Es noticia
El plan de España para renovar sus satélites estratégicos entre 2024-2028: "La superioridad espacial es clave"
  1. Empresas
Miguel Ángel García Primo, DG de Hisdesat

El plan de España para renovar sus satélites estratégicos entre 2024-2028: "La superioridad espacial es clave"

Hisdesat, operadora de satélites estratégicos, prepara el lanzamiento del Spainsat NG I en 2024, el NG II en 2025 y el PAZ II en 2028. La empresa espera duplicar sus ingresos en cinco años

Foto: Miguel Ángel García, director general de Hisdesat. (Hisdesat)
Miguel Ángel García, director general de Hisdesat. (Hisdesat)

La invasión de Ucrania está reescribiendo pasajes enteros de los manuales de estrategia bélica en pleno siglo XXI. Pero también está certificando muchos otros, algunos tan viejos como la propia guerra. Entre los más básicos y esenciales están unas comunicaciones blindadas de grado militar y una capacidad superior de observación para labores de inteligencia, planificación y táctica. En ambas misiones, los satélites son hoy la herramienta estratégica por excelencia.

En España, la encargada de diseñar y operar esta tecnología crucial para las Fuerzas Armadas y el Gobierno es Hisdesat. La compañía, fundada en 2001 con capital público-privado, está en plena actividad, con varios lanzamientos programados para los próximos cinco años. Conversamos con su director general, Miguel Ángel García Primo, para conocer el estado de los principales proyectos (Spainsat NG, PAZ II e Iris2), las nuevas capacidades de los satélites españoles y el horizonte financiero de la firma en un sector en plena expansión, pero que sufre para captar y retener el talento.

PREGUNTA. El Gobierno acaba de aprobar una prórroga para el satélite PAZ por 133 millones de euros para los próximos cinco años. ¿Qué funciones cumple este satélite?

RESPUESTA. PAZ es un satélite de observación a tierra un poquito especial porque utiliza tecnología radar; en vez de ser un satélite óptico, que básicamente es una cámara de fotos grande puesta en el espacio. ¿Ventajas? Que es un sensor activo, donde tú "iluminas" el blanco que quieres ver. En un satélite óptico, la imagen la ilumina el sol y cuando no hay sol, o hay lluvias o nubes, no ves nada. Utilizamos la técnica de apertura sintética para ampliar la apertura de forma virtual más allá de lo que dan físicamente las antenas (que ya son enormes, cinco metros de largo, y no puedes hacerlas mucho más grandes porque no caben en los lanzadores). Además, el radar tiene algunas características que, para determinadas aplicaciones, es mejor que el óptico (aunque ambos son complementarios). Es muy bueno para movimientos o detección de cambios de un día para otro mediante algoritmos, que a lo mejor no se pueden detectar visualmente.

La prórroga estaba prevista cuando firmamos el primer convenio con el Ministerio de Defensa, que empezaba el 6 de septiembre de 2018 por cinco años y la posibilidad de otros cinco si el satélite estaba en perfectas condiciones, cumplía con los requisitos de la misión y tenía suficientes consumibles (propulsantes). Y esto ha sido así.

P. Cuando termine estos cinco años, ¿se volverá a prorrogar? ¿Cuál es la vida útil del satélite?

R. Esperamos que sí, pero faltan todavía cinco años. Habrá que ir viendo cómo va operando y si sigue estando en condiciones óptimas. Inicialmente definimos una vida útil de unos siete años. Ahora vemos que va a durar bastante más. ¿Cuánto más? No es fácil saberlo. Si es por propulsante, tenemos para más de los diez años (5+5) que tenemos firmados. Pero las cosas en el espacio están en un ambiente complejo, donde hay mucha radiación, cambios extremos de temperatura, de 150 bajo cero a más de 150. Son muchas variables. Tenemos confianza. Hasta ahora, la degradación que hemos visto los primeros cinco años es casi cero. Está perfecto.

P. ¿A quién sirve el satélite PAZ?

R. PAZ es un satélite dual. Nuestro principal usuario es el Ministerio de Defensa, pero también tiene usos civiles y para otros 80 países aliados y amigos, a los que les damos inteligencia.

