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Juan Rubiales: "En la fiesta de Salobreña hubo chicas de 18 años que podían ser hijas de Luis"
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"Todos los rubiales estamos con Jenni"

Juan Rubiales: "En la fiesta de Salobreña hubo chicas de 18 años que podían ser hijas de Luis"

El exjefe de Gabinete de Luis Rubiales rompe su silencio para denunciar irregularidades en la RFEF, confirmar la presencia de jóvenes en una fiesta de la Federación y mostrar su apoyo a Jenni Hermoso

Foto: Juan Rubiales posa para El Confidencial. (Sergio Beleña)
Juan Rubiales posa para El Confidencial. (Sergio Beleña)

Juan Rubiales López dejó su trabajo de periodista en Antena 3 para convertirse en jefe de Gabinete de su sobrino Luis Rubiales Béjar cuando este se convirtió en presidente de la Real Federación Española de Fútbol en mayo de 2018. Pero la relación entre ambos terminó abruptamente dos años después, cuando Juan comenzó a descubrir presuntas irregularidades y se alejó de la gestión de su sobrino.

En 2022, después de que El Confidencial publicara los Supercopa Files, Juan acudió a la Fiscalía Anticorrupción a denunciar las negociaciones de la RFEF con Gerard Piqué para trasladar la Supercopa a Arabia Saudí; el espionaje al presidente del principal sindicato de futbolistas, David Aganzo, y hasta una fiesta en un chalé de Salobreña organizada por Rubiales en la que participaron casi una decena de "chicas de imagen", entre otros episodios.

Después de año y medio negándose a atender a los medios de comunicación y tras la suspensión de su sobrino, Juan ha roto su silencio para reivindicar la labor de los trabajadores honrados de la RFEF, denunciar los métodos de su sobrino y proclamar que toda la familia Rubiales está del lado de Jenni Hermoso, la jugadora de la Selección española que recibió un beso del expresidente de la institución y que ahora también es objeto de sus ataques.

PREGUNTA. ¿Qué le parece que la madre de Rubiales, su cuñada, esté ahora en huelga de hambre en una iglesia?

RESPUESTA. Yo a la madre la respeto. Todas las madres tienen derecho... Sé que la mujer está sufriendo. Pero mi madre también está sufriendo. Y las madres de las 25 personas que echó Rubiales de la Federación sin cometer ninguna irregularidad también están sufriendo. Y la gente que en su mandato él ha machacado también ha sufrido mucho. Los Rubiales estamos posicionados absolutamente con una idea de dignidad. Y la dignidad es defender a Jenni, entenderla, y reprochar los comportamiento bochornosos de este presidente.

P. ¿Pensó en algún momento en que Rubiales podía acabar así?

R. Bueno, nunca imaginé que iba a terminar de esta manera tan esperpéntica, y esta especie de sainete berlanguiano. Ahora, ¿que sabía que tarde o temprano iba a caer? Sin duda alguna. Porque yo, inmediatamente, me di cuenta de que no tenía talla para ser presidente de la Federación, ni quería serlo. Él quería ser un guerrero. Él ha utilizado la Federación como una herramienta, primero para su bien personal; segundo, para satisfacer su ego; y tercero, para luchar con esos fantasmas que él ve en todas partes: el presidente de LaLiga [Javier Tebas], [David] Aganzo, la Liga de Fútbol Sala, la Liga femenina... Es una persona soberbia, arrogante y su gran enemigo es él mismo. Ha muerto por su soberbia y por su arrogancia. Y ahora no tiene la mínima dignidad para salir de este trance de una manera honrosa. Y lo que ha hecho es ir enmerdando cada día más esta situación.

