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"Si al PSOE le preocupa Vox, sigue vigente mi oferta para que gobierne la lista más votada"
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Entrevista a Alberto Núñez Feijóo

"Si al PSOE le preocupa Vox, sigue vigente mi oferta para que gobierne la lista más votada"

La aspiración de Alberto Núñez Feijóo es ensanchar el PP para gobernar en solitario. Retomará a finales de mes las conversaciones para renovar el CGPJ, pero exigirá que no se pueda repetir el caso Delgado

Foto: Alberto Núñez Feijóo. (D.G.)
Alberto Núñez Feijóo. (D.G.)
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Su despacho de la planta séptima de Génova está vacío. Es una buena metáfora de la abrupta transición que se ha vivido en el PP. Alberto Núñez Feijóo (Orense, 1961) habla como si llevase años al frente del partido, pero su mesa inmaculada recuerda que no es así. Apenas ostenta el cargo desde hace dos semanas, pero es veterano en política. Ha gestionado muchos años y eso se nota. Visualiza el diagnóstico y su solución. Recibe a El Confidencial el lunes, después de reunirse con la direción nacional del PP. Tiene una comida después, pero no mira ni una vez la hora. Es paciente. Su discurso parece de hace siglos. No por anticuado, sino por denostado. Feijóo es un convencido de que España necesita estabilidad y que solo grandes acuerdos entre PP y PSOE pueden dársela. No disimula que no le agradan los pactos con Vox. Que trabajará para ensanchar el PP y poder ser una alternativa sólida sin necesitar muletas. El discurso suena utópico, pero su determinación lo hace posible. Es consciente de que Pedro Sánchez es el gran beneficiado de alimentar a los de Abascal y que está cómodo con sus socios, pero su optimismo se cimenta en que los españoles ya no lo están con el presidente. Su ódago al PSOE será decir la verdad a los votantes. Su determinación, que el PP no esté en cuitas internas. Él no va a bajar a lo órganico, su proyecto pasa por poner en valor a los políticos fiables. Hasta ahora, ha sido infalible. Andalucía será la primera prueba.

PREGUNTA. En Francia hay un cordón sanitario, en el que participa también la derecha, para que Marine Le Pen no sea presidenta. Aquí, el PP acaba de meter a Vox por primera vez en un Gobierno…

RESPUESTA. Desde la noche electoral, el presidente Mañueco, ganador de las elecciones, dijo claramente que pretendía gobernar solo y que llamaría al PSOE, por ser el segundo partido más votado, para intentar buscar un acuerdo de legislatura. La reunión, por lo que me refieren, duró muy poco tiempo. La respuesta del PSOE es claramente no a la investidura y por tanto obligar a que el PP negocie un pacto con Vox. Esa es la estrategia de los socialistas. Por eso es sorprendente que el PSOE hable tanto de los pactos con Vox y a la vez los proteja tanto. Es un planteamiento, cuando menos, de un cierto cinismo político importante. A partir de ahí, Mañueco pide libertad al partido para buscar un Gobierno estable para Castilla y León. Yo no era presidente, pero defendí también esa tesis. Y se ha buscado esa estabilidad. La suma de ambos partidos representa al 50% del electorado. Por tanto, ese es el 'iter' de las cosas, su fundamento y el porqué de esta situación. Se ha hecho un acuerdo firmado y transparente, y se va a buscar una estabilidad para la comunidad, que es lo imprescindible.

P. ¿Estabilidad con un partido que nunca ha gestionado?

R. Es evidente que Vox no está en nuestro ideario político, ni mucho menos en nuestro ideario de gestión. Vox es una incógnita. En gestión, no ha debutado. España en este momento no está ni para incógnitas ni para partidos que, probablemente en uno de los momentos de mayor complejidad económica, no han gestionado un euro nunca. Por eso yo me presenté al congreso del PP con el objetivo de volver otra vez a los 10 millones de votos y no me voy a apartar de ahí. Lo podré conseguir o no, pero lo que está claro es que es lo que quiero, lo que pretendo y a lo que nos vamos a dedicar.

