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Clemente defiende su "temida" España: "Me da igual si perdí prestigio, ¿para qué vale?"
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ENTREVISTA AL EXSELECCIONADOR

Clemente defiende su "temida" España: "Me da igual si perdí prestigio, ¿para qué vale?"

En un nuevo fiasco de la Selección en un Mundial, el entrenador vasco recuerda sus años al frente del equipo, al que dirigió en Estados Unidos 94 y en Francia 98

Foto: Clemente, durante su etapa como seleccionador de Libia. (Reuters/Amr Abdallah)
Clemente, durante su etapa como seleccionador de Libia. (Reuters/Amr Abdallah)
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Javier Clemente fue designado seleccionador español en las postrimerías de junio de 1992. Le avalaban más de una década en los banquillos de Primera División y destacados logros, como la consecución de dos Ligas, una Copa, una Supercopa y un subcampeonato de la UEFA. Esa misma temporada, había colaborado para que un Espanyol en caída, al que llegó a mitad de curso, salvase la categoría.

Su nombramiento cerró la cuenta. Un año antes, Clemente ya había estado cerca de tomar el mando del equipo nacional. Cuando la Federación destituyó a Luis Suárez por los malos resultados en la fase de clasificación para la Eurocopa, el entonces presidente del organismo, Ángel María Villar, lo propuso como uno de los posibles recambios. Sin embargo, finalmente fueron descartados Aragonés e Irureta y, en una votación interna, los responsables eligieron a Vicente Miera.

Foto: El fenómeno francés. (Reuters/Dylan Martínez)

Miera no clasificó a España para la Eurocopa de Suecia. En 1992, tenía contrato hasta diciembre y su equipo había ganado el primer partido clasificatorio de la Copa del Mundo. Pero aquejado el cántabro de una enfermedad y con Clemente libre de contrato, Villar consideró el momento adecuado para cambiar el rumbo del combinado nacional. Así, Vicente se encargó de la selección juvenil, que representó al país en los Juegos Olímpicos de Barcelona: ganó el oro en agosto. Y El rubio de Barakaldo cogió la absoluta.

placeholder Javier Clemente atiende a los medios en Libia. (Reuters/Vincent West)
Javier Clemente atiende a los medios en Libia. (Reuters/Vincent West)

Una Selección española temible

Javier Clemente asegura en conversación con El Confidencial que durante su etapa como seleccionador "en Europa nos tenían pánico". "En las reuniones de UEFA y FIFA, éramos un equipo a temer. Nadie nos quería de rival". Hasta conformar aquel respetado equipo, al que dio continuidad, el vasco varió aspectos que asemejaban su equipo con el anterior. Y lo hizo mediante ensayo y error.

Debutó el 9 de septiembre de 1992, en un partido amistoso contra Inglaterra que se disputó en Santander. "Quiero ver en la Selección algo diferente a lo que hemos visto hasta ahora (…) Tengo un equipo joven, con ganas y con mucha velocidad. Vamos a jugar con riesgo frente al equipo inglés (…) Vamos a ver cómo presionamos y cómo apretamos a un rival de alto nivel", dijo en la previa.

Foto: España se despide de Qatar. (EFE/Tolga Bozoglu)

Habló de juventud y ganas desde el estreno. En lo referente a la edad media de sus selecciones, el técnico manifiesta: "Me encantaban los futbolistas jóvenes. Mi Selección siempre fue muy joven". La media de edad de su equipo en Estados Unidos 94 fue ligeramente superior a los 24 años y la de Francia 98 alcanzó los 27. Este aumento responde a que, como se verá en las siguientes líneas, Clemente confió en varios futbolistas que rindieron desde sus primeras listas.

