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El día que los Sex Pistols desafiaron a Isabel II en un barco (y otras provocaciones a su reinado)
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El día que los Sex Pistols desafiaron a Isabel II en un barco (y otras provocaciones a su reinado)

La reina ha sido tratada con sarcasmo, ironía y hasta con cierto desparrame macarra por la propia cultura británica, lo que quizá ha servido para aumentar las simpatías hacia su figura

Foto: La famosa portada de Jamie Reid del single de Sex Pistols 'God save the Queen'.
La famosa portada de Jamie Reid del single de Sex Pistols 'God save the Queen'.
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Isabel II no siempre ha sido 'The Crown', la imagen amable que proyecta la serie de Peter Morgan y que se emite en Netflix. Ni tampoco 'The Queen', la película de Stephen Frears que supo transformar la aparente frialdad de la reina en una personalidad más empática. A Isabel II la propia cultura británica también la ha descrito con sátira, con ironía, con cierto desparrame macarra y con muchísima irreverencia. Desde la música al cine, la televisión, el arte o la literatura. Quizá por eso (y por no haber puesto el grito en el cielo demasiado alto) hoy despierta simpatías hasta en tipos tan republicanos como el cómico y escritor Stephen Fry, que ayer afirmó en Twitter que no sabía por qué, pero estaba sollozando. Si eres una de las personas más poderosas del mundo, no hay nada como dejar que se rían (un poquito) de ti (y te critiquen) para que te quieran.

7 de junio de 1977. Isabel II celebra el 25 aniversario de su reinado. Todo el boato 'british' puesto en Buckingham y las calles de Londres. Al mismo tiempo, una juventud frustrada empieza a gritar que está harta de todo. El punk vive su efervescencia y cuatro chavales, Johnny Rotten, Paul Cook, Sid Vicious y Steve Jones, que como bien dicen hoy sus biografías podrían haber acabado muertos o en la cárcel (a algunos les pasó), comienzan a aporrear sus guitarras y a convertirse en líderes de todos esos jóvenes desesperanzados. Son los Sex Pistols y acaban de lanzar su álbum 'Never Mind the Bollocks, Here's the Sex Pistols' que incluye el single 'God save the Queen'. El 'establishment' pronto cierra filas: se veta la canción, se prohíbe emitirla en las radiofórmulas. Pero el punk siempre encuentra su salida.

placeholder Icónica imagen de Jamie Reid sobre Isabel II.
Icónica imagen de Jamie Reid sobre Isabel II.

Aquel día, los Sex Pistols, con una estética que desafiaba cualquier convención protocolaria inglesa, decidieron tocar su canción por todo lo alto, subidos al barco 'Queen Elizabeth' en el Támesis y navegar frente a Westminster. No estaban solos. Les acompañaban la diseñadora Vivienne Westwood, la modelo Jordan Mooney, la cantante alemana Ari Up y Nancy Spungen (novia de Sid Vicious), entre otros. Todo el mundillo punk londinense. Por supuesto, aquello no pasó desapercibido. Acudieron todos los medios, la policía, algunos acabaron detenidos… Los Pistols se convirtieron en una de las bandas más famosas del mundo… y la reina, sin quererlo, inauguró su reinado punk pop.

A aquello también contribuyó el diseñador gráfico Jamie Reid quien se encargó de la portada icónica de 'God save the Queen' en la que aparece uno de los retratos más conocidos de Isabel II con los ojos y la boca tapados por un letrero en el que se lee "God Save the Queen" y el logo de Sex Pistols en caracteres compuestos en collage. En otras imágenes, el labio de la reina está atravesado por un imperdible. Una provocación en toda regla, desde luego. Pero también una imagen que ha sido mil veces repetida, que ha aparecido hasta en portadas de periódicos y que, de alguna manera, suaviza el rostro hierático de una reina. Es punk, sí, pero hace ya muchos años que dejó de ser provocador para convertirse en una pieza artística muy característica del siglo XX. Ya quisieran muchos reyes y reinas tener un retrato así.

placeholder Las imágenes falsas de la fotógrafa Alison Jackson.
Las imágenes falsas de la fotógrafa Alison Jackson.

Más imágenes satíricas. Las de la fotógrafa Alison Jackson. En sus fotografías aparece la reina en una peluquería, comiéndose un sandwich con su particular pañuelo anudado a la cabeza, con sus famosas botas de agua y sus corgis, leyendo en el váter o hasta haciéndose un selfi con sus nietos. Obviamente, son imágenes falsas, pero transmiten una sensación de cercanía de la monarquía —ciertamente son muy divertidas— que las hacen más beneficiosas que cualquier campaña publicitaria. Jackson, por cierto, también es concejala del Partido Conservador.

