"Hemos hecho el ridículo como país": del lunes negro a las caras de rabia de las convocadas

El órdago de Montse Tomé con una lista no consensuada con las futbolistas ha empeorado más una falsa negociación de la Federación con las internacionales. Todo ha ido a peor, desde la comparecencia de Montse Tomé en su estreno en el cargo, señalada como una marioneta de la Federación y una mentirosa. Pedro Rocha le entregó una camiseta de la Selección con su nombre, pero sin fecha, con lo que no queda claro cuál es la duración del contrato. Parece ser que es por un año, lo que convierte a la asturiana en prescindible. Montse decidió ponerse del lado de la Federación y engañó a las jugadoras manifestando que era cercana y mantenía comunicación. Les ha puesto el balón en su tejado. Obligadas a presentarse o a atenerse a las consecuencias. Las jugadoras que se han incorporado en un hotel de Madrid en la mañana del martes lo han hecho con caras de rabia y malestar. Poco antes de las 21:40, todas las jugadoras llegaron a Oliva (Valencia), a excepción de Esther González, baja de última hora por lesión, en diferentes tandas. Los gestos de incomodidad fueron mayoritarios. Paralelamente, el grueso de las convocadas se reunió con el Víctor Francos, presidente del CSD, para tratar la situación.

El propio Víctor Francos hablaba claro al respecto, horas antes, en el programa Al rojo vivo: "Ayer hicimos el ridículo como país. Es inaceptable. Nos hemos puesto en contacto para hablar con ellas. Las jugadoras con las que he hablado estaban muy mal. Le he dicho a Rocha que estoy muy cabreado. Ayer a las 2 de la tarde se me transmite que no se iba a convocar a nadie que no quisiera ser convocado...". La gestión de la lista, a cinco días del partido contra Suecia, ha sido una chapuza. Pura improvisación que tuvo una respuesta contundente con otro comunicado de las jugadoras en el que acusan a Montse Tomé de una estrategia maquiavélica. La táctica del divide y vencerás que buscó la Federación evidenció que Montse Tomé es una loba con piel de cordero. Las jugadoras recibieron sus mensajes en la sala de prensa con estupor y lo interpretaron como un chantaje.

Eso de que el contador empieza de cero, que confía en su profesionalidad y el "sé que van a estar aquí" solo sirvió para echar más gasolina al fuego. Las jugadoras conocen bien quién es Montse Tomé, pero con su rueda de prensa tuvieron más claro que se ha quitado una máscara. Quedó retratada en el momento que dijo que se siente agradecida por ocupar el cargo de seleccionadora y se desmarcó del que la puso con el puñal de "yo no soy Jorge Vilda".

No es fiable

Si Montse ya generaba dudas y rechazo, sus palabras en la sede de Las Rozas, ese lugar en el que las jugadoras no sienten como un entorno seguro, provocaron más tensión e indignación. Montse quedó en evidencia no solo de cara las jugadoras, sino también para los aficionados que desconocían quién es la nueva seleccionadora. Montse Tomé es la misma persona que aplaudió a Rubiales hasta en tres ocasiones y en una de ellas fue cuando el expresidente se refirió al falso feminismo. Este gesto reafirmó en las internacionales que la asturiana no es fiable.

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Montse Tomé es la portavoz de una Federación en la que nadie ha dado la cara en un lunes negro, uno de los días más bochornosos del fútbol femenino español que acabó con Víctor Francos anunciando de madrugada que aplicarían la Ley del Deporte si las jugadoras no se presentaban en la concentración. De mal en peor. El presidente del Consejo Superior de Deportes pronunció las palabras que no esperaban las internacionales. El castigo. Ellas no han renunciado a la Selección, su postura es la de no ser convocables hasta tener garantías de que se van a producir los cambios suficientes en la Federación que se merece el fútbol femenino. Francos se quiere reunir con las jugadoras en la concentración de Oliva para alcanzar acuerdos y está dispuesto a plantear que si hay alguna jugadora que no está cómoda, se la puede desconvocar y no habrá sanción.

Malas caras

Del bochorno del lunes se ha pasado a un martes de cuchillos largos con la escena de la llegada de un grupo de jugadoras al hotel Alameda de Madrid. No han pasado por la sede de Las Rozas. La imagen de la concentración es la de la división provocada por la Federación. Unas jugadoras se incorporan en Madrid y a otro grupo les han enviado billetes para que lo hagan en Oliva (Valencia). Montse Tomé llegó cerca de las 10:30 horas al hotel Alameda, arropada por parte de su cuerpo técnico, y un semblante de preocupación y tensión. Pese a que dice estar "tranquila". Las jugadoras del Real Madrid (Misa Rodríguez, Athenea del Castillo, Olga Carmona, Oihane Hernández y Tere Abelleira) y la del Atleti (Eva Navarro) han acudido al hotel de Madrid. Han hablado Athenea, muy breve, para decir que "dije que iba a estar aquí" y Misa, que ha respondido con un "no" a la pregunta de si estaba contenta de estar en la lista de Montse Tomé. Las jugadoras hablan de sentirse intimidadas.

Las jugadoras del Barcelona llegaron al aeropuerto de El Prat y un problema técnico con el avión les impidió salir a las 17:00 horas como estaba previsto. Había una enorme expectación por lo que podía decir Alexia Putellas y a la pregunta de cómo se sentía, la estrella respondió con un "mal". En su cara se reflejaba el enfado y la respuesta, breve y contundente, confirma la indignación.

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Las negociaciones siguen su curso para intentar recuperar una normalidad que no va a ser fácil. Pero una vez convocadas, las jugadoras y el staff técnico tienen que convivir. Una de las primeras medidas que acepta la Federación en esta concentración es separar al gabinete de comunicación de las jugadoras. El día es intenso y extraño, sin actividad deportiva. En Oliva no habrá entrenamiento en esta primera jornada y, además de la reunión con Víctor Francos, se ofrece a las jugadoras tratamientos médicos si lo solicitan. Por la noche, todas las convocadas a excepción de la lesionada Esther González acudieron a la llamada de Tomé, obligadas por la amenaza de sanciones.

El plan de viaje de la Federación se mantiene con el viaje a Göteborg este jueves para jugar el viernes contra Suecia y el regreso a España para preparar el encuentro del martes 26 de septiembre contra Suiza en Córdoba.