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"Es un chollo que las casas Caledonian valgan un 25% más, porque construirlas cuesta el doble"
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ENRIQUE LÓPEZ GRANADOS

"Es un chollo que las casas Caledonian valgan un 25% más, porque construirlas cuesta el doble"

Enrique López Granados (Madrid, 1964) es un ingeniero con alma de arquitecto que aprendió el oficio trabajando con su padre y fundó, hace un cuarto de siglo, una de las primeras promotoras de vivienda de lujo del país: Caledonian

Foto: Enrique López Granados, presidente y fundador de Caledonian. (G. G. C.)
Enrique López Granados, presidente y fundador de Caledonian. (G. G. C.)
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Enrique López Granados (Madrid, 1964) es un ingeniero con alma de arquitecto que aprendió el oficio trabajando con su padre y fundó, hace un cuarto de siglo, una de las primeras promotoras de vivienda de lujo del país: Caledonian. Con su primer proyecto, perdió dinero y aprendió lo caro que es construir con calidad. Entonces, tuvo que elegir entre subir precios o bajar calidad, y optó por lo primero. Nunca ha cedido a lo segundo.

Antes de lanzar su propia empresa, se forjó en la promotora de su padre, embrión de la actual Single Home. Su primer proyecto fue una promoción de chalés en Getafe y su primera financiación, un préstamo al 14% de interés en pesetas. Una fotografía que dista mucho de los unifamiliares en Aravaca o Somosaguas que han hecho famosa a Caledonian y que López Granados quiere democratizar, ampliando su base de clientes, sin renunciar un ápice a la calidad.

PREGUNTA. Caledonian lleva 25 años en el mercado del lujo. ¿Cómo diría que ha evolucionado y dónde estamos?

RESPUESTA. Yo creo que el mercado de lujo no existía realmente cuando empezamos. El público ha empezado a entender que tener una buena casa no es tirar el dinero, no es un gasto, es una inversión y un disfrute en la vida.

P. ¿Por qué dice que no existía?

R. Lo que había era muy inferior. Alguna marca que hacía un poco de esfuerzo en diferenciarse, pero hoy hay mucho más producto de lujo, muchas marcas que quizá no son conocidas, pero que hacen un esfuerzo por coger un buen arquitecto, un buen diseñador, por poner buenas calidades. Mi opinión.

P. ¿Qué es para usted vivienda de lujo? Porque grandes mansiones ha habido siempre.

R. Con mercado de lujo, me refiero a promoción. Que un señor se compre una parcela y se haga un palacio siempre ha existido. La promoción inmobiliaria, en España, siempre ha sido una cosa muy barata. De hecho, si miras las zonas que se han construido en Madrid en los últimos 20 años del siglo XX, es todo francamente cutre. Vas por la Castellana, Alberto Alcocer, y los edificios da pena verlos. Cuando nosotros empezamos, en el año 98, no había prácticamente promotoras que hicieran cosas de calidad, con buenos diseñadores, interioristas, buenos materiales... Nosotros no hacemos lujo para impresionar, vamos a decirlo así, lo que hacemos es intentar crear una experiencia para el cliente: dónde llego, cómo accedo a mi edificio, ¿tengo que buscar la llave en el bolso para entrar?, ¿la puerta se abre sola? Vamos muy al detalle y eso no lo percibe el cliente el primer día, lo percibe cuando vive en la casa.

placeholder Banderas de Caledonian Homes en las oficinas de la inmobiliaria en Madrid. (G. G. C.)
Banderas de Caledonian Homes en las oficinas de la inmobiliaria en Madrid. (G. G. C.)

