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Intriga (y debate) entre expertos por este 'exótico' blindado español: ¿cómo llegó a la guerra de Ucrania?
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Intriga (y debate) entre expertos por este 'exótico' blindado español: ¿cómo llegó a la guerra de Ucrania?

El "inusual" vehículo es un prototipo de BMR (blindado medio sobre ruedas) diseñado por Santa Bárbara Sistemas sobre la base de un Pegaso BMR APC para uso civil a finales de los ochenta. Pero, ¿cómo llegó?

Foto: VRAC español en Ucrania. (Ukraine Weapon Tracker)
VRAC español en Ucrania. (Ukraine Weapon Tracker)
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Esta semana, Ukraine Weapons Tracker, una conocida cuenta de X/Twitter especializada en hacer seguimiento del material bélico presente en la guerra de Ucrania, publicaba unas imágenes de un blindado de seis ruedas que identificó como un VRAC (vehículo de recuperación en áreas catastróficas). "Un vehículo español extremadamente inusual en servicio con el Ejército ucraniano", lo describían los autores, junto a unas fotos del equipo. "Este en particular ha sido reconvertido para evacuaciones médicas. En total, solo se hicieron tres unidades de este tipo". El debate y las preguntas no tardaron en llegar. ¿Cómo ha llegado hasta allí? ¿Y por qué?

El hallazgo del VRAC generó genuina sorpresa entre los observadores militares y, aunque puede parecer anecdótico, vuelve a poner sobre la mesa dos cuestiones relevantes de la gestión nacional de la guerra que siguen abiertas. Una es la transparencia en los envíos de equipos militares a territorio ucraniano, que en España es escasa alegando motivos de seguridad nacional. La otra es la calidad y cantidad de los materiales que se mandan al frente, que en el caso de España da un resultado mixto. Pero volvamos al vehículo en cuestión.

La exótica unidad es un prototipo de BMR (blindado medio sobre ruedas) diseñado por Santa Bárbara Sistemas sobre la base de un Pegaso BMR APC para uso civil a finales de los ochenta y solo hay constancia de que se fabricaran dos prototipos (diferentes), y ninguno llegó a producirse en masa por falta de presupuesto. En las fotos que adjunta el equipo de Ukraine Weapons Tracker se pueden ver las fotos de su versión original, pintado de blanco y con sirena.

"La idea original era disponer de medios capaces de actuar en zonas catastróficas pensando, básicamente, en ambientes NBQ (accidentes en instalaciones nucleares, petroquímicas, etc.). Debía soportar el impacto de fragmentos de materiales producidos en explosiones, los ambientes agresivos y contaminados, radiaciones electromagnéticas y las altas temperaturas. El habitáculo debía estar completamente sellado, así que se comenzó a diseñar un prototipo sobre la base del BMR de transporte de personal del Ejército de Tierra. El vehículo podía transportar hasta cinco tripulantes, incluido el conductor y dos especialistas", explica David, analista y divulgador de defensa del canal Crónicas Militares.

Las modificaciones para adaptarlo a esta misión incluyeron aspectos como elevar el techo en la parte posterior para permitir a la tripulación permanecer de pie y tres pequeñas ventanas a cada lado. Además, se adaptó el interior para cargar una amplia gama de equipos especializados y tener protección especial para trabajar en áreas peligrosas recogiendo y analizando muestras del terreno mediante un brazo telescópico exterior. También se le equipó con un lanzador de espuma y agua para la extinción de incendios y, al igual que sus hermanos mayores BMR, disponía de hidrojets que le otorgaba cierta capacidad anfibia.

Foto: Leopard 2A4, de los Royal Canadian Dragoons. (Reuters/Fuerzas Armadas canadienses)
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"Unos años después, la empresa Santa Bárbara reactivó el proyecto firmando un protocolo con la Dirección General de Protección Civil y, en mayo de 1991 se expuso el primer prototipo de este vehículo en la feria Tecnova 91. Más tarde se configuró una versión similar, pero más equipada, llamada Proyecto Finisterre que no pasó de la mesa de diseño", agrega David.

¿De dónde ha salido?

Si el Ministerio de Defensa no lo ha detallado el envío de este vehículo, ¿de dónde ha salido? La respuesta más directa es de un descampado de Paracuellos del Jarama, donde estos prototipos estaban abandonados por falta de inversión, como muestran algunas fotos. Lo que no se sabe es cómo llegaron hasta Ucrania, ya que no existe información oficial al respecto. El escaso contexto de las imágenes (no se sabe en qué zona están operando, si es uno o los dos, ni con qué misión específica) y el buen estado en el que se ve la unidad (reacondicionada y pintada verde oliva) hicieron surgir varias hipótesis.

Dado que el vehículo parece haber sido adaptado para evacuación médica, algunos pensaron en primera instancia que podría tratarse de la ambulancia blindada que España envió en marzo del año pasado (y que fue durante un tiempo el equipo más significativo enviado a los ucranianos). Pero esa unidad, según detalló Defensa en su momento, se trata de la RG-31, comprada en 2007 para la Guerra de Afganistán.