Foto: Alberto Núñez Feijóo. (D.G.)
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P. Veo que da por perdido un escenario a la francesa. Usted siempre ha defendido que gobierne la lista más votada. ¿Esa oferta al PSOE sigue vigente?

R. Las elecciones francesas lo que han acreditado es que los dos grandes partidos están en una crisis existencial gravísima. El Partido Socialista prácticamente ha desaparecido y el Partido Republicano está en una situación crítica. Francia está aquí al lado. Que socialistas y republicanos tengan el 7% del voto y que la mitad de los franceses hayan votado extrema derecha o extrema izquierda nos tendría que hacer reflexionar.

Yo he defendido que gobierne la lista más votada porque creo en ello. El PSOE no. Mi planteamiento sigue vigente. Creo que una forma de darle estabilidad institucional a nuestro país es un acuerdo para que gobierne la lista más votada. Ahora vienen las municipales y autonómicas, y por mi parte me gustaría que ese acuerdo fuese recibido por el PSOE. No tengo respuesta a esa propuesta. El PSOE está gobernando con cualquiera. Puede gobernar con los independentistas, con los nacionalistas, con los regionalistas, con los provincialistas, con el populismo…

Foto: Marine Le Pen se dispone a votar en la primera ronda de las presidenciales. (Reuters/Pascal Rossignol)

P. El PSOE sostiene que estaría de acuerdo en llegar a un pacto si se aplica en todos los gobiernos donde ustedes dependen ahora de Vox.

R. No en todos. Ellos quieren que renuncie el PP, ellos no. No renuncian por ejemplo en Navarra. ¡Seamos serios! Desde el Pacto del Tinell, el PSOE ha dicho "con todos salvo con el PP". Lo han ejecutado de una forma matemática. Donde nos faltó uno o dos escaños como en Baleares, Navarra o Galicia, nos echaron. Llevan 20 años viviendo de no pactar nunca con el PP. Los españoles necesitan que se les hable en serio. Los partidos políticos no pueden ser tacticistas ni decir una cosa y hacer la contraria. Lo hemos visto en Navarra, donde el PSOE se apoya en Bildu para gobernar y no dejó que lo hiciera una coalición como Navarra Suma. Está más o más claro, ¿no? No hay versiones.

Yo no voy a cambiar de opinión, porque creo que lo mejor para nuestro país es un pacto entre los dos grandes partidos para que gobierne la lista más votada. El acuerdo puede ser explícito o implícito. Es bueno para la democracia española y para la estabilidad institucional y territorial de nuestro país. Vamos a ver cuál es la respuesta, de momento, la respuesta siempre fue "gobernamos con cualquiera y no dejamos gobernar nunca al PP". Esto es lo que ha habido desde 2003 a 2022.

P. ¿Habló con el presidente Sánchez de este asunto en su visita a la Moncloa?

R. Hemos hablado de varias cosas y yo le trasladé lo que consideré oportuno, pero me gustaría no hacer públicos contenidos de la entrevista que no se han pactado.

placeholder Alberto Núñez Feijóo durante la entrevista. (D.G.)
Alberto Núñez Feijóo durante la entrevista. (D.G.)

P. Si no hay acuerdo con los socialistas, ¿dejará a sus barones y alcaldes libertad para pactar con Vox? Las elecciones en Andalucía parecen inminentes.

R. El objetivo de municipales y de autonómicas es conseguir reagrupar el centro derecha. No podemos dar por normal, por inevitable, que el PP no vuelva a ser lo que es. Si no, ¿para qué estamos aquí? No me interesa un PP bisagra para sumar con distintas formaciones y conseguir un Gobierno. Ese no es el proyecto político que tenemos. Nuestro proyecto político es mayor. La única solución que tiene España para una alternancia política en este instante es que el PP gane de una forma clara. Si no es así, la alternancia política probablemente no se produzca. ¿A quién le va mejor que Vox crezca? Al presidente Sánchez. ¿Y a quién le va peor? Al PP. Si somos capaces de explicar esto a los ciudadanos y los ciudadanos lo perciben, reagrupamos el voto en el centro derecha. Es decir, si la mayoría de los españoles no quiere que gobierne Sánchez con el populismo y el independentismo, tiene una herramienta infalible que es un voto al PP.