P. ¿Eso cómo se hace?

R. Es un proceso de ingeniería. Yo estudié ingeniería industrial en Estados Unidos. Estudiábamos, por ejemplo, que vas conduciendo un coche y si tienes que mirar la velocidad, tardas 0,3 segundos en volver a enfocar arriba. Esto era el año 86, pero ahora tienes un display en el cristal para no mover el ojo. ¿Son tonterías? No lo sé, yo lo estudié como algo importante. Si ese concepto lo llevas a una casa, se traduce en cada movimiento: llamo al timbre o no llamo al timbre, se abre la puerta sola o tengo que empujar... En nuestros proyectos, las puertas se abren solas. Nosotros estudiamos todo eso. ¿Cómo te afecta la radiación de la casa? ¡No la temperatura!, la radiación de la casa. ¿Te gusta que te pegue el sol y te caliente la pierna? No. En una casa Caledonian, no te da el sol y te radia la pierna. En verano, con el aire acondicionado, tienes ruido y corriente de aire. Además, las paredes y el techo te están radiando calor, con lo cual estás en una casa exactamente igual que cuando dejas el coche al sol y pones el aire: tienes un chorro de aire frío y luego una carcasa ardiendo que te está radiando. No tienes confort. Sin embargo, si sacas el coche del garaje, tercer sótano, y pones el aire acondicionado, estás perfecto, casi no necesitas aire porque el coche está frío. Ese concepto que todos hemos vivido en un coche, nosotros lo trasladamos a una casa. Lo pensamos y lo estudiamos.

P. ¿Cuántas personas trabajan en Caledonian y qué perfiles?

R. Somos una empresa pequeña. Ahora mismo tenemos cuatro proyectos: dos en construcción, uno en Finca Cortesín (Costal del Sol) y otro en Javier Ferrero (Madrid), otro con licencia y otro pidiendo licencia, que son Cortesín Residences y Benidorm. Para cuatro proyectos somos treinta y tantas personas entre arquitectos, ingenieros superiores, aparejadores... Somos fundamentalmente una empresa técnica. Nuestras casas están muy bien pensadas. Y, obviamente, tiene un sobrecoste.

"Somos fundamentalmente una empresa técnica. Nuestras casas están muy bien pensadas y, obviamente, eso tiene un sobrecoste"

P. ¿De cuánto es ese sobrecoste?

R. Puede que sea un 25% más caro que la parcela de al lado o el edificio de al lado. Un 25% es mucho dinero y mucha gente no lo entiende. Pero igual que mucha gente no entiende comprarse un coche bueno y dice: "Yo me compro el más barato, me lleva, me trae", perfecto. A otra gente no le vale con eso, quiere un buen coche. ¿Cuánto más vale un coche bueno que un coche más básico? El doble o el triple. En mi opinión, que nuestras casas valgan un 25% más es un chollo, porque construirlas cuesta el doble.

P. ¿Cómo ha afrontado el incremento de costes siendo un 25% más caro que el vecino?

R. Sufriendo. Incuestionablemente, el mercado se ha ralentizado, eso es una realidad. Pero, bueno, esto es como navegar a vela: a veces tienes el viento a favor, a veces en contra. Si eres un buen patrón y vas en un buen barco, a veces haces más millas y a veces menos, pero sigues navegando. Pasamos la crisis de 2008, que fue muy dramática. Obviamente, esta crisis es menor, estamos más diversificados y tenemos más marca. Además de que ahora estamos en diferentes mercados: estamos en Madrid, en Javier Ferrero, en Cortesín, vamos a empezar en Benidorm...

"Cuando empezamos, hace 25 años, en España no se hacía promoción de lujo. Otra cosa es un señor que se compra una parcela y se hace un palacio"

P. Con esta diversificación, parece que quiere llegar a otros perfiles. Pero el lujo es por definición elistista, exclusivo, minoritario.

R. El lujo es un negocio nicho, está claro. Nosotros no nos consideramos una empresa de lujo, o una empresa que hace productos de lujo, nos consideramos una empresa que hace productos de calidad y queremos ser accesibles para mucha gente. El lujo yo creo que es excluyente. Nosotros no somos excluyentes, lo que queremos es que mucha gente pueda vivir en nuestras casas. Que hayamos empezado por hacer casas individuales en zonas prémium no quiere decir que sea nuestra identidad de marca. Javier Ferrero es un producto accesible para muchísima gente. No hace falta gastarte dos millones de euros, como en nuestros productos de Aravaca. Hay gente que se ha comprado casas por 400.000 euros en Javier Ferrero.

