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Andréi Kurkov, el escritor ucraniano vetado en Rusia: "Putin acabará asesinado por un radical"
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Entrevista

Andréi Kurkov, el escritor ucraniano vetado en Rusia: "Putin acabará asesinado por un radical"

El novelista cuyos libros están prohibidos publica en español la novela 'Abejas grises' y el ensayo 'Diario de una invasión' sobre los primeros días de la guerra en su país

Foto: El autor Andréi Kurkov en entrevista con El Confidencial.
El autor Andréi Kurkov en entrevista con El Confidencial.

Los libros del escritor ucraniano de origen ruso Andréi Kurkov (San Petersburgo, 1961) están prohibidos en Rusia desde 2008. Por sus artículos contra el régimen de Putin hace años que se convirtió en una figura proscrita. Sin embargo, en su país es todo un bestseller gracias a novelas como ‘ Muerte con pingüino’ y ‘El jardinero de Ochákov’ y una personalidad prominente dentro de la intelectualidad ucraniana.

Ahora se publican en español la novela ‘ Abejas grises’ (Alfaguara), una divertida -sí, divertida- historia sobre dos hombres antagónicos atrapados en el Donbás, y ‘Diario de una invasión’ (Debate), sobre los primeros días de la guerra convertido también en una crónica histórica y política.

Kurkov ha viajado en los últimos meses por Europa ofreciendo conferencias sobre la guerra y su país. Esta entrevista se realiza por zoom mientras el autor está en Alemania de camino a Berlín.

placeholder 'Abejas grises', de Andrei Kurkov
'Abejas grises', de Andrei Kurkov

PREGUNTA: En 'Abejas grises', que está ambientada en la guerra de 2014, hay un tono satírico, humorístico. ¿Es posible el humor en una situación así? Y ahora, ¿puede escribir con humor?

RESPUESTA: En 2014 muchísimas personas murieron y yo perdí el sentido del humor. Y temía haberlo perdido del todo, pero volvió un año después porque no solamente es una forma de mostrar lo trágico de una manera más ligera, sino que también sirve de protección psicológica. En la época soviética ya era una suerte de resistencia frente al sistema. Para mí es prácticamnete imposible no ver el mundo a mi alrededor sin la lente del humor, sin buscar algo raro o divertido. Y este año, cuando empezó la guerra, tuve la misma sensación. No pude escribir durante una semana, pero luego empecé a anotar lo que me ocurría a mí, a mis amigos, a mi familia, mis vecinos, y poco a poco el humor volvió porque seguí encontrando situaciones raras, extrañas y, en cierto modo, divertidas. Cuando algo divertido ocurre en un contexto de guerra aunque sea un poco divertido te parece que es divertidísimo porque un poco de humor se convierte en una gran cantidad de humor en ese contexto. Ahora no puedo escribir ficción, novela, pero sí artículos, ensayos y un diario y poco a poco voy volviendo a tener una actitud normal.

Foto: Vladimir Putin.

P: ¿Uno se acostumbra a vivir en guerra? En la novela, el protagonista, Serguei, hasta duerme durante los bombardeos.

R: Sí, uno puede acostumbrarse. En 2014 muchos ucranianos aprendieron a vivir en ese contexto e iban de restaurantes, cogían sus vacaciones… Los que vivían en el frente se acostumbraron a la guerra de forma diferente. Aprendieron lo que era peligroso, lo que menos, y supieron distinguir entre distintos tipos de bombas, la distancia a la que se producían los bombardeos para poder decidir si tenían que ir al sótano a esconderse o seguir trabajando en las tierras. Creo que es muy fácil acostumbrarse a la guerra, pero eso no significa que la persona esté normal. Cualquier persona en esa situación se queda traumatizada y tiene que rehabilitarse después porque la conducta de las personas en esta situación cambia.

