de algún pelotazo a costa de mover jugadores. "El futbolista es sagrado", dice sobre su herramienta de trabajo. El fichaje de Casillas por el Oporto en 2015 le costó una condena de cuatro años de cárcel y una inhabilitación para ejercer su trabajo. Sus abogados pelean para evitarle ingresar en prisión a sus casi 70 años. El rastro de su participación en el pase de Figo quedó registrado en la hemeroteca. 'As': "Florentino insistió en tener a los mejores futbolistas del mundo. Para conseguirlo convocó a Futre a través presumiblemente del intermediario Santos Márquez". 'Mundo Deportivo': "El muñidor de la idea fue Santos Márquez, que consiguió que Figo asumiera un compromiso con el candidato Florentino Pérez". Paolo Futre: "Fue por medio del Gordito [Santos Márquez], que es amigo mío y de Florentino Pérez. Me llamó y me preparó una reunión con él en las oficinas de ACS"...

El documental confronta las versiones de los implicados y deja abierta la duda de por qué Figo asumió el compromiso que presuntamente había contraído su representante con Florentino Pérez a sus espaldas. El exjugador luso niega que fuese forzado por una cláusula de penalización millonaria si no recalaba en el club blanco. En su lugar, apela a la falta de cariño que le demostró la directiva culé y una reunión en Lisboa donde Florentino Pérez, ya elegido presidente, le convenció con su proyecto deportivo plagado de estrellas. Santos Márquez tiene una opinión distina. Dice que el propio futbolista ya había plasmado su firma meses antes y no pudo echarse atrás. Esta es su versión del fichaje del '7' portugués que dio inicio a la era de los Galácticos.

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PREGUNTA. ¿Cuál fue su papel en el fichaje?

RESPUESTA. Total. El único protagonista del fichaje fui yo.

P. ¿En qué consistió su tarea?

R. Lo que se ha dicho en el documental es totalmente incierto. La única verdad son las comisiones.

P. ¿Por qué sostiene que no hay ninguna verdad?

R. Porque es la forma de hacer feliz al presidente, a Florentino Pérez. Figo era jugador del Barcelona y había que arrancárselo, previo pago de 11.620 millones de pesetas [70 millones de euros]. El fichaje se fraguó mucho tiempo antes de lo que sale en el documental. Veiga y Futre se enteraron 15 días antes de las elecciones, cuando el fichaje estaba firmado y arreglado tiempo atrás.

P. ¿Cuando se refiere a tiempo atrás, fue en marzo?

R. El 28 de marzo a las 10 de la mañana.

P. En esos momentos, Florentino no era candidato a la presidencia.

R. Sí lo era. Yo llevaba trabajando ya dos años con él.

P. Lo había sido frente a Ramón Mendoza en 1995, pero Lorenzo Sanz convocó en mayo las elecciones de 2000.

R. Si empezamos por el principio, lo entenderéis mejor. En 1995, un jugador del Madrid, gran amigo mío y fallecido, tenía gran amistad con un hermano de Florentino. El jugador me dijo que fuésemos a tomar café con un tipo, que resultó ser el señor Pérez. Faltaban dos meses para las elecciones a las que se había presentado y le expliqué la mecánica a seguir para tener opciones. Mendoza era una persona muy castiza y con gracia. Y se comió a Florentino en la última semana. Él se creía que no le hacían falta grandes fichajes para ganar las elecciones.

P. Se equivocó.

R. Efectivamente. En una entrevista a apenas tres días de las elecciones, se vio perdido porque se lo comieron. Tras aquello, de nuevo acudió a mí, con su hermano y el jugador citado, porque quería fichar a un futbolista con el objetivo de dar un golpe de efecto. Faltaban tres días para las elecciones y eso era imposible. En mi vida, el jugador siempre ha sido sagrado. Cuando faltaban dos años para las nuevas elecciones, me llamó otra vez para preparar la campaña porque se quería presentar de nuevo.

P. ¿Entonces el objetivo eran las hipotéticas elecciones de 2001?

R. Así es. Fueron finalmente en 2000, porque Lorenzo Sanz las adelantó al ganar la Copa de Europa en París [3-0 ante el Valencia].

