Oscar 2023: 'Todo a la vez en todas partes' arrasa en las nominaciones de los Premios de la Academia
Una de las sorpresas han sido las nueve nominaciones de la alemana 'Sin novedad en el frente'. 'Los Fabelman', de Steven Spielberg, se ha quedado con siete nominaciones
Se acerca la cita más popular del mundo del cine, la noche de los Oscar que otorga la Academia de Cine de Hollywood, que celebrarán su 95 edición el 13 de marzo en el Dolby Theatre de Los Ángeles. Y este martes se han conocido los nominados a las 23 categorías que competirán por las estatuillas. A las 5:30 hora local (las 14:30 hora española) y desde el Samuel Goldwyn Theatre, los actores Riz Ahmed y Allison Williams han sido los encargados de desvelar los nombres y los títulos de las películas que han conseguido pasar a la final, de los 301 títulos elegibles —los que cumplen los requisitos— que se han postulado este año. Apenas tres semanas después de la gala de los Globos de Oro, ya ha quedado claro cuáles han sido las películas que han marcado el año en el que el sector ha intentado volver a la normalidad tras la pandemia.
La película con más nominaciones ha sido Todo a la vez en todas partes, que se ha llevado nada menos que 11. La gran sorpresa ha sido la alemana Sin novedad en el frente, que ha conseguido nueve, además de la película extranjera. Le han seguido Almas en pena en Inisherin con otras nueve nominaciones y Elvis, con ocho.
La gran esperanza del cine español era que la actriz hispano-cubana Ana de Armas apareciese en el quinteto final de nominadas a mejor actriz protagonista por su papel en Blonde, el biopic sobre Marilyn Monroe dirigido por Andrew Dominik y basado en la novela homónima escrita por Joyce Carol Oates. Y lo hizo como una de las nominadas a mejor actriz. Producida por Netflix, Blonde levantó en su estreno mucha polémica debido a las críticas por, aparentemente, caer en el machismo que la película pretendía criticar, lo que le ha valido que la ignoren en la carrera por el Oscar y, por el contrario, los Razzie la hayan elegido como una de las peores producciones del año.
El kárate y el metaverso de los Daniels
Todo a la vez en todas partes es la última locura de Daniel Kwan y Daniel Scheinert —conocidos como los Daniels—, el combo de directores que saltó a la fama con la inclasificable Swiss Army Man (2016) después de una carrera larga y exitosa en el documental y el videoclip musical. La película, protagonizada por Michelle Yeoh —ganadora del Globo de Oro por este papel de dueña de una lavandería china en California y quien se hizo popular en estas longitudes por el éxito de Tigre y dragón (2000)— y Ke Huy Quan —a quien recordarán de otros taquillazos ochenteros como Los Goonies (1985) o Indiana Jones y el templo maldito (1984), salidos de la factoría Spielberg, precisamente—, es un prodigio de la dirección y el montaje, un puzle complejísimo e hilarante que mezcla el cine de artes marciales con la ciencia ficción metavérsica. Todo a la vez en todas partes ha sido la gran sorpresa independiente —lo independiente que puede ser un proyecto que ha costado 25 millones de euros— y la demostración que, más allá de Marvel, también hay un cine que puede ser taquillero. Como aliciente, la aparición de Jamie Lee Curtis como uno de los monstruos más terroríficos del cine moderno: una funcionaria de Hacienda que no suelta el hueso.
Almas en pena en Inisherin (nueve nominaciones) es una de las películas más encantadoras del año, sobre todo por el papel de Colin Farrell como Pádraic Súilleabháin, el tonto de Inisherin , una pequeña aldea aislada de Irlanda. El director y guionista de Tres anuncios en las afueras (2017), Martin McDonagh, construye una alegoría ambientada en la Guerra Civil irlandesa —ocurrida entre 1922 y 1923— a través de la amistad —o la repentina enemistad— de dos vecinos del pueblo. Frente a Farrell, Brendan Gleeson da vida a Colm, un hombre pretendidamente intelectual que, de la noche a la mañana, decide retirarle la palabra a Pádraic sin un motivo aparente, lo que llevará los vecinos de Inicherin a una escalada de tensión. McDonagh ha hecho de un tono entre la comedia ácida y el drama social su seña de identidad y, de momento, le funciona mejor que bien.