Y, además, la forma de comunicarse con los demás también es distinta. La gente no confía en los demás, defienden su pequeño mundo, no permiten que nadie entre en él, no se hacen amigos inmediatamente. Y después de la guerra siguen con esa actitud, pierden la confianza y no se fían de nadie. Es una situación dañina y perjudicial. En 2014 fui tres veces a una zona de guerra y recuerdo estar en un lugar en el que el frente estaba muy cerca de la frontera rusa y la gente era reacia a hablar. Andaba metida en sí misma, muy cautelosos. Era gente que podía haber sido refugiada, pero decidieron quedarse en su tierra y tuvieron que elegir entre dos temores: el miedo a ser una persona que no tuviera nada, ni casa, ni amigos ni nada o quedarse en su casa en la guerra. Y es curioso porque mucha gente decide quedarse, tiene más miedo a irse y convertirse en un refugiado a que les bombardeen dentro de su casa.

"En una guerra mucha gente decide quedarse, tiene más miedo a irse y convertirse en un refugiado a que les bombardeen en su casa"

P: Sí, es curioso que el miedo a quedarse sin nada sea peor que el miedo a morir. Usted ha escrito también 'Diario de una invasión'. ¿Cómo recuerda aquellos primeros días desde el 24 de febrero de este año? ¿Ahora su visión es distinta?

R: Dos meses antes de la guerra todo el mundo se preguntaba si habría guerra o no. Y Zelenski todos los días salía en la tele y decía: no va a haber guerra. Te preparabas para hacer picnic y barbacoas. Mi mujer y yo estábamos en Kiev y nuestros hijos en Ucrania occidental. Un día antes de la guerra yo estaba cocinando una sopa borsch y decíamos de risas, ¡igual esta es la última vez que nos tomamos una sopa borsch en Kiev! A las cinco de la mañana me despertaron las explosiones de la calle. Sonaban a seis, siete kilómetros, pero el estallido era tan potente que yo me quedé congelado. Recuerdo ver por la ventana las calles vacías, sin coches. Cuarenta minutos después salió una mujer mayor a dar un paseo con sus perros, pero yo tuve la sensación de que la vida se había ralentizado. Luego hubo más explosiones y en media hora nos fuimos a buscar los refugios antiaéreos que teníamos cerca. No nos gustaron los que vimos así que nos fuimos a un hotel cerca y vimos que los periodistas de todo el mundo estaban decidiendo a qué parte de Ucrania iban a ir para informar sobre la guerra.

Nosotros nos quedamos en Kiev una noche más, pero en casa de unos amigos, y a la mañana siguiente decidimos irnos a una casa a 90 kilómetros más lejos. Tardamos cinco veces más de lo normal por el tráfico ya que todos los coches se iban a la zona occidental. Llegamos al pueblo y nos dimos cuenta que teníamos que ir a Lviv a recoger a nuestros hijos y mandar a nuestra hija a Londres. Fue un viaje de varios días en coche. El primer día conduje 24 horas y dormí solo dos y luego nos quedamos atascados en los Cárpatos porque había un atasco de 70 kilómetros. La población local nos alojó en un hotel que estaba cerrado. Estábamos huyendo de la guerra y me daba cuenta de que había muchos conductores que llevaban muchas horas sin dormir. Al llegar a la frontera con Eslovaquia mi hija se pudo marchar a Londres y nosotros nos quedamos en Ucrania occidental. Después nuestro hijo volvió a Kiev y de hecho ahora nuestros dos hijos están en Kiev. Mi hija renunció a su trabajo en Londres por esos sentimientos patrióticos.

placeholder El escritor ruso Andrei Kurkov. (Ana Portnoy)
El escritor ruso Andrei Kurkov. (Ana Portnoy)

P: Usted se ha posicionado bastante en contra de Rusia y creo que ahora vive en Alemania. ¿Tiene temor a volver?