"Yo me di cuenta de que no tenía talla para ser presidente de la Federación, ni quería serlo. Ha utilizado la RFEF para su bien personal"

P. ¿Cómo es Rubiales en las distancias cortas?

R. Es una persona con una tendencia a la cobardía. Es un hombre cobarde. Por eso, si lo ves, siempre va rodeado de mucha gente. Por eso siempre convoca cenas en su casa hasta altas horas de la madrugada, rodeado de su gente. Lo que pasa es que, cuando se pone la gorra de jefe, pues claro, se siente... que se cree que es lo máximo. Allí en la Federación, ya en los primeros meses de su presidencia, empezaron a llamarlo Kennedy.

P. ¿Kennedy?

R. Sí, porque el tipo se creía que era Kennedy. Su arrogancia y su soberbia hacían que sus pies levitaran. Se creía Kennedy. Y en función de esa creencia trataba a la gente: con falta de respeto, con displicencia, con arrogancia, con soberbia.

Foto: Luis Rubiales. (Reuters/RFEF)
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Te cuento una anécdota. No fue a la final de la Copa de Libertadores, en el Santiago Bernabéu. Estuvieron Pedro Sánchez; Infantino, presidente de la FIFA; Ceferin, presidente de la UEFA; Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol y organizador de la final; los presidente del Real Madrid, Boca Juniors y demás. Pero Rubiales no fue. No fue porque quería presidir el palco. Le intentamos convencer de que eso no era posible por protocolo. Pero no lo entendió y prefirió no ir.

Curiosamente, al mismo tiempo, es muy inseguro. Una noche, coincidiendo con la detención de Villar, me llamó a las cuatro de la mañana, me puso un mensaje y me dijo: "Llámame al teléfono fijo". Yo me desperté alertado, le llamé al teléfono fijo, le dije qué te pasa. Y me dijo: "Vente para mi casa que me va a detener la Guardia Civil". Y yo le dije: "Pero ¿por qué te van a detener?". "No lo sé". Y le dije: "¿Pero tú has hecho algo?". Me dijo que no había hecho nada. Pero estaba preocupado por si le vigiliban.

"Una noche me llamó a las 4 de la mañana y me dijo: 'Llámame al fijo'. Le dije qué te pasa. Y me dijo: 'Vente que me va a detener la Guardia Civil''

P. ¿Cómo empezó a trabajar con él?

R. Yo soy su tío. Soy periodista. Él se presenta a las elecciones de AFE y entonces él me llama y me pide que le ayude. Yo le compongo su programa electoral, le hago una serie de vídeos promocionales, le preparo todos los eventos, creo sus lemas. Cuando él gana la presidencia de AFE, sigue su camino y yo sigo mi profesión. Después, cuando llega a la Real Federación Española de Fútbol, pues bueno, yo trabajo con él de nuevo en la preparación de su programa electoral. Y cuando llega el momento de las elecciones, me dice: "Tú eres la persona de mi máxima confianza, el que mejor conoce el proyecto. Hay un puesto de libre designación, que es el director de Gabinete, y me gustaría que fueras tú". Y yo dejé mi profesión, pedí excedencia y me puse a trabajar con él. Así fue.

Foto: Luis Rubiales, durante su última visita al Palacio de la Moncloa. (Reuters/Juan Medina)

P. ¿Cómo fue el aterrizaje en la RFEF?

R. A los pocos días de llegar, mi primera sorpresa fue que me llamó a su despacho y me dijo "Juan". Él nunca me llamaba en la intimidad Juan, me llamaba "tío". Estábamos solos, pero me llamó "Juan". Y me dijo: "Quiero que sepas que ya no me puedes llamar Luis". Y entonces yo le pregunté que cómo quería que le llamara. "Presidente", me dijo. Y entonces le contesté si en la cena de Navidad con la abuela también tenía que llamarle presidente. Ahí me di cuenta de que ya se le estaba subiendo a la cabeza.

P. Luego surgieron más problemas entre ustedes.

R. Es un hombre obsesionado con el poder, obsesionado con el lujo, obsesionado con el dinero, incluso con las mujeres. Yo creo que es un chico... Yo pido generosidad a la sociedad española, que ha sido muy contundente con él... Una cierta generosidad a su persona, al ser humano. Porque yo creo que este chico necesita un programa de reeducación social y de reeducación en su relación con la mujer.