P. Las encuestas recogen que el PP crece tanto en las generales como en las autonómicas, pero siempre necesita de Vox. Ya no hay mayorías absolutas.

R. Hay una modalidad, que es tener más votos que toda la izquierda.

Foto: Mañueco, junto a Núñez Feijóo, en el congreso de Sevilla. (EFE/Raúl Caro)

P. ¿Y obligar a que Vox se abstenga como en Madrid?

R. Nosotros tenemos dos objetivos: sacar una mayoría suficiente para gobernar o sacar más votos que la izquierda y nacionalistas o regionalistas juntos. Si el PSOE realmente cree en las instituciones, si realmente le preocupa Vox, si realmente cree en lo que dice y dice lo que cree, lo podemos resolver. Yo sí creo lo que digo, si no no se lo diría. Si le dijese que mi objetivo es hacer un Frankenstein del otro lado, pues le mentiría. Este no es mi objetivo. Esto no es fácil. De hecho, en Castilla y León el presidente Mañueco lo ha hecho porque si PP y Vox suman el 50% del voto con una coalición no hay justificación para repetir unas elecciones. Además, el resultado hubiera sido parecido.

¿Esto es engañar al electorado? No. Cada vez más merece la pena recuperar la verdad. Volvamos otra vez a respetar a la gente, volvamos a creer lo que decía Václav Havel de que “no me han elegido para que les mienta”. Volvamos otra vez a hacer campañas electorales en las que no digamos "nunca gobernaré, porque no podré dormir con estas personas en el Gobierno" y al cabo de 48 horas hacer una coalición con estas personas, volvamos otra vez a dar prestigio al político.

"Mi objetivo no es hacer un Frankenstein del otro lado. Es sumar 10 millones de votos"

P. ¿Es consciente de que este mensaje se puede volver en su contra si hay más gobiernos con los de Abascal?

R. Reitero. Si dividimos el voto de centro derecha, ¿a quién le interesa?. Es evidente que a la izquierda. Si la izquierda está dispuesta a gobernar con cualquiera, corremos un riesgo enorme, por tanto. El reto es ampliar nuestro electorado. Es posible. Yo me dedico a esto y puedo acreditar que se puede. En Madrid, la presidenta Ayuso ha logrado un vuelco electoral enorme y ha acreditado que se puede. En Andalucía, las encuestas confirman que el PP está con posibilidades de conseguir sumar más que toda la izquierda junta. No nos rindamos. Hay que volver a ser un partido de amplio espectro. Hay muchos ciudadanos, muchísimos ciudadanos, que nos observan. El PP es un partido de soluciones, tiene los mejores gestores públicos de España, por eso cada vez que ha habido un problema ha sido convocado a gobernar. El PP siempre que ha salido del Gobierno ha dejado España mejor que cuando entró. La situación económica y el pufo que nos están dejando ahora son históricos. Nunca en menos tiempo un partido ha endeudado más a la gente. Y nunca en menos tiempo un partido ha hecho que más familias tengan dificultades para llegar a fin de mes. Hemos de explicar esto porque es verdad. Y la verdad es un gran aliado. Si en la política la verdad y la mentira tienen el mismo valor, no merece la pena dedicarse a la política. Por tanto, cuando tú tienes la verdad, pues explícala, respetando al adversario, pero contundente en tus manifestaciones y en tus acreditaciones.

P. Parece que para lo que sí hay sintonía con Sánchez es para pactar la renovación del Consejo General del Poder Judicial. ¿Sigue como condición para el desbloqueo cambiar el sistema de elección de los vocales?

R. En esto ha habido claramente una coincidencia por parte del presidente y mía. Hemos quedado en retomar las conversaciones, y digo retomar las conversaciones y no es una frase mía, es una frase suya. Por lo tanto, esto es lo que vamos a hacer. A finales de abril retomaremos las conversaciones sobre esto. Creo que tenemos que mandar un mensaje de regeneración en los nombramientos o en las renovaciones del CGPJ. Si lo volvemos a hacer con el manual sin retocar, sin profundizar en la regeneración, vamos a desincentivar la carrera judicial y a dar la sensación de mercadeo. Vamos a fallar. A finales de abril volveremos a hablar y debemos buscar fórmulas para regenerar.

placeholder Foto: D.G.
Foto: D.G.

