Ibercaja elevará el capital por la "incertidumbre" sin objetivo de salir a bolsa

Ibercaja quiere captar clientes de la gran banca en Madrid y en el arco del Mediterráneo. La entidad ha presentado un plan estratégico para el ciclo de 2024 a 2026 con la aspiración de crecer en base de clientes y superar el 10% en rentabilidad. También elevará la solvencia por la "incertidumbre" que hay y por la presión de los supervisores.

El banco acabó el año pasado con un retorno sobre el patrimonio tangible (ROTE) del 11,6%, con un beneficio de 304 millones. Para el nuevo plan estratégico se asume que el entorno de tipos será menos benigno para la banca y que la rentabilidad podría verse mermada. El nuevo objetivo es pasar del 10% para cubrir el coste del capital.

La entidad aragonesa ha aprovechado este sábado para celebrar una convención de directivos y presentar un nuevo plan estratégico, en el que apuesta por incrementar su colchón de capital y captar clientes a la gran banca para tratar de llegar al 10% de rentabilidad, e intentar quedarse en doble dígito a la espera de bajadas de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), que ha permitido una explosión de márgenes.

El banco, que en el pasado ha hecho varias tentativas de salir a bolsa, rechaza ponerse como objetivo cotizar en el mercado durante el nuevo plan estratégico. "No está contemplado en el plan estratégico, porque en marzo la Fundación Ibercaja ha terminado de constituir el fondo de reserva para no tener la obligación de salir a bolsa, según la Ley de Cajas, con 320 millones de euros, fruto de los dividendos ordinarios del banco. Ya no es una obligación legal, sino una mera oportunidad", ha afirmado el presidente, Francisco Serrano. "No está descartado, si se dan las condiciones, pero no es la prioridad", ha añadido. Tampoco ha descartado operaciones corporativas para crecer en algunas verticales que aporten al negocio.

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Serrano también ha justificado la reducción del pay out (porcentaje de beneficios que va a dividendos) del 50% al 40% en el nuevo plan estratégico para reforzar la solvencia a través de un incremento de fondos propios. Este aumento se explica "por la incertidumbre geopolítica y estratégica, y por alinearnos con las recomendaciones del supervisor".

El objetivo de Ibercaja pasa por alcanzar una rentabilidad que supere el coste del capital. Para ello, se pone como objetivo un ROTE que supere el 10%. Víctor Iglesias, consejero delegado, asegura que es ambicioso, a pesar de que un ROTE del 10% sería inferior al del año pasado, del 11,6%.

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"Decir que Ibercaja consigue un ROTE del 10% entre 2024 y 2026 es más meritorio que el 11,6% del año pasado", ha afirmado, ya que se espera un recorte de tipos, que se estrechen los márgenes, más costes por el nuevo convenio con subidas salariales, y el riesgo de más morosidad. Con estos números, el banco quiere mantener el nivel de beneficio actual, que se situó en 304 millones el año pasado, pero con más fondos propios.

Con esta rentabilidad, los ejecutivos de Ibercaja creen que, como mínimo, empatarán con el coste de capital, que calculan en el 10%. "Tenemos un perfil de riesgo bajo, con un modelo de negocio minorista en geografías consolidadas, no en México o Turquía, donde se puede obtener más rentabilidad, pero con más coste del capital", ha apostillado Iglesias.

La meta de Ibercaja pasa por aumentar la base de clientes vinculados, que ahora está entre 2,5 y tres millones, en un 10%

La entidad gastará 110 millones en implementar el plan estratégico. La clave será el crecimiento de clientes. En este sentido, la entidad quiere consolidarse como líder o como uno de los principales bancos en Aragón, La Rioja, Guadalajara, Burgos y Badajoz y, sobre todo, crecer en Madrid y en el arco del Mediterráneo. La meta de Ibercaja pasa por aumentar la base de clientes vinculados, que ahora está entre 2,5 y tres millones, en un 10% entre 2024 y 2026, captando, al menos, 50.000 nuevos clientes particulares, 6.000 clientes de negocios (autónomos y profesionales), y 2.000 clientes procedentes de pymes y grandes empresas.

El banco también se ha puesto como objetivo incrementar su solvencia, con una ratio aspiracional de capital de máxima calidad (CET1 fully loaded) que se sitúe en una horquilla entre el 13,5% y el 14%, frente al 12,7% de cierre del año pasado. También quiere que el nivel de liquidez medido por la LCR se sitúe por encima del 190%, muy por encima del 100% que exige la normativa.

En cuanto a la morosidad, Ibercaja se compromete a continuar siendo uno de los bancos con menos dudosos, y tiene como objetivo mantener la tasa de activos improductivos por debajo del 3,5%. El año pasado acabó en el 2,8%, pero en el sector se espera un incremento de la morosidad. Ibercaja también espera que el coste del riesgo, medido como las provisiones sobre el crédito total, no pase del 0,35%.

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Ibercaja afronta este plan estratégico con las expectativas de recortes de tipos, lo que supone un desafío para tratar de mantener márgenes, en un contexto de "presiones de costes". Por eso quiere incrementar los ingresos y tratar de mantener la ratio de eficiencia (ingresos sobre costes, cuanto más baja mejor) por debajo del 54%, nivel aún peor que los principales bancos españoles, y también más alto que el 52,5% del año pasado, ante el incremento esperado de costes.

Una de las vías de crecimiento de Ibercaja, según aspira el banco, también es la nueva estrategia de banca privada. La entidad ha lanzado un canal de asesoramiento patrimonial enfocado a clientes de empresas de las zonas donde el banco es fuerte, como en Aragón. Especialmente, quiere ir a por clientes de entre uno y cinco millones. Asimismo, quiere incrementar en 30 puntos básicos la cuota que tiene en empresas y llegar al 2%.

El banco también ha descartado nuevos recortes. El año pasado contrató 387 empleados, y aspira a seguir por este camino para incorporar perfiles tecnológicos que contribuyan a la digitalización del banco.

Sobre la incertidumbre que menciona la entidad para elevar la solvencia, el presidente ha recordado que "llevamos años con inestabilidad política". "Ha habido 16 procesos de elecciones en la democracia, y ocho han sido en los últimos ocho años. Esta sucesión de procesos electorales genera inestabilidad y, a su vez, se ha producido una fragmentación parlamentaria y polarización. No es buen caldo de cultivo para la inversión. Hace falta un espacio de centro, no político, sino para acercarse a dialogar y negociar. Hay seguridad jurídica, pero si tenemos instituciones más sólidas y estables, el crecimiento se asegurará de forma más estable", ha añadido.