Es noticia
Medio año buscando un 'portátil pepino': los PC (y el MacBook) en los que me dejaría el sueldo
  1. Tecnología
HARTO DE COSITAS MODESTAS

Medio año buscando un 'portátil pepino': los PC (y el MacBook) en los que me dejaría el sueldo

Convertibles, portátiles ultra ligeros, compactos sin renunciar a casi nada o, simplemente, un buen ordenador de la manzana. Aquí van los ordenadores que más nos han gustado en estos últimos meses

Foto: Foto: EC.
Foto: EC.
Las claves
placeholder Un mes buscando un nuevo ordenador por 500 € y esta es la mejor opción que he encontrado

Por mucho que nos hayan dicho desde años que los ordenadores eran trastos obsoletos que iban a claudicar ante el avance de móviles y tabletas, nada de eso ha ocurrido. A día de hoy son muy pocos los que pueden prescindir de tener un buen portátil en su vida, bien para trabajar, estudiar o lo que le venga en gana.

Hay muchos que son amarrateguis con el presupuesto y optan por gastarse más bien poco, convencidos de que ese aparato más barato les salvará la papeleta. Pero hay otros, como es mi caso, que preferimos hacer una buena inversión y hacernos con un equipo que soporte el paso de los años y tenga una buena esperanza de vida. Vamos, lo que el común de los mortales conoce como un portátil pepino.

Pero, ¿cómo es el portátil ideal? Pues probablemente haya tantas respuestas como lectores en este artículo. Habrá quien prefiera algo pequeño, fácil de llevar encima y que eso no suponga renunciar a tener una pantalla de calidad o un buen músculo para tener 16 ventanas de Chrome abiertas y trabajar con 8 apps en paralelo. Habrá quien quiera un portátil con una pantalla enorme, sin que se convierta en una losa con la que cargar todos los días por culpa del peso. También están los que aprovechan mucho el formato convertible y saben exprimir las bondades de tener una bisagra 360º que permite utilizar tu PC como una tableta. Habrá quien pase de todas las propuestas y quiera una máquina que le dé solvencia y garantías. Y, por supuesto, no podemos olvidarnos de los que pasan de Windows y solo son capaces de vivir con un MacBook entre sus manos.

Foto: Foto: EC Diseño.

Pues bienvenidos todos. Me he pasado medio año probando un buen puñado de portátiles y aquí va una pequeña selección de modelos que, por una razón o por otra, me convencen lo suficiente como para dejarme una gran parte del sueldo en ellos. Eso sí, un pequeño aviso: aquí no habrá equipos gaming ni pensados para aquellos que necesitan una tremenda capacidad gráfica como editores de vídeo o diseñadores gráficos. Ese tipo de compras merecen un análisis muy pormenorizado y diferente. Esto es como si alguien se va a comprar un camión y le acaban dando consejos para comprar furgonetas, coches y todoterrenos. Pues aquí tres cuartas partes de lo mismo.

Un convertible muy pintón

Les voy a ser muy sinceros: nunca pensé comprarme un portátil de Samsung. Una lavadora, un frigorífico o un móvil todavía. Pero no me ocurría con los ordenadores. Y así era hasta que pude meter mano a las propuestas que llevaron al Mobile World Congress de Barcelona del mes de febrero, sus Galaxy Book 2 Pro.

Meses después recibí una unidad de prueba del modelo 360, el convertible, y simplemente puedo confirmar las buenas sensaciones que tuve en su momento. Tras haber pasado varias semanas con él, me atrevería decir que es una de las mejores propuestas de su categoría de todo el 2022.

No es el más ligero ni el más compacto de los que han pasado por mis manos en este tiempo. Pero es relativamente cómodo con sus 35,4 cm de largo y 22,7 de ancho y tan solo 1,2 centímetros de grosor. Su peso alcanza los 1,4 kilos, que es algo bastante razonable. Cuenta con una pantalla OLED de 15,6 pulgadas, que luego analizaremos con más detalle. Disponible en varios colores, su exterior es de grafito. Un material que me ha resultado muy agradable al tacto y muy elegante, pero que pide a gritos una funda para aguantar el paso del tiempo y protegerla de posibles marcas de uso.

placeholder El grafito le da un toque superelegante. (M. McLoughlin)
El grafito le da un toque superelegante. (M. McLoughlin)

El formato condiciona el apartado de la conectividad. Viene con dos USB Tipo C (Thunderbolt 4, si estás pensado en conectarlo a un monitor externo), algo escaso pero ajustado a los tiempos. Uno de ellos queda ocupado cuando se carga el equipo. Algunos echarán de menos un USB tradicional, pero les tocará, si es el caso, tirar de un adaptador. Si se busca algo ultra ligero y ultra fino, tenemos que ir haciéndonos a la idea de estas limitaciones. Contamos con jack para auriculares, para aquellos que sigan utilizando el cable y, de propina, un lector de tarjetas microSD, algo que algunos agradecemos bastante.