También otros han señalado erróneamente que España habría enviado un BMR a Ucrania, confundiendo este vehículo con la versión militar del BMR VRAC (vehículo de reconocimiento de áreas contaminadas) del que opera cinco unidades el Regimiento de Defensa NBQ Valencia N.º 1 (RNBQ 1). Pero no se trata del mismo modelo y sus características son diferentes. Ante la falta de respuestas, circula en redes la teoría de que habrían sido adquiridos por un particular y enviado a Ucrania. Pero los expertos lo ven muy complicado.

Así que la explicación más plausible es que haya sido enviado por Defensa, pero no fue detallado correctamente en sus informes. La única referencia similar que hay es el envío, en julio de 2023, de una "ambulancia blindada BMR, destinadas a hospitales militares". Aunque son vehículos diferentes, no hay fotos de los equipos que se mandan a Ucrania, por lo que podrían ser el mismo. Otro de los conocedores del sector explicaba que, al tratarse de material de doble uso, no ha podido salir del país sin licencia de exportación de material de Defensa. "Cuando el Ministerio de Exteriores tenga a bien subir el informe de 2022 (que lleva 20 meses de retraso) tendría que salir. Si no, a finales de año, con el informe del primer semestre de 2023", explicaba.

España, al contrario que otros aliados como Alemania, es parca con los detalles del material que se envía a Ucrania, las cantidades y plazos. Lo que se sabe lo ha ido detallando la ministra de Defensa, Margarita Robles, en sus intervenciones públicas y parlamentarias, o el Ministerio de Defensa en notas de prensa generales. Las repetidas peticiones de transparencia, incluidas la de este periódico, han sido sistemáticamente rechazadas alegando ser información reservada.

"No sabemos cómo ha aterrizado allí y es difícil averiguarlo porque el Ministerio de Defensa es muy opaco con los envíos", resume David.

Los trasteros de Europa

Más allá de cómo llegaron los vehículos, otro debate ha resurgido (si es que llegó a amainar). ¿Son esos los vehículos que España debería estar mandando? Aquí, las opiniones están divididas.

"Somos el hazmerreír de la comunidad militar internacional mandando estas cajas de viudas. Otro ejemplo más del despropósito de muchos países y de la ignorancia de lo que es una guerra de verdad y no una misión de paz", aseveró tajante la cuenta Estrategias Militares. "La historia juzgará a muchas personas y países por esto". Este argumento incide en el carácter civil del vehículo, con nula protección para un combate de intensidad en campos minados, además de problemas de movilidad, estabilidad y logística.

Foto: F-35 Lightning II. (Reuters/Joseph Barron)

Los más piadosos con el vehículo consideran que, aceptando debilidades de diseño y función, podrían resultar útiles en labores lejos del frente, como vehículos médicos de segunda línea. Incluso mejor que otras alternativas, como los BMP. "Realmente no sabemos el contexto en el que se usa, no sabemos si es primera línea o deja de serlo. A mí me parece un cacharro muy útil. ¿Que se puede destruir? Pues como todo. ¿Que es más rápido y cómodo que un BMP-1? Por supuesto", argumentaba otro usuario en la conversación. En resumen, mejor esto que nada.

Pero el fondo del debate no es la idoneidad de mandar el VRAC, sino cómo queda en el contexto del material que se está enviando a un país que lucha por su supervivencia. Las decisiones de Defensa en este aspecto no han estado exentas de polémica. Algunos creen que el aporte directo español —del que destacan los diez carros de combate Leopard 2A4 reacondicionados, una batería antiaérea Aspide, cuatro lanzaderas Hawk, misiles Mistral y decenas de vehículos blindados M-113 (TOA) —ha sido insuficiente y, en última instancia, un error industrial (ya que se podría haber mandado material más moderno y probarlo en combate). Otros opinan que el enfoque ha sido, ante todo, pragmático, dado el estado de nuestras Fuerzas Armadas y sus arsenales. Aunque el envío de ciertos equipos, como los viejos fusiles Cetme que el Ejército dejó de usar hace 25 años, no ha ayudado en esta narrativa.

En realidad, esto va más allá de ser caso nacional. Es una constante internacional entre los aliados, donde persiste la discusión entre los que creen que el envío de material más moderno podría suponer una escalada del conflicto con Rusia y los que creen que no pararle los pies a Vladímir Putin ahora es lo que nos llevará a una escalada del conflicto más tarde. En medio de esta dicotomía, el calibre de las armas ha ido aumentando con los meses —de los Javelins a los Himars, de los Himars a los Leopard, de los Leopard a los F-16—, pero ha sido un proceso lento, repleto de reproches políticos y estratégicos.

"Ucrania se está defendiendo de Rusia con lo que sobra de los trasteros de Europa", resumió el analista Jesús Pérez Triana al comentar la noticia del VRAC.

Esta semana, Ukraine Weapons Tracker, una conocida cuenta de X/Twitter especializada en hacer seguimiento del material bélico presente en la guerra de Ucrania, publicaba unas imágenes de un blindado de seis ruedas que identificó como un VRAC (vehículo de recuperación en áreas catastróficas). "Un vehículo español extremadamente inusual en servicio con el Ejército ucraniano", lo describían los autores, junto a unas fotos del equipo. "Este en particular ha sido reconvertido para evacuaciones médicas. En total, solo se hicieron tres unidades de este tipo". El debate y las preguntas no tardaron en llegar. ¿Cómo ha llegado hasta allí? ¿Y por qué?

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