Dar velocidad al ataque y ejercer presión en fase defensiva eran sus prioridades en lo futbolístico. Para conseguirlas, la primera convocatoria de Clemente estuvo integrada por los siguientes futbolistas: Zubizarreta, Lopetegui, López, Solozábal, Toni, Ferrer, Cristóbal, Vizcaíno, Amor, Guardiola, Michel, Martín Vázquez, Fernando, Álvaro, Bakero, Goikoetxea, Fonseca y Alfonso. En ella destacó una zaga compuesta por varios medallistas olímpicos y un centro del campo con mayoría de corte técnico. En general, la convocatoria seguía la línea de los anteriores seleccionadores.

placeholder Clemente conversa durante una entrevista. (EFE/Enric Fontcuberta)
Clemente conversa durante una entrevista. (EFE/Enric Fontcuberta)

Marcación zonal y juego directo

Aquel estreno, el equipo fue mejor que su rival y la prestigiosa victoria por 1-0 elevó el ánimo de los futbolistas y del seleccionador. Al finalizar el partido, Clemente apuntó: "El tándem de centrales que forman López y Solozábal es mejor que el que formaron en su día Maceda y Goikoetxea". Mientras tanto, las principales figuras del equipo, Míchel y Martín Vázquez, no se quedaron atrás en ilusión.

Míchel explicó que "el 4-4-2 que prefiere Clemente es bastante similar al esquema de Floro [su entrenador del Real Madrid]". "Permite que el equipo se mueva en bloque y, aunque el desgaste físico es importante, resulta más aprovechable para el conjunto. Antes corríamos mucho más, pero sin ninguna orientación ni ningún sentido". Y su compañero en el centro del campo, a quien el seleccionador recuperó para la causa nacional, sentenció que "los conceptos de Clemente van a imprimir más velocidad a nuestro juego". "Con este entrenador, nuestro fútbol va a resultar más atractivo para el público".

Foto: Luis Enrique felicita a Bono tras caer eliminada España. (Reuters/Lee Smith)

Se habían vertido acusaciones sobre la Selección desde el Mundial de Italia, diciendo que los equipos tanto de Suárez como de Miera adolecían de ritmo bajo de balón. Y que tenían escasa vocación por ir sobre los rivales de mayor entidad. Como se aprecia, las declaraciones de los madridistas aludían directamente a las propuestas de los anteriores seleccionadores, comparándolas con la novedad. Desde el inicio, Clemente pretendió cambiar ese estigma partiendo de una visión del juego que resume así para este diario: "Las características del fútbol que a mí me gustaba eran la fuerza, la velocidad y el ritmo. Mi Selección se parecía a Inglaterra y Alemania, también al fútbol del norte, al fútbol vasco. Creo que la posesión no es importante. El fútbol es llegar a la portería contraria y hacer gol. Nadie te dice que haya que llegar en 50 toques; si llegas a tres toques, mejor, más goles harás".

placeholder Clemente, cuando fue nombrado nuevo seleccionador de Euskadi. (EFE/José Méndez)
Clemente, cuando fue nombrado nuevo seleccionador de Euskadi. (EFE/José Méndez)

El sistema 5-3-2 con marcación combinada destacó en España en los noventa. Míchel analizó la propuesta de Clemente como un 4-4-2 con movimientos en bloque. Si bien el seleccionador matizó que "normalmente jugaba en 4-2-3-1", como sucedió aquel día, sobre todo con un ataque compuesto por Bakero y Fonseca. La observación del mediocampista dio en la diana sobre la intención del seleccionador de actuar grupalmente, como un bloque, tanto defensivo como ofensivo.

A diferencia de sus antecesores en el cargo y en similitud con Floro, Clemente propuso la distribución zonal de sus futbolistas. Así lo relata el vasco: "La defensa zonal es más perfecta que la combinada. Para ejecutarla, hay que ser mejor futbolista. Si tienes malos jugadores, no podrás jugar en zona. Para jugar así, hay que entender el fútbol en su concepto general, no individual". Un entrenador que, al respecto, declara ser pionero en España: "Yo traje la defensa en zona al Athletic de Bilbao, a inicios de los ochenta. Se la copié a Bobby Robson después de que ganara la UEFA con el Ipswich Town empleándola. Él me la explicó y yo la puse en práctica en España, donde no la usaba nadie. Luego, todos los equipos españoles la copiaron".

