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Por qué la promesa de un "profundo cambio" en la Federación Española de Fútbol ya nace rota
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Se necesita una reestructuración

Por qué la promesa de un "profundo cambio" en la Federación Española de Fútbol ya nace rota

Rubiales nombró a Rocha, su mano derecha y hombre de confianza, como su sucesor. Los presidentes territoriales le brindaron "su unánime apoyo"... para que nada cambie

Foto: Los miembros de la reunión celebrada en la RFEF. (EFE/Eidan Rubio)
Los miembros de la reunión celebrada en la RFEF. (EFE/Eidan Rubio)

La Real Federación Española de Fútbol está bajo la atenta mirada de todo el país y sometida a un escrutinio mundial. El escándalo internacional (y más tarde nacional) que causó el beso "sin consentimiento", tal y como afirmó Jennifer Hermoso, de Luis Rubiales a la campeona del mundo ha destapado el blindaje que la estructura de la Real Federación Española de Fútbol había brindado a su presidente. Aunque ahora, una vez suspendido por la FIFA y arrinconado por el Gobierno, los presidentes territoriales pidan la dimisión de Luis Rubiales y le suspendan de empleo y sueldo, el elegido para que "lidere una nueva etapa donde [primen] el diálogo y la reconciliación con todas las instituciones del fútbol" es Pedro Rocha. El hombre fuerte de Rubiales, junto al secretario general de la Federación, Andreu Camps, y el asesor jurídico externo de la RFEF, Tomás González Cueto.

¿Es posible creer en la reestructuración, limpieza y fumigación de una institución que ha sostenido durante cinco años los escándalos de Rubiales? ¿Una organización que, en su mayoría, no pestañeó cuando Rubiales hizo negocios con un jugador en activo como Piqué en un claro conflicto de intereses? Los barones territoriales del fútbol español, con sueldos que oscilan entre los 70.000 y 120.000 euros, condenaron el comportamiento de Luis Rubiales tarde, mal y con poca contundencia. En ningún momento apoyaron a Jennifer Hermoso, cuyo nombre no se mencionó en el comunicado que publicaron a altas horas de la noche del lunes. Tampoco especificaron qué "inaceptables comportamientos han dañado con gravedad la imagen del fútbol español".

Foto: Jorge Vilda y Luis de la Fuente aprobaron los gestos de Rubiales. (RFEF)

Todavía se desconoce si hablan del propio beso robado del presidente a la jugadora o de las presiones a ella y a su familia para que defendieran a Rubiales en un vídeo conjunto. O si, en cambio, hacen referencia a tocarse los genitales en el palco durante la final del Mundial de la Selección española o a los ataques del motrileño al feminismo y a quienes le criticaron en COPE, cuando llamó "gilipollas, pringados y tontos del culo" a sus detractores. Podría ser que esa vaguedad escrita contemplara la macabra intentona de perjudicar a todos los clubes españoles con la expulsión de jugar en Europa que emprendieron Rubiales y Camps y que destapó Onda Cero.

La RFEF pretende lavar su imagen

Además, cabe recordar que, tal y como publicó este periódico, la Asociación Transparencia y Democracia en el Deporte ha elevado una denuncia ante la FIFA para que investigue al nuevo presidente interino de la RFEF, Pedro Rocha. Este colectivo pone en conocimiento del máximo organismo del fútbol mundial sus sospechas de que el responsable de dirigir transitoriamente la Federación española ha puesto los medios de la institución al servicio de Rubiales para favorecer su defensa a pesar de la suspensión provisional de tres meses dictada por la propia FIFA. Se refiere a la difusión de un comunicado este fin de semana que acusaba a la jugadora Jennifer Hermoso de "mentir en todas sus declaraciones" y que posteriormente fue borrado.

Foto: El presidente de la RFEF, en su rueda de prensa. (RFEF)

La denuncia sostiene que "los directivos, Rubiales y probablemente el nuevo presidente interino, continuando con las maniobras y triquiñuelas, han seguido utilizando y poniendo al servicio de Rubiales los medios pertenecientes a la RFEF de una forma proscrita por el ordenamiento jurídico". El escrito incluye el párrafo del comunicado de la RFEF que, a su juicio, demuestra la parcialidad de la institución bajo el mandato de Pedro Rocha: "Luis Rubiales ha manifestado que se defenderá legalmente en los órganos competentes, confía plenamente en las instancias de la FIFA y reitera que, de esta manera, se le da la oportunidad de comenzar su defensa para que prevalezca la verdad y se demuestre su completa inocencia".

