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Llega la 'caballería pesada' a Ucrania: los tanques y blindados que pueden acorralar a Rusia
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CONFLICTO A LAS PUERTAS DE EUROPA

Llega la 'caballería pesada' a Ucrania: los tanques y blindados que pueden acorralar a Rusia

La retirada rusa en el norte del país y lo ocurrido en Mariúpol y Bucha aceleran el envío de blindados a Ucrania y eso puede suponer un nuevo giro de guion en el conflicto bélico

Foto: Carros de combate T-72 del ejército búlgaro. (Bulgarian Army)
Carros de combate T-72 del ejército búlgaro. (Bulgarian Army)
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A medida que pasan los días, el conflicto ucraniano está cambiando de una manera radical. Y todavía hay margen para que cambie aún más. Rusia ha emprendido una retirada del frente norte para, según dicen, concentrarse en el sur y este, que es donde siempre han tenido sus objetivos primordiales. Los ucranianos recuperan terreno a gran velocidad y, una vez de vuelta, están descubriendo escenas de horror contra la población civil. Todos estos sucesos son los que probablemente estén acelerando el envío de material pesado a Ucrania, un material con el que podrían dar un nuevo disgusto a Putin.

Según el Kremlin, los objetivos de su "operación militar especial" en la zona norte del país se habrían cumplido. Con este eufemismo se justifica una retirada sin paliativos del área de Kiev. Una 'marcha atrás' que, a la vista de la facilidad con la que las tropas locales están recuperando posiciones y de la escandalosa cantidad de material abandonado y destruido, casi se puede calificar como desbandada. Los rusos, simplemente, no pudieron ocupar la capital y este es el resultado.

Foto: Avión de ataque Sukhoi Su-24. (Ministerio de Defensa de Ucrania)

Un error de bulto

Es muy probable que el gran error cometido por los mandos militares rusos, a la hora de planificar y poner en marcha las órdenes dictadas por Putin, está en la propia doctrina rusa. Una doctrina militar que apenas ha evolucionado de aquella utilizada por las tropas soviéticas. Esto ha propiciado que se plantease la invasión de Ucrania en 2022, exactamente igual que se planificó y ejecutó la pacificación de Checoslovaquia en 1968. La diferencia es que la Primavera de Praga fue dominada por el despliegue de 650.000 soldados rusos y 2.000 carros de combate. Aun así, y sin una oposición militar, tan solo la resistencia ciudadana, controlar la situación les tomó a los rusos de entonces unos cuantos meses. Si pensaban que en Ucrania podían repetir la jugada, se equivocaron.

Su intención, aunque ahora digan que los objetivos eran otros, era la de hacer una entrada rápida en la capital ucraniana, deponer al gobierno de Zelenski – sobre quien pensaban que huiría de la mano de los americanos– y poner un gobierno títere del estilo del de Lukashenko. De otro modo, el ataque al aeropuerto de Hostomel y la entrada de vehículos en los barrios de Kiev, carecería de sentido.

Rusia ahora se encuentra en una situación muy complicada. El norte es un desastre y ante la imposibilidad de avanzar y la perspectiva de una batalla urbana casa por casa, la aplicación inmisericorde de una 'doctrina Grozni' a escala desconocida o ambas cosas, no les ha quedado más remedio que reorganizarse y tratar de centrarse en lo que de verdad les preocupa. Eso es el Donbás y Crimea.

placeholder Vehículos militares en las calles de Mariúpol. (Reuters/Alexander Ermochenko)
Vehículos militares en las calles de Mariúpol. (Reuters/Alexander Ermochenko)

Tras los sucesos de Bucha y Mariúpol y los presuntos crímenes de guerra cometidos por las tropas rusas, algo que se debe investigar con rigor e imputar responsabilidades, Putin se puede enfrentar a un problema muy serio.

Estos episodios han desencadenado e intensificado el envío de más material militar a Ucrania. Ya no hablamos de armas ligeras como lanzagranadas o MANPADS (que siguen siendo necesarios), ahora hablamos de material pesado: carros de combate y blindados. Esto, bien utilizado por los ucranianos, puede suponer un nuevo (y mayor) desastre para los rusos.