El carácter grupal se demostró un complemento adecuado para aquella Selección desde la pizarra, habida cuenta de los resultados obtenidos a lo largo de los años. No obstante, un Clemente que se define como "entrenador táctico", nunca olvidó que la táctica depende de los futbolistas. El equipo es "un compendio de la virtud de tus jugadores, las virtudes de los contrarios y cómo contrarrestar un fútbol y otro".

placeholder Clemente charla con Aduriz. (EFE/Jesús Diges)
Clemente charla con Aduriz. (EFE/Jesús Diges)

Los principales protagonistas se las prometieron felices con esos mimbres. "Ganar a Inglaterra en el mundo del fútbol es muy importante. Tengo mucho cariño al fútbol inglés. Si no fuera español y seleccionador de España, me gustaría entrenar a Inglaterra", expresó Clemente. El seleccionador no ocultó nunca que admiraba las escuelas británica y alemana, a cuyos mejores equipos pretendía que se parecieran los suyos. "El entrenador que más respeté futbolísticamente en aquella época fue Berti Vogts, el alemán. Era muy bueno", señala.

El seleccionador avisaba de que la victoria no podía ocultar el camino tras dedicar elogios a Míchel y a otros jugadores. "Nos pasamos en los deseos de controlar el balón. A veces lo tocamos demasiado y perdimos el ritmo de nuestro juego (…) No se puede luchar más, pero sí jugar mejor. Nunca se llega al ideal de juego". En resumen, con estas declaraciones, Clemente pretendía evitar que se cayese en antiguos vicios. Tanto la lucha constante como la circulación de balón rápida y directa eran innegociables. Nadie estaría exento de cumplir cada premisa. Acto seguido, tres malos resultados encadenados y ese "desgaste físico importante" cambiaron algunas valoraciones. Con ello, se terminó la participación de varias figuras en la Selección.

placeholder Clemente, muy tranquilo durante un evento. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Clemente, muy tranquilo durante un evento. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Clemente encuentra su equipo sin la Quinta

"Mire usted, Míchel fue titular conmigo en la Selección española. Pero fíjese lo que veía cuando jugaba, que lo tuve que quitar. No rendía de la forma que tenía que rendir. Entonces lo sustituyó Luis Enrique, que era su suplente en el Madrid. Y Martín Vázquez también fue titular, hasta que se rompió la rodilla", asevera Clemente a este diario.

Tras la victoria oficiosa contra Inglaterra, España empató 0-0 contra Letonia, Irlanda del Norte e Irlanda. Esta última cita tuvo lugar el 18 de noviembre de 1992. El equipo dirigido por Jack Charlton era el principal aspirante a arrebatarles la plaza mundialista, junto a Dinamarca, campeona de Europa en curso.

Foto: El seleccionador de España, Luis Enrique. (Getty Images)

El resultado contra los irlandeses complicó la situación sobremanera. Públicamente, se culpó al estado del césped, que, según Clemente, perjudicó la precisión en el pase largo y en el control del receptor. "Regamos el césped porque quería que el balón corriera rápido y raso, con combinaciones cortas, pero estuvimos lentos. El campo se volvió en nuestra contra".