P. Tendrán el confort Caledonian, pero menos metros cuadrados.

R. Pero tienes todos los valores de Caledonian. Intentamos que, cada año, nuestras casas sean mejores, obviamente. Las casas de Javier Ferrero son las últimas y, tecnológicamente, lo mejor que hemos hecho de largo. La gente todavía no se puede imaginar lo que es Javier Ferrero, ni siquiera la gente que ha comprado. ¡Fíjate que es fuerte lo que estoy diciendo!, pero es literalmente así. La gente piensa que ha comprado una casa y, en realidad, ha comprado mucho más que eso. Lo que estamos dando en Javier Ferrero es un concepto totalmente nuevo de producto residencial. Fíjate en el dato. Hemos entregado un tercio del proyecto, no hemos entregado todas las zonas comunes, y el otro día me decía un cliente del primer tercio que, sin zonas comunes, hemos batido el récord de precio de alquiler a 37 euros metro cuadrado construido.

"No nos consideramos una empresa de lujo, nos consideramos una empresa que hace calidad. El lujo es excluyente y nosotros no"

P. Sigo sin ver por qué dice que es tan diferente.

R. Realmente llevamos al máximo exponente el concepto que te he dicho antes de experiencia ideal. Una casa nuestra de Aravaca, ¿qué diferencia tiene respecto a la casa de al lado? Es más bonita, porque vamos a arquitectos top mundial, la ingeniería, la eficiencia energética de la casa es estupenda. Eso en Aravaca. Pero lo que hemos hecho en Javier Ferrero es otro nivel. Porque tienes los mismos sistemas de producción de energía, geotermia, el diseño, la construcción... Todo igual, pero, además, tienes todos los servicios.

P. Muchas promociones tienen servicios y zonas comunes.

R. ¿Por ejemplo?

placeholder El presidente y fundador de Caledonian. (G. G. C.)
El presidente y fundador de Caledonian. (G. G. C.)

P. Conserje, piscina, gimnasio, coworking, zona infantil...

R. Vale, perfecto, tú puedes tener en tu edificio un portero, un gimnasio y un tal. Aquí tienes 1.000 metros de zonas comunes. Un coffee brewery de 150 metros, piscina exterior, piscina interior, un spa como no sé si habrá otro en Madrid, no en un edificio, sino en ningún sitio. No hay ningún hotel en Madrid que yo conozca que tenga un spa como el de Javier Ferrero. Pero no es solamente eso, es que tienes servicio de limpieza en tu casa organizado por el edificio, lavandería, plancha. Es muy cómodo.

P. ¿A qué precio?

R. A coste. Esto es muy importante. Nosotros hemos creado una sociedad sin ánimo de lucro para dar servicio a todos nuestros clientes, durante toda la vida. Eso es bastante increíble, ¿no? Llamo a Caledonian porque se me ha roto la ventana y Caledonian viene y me arregla la ventana con material original, ¡a coste! Eso es muy único.

"Hemos creado una sociedad sin ánimo de lucro para dar servicio a todos nuestros clientes, durante toda la vida, a coste"

P. ¿Financieramente, cómo lo digiere?

R. No queremos perder, pero no queremos ganar. Simplemente queremos dar ese servicio. Imagínate que te compras un coche y cada vez que lo llevas al concesionario, te hacen la reparación a coste. ¡Sería la pera! ¿Por qué hacemos eso? Porque nuestro producto es muy especial y pensamos que cuando una mano no es conocedora de lo que hacemos e interviene, normalmente, hace más mal que bien. Entonces, preferimos decir: déjame que ya lo hago yo.

