El regate de Rubiales a Francos: si hubiera hecho caso a quien le dijo "¡echa ya a ese tío!"

"Tengo un montón de mensajes de amigos y de conocidos diciendo: '¡Echa ya a este tío!'. Y yo quiero aclarar que eso no está en mis manos", Así, al más puro estilo de Poncio Pilatos, se lavó las manos el pasado martes el secretario de Estado para el Deporte, Víctor Francos, al ser preguntado por la insostenible situación del presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) tras su bochornoso comportamiento en la celebración de la Copa del Mundo ganada por la Selección española femenina.

Sin embargo, una vez que Luis Rubiales, adalid de la verdad, engañó a todos al filtrar algo que hasta cinco veces desmintió en la Asamblea de la RFEF al grito de "no voy a dimitir", la pelota pasó definitivamente al tejado del Consejo Superior de Deportes (CSD). Después de más de un año y medio almacenando las denuncias que llegaron sobre sus presuntas irregularidades, la mayoría desveladas por este diario, es evidente que el Gobierno de Sánchez creó un monstruo que se acabó revolviendo contra él y al que, en vista de que no ha tenido la suficiente dignidad para dimitir, tendrá que sacrificar por una décima parte de lo que posiblemente ha hecho.

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Si el jueves el ministro Miquel Iceta dijo que "el próximo lunes daría traslado al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) las cinco denuncias contra el presidente de la RFEF", la marcha atrás de Rubiales —si es que en algún momento realmente pensó en dimitir— hizo cambiar el paso al Gobierno. "Yo estoy bastante sorprendido", confesó Víctor Francos tras escuchar su intervención en la Asamblea, confirmando así que en Moncloa habían dado por hecho que iba a dimitir. "Vamos a abrir el procedimiento de forma urgente y con la urgencia que actúe el TAD actuaremos nosotros", añadió el presidente del CSD.

"Si el TAD me responde este sábado a las cinco de la mañana, a las 5:10 está reunido el CSD para resolverlo", alardeó Francos, aunque la rueda de prensa que convocó, primero para las 16:30 y luego para las 17:00 la dio en Tarragona y no en Madrid. Para entonces, a Rubiales ya le habían dimitido el presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino, el navarro Rafael del Amo, quien argumentó que no puede estar en un proyecto en el que no cree. "He presentado mi dimisión después de ver que Luis Rubiales sigue encabezando la RFEF. He sido el único presidente que se lo ha dicho mirándole a la cara", añadió.

Un poco más tarde, fue el presidente de la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana, Salvador Gomar, quien también dimitió de su cargo de vicepresidente de la RFEF, así como el de la Federación Cántabra de Fútbol, José Ángel Peláez, quien dijo no compartir "las formas planteadas y mucho menos las acusaciones vertidas" por Rubiales, de ahí que "considero coherente presentar mi dimisión como directivo". Lo mismo que hicieron el presidente de la Federación Vasca de Fútbol, Javier Landeta, el de la Guipuzcoana, Manu Díez, el de la Alavesa, Kepa Arrieta, y el de la Federación Insular de Fútbol de Las Palmas (FIFLP), José Juan Arencibia.

Si a esto se le suman los mensajes en redes sociales de futbolistas como Alexia Putellas en apoyo a Jenni Hermoso o Borja Iglesias renunciando a la Selección mientras siga este presidente en la RFEF, y, de remate, el comunicado de la propia implicada desmintiendo tajantemente a Rubiales y otro de más de ochenta jugadoras, entre ellas las 23 campeonas del mundo, anunciando que no volverán a la Selección mientras siga el presidente y otros dirigentes, la situación era límite. De ahí quizás que uno de los grandes ausentes fuera el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, quien siempre ha llamado "hermano" a Rubiales.