Las consecuencias futbolísticas fueron a mayores. La España de Clemente que hoy recordamos se identificó justo desde aquel momento. Tanto que por la senda se quedaron los miembros de la Quinta, y al Mundial de Estados Unidos solo llegaron cinco futbolistas que habían estado en Italia 90.

placeholder Clemente prescindió de la Quinta del Buitre. (EFE/Chema Moya)
Clemente prescindió de la Quinta del Buitre. (EFE/Chema Moya)

Míchel y Butragueño, ambos con 29 años y más de 60 internacionalidades, fueron titulares en la cita irlandesa. Cara al siguiente partido, no formaron parte de la convocatoria y el equipo venció 5-0 a Letonia. Entonces Clemente consideró importante "mantener la estructura". Una estructura capitaneada por Bakero, su "prototipo de jugador". "El aguerrido, el currante, el trabajador. No me vale el que lucha un día sí y el otro no. En contra de lo que piensan algunos, yo soy partidario de la clase, pero esta no debe ser sinónimo de vagancia".

Ambos madridistas no se pusieron más la camiseta de la Selección. Mientras Martín Vázquez, igualmente titular contra EIRE y relevo de Bakero en la segunda mitad ante Letonia, no correría mejor suerte. Para la siguiente jornada, a disputar en febrero del 93 frente a Lituania, el fino mediocampista del Real Madrid estaba lesionado. Se perdería tres meses de competición con su club, pero volvería en el desenlace de la temporada. Tenía 27 años y más de 30 internacionalidades. Ese día sin él, la Selección ganó 5-0. Vázquez tampoco jugó más con España.

Foto: Achraf en el penalti definitivo. (EFE/EPA/Mohamed Messara)

Clemente fue muy criticado por su decisión de no usar a los componentes de la Quinta. Durante los ochenta, ellos habían hecho del Real Madrid uno de los mejores equipos de Europa. Recientemente, en una entrevista para El Confidencial, Ángel Cappa fue más allá al asegurar que, gracias a aquellos jugadores, el fútbol del país superó la llamada furia, modo de sentir el juego que, al menos supuestamente, se había vuelto tradición durante ese siglo. Por el contrario, Clemente opina esto: "En mi tiempo no había una tradición futbolística en el país. No era como ahora, que la mayoría juega el fútbol de posesión. Cada club jugaba como le daba la gana. Yo elegía los jugadores que me gustaban y aplicaba la forma de jugar que creía conveniente". Para él, no había guía alguna que respetar y, además, "el estilo de la Selección lo dan los jugadores". Por ello, tras las primeras vacilaciones, el vasco marcó las líneas para que su Selección ofreciese el juego que de verdad sentía, sin que pesase el menor sentimiento de culpa. "Yo no tengo filosofía, tengo conceptos. Y mi concepto, mi idea de fútbol, es de velocidad más profundidad", zanjó.

placeholder Mendoza criticó la decisión de Clemente. (Imagen de archivo)
Mendoza criticó la decisión de Clemente. (Imagen de archivo)

Lejos de entender las razones del seleccionador, este fue acusado de fobias hacia los madridistas. Mendoza, entonces presidente del Real Madrid, echó más leña al fuego. Además de las críticas, lo cierto es que, repasada su trayectoria, cabe poca duda de que prescindir de esos grandes futbolistas se debió a una decisión exclusivamente deportiva. El vasco no mintió, fue honesto: admiraba el talento, pero nunca por encima del carácter táctico-grupal del conjunto.

Así de claro lo expresó: "Butragueño o Míchel son jugadores con una gran técnica, pero no pelean. Nunca han tenido coraje y yo quiero potencia. No quiero un 10 en técnica y un dos en agresividad. Quiero un siete en las dos cosas. Míchel me encanta y pensé mucho en traerlo aquí. Es superefectivo cuando su equipo está dominando claramente, pero si no es así le aparecen algunos defectos. En España, los periodistas suben a jugadores técnicos a niveles que no les corresponden. Cuando están arriba, no les gusta que se les exija sudar la camiseta".