R: Al principio de la guerra me dijeron que tenía peligro debido a los rusos. En 2005 se prohibió en Rusia un libro mío y en 2008 dejaron de publicarse todos allí. Y ahora ni siquiera se puede meter uno de mis libros en Rusia. A los rusos no les gustaron mis artículos sobre Putin y la política rusa, pero creo que prácticamente todos los escritores ucranianos conocidos o cualquier intelectual ucraniano ha expresado la misma opinión. Yo no quiero que Ucrania se convierta en un estado autoritario con servicios secretos donde no haya libertad de prensa ni libertad de expresión. No quiero que Ucrania siga el camino de Rusia y la mayoría de los ucranianos piensa de esta forma. Por eso la resistencia es tan feroz y los ucranianos no están dispuestos a aceptar la ocupación rusa. Ahora estamos de vuelta a Ucrania. Al finales de junio fuimos a Marsella y he estado dando conferencias por Europa sobre la situación en Ucrania. Ahora vamos de camino a Berlín, Hamburgo, Noruega, Portugal, Suecia, Holanda, Londres… y en octubre llegaremos a Ucrania, aunque después tengo que volver a Europa porque tengo que dar una serie de conferencias hasta diciembre. Mi intención después es volver a Kiev.

"No quiero que Ucrania siga el camino de Rusia y la mayoría de los ucranianos piensa igual"

P: Ucrania ha comenzado estos días una contraofensiva y ha recuperado zonas como Jarkov. Lo que nos estamos preguntando ahora todos es: ¿Puede ganar la guerra? Hasta no hace mucho fuera de Ucrania pocos pensaban así.

R: Los ucranianos están muy motivados porque para nosotros la libertad es más importante que el dinero y la estabilidad. Para los rusos, sin embargo, es al contrario. Los soldados rusos se alistan para ganar dinero y así comprarse motos, coches, lavavajillas y demás. Su motivación es mantener la vida en un territorio extranjero mientras que los ucranianos están defendiendo el país para poder seguir siendo un Estado y un pueblo libre. Los ucranianos tienen una mentalidad diferente a los rusos. Son individualistas, la mentalidad rusa es colectiva. Rusia fue siempre una monarquía y, de hecho, la Unión Soviética era una monarquía porque todos los secretarios generales del Partido Comunista se mantenían en el poder hasta que morían, excepto Kruschov, que era ucraniano y a quien expulsaron de su puesto. Estamos hablando de dos culturas, dos mentalidades y dos civilizaciones diferentes.

Rusia no solo quiere destruir el Estado sino que ataca a la cultura de Ucrania y a la idea de Ucrania. En los territorios ocupados por los rusos ya no se puede hablar ucraniano, no se pueden leer libros en ucraniano… Lo que quieren es destruir la cultura ucraniana para volver a integrarla en la cultura rusa como si fuera la Unión Soviética. Esta es otra razón por la cual el ejército ucraniano está defendiendo su cultura y su identidad. Yo soy uno de los millones de ucranianos de origen ruso que habla ruso, pero prefiero la libertad al dinero o la estabilidad. En ese sentido, Ucrania es un estado multicultural pero todo el mundo entiende que es importante para poder salvar al país y darle un futuro europeo. Para Ucrania la victoria es recuperar los territorios ocupados. No queremos ningún ruso en esos territorios y Rusia tiene que reconocer el derecho de Ucrania a existir y ser diferente de los rusos. Y nos tiene que dejar tranquilos y no ser un lugar político controlado como Bielorrusia. Antes o después ganaremos esta guerra, pero entiendo que Putin tampoco va a aceptar nunca que Rusia pierda. O le quitan del poder o se muere, porque al final los rusos van a tener que entender que no pueden actuar como en el siglo XX. No pueden colonizar a los paises vecinos. Ese tiempo ya pasó.

"Antes o después ganaremos esta guerra, pero entiendo que Putin no va a aceptar nunca que Rusia pierda. O le quitan del poder o se muere"

P: Usted ha criticado a los intelectuales rusos que no se han posicionado contra la guerra. Tampoco debe ser fácil hacerlo en Rusia. No es lo mismo que hacerlo en Ucrania o en otro país.