Vilda, en la cuerda floja

Resulta curioso, por tanto, que en el último comunicado de la RFEF, los presidentes territoriales se desmarcaran de este modo. "Hemos instado al presidente Pedro Rocha a que se retire de inmediato la última comunicación en nombre de la Federación con FIFA y UEFA que hemos conocido en el día de hoy", donde la misiva enviada por Andreu Camps pretendía noquear a los equipos españoles en Europa. Camps, Rocha, demás acólitos y el equipo de comunicación que ha orquestado esta delirante defensa siguen en la RFEF.

Sirva el ejemplo del presidente de la Federación Catalana de Fútbol, Joan Soteras, para explicar cómo funciona el sistema clientelar que ha aupado y protegido a Rubiales y que ahora, después de estar en la lona, lo apuñala para mantenerse en el poder. Después de la asamblea del viernes, donde Soteras aplaudió las bravuconadas de Rubiales dedicadas a Jennifer Hermoso, el presidente de la FCF, cercado por los escándalos, afirmó: "Las explicaciones que ha dado Rubiales son creíbles. Ha pedido disculpas como se tienen que pedir".

Este martes, preguntado en la SER sobre su postura, Soteras rectificó y dijo: "No quería pedir la dimisión de Luis Rubiales. Era una línea roja para mí que no podía traspasar. Aunque piense que lo ha hecho muy mal... Rubiales ha sido el único que me ha defendido durante los últimos dos años". Los presidentes territoriales están dispuestos a cortar la cabeza de Jorge Vilda. Lo confirmó el propio Soteras: "Hay que hacer cambios estructurales en el fútbol femenino. Puede que uno de estos cambios sea Jorge Vilda. Fue la primera piedra de un primer lío en la Selección nacional. Si de mí dependiera, lo sería. Por el bien del fútbol femenino, sería conveniente que hubiera un cambio".

placeholder Soteras, a su llegada a la RFEF. (EFE/Sergio Pérez)
Soteras, a su llegada a la RFEF. (EFE/Sergio Pérez)

Hace pocos días, la excapitana de la Selección española de fútbol femenino Verónica Boquete explicó en RTVE la clave del problema. "Queda mucho de Rubiales en la Federación. Hay una cultura dentro de la organización que es necesario cambiar", afirmó Boquete, que cree que los límites se han sobrepasado siempre. "Todas las que hemos estado allí hemos tenido que vivir situaciones desagradables. Es un abuso de poder constante, muy aceptado y normalizado", subrayó.

Los presidentes territoriales. Los mismos que escudaban a Rubiales y aplaudieron y jalearon sus esperpénticas ruedas de prensa en la asamblea son quienes ahora, con el cadáver caliente de Rubiales en la morgue, deben remodelar el fútbol de este país. Y, con ello, afrontar "una profunda e inminente reestructuración orgánica en cargos estratégicos de la Federación para dar paso a una nueva etapa de gestión en el fútbol español". No es fácil ser optimista.

La Real Federación Española de Fútbol está bajo la atenta mirada de todo el país y sometida a un escrutinio mundial. El escándalo internacional (y más tarde nacional) que causó el beso "sin consentimiento", tal y como afirmó Jennifer Hermoso, de Luis Rubiales a la campeona del mundo ha destapado el blindaje que la estructura de la Real Federación Española de Fútbol había brindado a su presidente. Aunque ahora, una vez suspendido por la FIFA y arrinconado por el Gobierno, los presidentes territoriales pidan la dimisión de Luis Rubiales y le suspendan de empleo y sueldo, el elegido para que "lidere una nueva etapa donde [primen] el diálogo y la reconciliación con todas las instituciones del fútbol" es Pedro Rocha. El hombre fuerte de Rubiales, junto al secretario general de la Federación, Andreu Camps, y el asesor jurídico externo de la RFEF, Tomás González Cueto.

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