P. ¿Si no fuese una empresa familiar, sería posible ofrecer un producto así, con servicios a coste?

R. Bueno, esto es la empresa de mantenimiento, Caledonian sí tiene ánimo de lucro.

P. Obviamente, pero se va a lucrar menos. ¿Esa filosofía Caledonian sería posible si no fuera una empresa familiar?

R. Bueno, yo no creo en la democracia. Yo, como los grandes filósofos, creo que si se puede hacer una buena dictadura, es mejor que una democracia. Y en las empresas, está demostrado que es así. Tienes a Steve Jobs y dice: "Soy el dictador de Apple, es mi empresa y la hago como quiero". Sacó el iWatch, el iPhone, las apps, era una máquina de crear. Se muere y ¿qué innovación ha habido? No, el teléfono tiene más megapíxeles. Ah, vale, OK. Elon Musk es una dictadura, hace lo que le da la gana con sus empresas. Un buen líder es mucho mejor que esa democracia de un consejo, porque en la democracia del consejo, normalmente, no hay ningún líder brillante que diga: "Tengo una visión y la voy a seguir". Hay 10 personas decidiendo, una tira para la derecha o la izquierda, otro dice que sí, otro dice que no y al final te quedas en medias tintas, ¿no? Es una realidad. En la banca, el gran salto del Banco de Santander fue el señor Botín, que tuvo una visión y la hizo: compró el Banco Central y era el pequeño comprando al grande. Entonces, ¿es posible en una gran empresa? Sí, si hay un líder que la lleve. Si se hace por democracia, es muy difícil que una empresa despunte, porque no hay un liderazgo. Yo defiendo que no hay nada mejor que una empresa dirigida por una persona con una visión acertada. Es mi opinión.

"En la empresa, creo que si se puede hacer una buena dictadura, es mejor que una democracia"

P. ¿Hasta qué punto sería capaz de anteponer la marca Caledonian, estos valores de calidad y servicio, sobre la rentabilidad?

R. Siempre, nosotros siempre anteponemos el producto y el cliente a la conveniencia económica. El primer proyecto que hice con Caledonian, en el Encinar de los Reyes, a mitad de proyecto me di cuenta de que iba a perder dinero, porque no me imaginaba que construir bien era tan caro, y decidimos perder dinero. No, dijimos vamos a recortar porque si no, no salen las cuentas. Poca suerte. El siguiente proyecto ya venderemos más caro. Nos dimos cuenta de que la calidad de verdad es mucho más cara de lo que te imaginas y que los precios de venta no cubrían esos costes. Entonces, tuvimos que elegir entre subir el precio o bajar la calidad: elegimos subir el precio. Por eso Caledonia es más caro que la promotora de al lado.

P. ¿Cómo le han afectado estos últimos años la subida de materiales?

R. Nos ha hecho mucho daño, obviamente, porque tú ya has vendido el producto y si se te encarece el coste, como nosotros no aceptamos reducir la calidad para salir económicamente bien, se nos han estropeado mucho los números.

P. ¿Ha vuelto a hacer promociones a pérdidas?

R. No, pero alguna... Por ejemplo, la primera casa que vendimos en Cortesín, vamos a entregarla con pérdidas. Literal. La vendimos antes de la pandemia y la vamos a entregar ahora, vamos a perder dinero. Bueno, son muchas casas y obviamente en cuanto vimos la subida de precios corregimos precios y en las siguientes esperamos ganar. ¿Qué haces? Visión a largo. Es una decisión que empresarialmente tienes que tomar. Es ganar en diez y perder en dos. Poca suerte.

"El primer proyecto que hice con Caledonian, en el Encinar de los Reyes, perdí dinero. No imaginaba que construir bien era tan caro"

P. ¿Vendería Caledonian a un fondo?

R. No vendería en mi vida Caledonian, ni a un fondo, ni a nadie, porque me encanta lo que hago. Yo no hago esto por el dinero. A mí me dices: te doy dinero y vete a tu casa. No, no haría eso. No, no lo haría nunca. Lo que sí haría, encantado de la vida, es vender a un fondo un 49% de Caledonian, si se compromete a meter un montón de dinero en los proyectos, porque podría seguir con mi proyecto y con unos recursos muy superiores a los que tenemos. Eso me permitiría crecer más y a otro nivel, alcanzar niveles que para mí son impensables. Pero es muy difícil, o casi imposible, que un fondo diga: aquí está mi dinero, Enrique, haz lo que tú creas. Muy difícil.

P. ¿Está mirando nuevas ubicaciones, nuevos productos? Si no hubiera ocurrido esta crisis, bueno, crisis...

R. No, no, crisis, crisis. Hay que llamar las cosas por su nombre. A mí lo políticamente correcto no me parece que haga ningún bien. En España hemos destruido todo el tejido empresarial que había. Nosotros compramos ahora fuera el 70% de lo que utilizamos. Ya no encontramos en España nadie que nos pueda proveer de lo que nos hace falta. Lo cual es tristísimo, tristísimo. A mí me encantaría comprar las cosas en Barcelona, en Zaragoza, en Sevilla, en Galicia. Pero la realidad es que casi siempre encontramos algo más barato fuera de España, más barato y mejor.

placeholder Vista exterior de las oficinas de Caledonian en Madrid. (G. G. C.)
Vista exterior de las oficinas de Caledonian en Madrid. (G. G. C.)