R: Lo que ocurre en Rusia es que los intelectuales que están en desacuerdo con Putin normalmente se van del país. Y como se van al extranjero el porcentaje de intelectuales que se quedan en Rusia y que apoyan a Putin es mayor. El 80% de los rusos apoyan a Putin y su guerra contra Ucrania. La oposición en Rusia se quedó destruida hace quince años. O se fueron a otro país o los mataron. No hay tantos escritores rusos que estén en contra de esta guerra. Yo los conozco, pero nunca han desempeñado un papel fuerte en la sociedad rusa. Yo diría que los intelectuales más radicales de derechas, como Dugin, tuvieron una influencia mayor en la sociedad y en Putin, y toda la ideología rusa está basada en un patriotismo exacerbado, una actitud racista con respecto a lo que está a su alrededor. Ahora los rusos se piensan que son los más espirituales del planeta, los más intelectuales y que son los más cultos, pero lo que hicieron en Mariupol, donde mataron a entre 20.000 y 30.000 personas y bombardearon el teatro donde estaba la gente escondiéndose… Ahora en ese teatro se organizan conciertos de música clásica sin quitar los escombros. Esto tiene que ser muy doloroso para los rusos que están en contra de Putin y que no tienen ninguna influencia en la sociedad rusa. Toda la sociedad rusa sigue siendo muy conservadora, muy arrogante con respecto al resto del mundo y muy antioccidental.

P: Ucrania está recibiendo ayuda de la UE, de EEUU… ¿Es posible que puedan convertirse en un país independiente sin estas ayudas y teniendo siempre a Rusia en su frontera?

R: Ucrania es un país muy rico. Tiene petróleo, gas, recursos agrícolas, mucho trigo… Pero debido a la corrupción no fue suficientemente rico para convertirse en una democracia verdadera que pudieran entrar en la Unión Europea. Ahora mismo Ucrania no puede luchar sin la ayuda occidental, pero una vez que acabe la guerra espero que ponga fin a la corrupción y se convierta en un país que funcione, un Estado eficaz. Ucrania tiene suficientes recursos para ser autosuficiente y los ucranianos son trabajadores. El problema es que los políticos siempre están menos interesados en el futuro de Ucrania que en el suyo propio a corto plazo. En ese sentido necesitamos políticos más profesionales, grandes estadistas que tengan una visión a futuro de diez, quince años. Yo espero que esta guerra ponga de manifiesto que la sociedad no está dispuesta a soportar ningún tipo de corrupción ni conducta indebida o delicitva por parte de los políticos.

"Ahora tenemos la versión dos de Zelenski. Yo nunca voté por la versión uno. No creo en escritores ni actores convertidos en políticos"

P: ¿Y qué piensa de Zelenski, que era el presidente también en los tiempos de corrupción? ¿Se ha convertido ahora en un héroe épico, literario?

R: Ahora tenemos la versión dos de Zelenski. Yo nunca voté por la versión uno. No creo en escritores ni actores convertidos en políticos. Él ahora está interpretando muy bien su papel, más dramático que cómico, aunque era un actor de comedia. Pero es muy capaz de conseguir apoyo con sus discursos y sus campañas de comunicación. Pero creo que tenemos que esperar para ver cuál es la versión tres de Zelenski después de la guerra. En los dos o tres primeros meses después de la guerra ya sabremos qué podremos esperar de Zelenski. En Ucrania tenemos más de 400 partidos políticos inscritos. Y no hay ningún político capaz de durar lo suficiente. Todavía tenemos que ver a un presidente que sea reelegido en Ucrania porque todavía no se ha dado ese caso. Durante la guerra Zelenski está haciendo una gran labor porque está consiguiendo convencer a los líderes occidentales para que ayuden a Ucrania ya que sin esta ayuda la contraofensiva no sería posible.

placeholder Kurkov en un encuentro literario.
Kurkov en un encuentro literario.

P: ¿Qué piensa de la exacerbación nacionalista ucraniana? Usted también ha criticado que haya quien hable con nostalgia de la época presoviética del Imperio Austrohúngaro y que se haya creado a partir de ahí un reino imaginado.