"Es un hombre obsesionado con el poder, el lujo, el dinero e incluso las mujeres. Creo que necesita un programa de reeducación social"

P. ¿Por qué dice eso? ¿Qué cosas ha visto que le llevaran a pensar que solo le importaban el lujo, la comida, el dinero y las mujeres?

R. Bueno, por su comportamiento. Porque cuando llevaba un año en la Federación se empeñó en comprarse un ático de dos millones de euros con piscina en el centro de Madrid, por ejemplo. Él necesitaba ponerse el traje de una persona importante, que manejaba dinero, que tenía contactos. Está obsesionado con eso. También con las mujeres, con las grandes comidas...

Foto: Ilustración: EC Diseño.

P. ¿Cree que ha habido personas a su alrededor que contribuyeron a convertirlo en lo que es ahora? ¿Es un dirigente tóxico?

R. Yo creo que su gran enemigo es él y no puede culpar a nadie. Su arrogancia, su soberbia, su actitud autoritaria, eh... Es verdad que en el camino se ha encontrado con gente que probablemente le ha fortalecido en esa actitud, porque le han apoyado y la han refrendado. Por ejemplo, el secretario general de la Federación, Andreu Camps, que ha sido su brazo armado en el ámbito administrativo federativo; Tomás González Cueto, que ha sido su gran escudero en el tema jurídico; su hermano Alejandro Blanco [presidente del Comité Olímpico Español], que por cierto no estuvo el otro día en la asamblea. Esa gente, entre comillas, le ha bailado el agua. La frase que más repetía era "Es mejor dar miedo que asco". Es un hombre que ha sometido a la Federación Española y sobre todo a su trabajadores, que son lo mejor que tiene la Federación Española, y han vivido una etapa de miedo. Los trabajadores de la Federación decían, "jo, si ha hecho esto con su tío, qué no hará con nosotros". Un día se levantó y echó a 30. Padres de familia, gente buena.

P. Uno de los mayores escándalos de su mandato son los Supercopa Files, publicados por este diario. ¿Usted participó en las negociaciones para trasladar la Supercopa a Arabia?

R. No, yo no asistí. Yo la primera noticia que tengo es cuando llega y nos dice: "Me voy a Londres con Piqué y con Rubén Rivera, director de Marketing, que tenemos una reunión secreta". Y yo digo: "¿Pero de qué se trata? Dime a mí, que soy tu director de Gabinete, de qué se trata". Dice: "No te lo puedo decir". Se va y cuando vuelve nos dice que ha firmado un preacuerdo con Arabia Saudí para llevar allí la Supercopa. El director de Relaciones Institucionales y yo nos echamos las manos a la cabeza, empezamos a decirle "oye, no puede ser esto", "cómo vamos a llevarla ahí", "representamos a España", "no podemos poner el escudo de España al servicio de lavar una imagen", "nos van a caer palos por todas partes de los medios de comunicación". Es verdad que pocos días después se cruzó una oferta de Qatar que era superior, pero esa oferta se utilizó para presionar a Arabia Saudí y sacarle más dinero.

P. ¿Por qué se optó por la oferta de Arabia Saudí si la de Qatar era mejor?

R. Porque si se aceptaba la oferta de Qatar, Piqué no cobraba. Piqué ahí no era intermediario. Y entonces se cerró finalmente en Arabia y ya no se quiso atender más a Qatar.

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P. ¿Cuál cree que fue la motivación de Rubiales para que la Supercopa pasara a celebrarse en Arabia Saudí?

R. Pues el dinero, fundamentalmente, el dinero... Abrir fronteras... Él se sintió muy cómodo hablando con los responsables políticos de Arabia, viendo los proyectos de futuro, que tenían inversiones... Él se sentía cómodo, se sentía importante. Sentía que era un líder, como él quería ser.