Volviendo a Víctor Francos, resulta que donde hace tan solo unos días había dicho que "cada uno tiene que hacer lo que considera, Rubiales ha convocado una Asamblea y tiene el derecho a dimitir y a no dimitir", en la rueda de prensa de urgencia aseguró que "el camino de este Gobierno para con la presidencia de la RFEF hoy ha acabado". "Esto va a ser rápido y el único camino cierto que se ha abierto ahora mismo es el de que el Gobierno será contundente", añadió para demostrar que cuando realmente se quiere actuar, no hay nada que lo impida, aunque tenga razón en que haya que respetar plazos y no dar pie a posibles impugnaciones.

La dimisión de Albert Soler

"Le he trasladado personalmente a la Federación que ese informe tiene que ser transparente y urgente. Porque nosotros, si no lo es, evidentemente estamos obligados a tomar las medidas adicionales correspondientes", dijo Francos para volver a dar la impresión de no tener muchas ganas de intervenir en un asunto que era un clamor y con la excusa tan manida por si antecesor, José Manuel Franco, de no querer "entorpecer que haya otros procesos adicionales y esperar hasta que tengamos el dictamen de esa comisión interna de la RFEF para que las tres denuncias que tenemos en el TAD sean analizadas en el momento que lo recibamos".

Si desde el CSD no tardó en emitirse un comunicado en el que se apuntaba que "la intervención del Sr. Rubiales ante la Asamblea de la RFEF es absolutamente incompatible con la representación que ostenta en el deporte español y con los valores de una sociedad avanzada como la española", el propio Francos dijo que "el señor Rubiales no ha estado hoy a la altura. Ni de lo que esperaba yo, ni de lo que esperaban las jugadoras, ni de lo que esperaba el Gobierno, ni de lo que esperaba la sociedad española". La pregunta que surge aquí, después de todas las denuncias recibidas en el CSD contra Rubiales, ¿por qué ahora sí y antes no?

Con razón, el ex director general del CSD, Albert Soler, dimitió harto de ver el proteccionismo del Gobierno al presidente de la RFEF, con la sombra de Florentino Pérez siempre por detrás. Sí, como no podía ser de otra forma, el Real Madrid también se pronunció sobre la comparecencia de Rubiales para dejar claro que "nuestro club apoya con total rotundidad la decisión puesta en marcha por el presidente del Consejo Superior de Deportes, Víctor Francos, que elevará de inmediato este caso al Tribunal Administrativo del Deporte". Vamos, que Florentino en cierto modo le dio el visto bueno...

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"Cada uno tiene que hacer lo que considera. Ha convocado una Asamblea y tiene el derecho a dimitir y a no dimitir", había asegurado Francos en los micrófonos de la Cadena SER al ser preguntado sobre el hecho de que Rubiales intentara atrincherarse en el cargo, como finalmente hizo. "El CSD se ha puesto en contacto con la Federación para decirle que es urgente y necesario tener la resolución de su procedimiento, que dice que ya tiene abierto. Me imagino que las personas responsables lo que harán será hablar con las dos partes implicadas y emitir un informe", explicó con cierta ingenuidad el secretario de Estado. El mismo que ahora cree que "la Asamblea, lejos de resolver y de acercarnos a una situación de calmar el contexto en el que el mismo nos había metido, ha reavivado la polémica y agravado la situación".

Francos, que compartió con Rubiales el vuelo de regreso a España desde Australia, ya quedó en evidencia al decir que "por los mensajes que íbamos recibiendo de nuestros compañeros de trabajo, familiares, etc., sabíamos que iba subiendo de tono y que la cosa estaba empeorando en la opinión pública". ¿Pero acaso él no vio todo en vivo y en directo? Lo mismo que cuando dijo que eludió hablar del asunto con Hermoso. "Prefiero que sea a quien le corresponda instruir el caso dentro de la Federación quien hable con Jenni. Por lo que a mí me explican, hay un responsable (María Dolores Martínez Madrona) para este tipo de comportamientos en las expediciones de la Selección española que sí habló en el vuelo con los dos afectados". Sí, como lo leen, Francos dijo con los dos afectados... Pero eso fue antes de que Rubiales se negara a dimitir y no tuvieran más remedido que hacer lo que debieron y pudieron hace más de un año...