P. Defender la Constitución y no cumplir su mandato en cuanto a los plazos de renovación es contradictorio.

R. El Gobierno empezó muy mal. Pasando a la ministra de Justicia a la Fiscalía en 24 horas. Los antecedentes son muy preocupantes. También debemos de mandar un mensaje en relación con este asunto. ¿Cómo se puede convertir a un ministro en fiscal general en 24 horas?

P. Usted puede presionar para regularlo.

R. Eso es lo que llamamos regenerar. No recuerdo que ningún otro Gobierno se atreviera a tanto. Hemos de regenerar fórmulas, mecanismos, procedimientos y, por supuesto, hemos quedado en presentar en la Cámara una propuesta para el futuro de la renovación del Consejo.

P. ¿Quién será el interlocutor del PP con el ministro Félix Bolaños? Hasta ahora, además del ex secretario general Teodoro García Egea, también tenía un papel clave Enrique López.

R. La vicesecretaría que va a llevar los temas de Justicia va a ser la institucional que ostenta Esteban González Pons. Valoraré con él cuál es la propuesta que hagamos al Gobierno.

Foto: Cuca Gamarra y Esteban González Pons. (EFE/Luca Piergiovanni)

P. Tras reunirse con Felipe VI, reiteró todo su apoyo a la Corona. Ha hablado de buscar mecanismos para reforzarla. ¿Son necesarias reformas o una ley que regule la institución?

R. La Corona está bien regulada en la Constitución. Nos ha ido bien con la monarquía. Es el sistema de jefatura del Estado que nos hemos dado los españoles y en el que la mayoría se sienten cómodos. En el Gobierno hay ministros a los que no les gusta este sistema y sus socios parlamentarios quieren abolirlo. Por lo tanto, en este momento digamos que es importante preservarla. Si se puede hacer alguna normativa —en mi opinión no se necesita ley— para mejorar la transparencia y el funcionamiento de la Corona, por qué no, pero tocar reformas constitucionales sobre la Corona o tocar cuestiones mollares sobre la monarquía constitucional… Es que el Gobierno está en contra de la monarquía constitucional. No estoy hablando del presidente o de sus ministros, digo el Gobierno en su conjunto. Insisto, hay una parte del Gobierno que está en contra de la monarquía constitucional. Esto no ha pasado en 40 años. Esto no ocurre en países homologables.

Por eso el PP no va a renunciar a convencer a la mayoría de los españoles cuando ya vemos como normal que una parte del Gobierno esté en contra de la Constitución, en contra de la transición y que llama 'el régimen del 78' a nuestra democracia. Y después, cuando Rusia invade Ucrania, nos ponemos en contra de que los ucranianos puedan defender su soberanía. Este tipo de cosas no pueden ser normales. No podemos convivir con circunstancias excepcionales considerándolas como la normalidad. Hay cosas que han pasado en los últimos años en nuestro país que son una enmienda a la totalidad de lo bueno de nuestra historia. Y se hacen desde el Gobierno.

P. Es favorable a que don Juan Carlos vuelva a España. ¿Cree que debe dar explicaciones, como exige Sánchez?

R. Ya las ha dado, ¿no? Hay muchísimos políticos en España que no han sido auditados ni el 10% de lo que el Rey emérito. Ha sido auditado por los tribunales y por Hacienda, y cuando concluyen esas auditorías, ¿por qué no puede regresar? Porque le molesta a un socio del Gobierno. ¿Y quién es el Gobierno para decir eso? Serán los jueces los que puedan decir si tiene alguna deuda pendiente.

