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El Plan Leopard: cómo los tanques europeos pueden ayudar a Ucrania a recuperar su territorio
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El Plan Leopard: cómo los tanques europeos pueden ayudar a Ucrania a recuperar su territorio

A seis meses del comienzo de la invasión rusa de Ucrania, los defensores han demostrado su dominio de los sistemas armamentísticos que les ha suministrado Occidente

Foto: Tanque Leopard de maniobras. (Reuters/Lehtikuva Heikki Saukkomaa )
Tanque Leopard de maniobras. (Reuters/Lehtikuva Heikki Saukkomaa )

A seis meses del comienzo de la invasión rusa de Ucrania, los defensores han demostrado su dominio de los sistemas armamentísticos que les ha suministrado Occidente. Sin embargo, con cada vez menos existencias de vehículos blindados, el Ejército de Ucrania no ha podido librar una guerra de maniobras y explotar las oportunidades que su artillería está abriendo en las fuerzas de ocupación. Hasta ahora, los gobiernos occidentales se han negado a suministrar a Ucrania tanques y vehículos de combate de infantería (IFV, por su sigla en inglés) de diseño occidental. Pero las cosas están cambiando y Berlín tiene un plan que podría ser respaldado a ambos lados del Atlántico.

Durante las primeras semanas de la invasión, Occidente suministró a Ucrania decenas de miles de armas ligeras antitanque y antiaéreas que fueron clave para detener y luego hacer retroceder el avance de Rusia sobre Kiev. En mayo, Rusia estaba volcada en una campaña de desgaste en Donbas, haciendo uso de su superioridad de artillería y una gran cantidad de municiones. Ucrania enfrentó una grave escasez de municiones. La batalla por Kiev agotó gran parte de sus existencias y los constantes ataques de misiles rusos arrasaron la industria armamentística ucraniana. Ucrania, que llegó a ser autosuficiente en el suministro armamentístico, ahora depende en gran medida del apoyo de Occidente.

Foto: El K2, haciendo fuego con su cañón de 120 mm. (RoK MoD)

La 'crisis de la artillería' también obligó a Occidente a repensar sus suministros de armas a Ucrania. Simplemente, había muy pocas existencias y pocas alternativas para comprar proyectiles de artillería de estilo soviético, y tampoco había una línea de producción de municiones para los anticuados sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple de fabricación soviética que utilizaba Ucrania. Al mismo tiempo, Kiev no podía usar proyectiles y cohetes estándar de la OTAN porque no poseía armas que pudieran dispararlos. La solución fue tan simple como efectiva: Occidente proporcionó artillería moderna y Ucrania empezó a usarla en el frente.

Ucrania aún no podía superar a Rusia en términos numéricos, pero ahora podía presionar vastas partes del territorio ocupado. Junto con los ataques de precisión contra depósitos de municiones, combustible y puestos de mando, los ucranianos también lograron degradar significativamente la capacidad de las unidades de artillería rusas para lanzar proyectiles contra sus líneas de defensa.

Por lo tanto, las armas occidentales ayudaron a evitar la derrota de Ucrania y aumentar el costo de la guerra de Rusia. Pero son insuficientes para revertir los avances que ha logrado Rusia en los últimos seis meses. Los gobiernos occidentales deberían adoptar una tercera oleada de ayuda: después de apoyar la lucha defensiva urbana de Ucrania y aumentar sus capacidades de ataque de largo alcance, deben equiparlos para la guerra de maniobras. Y los blindados serán cruciales en esta próxima fase de la guerra.

Foto: Carros de combate T-72 del ejército búlgaro. (Bulgarian Army)

Desde el momento en que quedó claro que las defensas ucranianas resistirían el ataque inicial y que la fallida 'blitzkrieg' de Rusia se convertiría en una larga guerra, el gobierno de Ucrania y expertos independientes han pedido a los gobiernos occidentales que suministren a Kiev vehículos blindados para permitir que sus fuerzas se muevan bajo fuego y para liberar el territorio ocupado. Los países de Europa central y oriental enviaron rápidamente cientos de tanques, IFV y vehículos blindados de transporte de personal de producción soviética, equipos que Ucrania podría usar sin mucho tiempo de anticipación.

Sin embargo, los expertos advirtieron que estas existencias son muy limitadas y que Occidente debería prepararse para la transición a equipos modernos y estándar de la OTAN en caso de que se quedara sin piezas de repuesto para reparar y reemplazar el equipo dañado. Pero, hasta ahora, los socios occidentales se han negado a suministrar carros de combate y vehículos de combate para infantería fabricados en Occidente.

