La Selección implosiona: 39 futbolistas se niegan a regresar y se retrasa la lista de Montse Tomé

"Los hechos que desgraciadamente todo el mundo ha podido ver no son algo puntual y van más allá de lo deportivo. Ante estos actos debemos tener tolerancia cero, por nuestra compañera, por nosotras y por todas las mujeres". Con estas palabras, 39 futbolistas, incluidas 21 de las 23 campeonas del mundo del torneo de Australia y Nueva Zelanda, han comunicado su renuncia a la Selección Española. Sólo Athenea del Castillo y Claudia Zornoza son las triunfadoras de Sídney que no han firmado la carta (Sheila García, descarte de la concentración mundialista, tampoco). La segunda explicó, en un comunicado, que ya había tomado la decisión de retirarse del combinado nacional, pese a que apoye a sus compañeras.

La reacción de la RFEF fue instantánea, suspendiendo -sin hora fija a su reprogramación- la primera convocatoria de Montse Tomé como seleccionadora nacional para las jornadas de la UEFA Nations League ante Suecia (22 septiembre) y Suiza (26 septiembre). Según el reglamento, Tomé tendría hasta el próximo jueves 21 como fecha límite para anunciar a sus elegidas, aunque el inicio de la concentración estaba previsto para el lunes 18.

Estos encuentros que son, además, clasificatorias para los Juegos Olímpicos de París. Las medidas concretas que exigen las futbolistas para regresar a la Selección son: reestructuración del organigrama del fútbol femenino en la Federación, la dimisión del presidente de la RFEF (Pedro Rocha), restructuración del gabinete y secretaria de la organización, restructuración del área de márketing y comunicación, y restructuración del área de integración. En pocas palabras, una limpieza integral de la estructura federativa de Luis Rubiales.

La situación de las futbolistas es más sencilla de lo que parece. Hay consenso general de que la actuación de la RFEF a la hora de asumir las medidas solicitadas en su renuncia a la Selección se queda corta. La dimisión de Luis Rubiales; acorralado por las diferentes denuncias, la opinión pública, la presión del Gobierno y la suspensión preventiva; y el cese de Jorge Vilda dos semanas después de la consecución del Mundial no son suficientes. Aunque son los nombres propios de la crisis, las futbolistas entienden que convivir con el equipo de comunicación que, a su juicio, ejerció presiones contra Jennifer Hermoso en el vuelo de vuelta, no procede. Además, la figura de Andreu Camps, mano derecha de Rubiales y todavía secretario general de la RFEF, es una línea roja para las futbolistas. El dirigente catalán ha mantenido numerosos conflictos internos con la gestión de la Selección Femenina. No se escapa de las peticiones Pedro Rocha, aunque este sí se ha ganado el favor de las territoriales y hasta del Gobierno, ya que el CSD está conforme con las medidas tomadas por el presidente interino.

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Kike Marín

Las jugadoras se reunieron hasta las dos de la madrugada del jueves. La cita fue telemática y con intereses cruzados. No hay que olvidar las presiones y el runrún de este tipo de rebeliones. Según el código disciplinario de la RFEF, las sanciones por no acudir a la llamada de la Selección sin motivo justificado como una lesión, podría conllevar desde una multa económica (entre los 3.006 hasta los 31.051 euros) hasta una suspensión de la licencia federativa. También influye la propia ambición deportiva, ya que la convocatoria para los encuentros ante Suecia, 22 de septiembre en Goteborg y ante Suiza, el 26 de septiembre, son encuentros que servirán para la clasificación a los Juegos Olímpicos.

Pero las futbolistas asumieron que su plantón era necesario, pese a las continuas dudas por la mañana, a la espera de un comunicado que se fue retrasando hasta que, finalmente, llegó apenas 15 minutos antes de la convocatoria de Montse Tomé, que acabó suspendida. Ahora, la nueva seleccionadora tiene claro que no cuenta con el apoyo de las campeonas del mundo y, a la espera de una decisión definitiva de la Federación de cara al futuro del fútbol femenino español, cuenta con una Selección 'B' para su estreno en los banquillos.