Desde Alemania llega Sin novedad en el frente, la adaptación de la novela bélica de Remarque, que ha deslumbrado a la crítica y que se ha hecho un hueco en las nominaciones a pesar de las reticencias contra Netflix, su distribuidora. La primera adaptación en alemán del libro escrito en 1929 —en la que, además, participa el hispano-germano Daniel Brühl— se estrenó en el Festival de Toronto y, desde entonces, solo ha recibido buenas críticas. Sin novedad en el frente se ambienta en la Primera Guerra Mundial, cuando el joven Paul (Felix Kammerer) se alista en el Ejército para luchar junto a sus amigos en la contienda, se dará cuenta de que la guerra no es una excursión al campo, sino la cara más trágica y traumática del ser humano.
El regreso de Baz Luhrmann con Elvis (ocho nominaciones) ha sido la consagración de Austin Butler, antiguo chico Disney, como una de las estrellas con más proyección del momento. El director de Moulin Rouge (2001) vuelve a la gran pantalla casi una década después del estreno de su último largometraje, El gran Gatsby (2013), y lo hace con un musical excesivo y barroco que se aproxima al hombre detrás del mito más importante del rock 'n' roll: Elvis Presley. Con un montaje endiablado y una fotografía babilónica, y a través del relato del mánager que controló con obsesión psicopática y métodos corruptos la carrera del cantante (Tom Parker, el Coronel, interpretado por un Tom Hanks irreconocible bajo una obesidad de látex y efectos de ordenador), cuenta cómo un niño de la white trash del sur de Estados Unidos, que se mezclaba con sus vecinos negros en una sociedad segregada, se convirtió en una de las estrellas más importantes de la música popular y, además, en defensor, a su manera, de los derechos civiles. Además de contaminar las cabecitas adolescentes de sexo y libertad, y además de acabar sus días alcoholizado, adicto a todo tipo de químicos, prácticamente arruinado y convertido en un títere en los escenarios de Las Vegas.
Los Fabelman, de Steven Spielberg (siete nominaciones), fue una de las grandes triunfadoras de los pasados Globos de Oro. El proyecto más personal de la carrera del director de Tiburón (1975) narra la adolescencia del propio Spielberg en Arizona en los años 50 como hijo de un ingeniero informático (interpretado por Paul Dano) y una ama de casa con vocación musical (a quien da vida Michelle Williams). Los Spielberg, convertidos en Los Fabelman, representan a una familia judía de clase media en los años dorados después de la Segunda Guerra Mundial, cuando Estados Unidos representó la idea de progreso y prosperidad. El personaje protagonista, Sammy Fabelman (Gabriel LaBelle), es un joven apasionado del cine que, al mismo tiempo que persigue el sueño de convertirse en un gran director, ve cómo ha heredado al mismo tiempo la sensibilidad artística de su madre y la visión técnica de su padre, rasgos que a veces hacen chocar los carácteres de sus progenitores. Un año después de que su West Side Story quedase opacado en la taquilla y en la carrera a los premios, Spielberg ha intentado resarcirse con esta historia sentimental —y algo cursi— que narra su génesis y que sigue la estela de los grandes directores —Iñárritu, Sorrentino, Almodóvar— que han llevado a la pantalla su propia infancia.