"Se rechazó una oferta de Qatar y se cogió la de Arabia Saudí porque Piqué era intermediario en esta última y cobraba una comisión"

P. La Intervención General del Estado ha dicho que no se entiende que la RFEF exigiera a Arabia Saudí el pago de una comisión anual de cuatro millones de euros a Piqué por la Supercopa. ¿Por qué cree que la RFEF exigió el pago de esa comisión a Piqué?

R. Yo creo que es evidente. Contraviniendo todos los códigos éticos y todos los códigos de comportamiento de la Real Federación Española de Fútbol y de la Ley del Deporte, donde se especifica de manera clara que no se puede pedir, exigir, dar comisiones, en ese contrato se condiciona todo a que Piqué cobre. Creo que el informe del Estado lo dice muy claro. Es un contrato con un aspecto oculto y en el que lo que se pretende es favorecer a Piqué. Y luego con otro añadido: Piqué tenía en ese momento una licencia de la Federación. En ese momento era jugador en activo y además presidente y dueño de un club. Había una incompatibilidad.

P. ¿Vio algo en esas negociaciones que le pareciera extraño?

R. Lo cierto es que todo aquello se cerró, según tengo entendido, con un viaje de Tomás González Cueto y Antonio Gómez Reino, director de Relaciones Institucionales, a Barcelona, para entrevistarse con Kosmos, que es la empresa de Piqué. Y allí ya se definieron todos los flecos del acuerdo.

Foto: Luis Rubiales tras declarar en otra causa judicial. (Jon Imanol)

P. También estuvo en el famoso viaje a Nueva York de Rubiales, en el que usó presuntamente fondos de la RFEF para verse con una pintora mexicana con la que mantenía en ese momento una relación sentimental. ¿Cómo se gestó ese viaje? ¿Y qué pasó durante esos días?

R. Un día me dijo: "Dentro de unos días voy a Nueva York a hacer una negociación y espero que te vengas". Entonces yo me voy a Nueva York. Y cuando llego allí me doy cuenta de que ni negociaciones, ni reuniones, ni nada. Que nos está esperando un coche, una furgona alquilada por la Real Federación, nos lleva a un hotel en el centro, y está la chica esta, y que mantienen un idilio todo el tiempo que estuvimos allí.

P. ¿Esa chica es la pintora mexicana, Roberta Lobeira?

R. La pintora mexicana, sí.

P. ¿Hubo alguna reunión de trabajo durante su estancia en Nueva York?

R. No, ninguna reunión. Solamente hubo una comida que tenía yo con un extrabajador de la Liga con quien tenía buena relación y Luis se unió a la comida. Luego él lo vendió como que eso había sido una reunión de trabajo, pero no es verdad. Los cinco o seis días del viaje estuvo exclusivamente con ella. Fue un viaje de asueto con ella. De hecho, yo creo que es El Confidencial el que publica un audio de cómo él nos da instrucciones: "Oye, Antonio, oye, Juan, si llama la prensa, decidle que mañana tenemos la reunión con la ONU", me parece que dice, "y con la MLS o no sé quién". Nos daba instrucciones para encubrir ese viaje.

Foto: Rubiales junto a la mujer que le acompañó en Nueva York. (EC)

P. ¿Con qué dinero se pagó ese viaje?

R. Eso lo montó todo la Real Federación Española de Fútbol.

P. Otra de las grandes polémicas de su mandato es la fiesta de Salobreña. Usted también estuvo allí. ¿Qué ocurrió?

R. Yo había estado en Marbella porque estaba coordinando la organización de la promoción de Segunda B, que se celebró por el covid en tres campos, Algeciras, Málaga y Marbella, y cuando vuelvo a Madrid me tomo unos días libres. Y entonces me llaman y me dicen que vamos a celebrar... Que nos vamos a ver el equipo habitual y nos la vamos a pegar, textualmente. Que vamos a hacer una reunión de trabajo. Entonces yo estaba en mi casa tomándome unos días libres y me dijeron: "Hay que estar allí tal día". Yo bajé y llegué allí [a Salobreña], y allí no había reuniones de trabajo.