P. ¿Quizá porque se hace con peores condiciones laborales?

R. No, para nada. Compramos muchísimas cosas en Portugal, en países de la antigua Europa del Este, en Francia, en Alemania, en Italia. ¡No estamos trayendo cosas de China! De China traemos los paneles solares. Nosotros y todo el mundo, porque es el único fabricante que hay. Pero quitando eso, todo es europeo o turco. ¡Si Turquía nos ha pasado ya! Es un drama. ¿Por qué es un drama? Bueno, porque si tienes un gobierno que ataca a la empresa, no puedes esperar otra cosa que la mates. ¿Y el fondo qué hace? Invierte en otro país. Nos ha pasado a nosotros con el build to rent. Estamos dos años desarrollando un proyecto muy grande, casi en cadena con un producto del que estábamos superorgullosos. Ecológico, eficiente, precioso, rápido de construir..., una cosa muy estupenda de pisos para alquilar. Teníamos hasta los suelos. Pero, ¿qué pasa? Si declaras la guerra al gran tenedor, dice ciao y te quedas sin inversor. ¡Qué bien!, oye, ya hemos conseguido que el fondo no se haga rico. ¡Bravo! Estupendo. Muy bien. Ahora dices. ¡Cómo sube el precio de la vivienda! Bueno, si hubiéramos hecho miles de casas, a lo mejor el precio era más bajo.

P. Hombre, al freno inversor le ha afectado mucho el giro de los tipos de interés.

R. Por supuesto, por supuesto. Eso es un desajuste temporal. Cuando yo empecé a construir con mi padre en el año 90, el Banco Central, que no era el Hispano, ni el Santander, nos dio el primer préstamo que con el que yo he trabajado en mi vida al 14%.

Foto: Caledonian Finca Cortesín.

P. Si no hubiera habido una pandemia, una subida histórica de tipos y de costes de construcción, ¿se habrían planteado hacer los nuevos productos que están lanzando, como Javier Ferrero o Benidorm? Antes hacía unifamiliares y ahora pisos en comunidad y bungalós en la playa.

R. Esto no es así. Quiero decir, mucha gente puede pensar que Caledonian era una empresa que se dedicaba a hacer unifamiliares de lujo. Eso ha sido accidental. Nosotros buscamos siempre un proyecto que podamos desarrollar, que sea innovador, que aporte algo, que haga evolucionar el sector. Eso es lo que nosotros intentamos hacer. Hemos encontrado oportunidades en esta zona porque nos pilla cerca, yo vivo aquí, el conocimiento del terreno te permite decir: mira, aquí hay esto, voy a hacer esto en Aravaca, o en Somosaguas o lo que sea. Nos ha pillado cerca.

P. Hábleme de su trayectoria. ¿Empezó en Single Home con su padre?

R. Single Home no existía como marca. Cuando yo empecé a trabajar con mi padre, dije: necesitamos una marca, porque no puedes hacer cada proyecto con un nombre, no puede ser que hayamos hecho miles de viviendas sin marca. Entonces cogí una sociedad que teníamos con pérdidas a saco, que se llamaba Single home y que era un proyecto en Marbella, en Estepona. Empezamos a hacer, para que veas la diversidad, chalets en Getafe.

"Single Home era el nombre de una sociedad que tenía mi padre y empezamos con ella haciendo chalés en Getafe"

P. Jamás lo habría pensado.

R. La pera, con tarima, una cosa superincreíble, que la gente nos decía, estáis locos. Hicimos 100, lo petamos. Luego hicimos en Las Rozas, y fuimos subiendo el nivel, porque al final es una tentación dirigirte a un público más rico. Es una tentación y una maldición, porque hay mucho más mercado en la base de la pirámide que en la punta, es una adicción contraproducente. Precisamente, una de las cosas que yo quiero hacer es no cometer ese error. Cuando fundé Caledonia, mi objetivo era hacer las mejores casas de España. Y como te he contado, no sabía lo caro que era. Y luego hemos ido incluso subiendo el nivel, porque hemos mejorado la arquitectura, la ingeniería, tenemos un equipo mejor. Lo hacemos mejor hoy que hace 25 años, pero no quiero solamente crecer hacia arriba, quiero también crecer hacia abajo. Entonces, cuando me preguntas, ¿por qué vas a Benidorm? Porque creo que nuestro know how y nuestro expertise puede ser igual de bueno en una casa de 11 millones de euros que en una casa de 500.000 euros.