Mientras tanto, Washington ha estado reuniendo paquetes de ayuda más generosos, que incluyen armamento cada vez más sofisticado, con cuidado de no “alentar o permitir que Ucrania ataque más allá de sus fronteras”, en palabras del presidente Joe Biden. Otros aliados también están ampliando el alcance de su apoyo a Ucrania a través de capacitación y equipamiento. En privado, los representantes de estos gobiernos expresan su determinación de avanzar más.

Si Occidente realmente no quiere que “Putin se salga con la suya conquistando un país o partes de él con una operación militar brutal”, como continúa enfatizando el canciller alemán, Olaf Scholz, sus líderes deben romper esta línea roja de los blindados. Ahora es el momento de dar el siguiente paso. Esta debería ser una iniciativa europea, liderada por Alemania, para permitir que Ucrania recupere los territorios ocupados por Rusia.

El Plan Leopard

En marzo, Kiev solicitó 88 tanques Leopard 1 y 100 IFV tipo Marder a la industria alemana. La cancillería debería finalmente otorgar la aprobación, como lo hizo con los obuses autopropulsados ​​y los tanques antiaéreos. Pero, al igual que los viejos vehículos soviéticos transferidos por los europeos del este a Ucrania, muchas piezas de repuesto ya no se producen en masa. En consecuencia, la clave del nuevo esfuerzo de Berlín debería ser crear un consorcio de usuarios europeos de Leopard 2. Esto formaría y equiparía una brigada blindada ucraniana de alrededor de 90 vehículos de este tipo y garantizaría a Ucrania la disponibilidad de un tanque de batalla moderno estándar de la OTAN con capacidad de producción escalable.

El tanque Leopard 2, presentado por primera vez en 1979 y mejorado en varias rondas desde entonces, está en uso en 13 ejércitos europeos: Austria, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Grecia, Hungría, Noruega, Polonia, Portugal, España, Suecia, Suiza y Turquía. Juntos tienen más de 2.000 vehículos en diferentes variantes y niveles. Cuantos más países donen tanques, más fácil será compartir la carga. Lo mismo se aplica a los vehículos de reserva, donde solo unos pocos están en condiciones operativas y el resto necesita restauración. Cuantos más países compartan este esfuerzo, más podrán lograr con una carga moderada por país y más barato será renovar los vehículos obsoletos.

Foto: Carros T-62, en acción. (Defense News)

Las variantes 2A4 y 2A5 representan más de la mitad de estos Leopard. Aunque no son las últimas versiones del tanque, y sería necesario realizar algún esfuerzo para reprogramar las interfaces de usuario para las tripulaciones de tanques ucranianos, serían la opción más lógica para una brigada ucraniana debido a su disponibilidad. El Fondo Europeo para la Paz debería reembolsar a los países que reemplacen los Leopards donados con la última versión a cambio. La UE también debería apoyar la creación de líneas de suministro y mantenimiento en los países de la UE fronterizos con Ucrania para garantizar una reparación y sustitución rápidas.

Tres miembros del comité de defensa del Bundestag, que representan a cada uno de los tres partidos gubernamentales, pidieron recientemente a Alemania que vaya más allá de sus estructuras y procesos industriales de defensa en tiempos de paz, que han inhibido la capacidad de Berlín para apoyar a Kiev a gran escala, y reconstruir la Bundeswehr. Un consorcio europeo-ucraniano Leopard 2 debería ser el foco de este cambio.

Hasta ahora, Washington ha liderado el esfuerzo internacional para armar a la resistencia ucraniana y Europa lo ha seguido. Pero, si realmente quieren asumir responsabilidades equitativas en la asociación transatlántica, los europeos no deberían esperar a que los estadounidenses den el siguiente paso esta vez. En su lugar, deberían actuar juntos y en estrecha coordinación con sus aliados transatlánticos. Estados Unidos agradecería una acción tan decisiva.

A seis meses del comienzo de la invasión rusa de Ucrania, los defensores han demostrado su dominio de los sistemas armamentísticos que les ha suministrado Occidente. Sin embargo, con cada vez menos existencias de vehículos blindados, el Ejército de Ucrania no ha podido librar una guerra de maniobras y explotar las oportunidades que su artillería está abriendo en las fuerzas de ocupación. Hasta ahora, los gobiernos occidentales se han negado a suministrar a Ucrania tanques y vehículos de combate de infantería (IFV, por su sigla en inglés) de diseño occidental. Pero las cosas están cambiando y Berlín tiene un plan que podría ser respaldado a ambos lados del Atlántico.

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