P. Pero Rubiales asegura que aquello fue una reunión de trabajo.

R. Allí no había reuniones de trabajo. Uno se iba a la playa con no sé quién, otro, "que yo me voy al pueblo, que voy a comer con no sé cuántos", "esta tarde nos vemos", "oye, hay que comprar bebidas para esta noche tomar copas", no sé qué. Y un día, él [Rubiales] nos anuncia que por la tarde va a haber una fiesta y van a llegar chicas. Que su amigo Nené [un exfutbolista]... "Oye, chicos, que esta tarde va a haber una fiesta, me ha llamado Nené, que nos va a montar aquí una fiesta y que van a venir unas chicas y que tal y cual".

Cuando vi a las chicas, que eran chavalas de 18, 19, 20 años, yo me encerré en la habitación. Entraron varias personas de la Federación y me dijeron: "¿Qué te pasa, Juan?". "Que yo no quiero participar de esto". Incluso entró él [Rubiales] y me dijo: "Tío, ¿qué te pasa?". "Que esto me parece una locura. Que estamos perdiendo la cabeza, que estás aquí con chicas de 18 años que podrían ser tus hijas".

Foto: Luis Rubiales, en una imagen de archivo. (Reuters/Kim Hong-Ji) Opinión

No salí en toda la tarde. Me quedé en la habitación viendo la tele y un partido de fútbol que había de no sé quién. No salí en toda la tarde. Y ya sobre las nueve y media, 10 de la noche, las chicas se fueron, y entonces ya salí y ya noté caras largas, que no estaban de acuerdo conmigo.

P. ¿De dónde salieron esas chicas?

R. Él dijo que las traía su amigo Nené. Parece ser, por lo que se comentó, que eran las típicas chicas que hay ahora, y luego creo que alguien lo reconoció... que las habían captado en discotecas, son las chicas estas que se llaman chicas de imagen. Que van a fiestas, se les paga un dinero, y luego, lo que pase cada uno, cada uno es libre.

P. ¿Tiene la certeza de que entre aquellas chicas no había ninguna menor de edad?

R. No. Ya te vuelvo a decir, yo las vi, me parecieron muy jóvenes, le dije a Luis: "Pero si estas chicas tienen 18 años, podrían ser tus hijas". Pero yo no tengo la certeza. Yo ya te digo. Me metí a la habitación, no quería saber nada. Escuchaba ruido de fondo, de fiesta y tal, pero yo no quise saber nada. Es más, si me pusieran ahora fotos de las chicas, ni las reconocería.

"Dijo que las chicas las traía su amigo Nené. Parece que las habían captado en discotecas. Se les paga y luego, lo que pase, cada uno es libre"

P. Rubiales ha dicho que eran amigas suyas.

R. Bueno, él ha dicho muchas cosas. Primero ha dicho que eran amigas suyas. Después dijeron que eran amigas que habían conocido en discotecas. Al principio también dijeron que no había habido fiesta. Bueno, han dicho de todo. Han ido intentando improvisar una... Cuando la verdad te va comiendo los pies y tú estás en una huida hacia delante, vas intentando justificarlo como puedes.

P. ¿Cómo se pagaron los gastos de esos días en Salobreña? ¿Usted pagó algo?

R. A mí no me pidieron nunca dinero. Yo solamente pasé una factura, me parece que fue de setenta y tantos euros, y fue de una cena de cuatro personas que tuvimos una noche allí cerca.