Ejemplificó entonces con el AC Milan, dirigido por Arrigo Sacchi, para justificar su decisión. "En el Milan, por ejemplo, además de jugar bien meten la pierna (…) En el centro del campo presionan sin descanso, con las líneas muy juntas. Su éxito radica en su técnica, pero también en su trabajo. Si no corrieran como lo hacen, no habrían destacado tanto. Figuras sin trabajo no son figuras. Qué difícil es ver a grandes jugadores esforzándose en beneficio del equipo. (…) Contra los irlandeses, puse a ocho tíos ofensivos, gente muy técnica, y casi ni pasamos del centro del campo. Puse a los más técnicos y fuimos vulnerables. Si los que son brillantes no luchan, la cagamos. Después de ese encuentro, me decidí más claramente por una línea. Los primeros meses fueron difíciles para mí. No quiero culpar a aquel equipo. A partir de ese día, tomé una decisión. Preferí coger una línea más de acuerdo con mi forma de ver el fútbol".

placeholder Butragueño solo fue convocado en los primeros meses de Clemente. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Butragueño solo fue convocado en los primeros meses de Clemente. (EFE/Rodrigo Jiménez)

La España de Clemente, ¿un equipo defensivo?

Clemente dio al equipo el sello de los convocados sin aquellos futbolistas técnicos. "Me pueden decir de todo, pero yo entiendo que en el fútbol, para ganar, primero se necesita ser agresivo, valiente, tener fortaleza física y, después, técnica. Todas esas cualidades las tiene esta Selección", dijo entonces.

España ganó partidos hasta clasificarse para el Mundial de Estados Unidos 94 con ese modelo. El último de ellos fue la agonía contra Dinamarca, al jugar con un futbolista menos durante 80 minutos. Y ganó aún más los cuatro años siguientes. "Estábamos en cabeza de goles y partidos ganados", asegura Clemente. Su Selección solo fue derrotada en siete ocasiones, por Dinamarca, Italia, Croacia, Inglaterra (en penaltis), Francia, Nigeria y Chipre. El balance final se completó con 39 triunfos y 19 empates. A pesar de las victorias y el respeto que Clemente afirma haber cosechado entre sus compañeros de profesión, el equipo nunca dejó de ser etiquetado negativamente como defensivo, al menos desde el entorno.

Foto: Luis Enrique conversa en un entrenamiento con Sergio Ramos (Reuters).

Prescindir de los más técnicos en la parcela creativa determinó cómo sería la Selección. En el tratamiento y en los futbolistas de la fase defensiva también hubo una búsqueda, no menos importante. Desde la zaga formada en el partido de estreno, en la que tanto confió Clemente, quedaron fuera López, Solozábal y Toni. "No están bien", dijo el seleccionador en 1993. Solo el último volvería, ya para la Eurocopa de Inglaterra, después de que el Atleti ganase la Liga y la Copa en 1996.

Atrás se impusieron futbolistas de plena confianza para el entrenador, como Nadal, Alkorta, Abelardo, Hierro u Otero. Lo hicieron en la primera fase final, todavía jóvenes, y aún en las siguientes, aportando entonces su bagaje en forma de liderazgo y nivel. Potentes tanto en el juego aéreo como raso, la técnica defensiva de todos ellos era la clave de sus internacionalidades.

placeholder Manolo Sanchís tampoco contó para Clemente. (EFE/Chema Moya)
Manolo Sanchís tampoco contó para Clemente. (EFE/Chema Moya)

Clemente no varió esa defensa, donde también resultó determinante el sistema de marcación empleado por Clemente. Esta fue la razón de que Sanchís, uno de los mejores defensores centrales de la historia de España, no jugase en aquel equipo. Así lo recuerda el técnico: "Sanchís no era marcador, sino libre, por lo que no estaba acostumbrado a la defensa en zona. Yo solo usaba el hombre libre en la zaga cuando al central no le tocaba marcar, entonces se convertía en libre. Igual lo hubiera hecho bien, pero fue por eso por lo que no le llevé".