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Julio Muñoz)

P. Desde el punto de vista ético, ¿no entiende que pueda haber un reproche?

R. Yo distinguiría su labor como Rey de su actitud y su conducta personal. Su conducta personal no puede empañar la labor que ha hecho como jefe de Estado. Son dos planos distintos y yo juzgo al primero. Como partido político, yo juzgo la labor que ha hecho como rey de España. Y no tengo reproches en ningún caso. Sobre conductas personales, no me corresponde. Yo solo lo estoy juzgando como institución. ¿Ha sido desde esa institución útil para España? ¿Ha resuelto problemas? Sí. Entre otras cosas, parar un golpe de Estado, porque parece que hemos olvidado lo que hizo el Rey en 1981, que fue proteger, garantizar la democracia, parar un golpe de Estado y enfrentarse a una parte del Ejército. Esto no se puede borrar del mapa. Tengamos un poco de altura de miras, no dejemos que unas conductas personales empañen las conductas institucionales. Distingamos los planos, porque aquello que es distinto y no se quiere distinguir es porque simplemente se quiere confundir.

P. Vamos a cuestiones del partido. ¿No teme que un adelanto electoral en Andalucía sea contraproducente, como ocurrió en Castilla y León?

R. La decisión es del presidente Juanma Moreno. En todo caso, que las elecciones sean inmediatamente antes del verano o después no se puede considerar un adelanto. Discutir esto por unas semanas con el verano por medio no me parece razonable. Yo he hecho elecciones en septiembre y creo que me tocaban en marzo y la gente lo entiende perfectamente. La Junta de Andalucía está bloqueada por la izquierda y por la derecha, y están trabajando con el presupuesto de 2021 en 2022, y necesitan aprobar el presupuesto de 2023. No podemos entrar en 2023 con el presupuesto de 2021. Esto ya se lo dejamos al PSOE.

P. ¿Es consciente de que el resultado de esas elecciones se le atribuirá? Son las primeras de la 'era Feijóo'.

R. Sí, soy consciente de eso, pero eso no es evitable, ¿no? Estoy satisfecho con lo que ha hecho el presidente Moreno, soy colega suyo todavía por unos días en la Xunta, y he visto lo que ha hecho. Que Andalucía sea capaz de bajar los impuestos, de recaudar más, de incrementar su población, de cumplir el déficit público, de acabar el presupuesto con equilibrio con una pandemia de por medio, es un milagro político. Porque llevábamos 40 años sin que esto se produjera. Antes había una presión fiscal superior a la media de España, estaban a la cabeza del paro junto con Extremadura, con unas cuentas desequilibradas y con déficit. En tres años y medio ha sido capaz de cambiarlo. Hoy, Andalucía es probablemente la comunidad autónoma que, si lo hacen bien, con la materia prima que tienen, y con los ocho millones y medio de habitantes, se puede convertir en la más importante de España. Tienen una oportunidad los andaluces que yo no desaprovecharía.

placeholder Foto: D.G.
Foto: D.G.

P. Por eso hay tantos andaluces en su cúpula…

R. Puedo asegurar que yo no me fijé en la partida de nacimiento de la gente. Es verdad que sabía perfectamente que Bendodo es de Málaga y fue presidente de la Diputación de Málaga. Juan Bravo fue diputado por Ceuta en el Congreso y posteriormente le ficha el presidente Moreno. Carmen Navarro es de la Comunidad de Madrid, pero nació en Albacete… Yo he roto con las cuotas, es verdad que eso estaba muy asentado, pero representa el pasado. El futuro del PP no mira la partida de nacimiento ni el libro de familia, el futuro de nuestro partido mira el conjunto de España. Somos un partido general, tenemos un proyecto nacional. También dicen que hay muchos gallegos y realmente hay uno que es el vicesecretario de Organización. Si me computan a mí, qué le voy a hacer. Ellos me han elegido y ya sabían que era gallego.

P. Ya está convocado el congreso del PP de Madrid, con Ayuso sin rival. En el resto, ¿habrá cambios?

R. Cuando se abre un congreso, se abren varias opciones.

P. ¿Le preocupa el desgaste que está sufriendo el alcalde Almeida por el caso de la compra de mascarillas?

R. El alcalde Almeida tiene todo mi apoyo, porque sé de su honorabilidad. No tiene ninguna vinculación con ningún sumario. No está llamado por parte de nadie. Y es sorprendente que después de declarar cuatro altos cargos del Gobierno, uno del Ministerio de Hacienda y tres del de Sanidad, estemos hablando de un dirigente que no tiene ninguna cuestión pendiente en un juzgado. Es un planteamiento absolutamente torticero. El alcalde Almeida es una persona honorable. No solo tiene mi apoyo, sino que lo va a seguir teniendo.