P. Tras la fiesta en Salobreña, él decide borrar todo el contenido de su teléfono móvil. ¿Por qué hace eso?

R. Después de Salobreña, venimos a Madrid. Se había producido el enorme problema aquel del partido Deportivo de La Coruña-Fuenlabrada, con aquel contagio de covid. Él intentó maniobrar para responsabilidar a Tebas, que era su gran enemigo. Y con motivo de eso realizó una serie de llamadas y una serie de gestiones que no quería que se conocieran.

Entonces él se empieza a asustar porque creo recordar que alguien iba a denunciarlo. Estaba asustado por eso y por otras cosas. Entonces, Antonio Gómez-Reino le presenta al dueño de una empresa de detectives, que se presenta como un hombre que había trabajado en el CNI, y que le asegura que le están espiando. Rubiales ve el cielo abierto y el primer planteamiento es limpiar los teléfonos. Eso fue el 18 o 19 de agosto de 2020. Yo ya no estuve más, porque me cesaron al día siguiente.

P. ¿Por qué le cesan justo en ese momento?

R. Estando allí, con los teléfonos, [Rubiales] hace un aparte conmigo y me dice, como le conté al fiscal Anticorrupción: "Tío, tenemos que buscar una fórmula para que le llegue dinero a mi padre". Y yo le digo: "Bueno, pues mira, saca tú dinero de tu cuenta y yo de la mía y se lo damos". Y me dice: "No, no. No me has entendido. Tiene que ser que a mi padre le llegue dinero todos los años desde la Federación". Y yo le dije: "Mira, Luis, yo no voy a hacer eso, yo en estos juegos no entro. Yo no quiero ni corruptelas ni cosas raras. Yo tengo 59 años, me quiero jubilar tranquilamente y vivir la jubilación con mis hijos". Y él me dijo: "Vete de este despacho, tío, ya sé de qué vas, no te quiero volver a ver". Y dos días después de aquello, me cesó.

P. ¿Por qué decidió denunciar estos hechos ante la Fiscalía Anticorrupción?

R. Yo tengo cinco informes que acreditan que sufrí bullying y que sufrí una depresión con motivo del trato que se me dio en el trabajo. Cuando El Confidencial empieza a sacar los Supercopa Files, un amigo que está dentro de la RFEF me llama y me avisa de que tenga cuidado porque me van a acusar a mí de todo lo que se ha publicado, porque yo era el director de Gabinete. Eso es lo que ocurrió luego, exactamente. Pero yo dije que hasta aquí. Así que hablé con mi abogado y decidimos que había que ir a la Fiscalía Anticorrupción de manera voluntaria y denunciar los hechos.

P. Rubiales le acusa de haberse apropiado de información de su teléfono y filtrarla a los medios. ¿Qué tiene que decir?

R. Hay cuatro sentencias que acreditan que Juan Rubiales no tiene absolutamente nada que ver, que Juan Rubiales es inocente. Y, a pesar de todo, siguen con esa idea porque necesitan vender que Luis Rubiales es una víctima. Pero la Justicia le ha dicho que esa acusación es ficticia y absolutamente impresentable.

P. También le acusa de grabar al exministro de Cultura Juan Guirao y a las expresidentas del CSD Irene Lozano y María José Rienda sin su consentimiento.

R. Bueno, ahí están las sentencias judiciales que dicen que yo no tengo nada que ver. Y, además, se ve claramente que es él quien hace las grabaciones.

Foto: Ilustración: EC Diseño.

P. ¿Por qué cree que grabó a cargos del Gobierno?

R. Porque es su modus operandi. Yo siempre le decía: "Tenemos que hacer política, tenemos que negociar, tenemos que ser estadistas, tenemos que convertir la casa del español". Él no. Es un guerrero, él quiere matar. Y si para matar tiene que tener una grabación que pueda utilizar en un momento determinado para tirársela a la cara a alguien, pues bienvenida sea. Es su modus operandi, es así.

P. ¿Cree que tiene más grabaciones? ¿Qué puede usarlas para presionar al Gobierno?

R. No, no lo sé. Un personaje así... No sé si estando en su casa, o de vacaciones, o en un coche oficial, habrá grabado algo más. No lo sé.