Tár, que se ha quedado con seis nominaciones, ha supuesto el regreso, 16 años después de Juegos secretos (2006), de Todd Field a la dirección de largometraje. Protagonizada por Cate Blanchett —ganadora de la Coppa Volpi en Venecia—, Tár es uno de los filmes más sofisticados, elegantes y adultos que compiten este año en los Oscar. A través de la figura de una directora ficticia de la Orquesta Filarmónica de Berlín, Lydia Tár, Field reflexiona sobre las estructuras de poder que operan en la élite de la música clásica y sobre la disquisición permanente sobre si se debe separar la obra del artista. Con una delicadeza inteligente y una atención al detalle y a la técnica y la rutina de una orquesta, Field construye un drama psicológico en el que Blanchett se eleva como una de las mejores actrices de su generación y, probablemente, de la historia del cine. Si los premios significan algo, los dos Oscar y las cuatro nominaciones en su haber la avalan. Si ganase en esta edición, Blanchett se pondría a la altura de Meryl Streep, Ingrid Bergman y Frances McDormand, quienes también consiguieron el triplete.
La ballena, con tres nominaciones, ha supuesto la resurrección de Brendan Fraser, estrella y mito sexual de los 90 por George de la jungla (1997) y La momia (1999), y desaparecido en el ostracismo y en las malas decisiones a lo largo de los últimos 10 años. Ha sido Darren Aronofsky a través de esta adaptación de la obra de teatro homónima firmada por Samuel D. Hunter —quien también ha firmado el guion— el responsable de rescatar a un actor que ha demostrado en este papel dramático e intenso su capacidad interpretativa, llevando el peso absoluto —y nunca mejor dicho— de una película claustrofóbica —la acción, en su totalidad, tiene lugar dentro de un apartamento—. Fraser interpreta a un hombre aislado de la sociedad a causa de su tristeza y de su sobrepeso: alejado de su familia, imparte clases online de Literatura. La pregunta a contestar: ¿qué ha pasado en la vida de este hombre para llegar a una situación así?
Top Gun: Maverick, que ha conseguido seis nominaciones, ha reivindicado el cine palomitero de calidad y la capacidad de Tom Cruise, recién cumplidos los 60 años, de saltar, correr, enseñar músculo, tirarse en caída libre desde un avión y mantener el aura de gran estrella de acción. Más de 36 años después de la primera entrega, Cruise ha empujado esta secuela dirigida por Joseph Kosinski (Oblivion, 2013) en la que el piloto Maverick vuelve en forma de instructor de la escuela de pilotos Top Gun para demostrar que uno nunca está demasiado obsoleto si se está tan vivo como Maverick. Como la otra cara de la moneda, el pobre Val Kilmer, quien, después de sufrir un cáncer de garganta y penurias económicas, hace las paces con su archienemigo (en la ficción, claro).
En 2018, Black Panther ganó tres Oscar, todos ellos en los llamados departamentos técnicos, pero marcó un hito al colarse entre las nominadas a mejor película, lo que confirmó el giro de la Academia de Hollywood para reconocer las películas más taquilleras. La película se convirtió, además, en un alegato a favor de la comunidad afroamericana y en contra del racismo. Cuatro años después, la secuela, Black Panther: Wakanda, que ha conseguido nada menos que cinco nominaciones, llega a los Oscar avalada también por la interpretación —muy aplaudida— de Angela Basset en uno de los papeles protagonistas. Marvel ya no se conforma con la taquilla: ahora también quiere el prestigio de las estatuillas.
Otra producción europea es la de El triángulo de la tristeza, de Ruben Östlund, la flamante ganadora de la Palma de Oro del Festival de Cannes y la consagración del director sueco, que cada vez se arrima más a la industria norteamericana. Además, ha conseguido tres nominaciones, entre ellas la de mejor película. En esta sátira algo burda del funcionamiento de las estructuras de poder en la sociedad explicada a través de los pasajeros y la tripulación de un crucero de lujo, Östlund ha mostrado su cara más escatológica —mucho vómito y mucha diarrea— en una comedia negra que ha enamorado al público y a la crítica. El triángulo de la tristeza es una de las Palmas con más posibilidades de hacer algo de taquilla de los últimos tiempos. Lo más destacable: Harris Dickinson en el papel de un joven modelo que busca romper los roles de género y Woody Harrelson como el capitán comunista de un barco repleto de millonarios.