R: Precisamente esto es algo que discutimos entre los intelectuales. En Ucrania los intelectuales no influyen a la sociedad, solo se influyen los unos a los otros. Es un país de 40 millones de personas, pero hay muy pocas que realmente participen de ningún tipo de debate político de ninguna clase. Ucrania lleva siendo independiente 31 años. Es un país que tiene 26 regiones diferentes y cada región tiene su propio punto de vista. En Ucrania occidental, que formaba parte del Imperio Austrohúngaro y previamente del Reino de Lituania, probablemente haya personas que sean más nostálgicas, pero hablan de ello como si fuera un cuento de hadas. Y no tenemos ningún partido político monárquico o ligado a estos recuerdos e ideas. Es cierto que los nacionalistas a veces hacen mucho ruido, pero ni siquiera llegaron al Parlamento, no consiguieron ni el 5% de los votos para conseguir representación, así que el nacionalismo ucraniano es también una especie de ilusión. Sabemos quiénes son los nacionalistas por su nombre, pero no influyen en la población, no son ni diputados.

P: Si la guerra se alarga más, ¿hasta dónde pueden aguantar los ánimos? ¿De qué habla la población en Ucrania, la que no está en el frente?

R: Deberíamos considerar que el 30% de los ucranianos son refugiados o personas desplazadas. En el extranjero hay seis, siete millones de refugiados, y creo que todos ellos van a quedarse en el extranjero. Sobre todo hablamos de niños y mujeres y si la mitad de estas personas se quedan en el extranjero, la población ucraniana se reducirá, y esto sería muy negativo. Evidentemente hay ucranianos que viven en la parte occidental que se van a quedar ahí, y además son más patriotas que los que viven en la parte central u oriental. Pero en general los ucranianos confían en que el ejército ucraniano libere los territorios ocupados por Rusia y no creo que a corto plazo los ucranianos vayan a protestar contra la guerra. También espero que no se prolongue demasiado tiempo, aunque entiendo que Putin no va a aceptar ninguna derrota. Pero incluso Putin necesita dinero para su país y gracias a las sanciones sus reservas son cada vez más escasas y tendrá que aceptar protestas dentro de Rusia. Los soldados rusos luchan por dinero, no por otra cosa, y en ese sentido Ucrania tiene más motivación para defender su país.

P: Ahora que está en Alemania, ¿cómo cree que fue el papel de este país con Rusia antes de la guerra? Ahora está pasando por verdaderos problemas y se les avecina un invierno muy duro.

R: Angela Merkel cometió un crimen intelectual firmando un contrato con Putin para construir el Nord Stream después de que Rusia se anexionara Crimea y entró en el Donbás, porque parecía que Putin podía hacer lo que le diera la gana y seguir vendiendo gas y petróleo. Esto los alemanes lo entendieron tarde. Y siguen sin saber muy bien lo que tienen que hacer porque prometieron mucha más ayuda a Ucrania de la que están dando. Espero que la situación cambie, pero si no hubiera habido un acuerdo entre Putin y Europa después de la anexión de Crimea esta guerra no hubiera ocurrido.

"Merkel cometió un crimen intelectual firmando un contrato para construir el Nord Stream después de que Rusia se anexionara Crimea"

P: Usted es presidente del PEN de Ucrania, ¿cómo se están organizando los escritores en esta guerra? ¿Qué pueden hacer los intelectuales? ¿Cuál es su labor?