"El alcalde Almeida es una persona honorable y tiene y seguirá teniendo mi apoyo"

P. Le esperan varias sentencias de la Gürtel. El Gobierno le acusa de no ser suficientemente duro ante la última condena.

R. La corrupción no tiene cabida en el PP. El que ha metido la mano en la caja en nombre del PP que lo pague. No va a haber un solo comentario de disculpa por mi parte. Las leyes anticorrupción llevan la firma del PP. Que el PSOE hable de corrupción protagonizando el mayor caso como han sido los ERE… Deberían ser más prudentes

P. ¿Va a ser senador por designación autonómica?

R. Lo voy a valorar, me voy a reunir con los grupos parlamentarios, porque el presidente del partido es el presidente de los grupos, tanto del Congreso como del Senado, y lo vamos a valorar. Es verdad que muchos compañeros me han trasladado su opinión de que quieren que sea senador. Es cuestión de semanas.

Foto: Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Julio Muñoz)

P. Como senador, podría pedir participar en el debate del estado de la nación para dar la réplica a Sánchez.

R. De aquel Congreso de los Diputados donde se hablaba realmente de las cosas importantes y donde los políticos hacían política de Estado a este hay una gran diferencia. A mí me gustaría retomar el protagonismo de la vida política española, en el Congreso de los Diputados, pero si no recuerdo mal este Gobierno ha mandado a esta Cámara más de 95 reales decretos leyes. La mayoría de ellos por convalidación. Lectura única y sin tramitación parlamentaria. ¿Se puede desprestigiar más al Congreso? La verdad es que el tema de la réplica en el estado de la nación no creo yo que sea un elemento determinante en la vida parlamentaria de España en este momento.

P. En política exterior, ¿cambiará la postura sobre el Sáhara?

R. Si llego al Gobierno, les contaré la verdad a los españoles. Les diré en qué consiste un acuerdo que desconocen. Hablaré con el Gobierno marroquí sabiendo que es un socio preferente para España y no le provocaré con decisiones en contra de una relación bilateral de años. Me moveré en el marco de Naciones Unidas y retomaré la relación con Argelia. Mi máxima es que la política exterior no es cosa de un hombre, el presidente del Gobierno, sino de la soberanía popular, por lo tanto, de las Cortes Generales.

Su despacho de la planta séptima de Génova está vacío. Es una buena metáfora de la abrupta transición que se ha vivido en el PP. Alberto Núñez Feijóo (Orense, 1961) habla como si llevase años al frente del partido, pero su mesa inmaculada recuerda que no es así. Apenas ostenta el cargo desde hace dos semanas, pero es veterano en política. Ha gestionado muchos años y eso se nota. Visualiza el diagnóstico y su solución. Recibe a El Confidencial el lunes, después de reunirse con la direción nacional del PP. Tiene una comida después, pero no mira ni una vez la hora. Es paciente. Su discurso parece de hace siglos. No por anticuado, sino por denostado. Feijóo es un convencido de que España necesita estabilidad y que solo grandes acuerdos entre PP y PSOE pueden dársela. No disimula que no le agradan los pactos con Vox. Que trabajará para ensanchar el PP y poder ser una alternativa sólida sin necesitar muletas. El discurso suena utópico, pero su determinación lo hace posible. Es consciente de que Pedro Sánchez es el gran beneficiado de alimentar a los de Abascal y que está cómodo con sus socios, pero su optimismo se cimenta en que los españoles ya no lo están con el presidente. Su ódago al PSOE será decir la verdad a los votantes. Su determinación, que el PP no esté en cuitas internas. Él no va a bajar a lo órganico, su proyecto pasa por poner en valor a los políticos fiables. Hasta ahora, ha sido infalible. Andalucía será la primera prueba.

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