Pasados los años, de entre los miembros de la Quinta, Clemente solo sintió injusticia con Sanchís. Algo acorde a su pensamiento. Si bien Rexach dijo, desde su dirección en el Barça, que "cuando los jugadores se incorporan a la Selección, tienen que realizar otro esquema táctico, y eso los despista". "Eso les ocurre a los siete internacionales barcelonistas, que acusan el cambio tan brusco de juego sin apenas tener tiempo de asimilarlo”. Para Clemente, "no era un problema que los futbolistas jugasen de otra manera en sus clubes".

Su opinión es que la cuestión de los diferentes patrones de juego es inmediatamente resuelta por la virtud del gran futbolista, quien es capaz de identificar la idea y las cualidades de sus compañeros. El ejemplo claro de esto fue Guardiola, de quien Clemente recuerda que "en el Barça jugaba con unos y en la Selección con otros". "Como era tan inteligente, sabía lo que tenía que hacer cuando jugaba con unos y con otros. Sabía jugar de manera que el jugador que estaba a su lado también lo hiciera bien. Yo nunca necesité cambiar a ningún jugador”.

placeholder El mapa de calor de Hierro. (Sofascore)
El mapa de calor de Hierro. (Sofascore)

Guardiola fue importante para el seleccionador, salvo un periodo después del Mundial. A menudo con él como eje del juego, Clemente estableció una suerte de barrera a la vez defensiva, organizativa y ofensiva por delante de la zaga. "Cuando Guardiola estaba en condiciones, era la pareja de Hierro en el pivote, y Nadal era entonces el cuarto defensor, el que quedaba libre cuando no tenía que marcar. En el pivote también usé a Alkorta o Amor, siempre dependiendo de contra quién jugásemos". La inamovible pareja de volantes establecida por Clemente tuvo a los mejores futbolistas del país, a excepción de Milla, Eusebio o Fernando, que habían sido usados por los anteriores seleccionadores, pero de quienes nada más se supo.

Clemente se refiere a Alkorta como uno de los volantes que utilizó en ocasiones. Y este hecho refleja bien otra de las críticas recibidas. Se decía que, por usar muchos defensores en puestos del centro del campo, su España era netamente defensiva. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Puede tomarse como ejemplo el partido contra Italia disputado en el Mundial de 1994. Ese día, formaron el centro del campo Alkorta y Caminero, con Sergi y Goikoetxea en los costados. Se dijo entonces que Clemente usó siete defensas en la alineación titular.

Cabe destacar que el uso de Alkorta por delante de la zaga fue solo circunstancial. Esta decisión respondió a que, ante equipos que tuviesen un crack, Clemente pretendía anularlo con una marca hombre a hombre sobre el despliegue zonal. El concepto era algo habitual en la época. Y tal como recuerda, él era, ante todo, un estudioso de los rivales: "Yo no tenía una manera fija de jugar. He jugado con extremos o sin ellos, con delantero centro o sin él, con marcajes diferentes. Solo tenían un once fijo cuando jugaba dos partidos contra un equipo muy malo, entonces no me preocupaba del contrario. Yo estudiaba mucho a los rivales, pero no había scouting ni chorradas. Había vídeos grabados del equipo contrario. Cada partido depende de los jugadores del equipo contrario. Siempre he estudiado al contrario y he sacado a los jugadores que consideraba adecuados. Es que el único objetivo de un entrenador es, con su plantilla, intentar anularlos y batirlos".

El rápido Ferrer había sido el secante de Brian Laudrup. Y Alkorta marcó de cerca al creativo Michael Laudrup o al alemán Moller. "Si el contrario tiene al mejor mediapunta de Europa, lo que no hay que hacer es dejarle jugar". Todos los marcajes al hombre le surtieron efecto. Sin embargo, esa variante fue puntual. Por tanto, es la opinión general sobre lo defensivo del equipo.