P. Ya están trabajando en el satélite PAZ II. ¿Qué viene a aportar para la defensa nacional?

R. Es un satélite que dará respuesta, con esa tecnología radar, a los nuevos requisitos operativos que tienen nuestras Fuerzas Armadas, que no son iguales a los que tenían hace cuando lanzamos el PAZ I. La resolución es hasta 16 veces mejor. También queremos imágenes más grandes, que cuesta más. Hay que hacer una antena más grande, el doble en área. Vamos a hacer alguna cosa más técnica, como puede ser el procesado digital de la señal. Es una antena activa que podemos poner a trabajar en diferentes tareas como si fueran varias antenas independientes. Podemos jugar con la señal radar para sacar la máxima información de un objetivo a observar.

P. ¿Para cuándo se lanzaría el PAZ II?

R. Es un satélite muy complejo. El plazo de fabricación del satélite son unos cinco años, lo que encaja con este tiempo prórroga hasta 2028. Si se retrasa un poquito, tampoco pasa nada. Podemos hacer un contrato independiente para extender el PAZ I mientras ponemos el PAZ II en funcionamiento.

Foto: Luis Furnells, presidente de Grupo Oesía. (Grupo Oesía)

P. El primer Spainsat Next Generation se lanzarán en verano de 2024. ¿Hay fecha concreta? ¿Y para el segundo?

R. Todavía no. A final de verano el Spainsat NG I y, un año después en 2025, el NG II. Estamos gestionando con SpaceX los slots, las ventanas de lanzamiento. Te coges uno amplio y, a medida que te vas acercando a la fecha, lo vas concretando hasta elegir el día. El Spainsat NG II se lanzará un año después, en 2025.

P. ¿Cuál será su misión?

R. Estos son satélites de comunicaciones. Están en la órbita geoestacionaria. El PAZ está una órbita de baja altura (510 kilómetros, como de aquí a Irún). Sin embargo, los Spainsat NG estarán a 36.000 kilómetros de altura sobre la Tierra. ¿Por qué? Cuando un satélite entra en esa órbita se queda a esa altura (aunque el satélite se mueve, está "fijo" desde nuestro punto de vista). Eso para las comunicaciones es fundamental, porque permite tener cobertura 24 horas. Esto es un satélite diseñado para seguir operando en cualquier circunstancia. Están blindados frente al pulso electromagnético que genera una explosión nuclear en la atmósfera y se pueden defender frente a interferencias, intencionadas o no.

P. ¿Sirven a los mismos clientes que el satélite PAZ?

R. En comunicación la situación es diferente. Los satélites son duales, pero siempre gubernamentales en comunicaciones. Es decir, solo podemos dar servicio a gobiernos de países aliados y amigos. Vamos a dar comunicaciones a nuestros actuales clientes, como Estados Unidos, Noruega, Portugal, etc. Y vamos a añadir a la OTAN y también a la Comisión Europea. Aunque no podemos dar servicio a las televisiones o las compañías telefónicas comerciales, sigue siendo dual porque hay aplicaciones de seguridad, de emergencias, de gestión desastres naturales.

P. Han hablado mucho de las nuevas antenas como el elemento clave de este nuevo satélite. ¿Qué mejoras hay respecto a las que lleva la versión actual?

R. Estos satélites son los más avanzados que se están fabricando aquí en Europa en cuanto a comunicaciones seguras por satélite. Y tenemos dos antenas, de transmisión y recepción, que también son las más avanzadas tecnológicamente en Europa. Permiten dar comunicaciones con más seguridad, más flexibilidad y, en definitiva, con una superioridad en la gestión de la información frente a un potencial adversario. Aquí la clave es que la antena es plana (es electrónica, no mecánica), pero estamos generando 16 haces. Si tuviéramos que meter 16 haces en un satélite no cabrían con antenas clásicas. Imposible. Esa es una de las ventajas. Además, puedes apuntar donde quieras sin mover nada y también que cada haz tenga el tamaño y la forma que necesites.

Foto: Marko Erman. (Thales Group)

P. ¿Y cómo va la fabricación del satélite?

R. Vamos integrando poco a poco distintos equipos en distintos módulos. Ahora tiene el módulo de servicio (la plataforma que lleva los motores y la propulsión que hace que se mueve el satélite, la estructura, el control térmico, la electrónica, los ordenadores de abordo, las baterías, la gestión de los paneles solares) y el módulo de comunicaciones. Eso ya está en Airbus en Toulouse y se ha hecho el mating [el acople] de ambos módulos. A partir de ahora empiezan todos los test de sistemas (IST) en conjunto (porque se han ido validando a nivel individual). Luego hacemos los test ambientales, donde simulamos todos los ambientes en los que el satélite va a estar, desde que sale de la fábrica, al lanzamiento y durante los 15 años de misión. Eso incluye ensayos mecánicos (estáticos, dinámicos, de vibración, acústicos de vacío térmico, de temperatura). Ahora va muy bien. Pero hemos tenido muchas dificultades los últimos cuatro años por la pandemia y la guerra, y el impacto en las cadenas de suministro. Un satélite nuestro pesa 6.100 kilos, como un autobús, y está repleto de chips y tecnología global.