Living, con dos nominaciones, poco a poco, ha ido ganando presencia en esta recta final de la carrera por los premios, gracias en gran parte al papel de Bill Nighy como Williams en este remake inglés de Ikiro (1952) de Akira Kurosawa, película inspirada a su vez en La muerte de Iván Illich de Tolstoi. Nighy interpreta a un burócrata del Londres de los años 50 que, cuando se entera de que le quedan siete meses de vida, decide dar un cambio de 180 grados a su vida. El director, por cierto, es el sudafricano Oliver Hermanus, ganador de la Queer Palm en 2011 en Cannes por Skoonheid.
También estaba clara la presencia de Avatar: el sentido del agua (cuatro nominaciones) en las categorías más técnicas de los Oscar. 13 años después de Avatar (2009), la película más taquillera de la historia del cine, James Cameron vuelve con una secuela que ya se ha convertido en la sexta película con más recaudación de todos los tiempos. Cameron vuelve al planeta Pandora, habitado por los na'avi, en una película llena de acción y tiroteos con un mensaje aparentemente ecologista.
Será dentro de mes y medio cuando por fin conozcamos las películas ganadoras en una noche de glamur, alfombras rojas y mucho cine en el autoaplauso anual del cine estadounidense que tanto nos gusta y que esperemos que recupere el interés de un público que, en los últimos años, ha abandonado la retransmisión de una gala que, el año pasado, fue la segunda menos vista de la historia.
Mejor película
Almas en pena de Inisherin, de Martin McDonagh
Elvis, de Baz Luhrman
Todo a la vez en todas partes, de Daniel Scheinert y Dan Kwan
Los Fabelman, de Steven Spielberg
Tár, de Todd Field
Top Gun: Maverick, de Joseph Kosinski
Black Panther: Wakanda Forever, de Ryan Coogler
Sin novedad en el frente, de Edward Berger
El triángulo de la tristeza, de Ruben Östlund
Avatar, de James Cameron y Jon Landau
Ellas hablan, de Dede Gardner y Jeremy Kleiner
Mejor dirección
Todd Field, por Tár
Steven Spielberg, por Los Fabelman
Martin McDonagh, por Almas en pena de Inisherin
Los Daniels, por Todo a la vez en todas partes
Ruben Östlund por El triángulo de la tristeza
Mejor actor protagonista
Austin Butler, por Elvis
Colin Farrel, por Almas en pena de Inisherin
Bill Nighty, por Living
Brendan Fraser, por La ballena
Paul Mescal, por Aftersun
Mejor actriz protagonista
Cate Blanchett, por Tár
Ana de Armas, por Blonde
Andrea Riseborough por To Leslie
Michelle Williams por The Fabelmans
Michelle Yeoh, por Todo a la vez en todas partes
Mejor actor de reparto
Brendan Gleeson, por Almas en pena de Inisherin
Brian Tyree Henry, por Causeway
Judd Hirsch, por Los Fabelman
Barry Keoghan, por Almas en pena de Inisherin
Ke Huy Quan, por Todo a la vez en todas partes
Mejor actriz de reparto
Angela Bassett, por Black Panther: Wakanda Forever
Hong Chau, por La ballena
Kerry Condon, por Almas en pena de Inisherin
Jamie Lee Curtis, por Todo a la vez en todas partes
Stephanie Hsu, por Todo a la vez en todas partes
Mejor guion original
Almas en pena de Inisherin, de Martin McDonagh
Todo a la vez en todas partes, de Daniel Kwan y Daniel Scheinert
Los Fabelman, de Tony Kushner y Steven Spielberg
Tár, de Todd Field
El triángulo de la tristeza, de Ruben Östlund
Mejor guion adaptado
Sin novedad en el frente, de Edward Berger