P. ¿No teme que eso penalice a la marca?

R. No me preocupa nada. Tienes marcas de coches, con modelos que valen 200.000 euros y otros que valen 22.000. Son 10 veces más. Mercedes clase S, es un cochazo, o BMW Serie siete, es un avión. ¿Cuál es el BMW más barato que hay? Ayer fui a Portugal, me alquilé un BMW en el rent a car. Me impresionó lo increíble que era, lo suave que iba, la conducción, la precisión. Dije, ¡qué cochazo! Y era un coche básico. Me costó 45 euros el alquiler. Si me gasto 200.000 euros, espero otra cosa, pero me vale como marca y me vale para decir: puede comprar alguien que tenga 20.000 euros y alguien que tenga 200.000 euros. Nosotros, el año pasado, en Caledonian vendimos el récord nuestro: una casa de 450 metros en once millones y medio. ¿Dónde estaba? En Ibiza, en medio del campo. Nada de un acantilado. ¡En medio del campo! Una casa encalada, no te creas que era una casa espacial. No, no. Tú la ves y dices. ¿De verdad esta casa vale 11 millones y medio?

"El año pasado, vendimos nuestro récord: una casa de 450 metros, en Ibiza, en mitad del campo, por 11,5 millones de euros"

P. ¿Y lo vale?

R. Vamos. Vale cada euro de esos 11 millones y medio. El comprador, que era un suizo, preguntó, ¿cuánto pides por esta casa? Once millones y medio. No te voy a discutir ni un euro. ¿Por qué? Porque es mejor que en mi casa de Suiza. Es mejor que la casa de mis padres en Suiza. Cómo está construida, cómo está acabada. Los materiales con los que está hecha, la precisión de las instalaciones es de un nivel que un suizo millonario lo valora. Un español rico no lo valora. No es que no lo valore, es que no se imagina que puede valer eso. ¿Por qué? Porque no conoce, no conocer no permite valorar. Cuando tú pides unos guisantes de lágrima y te cobran 60 euros, dices: pero sí una lata de Findus vale un euro y medio. Hablas con el chef y te dice: si me cuesta a mí del agricultor 30 euros tu plato de guisantes. O sea, lo vale.

P. El mantra del inmobiliario siempre ha sido ubicación, ubicación, ubicación. Pero usted me está hablando de construcción. ¿En Caledonian pagan la casa, no la ubicación?

R. Totalmente. La arquitectura. Nosotros nos hemos gastado cientos de miles de euros en el paisajismo de esa casa, ¡cientos de miles de euros! Son 20.000 metros de terreno. Te traes la diseñadora de Brasil para plantar ella durante dos semanas las plantas con los viveros de Ibiza. Es un esfuerzo descomunal, pero cuando estás ahí dices: estoy en un Edén. Parece un convento, porque está perfectamente fría, sin aire acondicionado, sin nada. Duermes y crees que estás en marzo y estás en agosto. Oyes los grillos. Una piscina impresionante, preciosa, de piedra, con un paisajismo tal. Es una cosa única. Dices, voy a buscar otra casa. Busca, busca. No hay. Cuando tú pones ese esfuerzo, cuando compras el terreno, vas, lo pisas, coges uno de los mejores arquitectos del mundo para casas, que es Marcio Kogan. Al final, es una apuesta arriesgada, porque dices: todo ese esfuerzo, ¿te lo va a pagar alguien? Mi suegro, que siempre se reía de mí, decía que cuando el banco se quedara con la casa la compraría por la mitad. Yo nunca pensé que iba a vender esa casa a ese precio. De hecho, dije: mira, como nadie me la va a pagar, porque soy un loco y he hecho unas cosas que nadie va a entender ni a valorar, me la quedaré y la alquilaré. El primer señor que alquiló la casa dijo: La quiero. ¿cuánto vale? 11 millones y medio. Dámela.