P. Volvamos a Figo. ¿Puede recrear aquel 28 de marzo de 2000 a las 10 de la mañana?

R. Yo ya había hablado previamente con Luis [Figo] un tiempo antes.

P. ¿Qué decía ese documento que firmaron?

R. Lo que ha salido publicado respecto a las cifras a pagar en caso de que una de las partes rompiera el pacto. Eso sí es verdad. Si Florentino era presidente y se echaba para atrás, tenía que pagar él, y viceversa, si era Figo el que no quería venir a Madrid.

P. ¿Cuál fue la primera reacción de Figo cuando le comentó que tenía que jugar en el Real Madrid?

R. Muy clara. Si tú estás cobrando 1.000 euros en una empresa y otra te da un millón, ¿qué haces? Lo que hizo Figo lo haría cualquier trabajador del mundo. No había que matarlo en absoluto, porque fue un tipo que quiso ganar dinero con su profesión y que se fue al mejor club del mundo. En eso le doy la razón a Florentino. Él, sin embargo, no es el mejor presidente del planeta. Lo fue durante los primeros cuatro años de mandato de su primera etapa.

P. ¿Figo llegó a plasmar su firma en ese documento?

R. Sí, fue un documento privado que firmamos tres personas: Florentino, Figo y yo.

P. ¿Conserva usted ese documento?

R. No, pero en eso soy profesional. Aunque lo tuviera, no lo haría púbico. Yo he trabajado 43 años en el mundo del fútbol y ahora me veo en una situación mala por culpa de muchas cosas. Quizá yo no tenga estudios, pero tengo ojos para ver futbolistas y otras cosas. Las operaciones que he hecho durante mi trayectoria están ahí. Ese peso no me lo va a quitar nadie.

P. Parece que tiene buena memoria, porque se acuerda de fechas exactas y de lugares exactos.

R. Sí, casi siempre me acuerdo aproximadamente de las fechas porque fueron días muy bonitos para mí. Por ejemplo, en el fichaje de Mijatovic yo iba cada 15 días allí a visitarlo. El fútbol era mi pasión y tuve un buen maestro, Ángel Castillo, que fue mi profesor en la intermediación.

P. Concrete, por favor, el tiempo en que se firmó el contrato con Figo. Nos estamos enterando ahora.

R. ¿Cómo os vais a enterar ahora? ¿De verdad creéis que fue aquella noche a Lisboa a firmar y que quería revocar su fichaje? No seáis ingenuos. Si no hubiera estado firmado con anterioridad, para el Barcelona hubiera sido más fácil quedarse con Luis. Pagaban 30 millones y seguían con el mejor jugador de Europa en su equipo. Era fenomenal.

P. ¿Qué es lo que ha mostrado entonces el documental, según usted?

R. Los últimos 15 días, para que no salgan perjudicados ni Figo ni Florentino. Es que no entiendo por qué no se ha dicho la verdad, solo las cifras de la comisión. Si tú eres consciente de que está todo firmado, no hay ningún problema. Ese es, por ejemplo, el error que ha cometido el Madrid con Mbappé.

P. Si estaba todo firmado desde marzo, ¿qué necesidad tenía Florentino de pagar las comisiones a Futre y Veiga?

R. Ese es el quid de la cuestión. ¿Qué dice Veiga en el documental?

P. Que lo llama Futre diciéndole que ha hablando con un candidato a la presidencia del Madrid que está dispuesto a darle seis millones de comisión.

R. Era una estrategia para que el jugador se liberara de la presión: decir que su representante se había hecho cargo de la firma. Figo fue el primero que firmó, porque lo hizo en marzo. Aquello fue un paripé que ellos montaron para que todo quedara bonito. Si a mí me hubieran llamado para hablar, no saldría mi parte porque estaría contando lo mismo que a vosotros.

P. Con lo que usted cuenta, ¿cómo se explican los agobios de Futre y Veiga vestidos de traje en Cerdeña? ¿No conocían el acuerdo que cerraron en marzo?

R. Lo conocieron más tarde, pero eran conocedores. A Cerdeña fueron a convencerlo, porque en el último momento, cuando se vio que Florentino iba a ganar, el jugador se da cuenta de que allí [en Barcelona] tenía su vida y su familia.

