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Ha nacido para ser el líder del Real Madrid: otro gol salvador de Bellingham derriba el muro (1-0)
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el inglés sigue en racha

Ha nacido para ser el líder del Real Madrid: otro gol salvador de Bellingham derriba el muro (1-0)

El Real Madrid gana por la mínima con un gol de Bellingham. El inglés marcó en el minuto 94 en un partido muy cerrado donde el Union Berlin llevó al límite a los de Ancelotti

Foto: Bellingham celebra el gol. (REUTERS Isabel Infantes)
Bellingham celebra el gol. (REUTERS Isabel Infantes)

El Real Madrid gana con otro gol salvador de Bellingham. Al Unión Berlín se le hizo larga la resistencia, en el minuto 94 apareció Bellighham para cazar un balón rechazado en el área pequeña. Belligham prolonga su buena racha de la Liga en la Champions. Tiró abajo el muro de un bloque compacto, ordenado y disciplinado. Al equipo de Ancelotti le costó generar fútbol y peligro en la primera parte. Mejoró en la segunda, con un fútbol más vertical e incisivo y un líder que tiene hambre y se le ha metido en la cabeza llegar a ser una leyenda. Empieza fuerte. Ha nacido para hacer historia en el Real Madrid. Es un caso extraordinario, de adaptación, rendimiento inmediato y madurez. Con 20 años, parece que lleva toda la vida jugando en el equipo blanco.

Al Real Madrid le faltó algo de suerte, con dos balones al poste, antes del tanto de Bellingham. Uno de Rodrygo y otro de Joselu. Enfrente tenía un equipo rocoso y muy bien trabajado. Con un portero seguro. Con todas estas dificultades, el Madrid no se rindió. Hasta el final, es su lema. Bellingham también lo tiene en su ADN. Es una victoria muy trabajada, pero conviene resaltar lo que es Europa. Hay que tener instinto asesino para sacar adelante los partidos. Cualquier equipo te lleva al límite.

El primer tiempo fue un rollo, duro de jugar para el Real Madrid y aburrido para el espectador. Menos para la avalancha de aficionados alemanes que poblaron las gradas del Bernabéu. Casi 4.000 hinchas que se hicieron notar a la hora de la merienda, en un estadio más frío de lo habitual. Ancelotti tenía claro que enfrente iba a estar un equipo compacto, que no deja espacios y trabajador. El plan pasaba por tener paciencia, madurar las jugadas y encontrar los resquicios para derribar el muro. Fue imposible. El Unión Berlín desactivó al Real Madrid. Lo amansó.

Generó muy poco peligro el equipo de Ancelotti. La primera parte se resume en tres balones colgados al área para que los rematara Joselu. Era la única vía que encontró el Madrid para intimidar a los alemanes. Ni por las bandas, con Alaba y Rodrygo por la izquierda, ni por la derecha, con más carril para Lucas Vázquez, hubo profundidad y acciones de desequilibrio. Contra bloques cerrados se necesita abrir el campo, agitar por fuera y desordenar la férrea defensa. Era imposible. El Unión Berlín, disciplinado, concentrado, con más energía, no cometía errores.

placeholder Rodrygo en una acción del partido. (EFE  Kiko Huesca)
Rodrygo en una acción del partido. (EFE Kiko Huesca)

El Real Madrid estaba espeso y con poca chispa. Lo intentó Modric, por dentro, el más preciso para filtrar pases. No había manera de poner en aprietos al Unión Berlín, equipo sólido y sin fisuras. Al juego del Madrid le faltaba una circulación más rápida del balón, movilidad de los jugadores, precisión, intensidad y agresividad. Estaba desacertado hasta Bellingham, que resbaló en un claro remate dentro del área. Mal síntoma. El Real Madrid dominaba y no encontraba la pegada. Espeso y sin chispa se fue yendo la primera parte en un clima de aburrimiento. Era un Real Madrid ineficaz y plomizo. Sin brillantez ni colmillo.

Se esperaba la reacción en el inicio de la segunda parte, que el Real Madrid pisara el acelerador y le pusiera un ritmo alto al partido. Cambió el panorama. Cn más verticalidad y más vértigo puso en aprietos al equipo alemán. Llegaron los mejores minutos. Rodrygo encendió la mecha en tres acciones consecutivas. Un pase a Bellingham al área que no aprovechó el inglés, un disparo que tapó el portero y una volea que dio en el poste. Rodrygo pasó a la derecha y activó el peligro. El Unión Berlín empezó a sufrir con más movilidad en el ataque de los blancos y un disparo de Joselu, con la izquierda, que desvió Ronnov. El portero pasó de una primera parte plácida a sentir la presión de un Madrid más enchufado e intenso. Modric puso un pase con el exterior a la banda izquierda que no pudo interceptar Alaba. En una de estas genialidades podía caer el muro.

No funcionaron los cambios

El juego mejoró, pero faltaba el gol. Estuvo cerca en un formidable cabezazo picado de Joselu que pegó en el poste tras ser desviado por el portero. El centro, de nuevo, preciso de Rodrygo. Era otro Real Madrid, más incisivo. Ancelotti movió el banquillo. Entraron Fede Valverde por Tchouaméni y Kroos por Camavinga. En situaciones de urgencia, el entrenador quiere en el campo a Kroos y Modric, la vieja guardia. El croata probó con un disparo desde fuera del área que desvió el portero. Ancelotti le retiró del campo a falta de diez minutos y utilizó la bala de Brahim Díaz. Juega poco el malagueño, un futbolista de calidad en los espacios reducidos.

Foto: Joao Félix celebra un gol contra el Amberes. (EFE/Alejandro García)

Las llegadas y las ocasiones se acumulaban. El Real Madrid insistía y el Unión Berlín resistía. Achicaba balones como podía. El veterano Bonucci tiraba de oficio, trabajaba a destajo en una defensa de cemento. Ancelotti quitó a Nacho y metió a Fran García para darle más profundidad por la banda izquierda. Joselu lo remataba todo, de cualquier manera y no encontraba el premio del gol. El empate era una victoria para el Unión de Berlín, un conjunto que utilizó sus armas. Murió en el descuento, pero lanza un aviso al Real Madrid. El gol no puede depender solo de Bellingham. Joselu es un rematador aéreo, gana duelos por arriba, trabaja duro en el área, pero falta otro killer. Ancelotti cuenta los días para que regrese Vinícius.

El Real Madrid gana con otro gol salvador de Bellingham. Al Unión Berlín se le hizo larga la resistencia, en el minuto 94 apareció Bellighham para cazar un balón rechazado en el área pequeña. Belligham prolonga su buena racha de la Liga en la Champions. Tiró abajo el muro de un bloque compacto, ordenado y disciplinado. Al equipo de Ancelotti le costó generar fútbol y peligro en la primera parte. Mejoró en la segunda, con un fútbol más vertical e incisivo y un líder que tiene hambre y se le ha metido en la cabeza llegar a ser una leyenda. Empieza fuerte. Ha nacido para hacer historia en el Real Madrid. Es un caso extraordinario, de adaptación, rendimiento inmediato y madurez. Con 20 años, parece que lleva toda la vida jugando en el equipo blanco.

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