P: El lanzamiento no es un proceso exento de riesgo, como hemos podido comprobar con recientes fiascos en España, EEUU, Japón o Corea del Norte.

R. Con el Falcon 9 no, afortunadamente.

P. ¿Por eso se ha elegido SpaceX, la compañía de Elon Musk?

R. Que no te quepa ninguna duda. Con esto no podemos fallar. Hemos cogido el lanzador más seguro con mucha diferencia. Dicho eso, riesgo hay siempre. Es un proceso crítico y complejo.

Foto: Kim Jong-un, junto a su hija, Kim Ju-ae, visitando una localización desconocida para supervisar el satélite (EFE/EPA/KCNA)

P. ¿Cómo de español es el Spainsat NG?

R. Tenemos la misión de hacer el máximo posible de retorno en España con nuestro satélite. Nosotros tenemos un retorno siempre del 100% entre actividades directas con nuestro satélite e indirectas con otros. Es decir, al final el dinero que se invierte aquí termina aquí. Pero es más importante que ese máximo de retorno posible venga al satélite en sí. Para el Spainsat NG estamos consiguiendo casi la mitad: el 45% de los elementos del satélite son made in Spain. Y el resto no, o bien porque es imposible, o bien porque el riesgo técnico que conlleva nos haría perder el calendario del programa o no entrar en el presupuesto. Al final, todo es posible con dinero ilimitado y tiempo ilimitado. Pero como no es el caso, pues es una decisión compleja a la que nosotros, que tenemos un profundo conocimiento del sector, ayudamos a tomar. Llegamos hasta el límite de lo que es posible. Es imposible hacer un satélite de este tipo 100% en España

P. Nunca se llegará al 100%, pero imagino que hay margen de mejora.

R. Sí existe la posibilidad de que este porcentaje siga creciendo. En los actuales Spainsat (2001-2005), el contenido nacional fue del 21%. Con los NG, lo hemos más que doblado. Ahí ves la evolución que hemos tenido como empresa y como industria, a la que hemos contribuido como empresa tractora. Además, el porcentaje no es lo más importante. En este caso, hacemos lo más complejo y difícil del satélite, que son las cargas útiles y, en particular, las antenas, que las hacemos en España y que son las antenas activas más avanzadas que hay en Europa, sin duda ninguna.

P. También están participando en el proyecto europeo Iris2 para lanzar una constelación de satélites al servicio de la UE. ¿En qué punto está el proyecto?

R. El programa como tal aún no ha comenzado. Se hizo una propuesta y la Comisión la aceptó y pasamos a la siguiente fase, que de negociación competitiva. Formamos parte de las 11 empresas europeas seleccionadas (Hispasat también está) con empresas de referencia del sector: Airbus, Thales Defence, Thales Alenia Space, Telespazio, Orange, Deutsche Telekom, etc. Para nosotros eso ya es un éxito. El objetivo es que para principios del año que viene (febrero, marzo) la Comisión cierre esta fase.

Foto: Así son las asombrosas imágenes tomadas por un satélite que muestran cómo la DANA ha arrasado en España (Twitter/@ScottDuncanWX)

P. ¿Qué objetivo tiene el programa?

R. Es una constelación de satélites multiórbita para dar comunicaciones gubernamentales seguras y también comerciales (colaboración público privada). También se pueden poner cargas útiles secundarias, con lo cual podría tener alguna misión más. Lo fundamental, comunicaciones gubernamentales protegidas. De hecho, Spainsat NG es complementario.

P. Hisdesat es una empresa mixta de carácter público-privado (sus accionistas son Hispasat con un 43%, la compañía pública de ingeniería Isdefe con un 30%, Airbus Defence & Space, con un 15%, Indra, un 7% y Sener un 5%). ¿Cómo afecta eso a la operación de la compañía y a sus prioridades?