P. ¿Entonces solo estaban agobiados porque se jugaban la comisión?

R. ¿Queréis que os ponga un audio? Vais a saber quién es por la voz. Con esto queda claro que no vengo aquí a mentir. Le dije que era un traidor por lo que cuenta en el documental.

[La conversación se detiene y Santos Márquez enseña un audio que escuchamos con detenimiento. El que habla es Paulo Futre: “Gordito, hermano, acabo de ver el mensaje. ¿Estás tonto o qué? ¿Cómo me puedes decir algo así? Hablé de Sá Pinto; hablé de todo, pero no lo han incluido en el documental. Solo han contado la verdad de Figo, pero la otra parte nadie la sabe. Lo que hay por detrás, el 90%, falta todavía por contarse. Debería haber un segundo capítulo. Si no es con Luis, pues tendremos que salir nosotros. ¿Cómo no voy a hablar de ti, cabrón? Sería el peor tío del mundo. Un besito enorme, Gordito”.]

P. En la biografía de Futre, se cuenta cómo fue la reunión en Lisboa.

R. Te explico. Nosotros llegamos a Lisboa sobre las nueve de la noche. Me dijeron que fuera a Torrejón de Ardoz [Madrid] porque Figo tenía que acudir a la reunión. En torno a las 10 nos sentamos en el despacho del señor Veiga. Allí estaba también José Luis del Valle, abogado particular de Florentino y que hizo toda la operación, Pérez, Futre, Veiga, un señor que recogió a la gente en el aeropuerto, Figo y yo.

P. ¿Qué ocurrió en esa reunión?

R. Figo estaba asustado. Pasaron dos, tres y cuatro horas y no había nada cerrado. En el hotel que teníamos reservado solo fuimos a ducharnos, de lo larga que se hizo la noche. Futre tenía muchas ganas de hacer la operación y empujó mucho. A las cuatro de la mañana, hablé con Luis y me puse serio. Le dije que tenía un compromiso con Florentino y que lo sabía. Y que ese compromiso que adquirió en marzo tenía que plasmarlo en un papel, porque Pérez era presidente del Real Madrid. Era entendible que estuviera tenso.

P. ¿Llamó en ese momento a su mujer?

R. Estaba muy nervioso y fue Florentino el que le dijo que llamara a su mujer. Habló con ella y le dijo que hiciera lo que quisiera. Más o menos fue así. Le pedí que, por favor, le comunicara a Pérez cuál era su intención. De repente, nos pidió a Sá Pinto [jugador de la Real Sociedad], que era íntimo amigo suyo del barrio. El presidente preguntó quién era y yo, tirando de humor, le dije que un ciclista. Eso sale en la biografía de Futre, donde se cuenta la verdad. No entiendo por qué ahora no ha dicho nada en el documental. Aquel fue el trabajo de mi vida, una obra de arte, y me fastidia mucho lo que me han hecho. Al final, la verdad siempre se sabe.

P. ¿No eran incomprensibles las dudas de Figo cuando había tenido dos meses para mentalizarse de que jugaría en el Madrid?

R. Eran comprensibles, porque el presidente del Barcelona, Joan Gaspart, le ofreció casi lo mismo que el Madrid a última hora. Cuando vio que la operación era real, pensó que le iban a colgar los barcelonistas a pesar de su victoria si lo dejaba ir.

P. ¿Eso, por qué no lo cuenta Gaspart en el documental?

R. Porque no le interesa. Yo llamé a Gaspart al día siguiente de ver el documental. Le avisé de que lo iba a contar todo.

P. Si Gaspart igualaba la oferta, todavía quedaba por ver quién se hacía cargo de la penalización.

R. Se podía llegar a un acuerdo. Si vas a ser presidente del Barcelona, de los 60 millones él tuvo que comprar a cuatro jugadores, que salió horrible. Perdió un gran jugador.

P. Gaspart, en otra ocasión, dijo que renunció a retener a Figo porque se negó a que el Barça pagara la penalización que iría a sufragar el abono de los socios del Madrid.

R. Eso es verdad.

P. ¿Ese órdago de Florentino de pagar el abono a los socios si no venía Figo se lo inventó De la Morena, como dice él mismo en el documental?