"Tienes marcas de coches, con modelos que valen 200.000 euros y otros que valen 22.000 euros. Con Caledonian, queremos hacer igual"

P. ¿Cuál es el perfil del cliente de Caledonian?

R. Alguien que tiene una sensibilidad mayor que la media.

P. Y un bolsillo también mayor que la media.

R. Bueno, no mucho mayor, un 25% más.

P. Que la promoción de al lado, y aunque empezó en Getafe, está en zonas que no son baratas.

R. Nosotros hemos estado siempre enfocados en la calidad y la calidad no es barata. Si tú quieres comer un pescado fresco, no es lo mismo que si compras congelado. Nosotros no construimos por menos de 3.000 euros, obra, lo que es constructora. Cuando tú partes de 3.000 euros de ladrillos, no puedes ir a un sitio que se vende a 4.000. Entonces, tenemos que ir a sitios que podamos meter los 3.000 euros de construcción, más el terreno, más los gastos nuestros, más los financieros, más algo de beneficio. Con lo cual, me tengo que ir a una horquilla mínima de 7.000 euros u 8.000 euros metro cuadrado. Por eso hemos hecho siempre cosas en Aravaca, en Somosaguas, ahora en Javier Ferrero, donde estamos un 60% más alto de lo que hay al lado. Yo he apostado por la regeneración de ese barrio. Siempre he creído que era un Soho desconocido. Y nos hemos arriesgado, hemos pensado que aunque en ese barrio se vendía a 4.000, nosotros íbamos a poder vender a 8.000 euros.

placeholder El presidente y fundador de Caledonian Homes, Enrique López Granados, posa para EC en las oficinas de la inmobiliaria. (G. G. C.)
El presidente y fundador de Caledonian Homes, Enrique López Granados, posa para EC en las oficinas de la inmobiliaria. (G. G. C.)

P. ¿Qué ritmo de venta lleva?

R. En torno al 77% está vendido.

P. ¿Quiere llevar ese modelo a otras plazas?

R. Alicia, mi mujer, siempre me dice: "Enrique, tú no puedes hacer casas solo para ricos, porque no es moralmente correcto". Y siempre le respondía: "No se puede, porque construir bien es caro". Al final, en el covid, estuve trabajando en este nuevo concepto de hacer una casa buena, bonita y barata. Y creo que somos capaces, obviamente, como los BMW que te hablaba antes. No va a ser lo mismo el de 200.000 que el de 20.000, pero sí puede ser una Casa Caledonian, que tenga todas las virtudes, diseñada por el mismo Marcio Kogan. ¡Que lo mismo! Él decía: "Enrique, no puedo estar haciendo el hotel más lujoso del mundo y hacer contigo Benidorm". Y yo le dije lo mismo que mi mujer: "Tienes la obligación moral". Me costó una hora convencerle. Le dije, "Marcio, no hay rango de precio para el buen arquitecto. Benidorm es un proyecto en que vamos a vender unos bungalós por 500.000-600.000 euros, tampoco es VPO, pero es accesible para muchísima gente".

"Benidorm es un proyecto en que vamos a vender unos bungalós por 500.000-600.000 €, tampoco es VPO, pero es accesible para muchísima gente"

P. No será fácil trabajar con usted, no se conforma fácilmente.

R. Yo creo que es superfácil trabajar conmigo como proveedor, o sea, ser un Marcio Kogan o un arquitecto tal, es muy fácil. Y, de hecho, toda la gente que trabaja conmigo repite siempre. Les encanta que lo que ellos proyectan y diseñan tú lo hagas sin escatimar. Internamente, trabajar conmigo es muy duro, porque exijo al máximo. Yo no quiero gente que venga aquí a currar, cuando contrato a alguien se lo dejo bien claro. Digo, mira, mi prioridad en la vida es mi empresa. Tengo una mujer y cuatro hijos, y creo que soy un padrazo, pero estoy con ellos tiempo de calidad, cuando mi empresa me deja ese tiempo. Para mí lo más importante es Caledonian, porque creo que en la vida hay que ser capaz de hacer algo positivo por la sociedad. Creo que en nuestro trabajo tenemos la obligación de ser lo mejor que podamos ser.