R. A nivel de operaciones, funcionamos como una empresa privada. Tenemos que dar nuestros beneficios. El Consejo de Administración nos controla y gestiona la compañía para que seamos rentables. Luego la parte pública, que es el Ministerio de Defensa, mete el ángulo estratégico. Todos los programas que hacemos están manejados de forma que nuestros satélites responden, fundamentalmente y al 100%, a los requisitos operativos de nuestras Fuerzas Armadas en labores de inteligencia. Además, el Ministerio de Defensa y el de Industria nos piden que el máximo de fabricación del satélite sea en España. El máximo realizable, porque hay cosas que son imposibles.

P. ¿Y la parte comercial?

R. Tenemos la obligación de comercializar una parte del satélite. Servimos a muchas fuerzas armadas del mundo y a sectores civiles con imágenes de una resolución y una calidad mucho mejor que la de los satélites puramente comerciales. Esa comercialización público-privada hace que los satélites le salgan al Ministerio Defensa mucho más baratos porque la parte privada también invierte. La parte privada recupera su inversión comercializando fuera, aunque siempre bajo el control del Ministerio de Defensa sobre qué imágenes y a quién se les pueden vender.

P. Las herramientas de inteligencia y comunicaciones han sido cruciales en la resistencia ucraniana. ¿Hay más actividad en el sector por la guerra?

R. En nuestras Fuerzas Armadas hace mucho tiempo que ven este ángulo como fundamental. Las comunicaciones te permiten el mando y control de tus fuerzas desplegadas donde sea. Nosotros les damos cobertura en unos 18 países en todo el mundo. Y la observación te da el conocimiento de la situación del teatro de operaciones y eso es inteligencia. Por eso estamos con PAZ en inteligencia y con Spainsat NG en comunicaciones. Lo que sí hemos visto es más demanda de servicios asociados a estas situaciones complejas. Puede ser la guerra de Ucrania, pero también el terremoto de Marruecos, las inundaciones de Libia o el volcán de La Palma.

P. ¿Y apetito para más proyectos?

R. La superioridad espacial va a ser clave. Estamos poniendo en marcha dos satélites en tecnología óptica, estamos incrementando mucho las capacidades y las prestaciones que dan nuestros satélites. Cada vez es más importante esa información que viene de arriba, tener mejor información que el adversario y que esté blindada.

Foto: Batallón francés de la OTAN, en Rumanía. (Reuters/George Calin)
TE PUEDE INTERESAR
¿Preparados para lo que viene? "Vivimos unas vacaciones estratégicas y se nos han acabado"
Enrique Andrés Pretel Gráficos: Unidad de Datos

P. ¿Se ha notado en la cuenta de resultados?

R. 2022 fue un buen año con ingresos de unos 51 millones de euros (+16% interanual) y un Ebitda de 21 millones (+28%) y un resultado neto de casi seis millones. 2023 van a ser un poco mejor. Nosotros estamos en un valle de facturación porque los satélites actuales han sobrepasado su vida útil y estamos pendientes de que entren en servicio los nuevos Spainsat NG. Cuando estaban en plena vida llegamos a facturar 72 millones de euros y hemos bajado a los 51. Ahora estaremos un par de años así hasta que los NG estén operativos y la previsión es que esa cifra se duplique para 2027 o 2028 hasta unos 100 o 110 millones de euros.

P. Un dolor habitual en el sector es la contratación de talento. Hay mucha demanda y poca oferta.

R. Hay una clara falta de talento técnico, fundamentalmente ingenieros, pero no solo ingenieros, en general lo que se llama carreras STEM, física, matemáticas, ingeniería y tecnología en general. Tenemos un déficit enorme en España y en Europa. Esa es una realidad que va a empeorar a medida que pasen los años. Es una situación compleja con la que tenemos que lidiar. Cómo captar talento y también cómo retenerlo cuando hay tanta competencia global y una falta clarísima de recursos. Estamos en una fase muy difícil. Muy difícil, la verdad.

La invasión de Ucrania está reescribiendo pasajes enteros de los manuales de estrategia bélica en pleno siglo XXI. Pero también está certificando muchos otros, algunos tan viejos como la propia guerra. Entre los más básicos y esenciales están unas comunicaciones blindadas de grado militar y una capacidad superior de observación para labores de inteligencia, planificación y táctica. En ambas misiones, los satélites son hoy la herramienta estratégica por excelencia.

Defensa Tecnología militar Fuerzas Armadas
El redactor recomienda