Llega la 'caballería pesada'

Cuánto han tenido que ver las imágenes de Bucha en las decisiones de envío de más armas a Ucrania, no lo sabemos, pero lo intuimos. Si hasta ahora había reticencias a la hora de ceder cierto material, como ocurrió con los famosos MiG-29 polacos, ahora todo se ha acelerado y se está preparando un importante envío hacia el campo de batalla. Nada menos que carros de combate y transportes de infantería blindados, en principio T-72 y BMP-1.

Esta información partía de fuentes de oficiales del ejército norteamericano, que hablaban de que "Estados Unidos facilitaría el envío a Ucrania de material soviético [carros T-72] procedentes de los arsenales de países miembros de la OTAN". Entre los posibles suministradores estarían la República Checa, Eslovaquia y Polonia, pues Rumanía no utiliza el T-72. Estos carros, en número no detallado, podrían suponer una relevante ayuda para frenar a las fuerzas rusas. Aunque tampoco es tan sencillo ni inmediato.

placeholder Carro de combate checo T-72M4CZ. (Cedida)
Carro de combate checo T-72M4CZ. (Cedida)

El ejército ucraniano emplea todos los modelos rusos y, además, su propia versión autóctona del T-80, denominada T-84. Su carro más numeroso es el T-64, un modelo más sofisticado (y caro) que el T-72 aunque algo más antiguo. Del T-72, aunque heredaron muchos tras el colapso de la URSS, tuvieron que deshacerse de un buen número al quedar su factoría en territorio ruso. Aun así, disponían antes de la guerra de aproximadamente 100 de las versiones AV y B1 y unos 30 de la versión AMT. Las versiones AV son versiones anticuadas mejoradas a base de blindaje reactivo tipo ERA (los famosos ‘ladrillos’) mientras que los B1 son versiones actualizadas con blindaje estratificado y reactivo Kontatk-1, visión térmica y otras mejoras. Estos últimos son equivalentes a los primeros T-72 B3 rusos.

Los AMT son una versión con muchas mejoras realizadas en las factorías ucranianas e incorporan elementos de las modernizaciones que introdujeron en sus T-64, T-80 y T-84, casi poniendo los elementos que encajaban de unas y otras. Son fácilmente distinguibles de los modelos rusos y equivalentes a los mejores y más equipados de los rusos, los B3M.

Chequia utiliza el T-72M4CZ, pero tan solo cuenta con 30 ejemplares. Se trata de una modernización a partir del T-72A al que se le mejoraron el blindaje, armas ligeras y parte de la planta motriz. En su conjunto es equivalente al T-72B ruso. Eslovaquia dispone de 30 T-72M, una versión antigua y poco (casi nada) modernizada y en el fondo casi la variante de exportación originaria de la antigua Checoslovaquia. Ambos países disponen como reserva de un número de T-72 almacenados de alrededor de 70 cada uno.

placeholder Carro de combate polaco PT-91Twardy. (Pibwl)
Carro de combate polaco PT-91Twardy. (Pibwl)

Bulgaria dispone de una reserva más amplia, con 200 T-72 almacenados de versiones obsoletas más unos 90 T-72M1 y M2 en activo, mientras que Hungría dispone de unos 130 T-72M1 en reserva (almacenados) y 32 ejemplares en activo.

Polonia es, con diferencia, el país con más potencia acorazada. Dispone de un numeroso contingente de T-72, también en muchas versiones. Utiliza de más de 300 T-72A y M1, ambas versiones anticuadas, muy similares a los modelos rusos poco modernizados. También disponen de unos 230 ejemplares del PT-91 Twardy, que es muy diferente. Se trata de una modernización profunda del T-72 dotada de modernos elementos. Aunque algunos se han fabricado nuevos, la inmensa mayoría proceden de la conversión de las barcazas de T-72 originales. Utilizan el mismo cañón, pero tienen muchas mejoras en protección, un cargador automático nuevo, ópticas y direcciones de tiro mejoradas, así como otros sistemas. El carro pesa unas 10 toneladas más que el original y también se le cambió el motor por uno mucho más potente.