P. Con esta apuesta por la calidad, ¿cómo se llega a la rentabilidad, ha tenido pérdidas muchos ejercicios?

R. No, la verdad es que siempre, de una manera u otra, conseguimos valer un poco más que el año anterior.

P. ¿Pero gana dinero?

R. Ganar dinero, ganar dinero. En caja fluctuamos mucho, porque además yo tengo el defecto de reinvertirlo todo, con lo cual siempre estamos aquí [se lleva la mano al cuello]. Me quedo siempre con poco, porque digo: bueno, con esto vivo y el resto, todo metido en proyectos. Siempre tengo millones y millones metidos en proyectos. Al final, el volumen de la empresa va creciendo, los beneficios esperados van creciendo. En una empresa inmobiliaria tú no puedes hablar de volumen de ventas como un McDonald's. Entre que empiezas y acabas un proyecto son cinco años, entonces, un año tienes cero ventas, otro año, cero ventas, otro año, cero ventas y otro año, 80 millones de ventas. La casa de Ibiza, cero ventas, cero ventas, cero, 11 millones. Nosotros, hoy, en los proyectos que estamos empezando, y esperemos que no se tuerza ninguno, tenemos 160 millones de ventas en Cortesín, 200 en un proyecto, 36 millones en otro, 200 millones en Benidorm, 80 millones en Javier Ferrero. Eso no es este año, es en cinco años. Pero son muchos cientos de millones. Es un camino andado bueno, desde que empezamos con 500.000 euros en 1998.

"En caja fluctuamos mucho, porque además yo tengo el defecto de reinvertirlo todo. Siempre tengo millones metidos en proyectos"

P. ¿Dónde tiene ahora mismo y dónde le gustaría tener?

R. No tenemos dinero para hacerlo. Eso lo haremos cuando nos sobre el dinero para reinvertir en suelo. Espero que sea pronto. Ahora lo reinvierto en proyectos. ¿Qué pasará si Dios quiere? Que digas tengo más liquidez de los proyectos que puedo empezar. Puedo lanzarme a comprar algo o comprar un terreno aquí para que se vaya macerando. Sería mi ambición, comprar suelo desarrollo. Yo el suelo lo veo como una hucha que no se devalúa como el euro. Mi padre compró Cortesín en 1.000 millones de pesetas, seis millones de euros, y la vendió a Single Home en 70 millones de euros. De seis a 70 millones en 25 años. Comprar una finca en un sitio que está todavía por llegar, que no te renta, pero no te pide pan. Y cuando pasan 25 años, de repente está a mitad de camino entre Estepona y Sotogrande. Estás en el sitio que toca. Ahora, ¿cuánto vale este terreno?

P. ¿En qué zonas le gustaría estar?

R. Me encanta estar en Madrid. Lo que pasa es que no somos capaces de encontrar soga con qué ahorcarnos. No somos capaces. He tenido inversores que me han dicho "Enrique, me meto contigo, busca un edificio. Me da igual 50 millones que 100. Quiero. Creo en el producto. Quiero hacer el mejor edificio residencial de España en Madrid". Y no he sido capaz de encontrarlo. No me vale ninguno de los proyectos que se han hecho. Excepto uno, el que hizo Rafa de la Hoz en Juan Bravo. Ese edificio [Juan Bravo 3] me habría muerto por comprarlo, por la ubicación. Es el único sitio que habría querido comprar y no he podido comprar porque no me acompañó el fondo. Y ahora dices, ¿qué busco? Pues busco un terreno así de bueno. ¿Y dónde está? Pues en ningún lado, porque no lo encuentro.

Enrique López Granados (Madrid, 1964) es un ingeniero con alma de arquitecto que aprendió el oficio trabajando con su padre y fundó, hace un cuarto de siglo, una de las primeras promotoras de vivienda de lujo del país: Caledonian. Con su primer proyecto, perdió dinero y aprendió lo caro que es construir con calidad. Entonces, tuvo que elegir entre subir precios o bajar calidad, y optó por lo primero. Nunca ha cedido a lo segundo.

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