Glass Onion, de Rian Johnson
Living, de Kazuo Ishiguro
Top Gun: Maverick, de Ehren Kruger, Eric Warren Singer y Christopher McQuarrie
Ellas hablan, de Sarah Polley
Mejor dirección de fotografía
James Friend, por Sin novedad en el frente
Darius Khondi, por Bardo
Mandy Walker, por Elvis
Roger Deakins, por El imperio de la luz
Florian Hoffmeister, por Tár
Mejor diseño de vestuario
Babylon
Black Panther: Wakanda Forever
Elvis
Todo a la vez en todas partes
Mejor montaje
Mikkel E.G. Nielsen, por Almas en pena en Inisherin
Jonathan Redmond y Matt Villa, por Elvis
Paul Rogers, por Todo a la vez en todas partes
Monika Willi por Tár
Eddie Hamilton, por Top Gun: Maverick
Mejor maquillaje y peluquería
Sin novedad en el frente
The Batman
Black Panther: Wakanda Forever
Elvis
La ballena
Mejor diseño de producción
Sin novedad en el frente
Avatar: el sentido del agua
Babylon
Elvis
Los Fabelman
Mejor banda sonora
Almas en pena en Inisherin
Todo a la vez en todas partes
The Fabelmans
Tár
El triángulo de la oscuridad
Mejor canción
Applause, de Tell it Like a Woman
Hold My Hand, de Top Gun: Maverick
Lift Me Up, de Black Panther: Wakanda Forever
Naatu Naatu, de RRR
This is a Life, de Todo a la vez en todas partes
Mejor sonido
Sin novedad en el frente
Avatar: el sentido del agua
The Batman
Elvis
Top Gun: Maverick
Mejores efectos visuales
Sin novedad en el frente
Avatar: el sentido del agua
The Batman
Top Gun: Maverick
Black Panther: Wakanda Forever
Mejor película de animación
Pinocho de Guillermo del Toro, de Guillermo del Toro
Marcel the Shell with Shoes On, de Dean Fleischer-Camp
El gato con botas: el último deseo, de Joel Crawford
El monstruo marino, de Chris Williams
Red, de Domee Shi
Mejor documental
All That Breathes, Shaunak Sen
La belleza y el dolor (All the Beauty and the Bloodshed), de Laura Poitras
Fire of Love, de Sara Dosa
A House Made of Splinters, de Simon Lereng
Navalny, de Daniel Roher
Mejor película internacional
Sin novedad en el frente (Alemania)
Argentina, 1985 (Argentina)
Close (Bélgica)
EO (Polonia)
The Quiet Girl (Irlanda)
Mejor corto de animación
The Boy, the Mole, the Fox and the Horse
My Year of Dicks
The Flying Sailor
An Ostrich Told Me the World Is Fake and I Think I Believe It
Ice Merchants
Mejor corto documental
The Elephant Whisperers
Haoulout
How Do You Measure a Year?
The Martha Mitchell Effect
Strangers at the Gate
Mejor corto de ficción
Le Pupille
An Irish Goodbye
The Red Suitcase
Ivalu
Night Ride
Se acerca la cita más popular del mundo del cine, la noche de los Oscar que otorga la Academia de Cine de Hollywood, que celebrarán su 95 edición el 13 de marzo en el Dolby Theatre de Los Ángeles. Y este martes se han conocido los nominados a las 23 categorías que competirán por las estatuillas. A las 5:30 hora local (las 14:30 hora española) y desde el Samuel Goldwyn Theatre, los actores Riz Ahmed y Allison Williams han sido los encargados de desvelar los nombres y los títulos de las películas que han conseguido pasar a la final, de los 301 títulos elegibles —los que cumplen los requisitos— que se han postulado este año. Apenas tres semanas después de la gala de los Globos de Oro, ya ha quedado claro cuáles han sido las películas que han marcado el año en el que el sector ha intentado volver a la normalidad tras la pandemia.