Repostar una nave en el espacio costará 160.000 dólares por litro de combustible
A partir de 2025, la estación de repostaje espacial ofrecerá 100 kilos de hidracina a los satélites en órbita geoestacionaria a un precio de 20 millones de dólares
Orbit Fab, la compañía estadounidense que quiere poner la primera estación de repostaje en el espacio, ha anunciado recientemente su intención de iniciar su servicio a partir de 2025. En un principio esta “gasolinera espacial”, como la llaman sus creadores, ofrecerá hasta 100 kilos de hidracina para satélites en órbita geoestacionaria a un precio de 20 millones de dólares. Aunque su plan incluye también un transbordador de repostaje que haga servicio ‘a domicilio’ en el que ya están trabajando.
La idea de poner estaciones de reabastecimiento en el espacio lleva tiempo rondando la cabeza de los ingenieros. La NASA las considera vitales para ampliar el tiempo de las misiones espaciales y abaratar los costes de lanzamiento, por eso lleva años buscando tecnologías que las hagan posibles. Sin embargo, a día de hoy todavía no hemos conseguido tener ninguna en servicio.
Una de las compañías que más ha avanzado en la idea es Orbit Fab, que hace poco más de un año ya lanzó su primer módulo espacial de prueba. Ahora la compañía quiere animar a sus potenciales clientes anunciando por primera vez el coste del repostaje. "No ha habido certeza en el mercado sobre lo que costaría hacer un reabastecimiento de combustible y eso es lo que esperamos proporcionar con este anuncio", admitió en una entrevista, Adam Harris, vicepresidente de desarrollo de negocio de Orbit Fab.
La compañía también ha anunciado la puesta en marcha de su servicio a partir de 2025. Sin embargo hace poco más de un año ya dijo que su ‘gasolinera’, el Tanker-002, se pondría en órbita a finales de 2022 o durante 2023, dentro de una misión relacionada con el módulo de aterrizaje lunar en la que participan la NASA y Spacex.
El plan actual de Orbit Fab, detallado por Space News, es ofrecer inicialmente una “vía de servicio” a unos 300 kilómetros por encima de la órbita geoestaciononaria de la Tierra (GEO). Así, dicen, mantendrían el depósito de combustible fuera del cinturón activo de los satélites GEO, pero justo por debajo de la órbita cementerio de los satélites en desuso.
La razón por la que han decidido empezar en GEO es por sencillez y porque el gran número de clientes que operan en ella . "Es mucho más fácil fijar un precio para GEO porque es una sola órbita", explica Jeremy Schiel, cofundador de Orbit Fab. "En cambio, para cada una de las órbitas de la LEO [órbita terrestre baja] hay que fijar un precio diferente por la forma de llegar a ellas. Estamos abordando primero el precio comercial fácil de GEO y luego empezaremos a trabajar hacia abajo".
También están desarrollando un transbordador que lleve combustible a los satélites ‘a domicilio’. El sistema también funcionará para naves espaciales que estén equipadas con un puerto de reabastecimiento de diseño propio llamado Rapidly Attachable Fluid Transfer Interface (RAFTI). Orbit Fab está trabajando para que el puerto funcione también con las naves de servicio de la compañía japonesa Aeroscale y de la estadounidense Northrop Grumman.
"Ellos pueden ir a dar servicio a los satélites existentes y nosotros podemos dar servicio a los vehículos de servicio que están entrando en funcionamiento", dice Schiel. "Con el tiempo, cuando todo el mundo tenga un puerto de abastecimiento de combustible RAFTI, podremos empezar a ir directamente a ellos".
Aunque la compañía ha dicho que inicialmente su servicio dispensará hidracina, un combustible que se usa mayoritariamente para satélites, su plan es ofrecer también otros combustibles para sistemas de propulsión tanto químicos como eléctricos. “Estamos viendo que el Departamento de Defensa, la NASA y el sector comercial están apostando fuerte por la hidracina", aseguró Schiel.
Habrá que ver si Orbit Fab cumple con las fechas que ha anunciado. Schiel asegura que hay bastantes clientes interesados en su tecnología y que ya tienen muy avanzada la construcción del depósito, el Tanker-002. Sin embargo, aún tardaremos en ver el transbordador, que según Schiel está todavía en fase de diseño.
Orbit Fab no es la única “gasolinera espacial” en desarrollo. El noviembre pasado se anunció un proyecto financiado por la NASA para convertir la basura espacial en combustible para sistemas de propulsión eléctrica. Como ya contó The Guardian en su momento, el sistema está siendo desarrollado por cuatro compañías. Una de ellas es la ya mencionada Aeroscale que ha desarrollado una tecnología para que los satélites puedan recoger la chatarra espacial. Nanorocks, en Estados Unidos, está trabajando en el desarrollo de unos robots capaces de almacenar y cortar esos desechos mientras están en órbita. Otra empresa estadounidense, Cislunar, está desarrollando una fundición espacial para convertir los desechos en barras de metal. Y finalmente, la empresa australiana Neumann que ha creado un sistema de propulsión eléctrico que puede utilizar esas barras como combustible.
"Mucha gente está invirtiendo dinero en desechos [espaciales]. A menudo es para bajarlos a la atmósfera y quemarlos. Pero si están ahí y puedes capturarlos y reutilizarlos, tiene sentido desde el punto de vista comercial, porque no los estás enviando allí arriba", dijo en su momento Herve Astier, director general de Newmann. "Es como desarrollar una gasolinera en el espacio".
Orbit Fab, la compañía estadounidense que quiere poner la primera estación de repostaje en el espacio, ha anunciado recientemente su intención de iniciar su servicio a partir de 2025. En un principio esta “gasolinera espacial”, como la llaman sus creadores, ofrecerá hasta 100 kilos de hidracina para satélites en órbita geoestacionaria a un precio de 20 millones de dólares. Aunque su plan incluye también un transbordador de repostaje que haga servicio ‘a domicilio’ en el que ya están trabajando.