R. No. Ya lo sabían otras personas antes que De la Morena.

P. ¿Acordaron algún tipo de claúsula de confidencialidad en torno al documento que firmó Florentino con Figo en marzo?

R. Obviamente. No se dijo nada hasta el día de las elecciones, ¿no?

P. ¿Cuánto era el precio de saltarse el secreto?

R. El mismo que teníamos todos.

P. ¿5.000 millones de pesetas?

R. Por ejemplo.

P. ¿Cuánto cobró por su intermediación en este fichaje?

R. Bastante menos que Futre y Veiga. Tendrían que haberme pagado el doble a mí. Es más, yo creo que a Figo le engañaron en esos últimos días.

P. ¿El fichaje de Figo hubiese sido posible sin Miguel Blesa y Caja Madrid?

R. Ese tema que tocó José María García me da mucha pena tocarlo, porque esa persona ya no está [Blesa se suicidó en 2017]. Al día siguiente de venir de Lisboa, ya con los papeles firmados, había que ir a pagar la cláusula de rescisión, si no, no puedes pagar al jugador. Para la cláusula de rescisión, se fue a recoger un pagaré en el Banco Zaragozano, al lado del Canoe, el bingo [ubicado en el paseo de la Castellana, próximo al estadio Santiago Bernabéu]. Me voy yo y el abogado. Ese pagaré lo llevaba yo aquí [se señala el bolsillo de la camisa]. Estuve a punto de irme de viaje, por ahí a Brasil a perderme [bromea]. Si vais a LaLiga y te quieren decir la firma de quién firmó el pagaré, lo sabrán enseguida. Pero yo esas cosas, ni sé ni quiero saberlas. Yo no sé cómo firmaba el señor Blesa. Sé que había una firma por delante y otra por detrás. Yo he escuchado muchas veces lo de Caja Madrid, pero yo adonde fui es al Banco Zaragozano.

P. En el libro ‘Buenas noches y saludos cordiales’, que es la biografía de José María García, el propio periodista dice que se creó una empresa con un capital social ridículo que sirvió para que el Real Madrid le devolviera el préstamo concedido por el Banco Zaragozano.

R. Lógico. Lo mismo que el papel que firma Figo luego se ratifica en un papel del Real Madrid oficial.

P. ¿Pero no tiene conocimiento de que el dinero que le devolvió al Banco Zaragozano viniera de Blesa o Caja Madrid?

R. Yo de esas cosas no…

P. Joan Castells, vicepresidente del Barça con Gaspart, cuenta que el cheque recibido del Banco Zaragozano era de un importe equivalente a la cláusula y que pagaron el IVA por error.

R. Como es catalán, el señor Gaspart, la pela es la pela. Cuando se paga una cláusula, la tiene que pagar el jugador, que compra su libertad. Siempre es así, pero no es así. Lo que se hace es negociar para que el jugador no salga perjudicado y no se haga cargo de los impuestos. No creo que todo esto le perjudique a Figo, tiene una personalidad impresionante, es un gran tío, tiene una gran familia. Si me creo algún enemigo con lo que estoy diciendo, ellos saben que digo la verdad.

P. ¿Sigue teniendo contacto con Figo?

R. Alguna vez. Si me llama, sabe que estoy diciendo la verdad.

P. ¿Y con Florentino Pérez?

R. Hace que no hablo con él, como mínimo, 18 años.

P. Usted ha sido condenado a cuatro años de cárcel por el fichaje de Casillas...

R. [Interrumpe] No está bien explicado, Casillas fue la excusa, pero es igual…

P. ¿Cuál es su situación procesal ahora, tiene que entrar en prisión?

R. Mis abogados están trabajando para que no sea así.

P. ¿Representa a algún futbolista en la actualidad?

R. No. Llevo sin poder trabajar desde 2019 porque me inhabilitaron.

P. ¿Qué cree que buscaba Figo cuando firmó con un señor desconocido que ni siquiera era oficialmente candidato?

R. Solucionar su vida económica. Figo tenía 27 años, eh. No era ningún niño en ese momento. Era el contrato de su vida. Cualquier jugador hubiera firmado ese contrato. Lo que pasa es que nadie podía pensar que Florentino Pérez fuera a ganar unas elecciones.