Se da la circunstancia de que, como Hierro o Nadal, Sergi y Goikoetxea pasaban por ser atacantes de origen que, bien en el Barça o bien en el Madrid, fueron convertidos en zagueros. Así mejoraron la concepción defensiva, sin dejar de ser, en cualquier caso, futbolistas de naturaleza ofensiva. "Goiko era extremo, más que otra cosa", apunta Clemente. Por ello, y no por ser meros defensores, esos futbolistas eran ideales para la pretensión del técnico nacional. "Hay que elegir jugadores que sepan atacar y defender. El buen jugador tiene las dos cosas".

placeholder El mapa de calor de Goiko. (Sofascore)
El mapa de calor de Goiko. (Sofascore)

El seleccionador respetó el ser de sus mediocampistas y no les asignó funciones que no conocieran. Ellos, satisfechos, rindieron a su mejor nivel. Cuando se está ante grandes jugadores, lo adecuado es entender que lo son. O así lo apunta el seleccionador: "A las mejores figuras de Europa poco hay que enseñarles, solo hay que explicarles cómo vas a jugar un partido u otro, cómo eran neutralizables y batibles los contrarios. Pero cómo lo tienen que hacer era cosa de ellos, porque la magia del jugador es la que manda".

El debate de la portería y la delantera

Clemente también generó controversia en las convocatorias de la portería. "Estando yo, por cómo era como portero, Buyo no tenía sitio en la Selección. Y el resto eran muy buenos, pero Zubizarreta era el mejor". De hecho, el barcelonista fue el segundo mejor arquero del mundo en 1992, según la Federación Internacional de Historia y Estadística. El último partido como profesional de Zubi fue en Francia 98. Mundial de ingrato recuerdo para él, puesto que la derrota contra Nigeria, que a la postre supuso la eliminación en fase de grupos, no fue su mejor actuación.

"Contra Nigeria, nos falló un jugador en un gol, y luego tuvo Andoni Zubizarreta un fallo, que normalmente no tenía. Se resbaló y nos metieron un gol tonto que nos hizo perder", rememora el técnico. Un Clemente que tuo a Zubizarreta en sus inicios profesionales y mantuvo su confianza en él hasta el final de su carrera.

El debate de la delantera lo acaparó Julio Salinas, a quien Clemente definió como "frío, temperamental, patoso e imprevisible". "De lo mejorcito del fútbol español". Cara al primer Mundial, descartados Butragueño y el goleador Manolo, que había perdido el sitio fijo en el Atleti en favor del olímpico Kiko, el único ariete elegido fue Salinas. Cumplidos los 31 años, el bilbaíno no tenía sitio en el Barça, cerrado por Romario, Laudrup o Stoichkov. Al respecto, Clemente explica que "en España jugaban Romario y Bebeto, pero los que podíamos llevar a la Selección eran los suplentes de ellos".

placeholder Julio Salinas fue indiscutible para Clemente. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Julio Salinas fue indiscutible para Clemente. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Alfonso se lesionó y no fue convocado para el Mundial de 1994. Clemente apostó por Luis Enrique en lugar de los goleadores Carlos, Claudio, Higuera o Fonseca, que se desempeñaban en equipos del segundo escalón competitivo. Conviene recordar que el actual seleccionador llegó al Real Madrid en 1991, procedente del Sporting, siendo clara referencia de ataque. En el Madrid se volvió polivalente, jugando hasta de lateral. Pero Clemente atendió a las esencias del futbolista, no a los caprichos o necesidades de cada técnico. Por eso lo convocó por delante del joven Kiko, que se quedó en la prelista.

"La lista ha salido entre 30 y 35 jugadores que he estado observando y valorando. Mi preocupación ha sido dejar fuera a 13 jugadores competentes con calidad suficiente para disputar un Mundial. Pero este es el trago, eliminar a jugadores que han colaborado en la clasificación de España y elegir a los mejores para el torneo", contó Clemente.