R: En Ucrania tenemos muchos proyectos que se dirigen a la sociedad occidental, diálogos con Philips Sands, Margaret Atwood, Orhan Pamuk sobre la guerra, Europa. Y estamos llevando a cabo de debates, tertulias dentro de Ucrania. Los intelectuales ucranianos son muy distintos. Los hay radicalizados que buscan enemigos incluso dentro de la sociedad ucraniana, tenemos los moderados que promueven la tolerancia y están en contra del discurso de odio. Pero hay mucho odio entre los intelectuales y prácticamente cualquier persona que diga algo bueno sobre cualquier intelectual o escritor ruso que incluso esté en contra de Putin, ya se convierte en un blanco del discurso de odio. Tenemos un problema con eso y eso se va a mantener durante un tiempo incluso después de que la guerra acabe. La sociedad está muy exacerbada, hay un gran exacerbamiento en las opiniones incluso entre los intelectuales y además esto se expresa en Internet lo cual hace que se conforme en la opinión pública un ataque de odio contra aquellos intelectuales a los que no se considera suficientemente patriotas.

P: ¿Cree que la sociedad ucraniana puede ir a la división, a una desestructuración?

R: La sociedad ucraniana todavía no está estructurada. En Ucrania en 2014 los políticos comprendieron la importancia que tiene la cultura, la lengua y la vida intelectual definen la identidad de un pueblo. Hasta hoy en Ucrania no ha habido ningún festival o premios para libros ucranianos o películas ucranianas. Y en este sentido, hablamos de 40 millones de ucranianos. Ahora con la guerra los ucranianos están unidos, pero una vez que se acabe tienden a ser individualistas porque están acostumbrados a vivir sin estabilidad. Al mismo tiempo son tolerantes y todos estos desacuerdos son verbales, no llegan a las manos, nadie ataca físicamente a nadie por sus ideas políticas y creo que esto va a continuar así. Pero este hábito de buscar enemigos se va a mantener tras la guerra, así que quizá lleguemos a una situación en la que, quizá no haya una división de la sociedad, pero sí nuevos tópicos. Los políticos en Ucrania desde la independencia han utilizado dos elementos para dividir a los votantes. Uno de ellos era decir que los del Donbás son todos delincuentes, y el otro, que los ucranianos occidentales son nacionalistas radicales. Y esto no es cierto, pero nuevas ideas de este tipo van a volver y así la sociedad se dividirá. Los políticos ucranianos nunca ofrecen un programa político para el futuro sino una visión contraria del enemigo político.

"La sociedad está muy exacerbada con un ataque de odio contra aquellos intelectuales a los que no se considera suficientemente patriotas"

P: Antes me decía que Putin solo será derrotado si le echan del poder o muere. Ahora parece que hay una revuelta en la propia Rusia contra él. ¿Cómo cree que quedará finalmente su figura para la Historia?

R: Políticamente creo que ya está muriendo, y físicamente también. Por eso empezó la guerra. Él quería mantenerse y figurar en los libros de texto de las escuelas rusas como alguien que hizo que Rusia volviera a ser grande y que fuera otra vez un imperio. Pero no creo que vaya a funcionar. Seguramente acabará siendo asesinado por gente que sea más antioccidental y más radical que él, porque los que le siguen son todavía más antioccidentales y más radicales que él mismo, y esto le va a costar, porque fue él quien destruyó cualquier idea de democracia. Seguramente no va a tener un lugar honorable en la historia de Rusia porque poco a poco los rusos van a comprender cuántos rusos están muriendo en esta guerra, el precio que está pagando Rusia y nadie en Rusia quiere ser ciudadano de la nueva Corea del Norte. Ahora Putin dice que Corea del Norte va a ser aliado de Rusia y no creo que los rusos quieran eso. Los ucranianos siempre hemos tenido el sueño europeo, y los rusos, el sueño americano, ¿y ahora tienen que ser amigos de los norcoreanos? En fin, creo que hay muchos rusos que van a abrir los ojos sobre lo que ha supuesto el legado de Putin.

Los libros del escritor ucraniano de origen ruso Andréi Kurkov (San Petersburgo, 1961) están prohibidos en Rusia desde 2008. Por sus artículos contra el régimen de Putin hace años que se convirtió en una figura proscrita. Sin embargo, en su país es todo un bestseller gracias a novelas como ‘ Muerte con pingüino’ y ‘El jardinero de Ochákov’ y una personalidad prominente dentro de la intelectualidad ucraniana.

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