Como vemos, las diferentes versiones hacen que casi no haya dos carros idénticos, por lo que aquellos que puedan llegar a los ucranianos, obligarán a pasar por una mínima fase de adiestramiento, aunque acostumbrados a manejar todo tipo de blindados, que los pongan en combate puede ser cosa de días.

placeholder BWP-1, el equivalente polaco del BMP-1 ruso. (Konflikty.pl)
BWP-1, el equivalente polaco del BMP-1 ruso. (Konflikty.pl)

En principio parece que los checos son los más implicados en la cesión de sus T-72 y el 'visto bueno' norteamericano se podría traducir en una ayuda en forma de material occidental. Los checos, hay que recordar, ya se habían interesado en renovar sus carros y habían puesto interés en los Leopard alemanes y los Black Panther coreanos. Su problema era el dinero. Si como contrapartida a su ayuda a Ucrania llega material nuevo, como M-1 Abrams de segunda mano o Leopard, sería una buena jugada. La propia televisión pública checa ha difundido unas imágenes de T-72 en góndolas de trenes y parece que los presentan como listos para su entrega.

Blindados de tropas

El otro aporte, que sí se ha confirmado, es el envío de 56 IFV o vehículos de combate de infantería similares a los BMP-1 que utilizan los ucranianos. El BMP-1 es la primera versión de la familia de este blindado que se fabricó en unas cantidades enormes, más de 42.000 y que data de principios de los sesenta. En Rusia apenas se está retirando, siendo reemplazados por las más modernas versiones BMP-2 y BMP-3.

Son unos blindados con una historia bastante curiosa. Estos vehículos proceden de los que a su vez tenía en sus filas el ejército de la antigua República Democrática Alemana. Cuando llegó la caída del Muro y la reunificación, la Bundeswehr (ejército de tierra alemán) se encontró con una buena colección, les realizó algunas modificaciones y bajo la denominación de BMP-1A1 Ost, incorporó a muchos de ellos en sus filas.

placeholder BMP-1A1-Ost de la Bundeswehr. (Juergen Schiffmann)
BMP-1A1-Ost de la Bundeswehr. (Juergen Schiffmann)

En 199, Alemania vendió a Suecia 350 unidades de sus (no deseados) BMP-1 y los suecos, a su vez, encargaron en 1997 a la República Checa su modernización, por disponer aquel país de una importante factoría que, no en vano, había llegado a fabricar 18.000 ejemplares de este modelo. Las modificaciones incluían equipos de comunicación, eliminación del lanzador de misiles sobre el cañón, retirada del amianto interior, nueva calefacción y sistemas contra incendios y otras menores. Suecia les cambió la denominación a Pbv-501, pero tuvieron una corta vida hasta el 2008. A partir de ahí, un lote de los supervivientes acabó volviendo a Chequia, hasta que se dieron de baja en 2018. Ahora vuelven de nuevo al combate.

Todo este material está claro que no es de primer nivel, pero tampoco está resultando muy bien el original ruso. Con los carros T-72 y este contingente de vehículos se podrían dotar dos batallones que, bien utilizados y en conjunción con las armas y tácticas contracarro ucranianas, podrían dar un nuevo disgusto a las tropas rusas. En cualquier caso, no se debe dejar de interpretar como un nuevo gesto de escalada en la ayuda a Ucrania y quizás sea esto, de momento, lo más relevante.

A medida que pasan los días, el conflicto ucraniano está cambiando de una manera radical. Y todavía hay margen para que cambie aún más. Rusia ha emprendido una retirada del frente norte para, según dicen, concentrarse en el sur y este, que es donde siempre han tenido sus objetivos primordiales. Los ucranianos recuperan terreno a gran velocidad y, una vez de vuelta, están descubriendo escenas de horror contra la población civil. Todos estos sucesos son los que probablemente estén acelerando el envío de material pesado a Ucrania, un material con el que podrían dar un nuevo disgusto a Putin.

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