Espíritu punki

En la música, los Sex Pistols inauguraron el género "dale caña a la reina", el cual fue habitual en los ochenta, una década muy tensa en Gran Bretaña con el thatcherismo y las manifestaciones de los mineros. Una década punki. Hasta entonces lo que había habido eran canciones como la afectuosa y tierna 'Her Majesty' que The Beatles habían publicado en 1969.

Y ahí estaban The Smiths, con Steven Patrick Morrissey a la cabeza. En 1986 lanzaron, con todos sus bemoles, el disco 'The Queen is dead', que hoy es uno de los mejores de su carrera. El primer single tenía un título homónimo, y letras como "I say, Charles, don't you ever crave/To appear on the front of the Daily Mail/Dressed in your Mother's bridal veil?" Ooh, ooh, ooh ("Digo, Charles, ¿nunca anhelas aparecer en la portada del Daily Mail vestido con el velo nupcial de tu madre?" Ooh, ooh, ooh"). O "So I broke into the Palace with a sponge and a rusty spanner/She said, Eh, I know, and you cannot sing/I said, That's nothing, you should hear me play the piano" ("Así que irrumpí en el Palacio con una esponja y una llave oxidada/Ella dijo: Eh, lo sé, y no puedes cantar/Dije: Eso no es nada, deberías oírme tocar el piano"). La canción trajo polvareda y al final Morrissey acabó diciendo que "no necesariamente se refería a la reina Isabel", sino a sí mismo. Eso sí, fue mucho más explícito en 'Margaret in the Guillotine' (1988) en la que, de forma vicaria, se preguntaba "When will you die?".

En 1989, los Stone Roses publicaban 'Elizabeth my dear', una canción en la que, desde un espíritu anárquico, no deseaban su muerte, pero sí se preguntaban qué pasaría en el país si la reina moría. Dura menos de un minuto y solo tiene cuatro versos, pero la letra daba lugar a pocas dudas: "No descansaré, hasta que ella haya perdido su trono".

Cine, series satíricas

En el ámbito audiovisual, la reina y la familia real también han sido tratadas de forma descarada. Si hay que pasarse de la raya, los británicos van con todo. Por aquí ni se nos ocurre (o no nos dejan). Uno de los ejemplos es la comedia de situación 'The Windsors' (se puede ver en Netflix), que empezó a emitirse en 2016 y tiene tres temporadas. En ella, Isabel II y Felipe de Edimburgo no aparecen físicamente, pero son citados continuamente por una familia de lo más estrambótica, con un Enrique fiestero, una Camila enloquecida por llegar a ser reina (y que se queda embarazada con 68 años) y un Carlos adicto a las galletas. También fue muy criticada (y hubo a quien le pareció grosera), pero 'The Guardian' dictó sentencia: "Si fueras ellos, verías esta desenfrenada parodia. Muy tonta y divertida".

Más reciente es 'The Prince', que HBO Max estrenó en julio del año pasado y que, en un formato de dibujos animados para adultos, cuenta cómo es la familia real desde los ojos del príncipe Jorge, el heredero e hijo de Guillermo y Catalina. No fue tan bien recibida como 'The Windsors' y se canceló en la primera temporada. Quizá sí hubo cierta pasada de frenada.

placeholder La serie 'The Windsors'.
La serie 'The Windsors'.

Pero si se brujulea, hay otros muchos más ejemplos de que la reina y su familia son carne de cañón para comediantes y guionistas. Ahí están películas (mucha serie B aquí) como la alemana 'Willi und die Winzords' (1996) que cuenta cómo Reino Unido se convierte en una república y los Windsors tienen que emigrar a Alemania, 'Una noche real' (2015), la historia de una noche de marcha de Isabel y su hermana Margarita o la rareza de 'El rescate de una reina' (1976), una cinta de Hong Kong sobre el intento de asesinato de su majestad.

Isabel II ha reinado durante 70 años. Desde ayer las muestras de condolencia han sido constantes. Es una reina llorada. ¿Se enfadó mucho por todas estas provocaciones y sátiras? Quizá tengan algo que ver con las simpatías que despierta. No ocurrirá con todos los personajes de la realeza europea.

Isabel II no siempre ha sido 'The Crown', la imagen amable que proyecta la serie de Peter Morgan y que se emite en Netflix. Ni tampoco 'The Queen', la película de Stephen Frears que supo transformar la aparente frialdad de la reina en una personalidad más empática. A Isabel II la propia cultura británica también la ha descrito con sátira, con ironía, con cierto desparrame macarra y con muchísima irreverencia. Desde la música al cine, la televisión, el arte o la literatura. Quizá por eso (y por no haber puesto el grito en el cielo demasiado alto) hoy despierta simpatías hasta en tipos tan republicanos como el cómico y escritor Stephen Fry, que ayer afirmó en Twitter que no sabía por qué, pero estaba sollozando. Si eres una de las personas más poderosas del mundo, no hay nada como dejar que se rían (un poquito) de ti (y te critiquen) para que te quieran.

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