En esta preselección, también estuvieron Míchel y Fran, el talentoso mediocampista ofensivo del Deportivo, que finalmente no participó en la fase final. En su línea argumental, Clemente había dicho que "un equipo con Julen, Guardiola, Fran y Caminero no sería bueno". "Yo examino a los jugadores cuando no tienen el balón y me pregunto: ¿roba balones? Hay que tener en cuenta muchos matices. Una cosa es poner sobre el campo buenos jugadores y otra muy distinta hacer un buen conjunto".

placeholder Raúl debutó con Clemente en la Selección. (EFE/Chema Moya)
Raúl debutó con Clemente en la Selección. (EFE/Chema Moya)

Bakero, Beguiristain y los citados Caminero y Guerrero tenían el objetivo de enlazar líneas. Todos con menos capacidad creativa que Fran, pero con más llegada en transición y en balón controlado. El gallego fue descartado en beneficio del naciente Guerrero, al que hoy Clemente recuerda como "un mediapunta goleador, no un jugador creativo". "Creativo era Guardiola".

El debate en la delantera se extendió hasta la Eurocopa, incrementándose en la misma por la ausencia de Raúl. En adelante, el fútbol del propio jugador del Madrid se encargó de silenciarlo. "Siempre se habla de los extranjeros y prueba de ello es que casi todos los equipos fichan goleadores de fuera. La Selección española, con un par de buenos delanteros, sería la más potente de Europa", dijo Clemente en 1995.

Y entonces llegó Raúl

Raúl ya llevaba temporada y media de titular en el Madrid, donde era máximo goleador, cuando se disputó la Eurocopa de Inglaterra. Sin embargo, Clemente arguyó que "ni Raúl ni De la Peña tienen aún nivel para ir a una Eurocopa". Para la delantera, llamó a Pizzi, Alfonso, Kiko y el incombustible Salinas.

Raúl siguió exhibiéndose en un Madrid campeón de Liga, pasado el campeonato. Iba camino de convertirse en el mejor delantero de Europa cuando Clemente no dudó más de él. Estuvo en Francia 98, donde la Selección partía como favorita, dado su potencial y sus resultados. "Con Raúl, la Selección estaba mejorada. Él hubiese sido el mejor jugador del Mundial", recuerda el seleccionador. Pero aquella España tampoco consiguió los máximos objetivos.

placeholder Todavía se recuerda el error de Zubizarreta ante Nigera. (EFE/Yoan Valat)
Todavía se recuerda el error de Zubizarreta ante Nigera. (EFE/Yoan Valat)

Un forzado adiós sin títulos

Además de las palabras sobre el partido ante Nigeria recogidas líneas atrás, Clemente recuerda todas las eliminaciones como injustas: "Merecimos ganar a Italia en 1994. En la Eurocopa, nos eliminó Inglaterra a penaltis, con un gol anulado que no tenía que haberse anulado. Cuando mejor jugamos es cuando perdemos".

El de Barakaldo continuó al frente de la Selección, puesto que creía en los futbolistas. Pero solo duró hasta el primer partido clasificatorio para la Eurocopa del año 2000, donde cayó 3-2 en Chipre, el 5 de septiembre de 1998. "No aguantaba las cosas que los periodistas decían a la Federación y, para no entorpecerla, me marché. Fue una decisión mía". En el caso de Luis Enrique, la decisión ha sido de la RFEF.

Con su paso por la Selección española, ¿cree usted que ganó o que perdió prestigio?, le preguntamos para finalizar. "Yo gané mucho prestigio con la Selección. Pero si lo perdí, no importa. Porque, ¿para qué vale el prestigio?".

Javier Clemente fue designado seleccionador español en las postrimerías de junio de 1992. Le avalaban más de una década en los banquillos de Primera División y destacados logros, como la consecución de dos Ligas, una Copa, una Supercopa y un subcampeonato de la UEFA. Esa misma temporada, había colaborado para que un Espanyol en caída, al que llegó a mitad de curso, salvase la categoría.

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