Foto: Imagen: Laura Martín.

P. Otro de los episodios más oscuros es el espionaje al presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles, David Aganzo. También asegura que lo ordenó usted.

R. ¿Alguien cree que un jefe de Gabinete puede ordenar algo así? Luis me llamó diciéndome que íbamos a hacer un informe sobre Aganzo y que se iba a pagar a través del despacho de Tomás González Cueto y que ya había hablado con Ramón Caravaca [abogado de Tomás González Cueto]. Como no me fiaba, porque lo veía todo muy raro, consulté con Tomás González Cueto y él me dijo que ya lo sabía y que se lo había contado Ramón.

Luego, el informe sobre Aganzo me lo mandaron a mí, lógicamente. Yo era el jefe de Gabinete. La gente que quiere algo del presidente no se dirige a él directamente, sino que lo manda a su oficina. Y yo actué igual que siempre. Le di traslado a la secretaria del presidente para que lo archivara e hiciera una copia en papel para dejársela encima de la mesa del presidente al día siguiente.

Foto: Hoja de encargo profesional por parte de la RFEF al despacho de detectives Cryptex Europa.

P. ¿Para qué quería Rubiales un informe sobre Aganzo?

R. Bueno, por aquella época se había producido una moción de censura contra Aganzo en la que Rubiales había participado de manera activa, y quería tener alguna fotografía de Aganzo que demostrara que este era un títere de Tebas para ponerla en circulación públicamente y desprestigiarlo frente al colectivo de futbolistas.

P. ¿En qué situación se encuentra en estos momentos? Su sobrino le ha presentado varias querellas.

R. Yo estoy fundamentalmente tranquilo, con el alma tranquila, porque tengo la conciencia tranquila y sabía que todo esto era una cuestión de tiempo, que al final pondría a cada uno en su sitio. Se me ha presentado como una especie de elemento malévolo, que he hecho una conspiración, que me he vendido a la parte malvada del fútbol... Llevo año y medio en paro, no me debo haber vendido muy bien. Estoy viviendo de alquiler. Pero tengo la conciencia tranquila.

placeholder Juan Rubiales posa para El Confidencial tras la entrevista. (Sergio Beleña)
Juan Rubiales posa para El Confidencial tras la entrevista. (Sergio Beleña)

P. ¿Por qué concede esta entrevista?

R. Pues porque creo que es el momento de dar este testimonio. Primero, porque puedo esclarecer muchas cosas. Y segundo, porque también debo defenderme de tantas acusaciones falsas que se han hecho contra mí. Han utilizado el aparato del Departamento de Comunicación y el aparato jurídico de la Federación para machacarme. Y yo nunca he entrado en su juego y he respetado a la Justicia. Ahora era el momento de hablar. Quiero rendir un homenaje a toda la gente que empezó con Rubiales y que este se ha ido cargando porque eran gente con personalidad, como Ana Muñoz, como Velasco Carballo, como Marisa González, como el director financiero... Gente muy honrada y profesional. Y luego, también, a todos los trabajadores de la Federación, gente honesta y muy buena.

P. ¿Qué le parece el nuevo presidente de la RFEF, Pedro Rocha?

R. Es un hombre honesto. Le gustan el diálogo y el consenso. Si se equivoca en algo, será porque se ha equivocado, no por mala fe. Les pido a los medios que tengan paciencia con él. No necesita el cargo para vivir. Tiene sus negocios y está ahí porque le gusta el fútbol.

Juan Rubiales López dejó su trabajo de periodista en Antena 3 para convertirse en jefe de Gabinete de su sobrino Luis Rubiales Béjar cuando este se convirtió en presidente de la Real Federación Española de Fútbol en mayo de 2018. Pero la relación entre ambos terminó abruptamente dos años después, cuando Juan comenzó a descubrir presuntas irregularidades y se alejó de la gestión de su sobrino.

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