La pantalla tiene una diagonal de 15,6 pulgadas, con marcos muy reducidos. Una pantalla táctil, que viene acompañada de un puntero, y que opta por tecnología OLED, resolución Full HD +, formato 16:9 y 60 Hz de tasa de refresco. Hay que hacer varias observaciones. Optar por una panel OLED hace que consumir cualquier contenido (desde ver series hasta ver el periódico) se haga con unos unos negros y unos contrastes realmente buenos.

Tanto en colores como en brillo (se queda a un paso de 400 nits aproximadamente) esté portátil tiene un notable alto, casi sobresaliente. Habrá quien levante la ceja al ver la resolución y prefiere una pantalla 2K o 4K. Particularmente, la elección me parece muy equilibrada (por el tema del consumo de batería y el fin del equipo), además de que el OLED, siendo francos, compensa esa cifra más baja de píxeles. Lo que creo que deberían haber sido algo más ambiciosos es con la tasa de refresco, que debería estar en 90Hz.

placeholder La pantalla OLED funciona a las mil maravillas. (M. McLoughlin)
La pantalla OLED funciona a las mil maravillas. (M. McLoughlin)

Un punto fundamental es el teclado. Ni una sola pega. Las teclas se sienten sólidas y tienen el recorrido suficiente para que sean cómodas cuando se escribe. Hay espacio suficiente. La biometría responde muy bien. Con el trackpad, tres cuartas partes de lo mismo. Aunque no es tan cómodo como el de los MacBook (rey absoluto en este punto), lo cierto es que tiene un muy buen tamaño. Antes de entrar en autonomía y rendimiento, vamos a hacer un ligero repaso sobre otros elementos.

La pantalla táctil responde bastante bien y el SPen parece solvente como para dar lo que piden a los que les gusta tomar notas o utilizar esta herramienta para hacer capturas y recortes. El sonido resulta plano, sin excesivos matices. Lo esperable de un equipo así la verdad. La cámara, aunque cuenta con resolución 1080p, adolece de un poco de ofrecer una imagen con ruido cuando la estancia no está lo suficiente iluminada (les pasa a muchos), En lo que se refiere a la conectividad inalámbrica, dos buenas noticias: Wifi 6 y BT 5.1, con el códec Qualcomm aptX para sonido inalámbrico.

Lo que este Galaxy Book 2 Pro 360 no te va a dejar es jugar con las configuraciones. En España tenemos solo una disponible. El motor es un Intel 7 1260P, que se jalona con 16 de RAM (LPDDR 5). El almacenamiento de serie es de 512 GB, con la posibilidad de ampliarlo.

placeholder En formato caballete. (M. McLoughlin)
En formato caballete. (M. McLoughlin)

La combinación va sobrada para tareas cotidianas y rutinarias. Incluso cuando la he utilizado para editar grandes volúmenes de fotos o he editado y exportado algún video de prueba ha dado la talla. La gráfica, por cierto, es una Iris de Intel. No hace milagros pero aguanta el tipo. En líneas generales, no lo he notado fatigado (ni sobrecalentando) en ningún momento. Si estás pensando utilizarlo para correr juegos pesados, olvídalo. En todo caso, un servicio en la nube como Game Pass y gracias.

Sobre la autonomía, un sí bastante rotundo. Dándole un uso corriente (con el brillo en un nivel medio bajo en la oficina y pidiéndole un poco de todo) ha conseguido estar cerca de las 9 horas e incluso por encima. Esa es una marca que nos permitirá pasar una jornada de trabajo con un par de horas extra de regalo.

El cargador de 65W nos permitirá tener una importante parte del depósito lleno en tan solo 30 minutos, tiempo en el que podemos rascar unas 5 horas de vuelo. Un breve apunte sobre el software. Viene con Windows 11 trufado con algunas apps propias que pueden ser especialmente útiles para los propietarios de un móvil de la casa. El precio de este equipo no es especialmente asequible, 1.500 euros.

Grande (ande o no ande) pero peso pluma

Siempre que hablamos de un portátil, existe en el imaginario colectivo una especie de dicotomía entre tamaño y peso. O se elige lo uno o se elige lo otro. Para romper esa suerte de duopolio, LG se sacó, hace ya unos años, los Gram. El nombre es bastante evidente, pero no está de más subrayar que ese nombre hace referencia al peso. Y como un modelo vale más que mil palabras, el mejor resumen es un equipo de 16 pulgadas que pesa 1,1 kilogramos. Esas son las medidas que avalan el modelo de 2022, uno de los portátiles que más echo de menos en mi día a día después de haber trabajado con él a lo largo de un mes entero.

¿Por qué me gusta tanto? Porque es una obra de ingeniería dentro de la electrónica de consumo. El primer contacto me sorprendió muchísimo. Se produce una rotura mental entre lo que se toca y lo que se ve. Mucho mérito de esto es del magnesio, el material escogido para construir el fuselaje del equipo. Es un tacto peculiar, se siente como plástico rugoso, a pesar de que es otro material. A veces se puede caer en el error de pensar que es un material poco resistente, pero lo cierto es que aguanta muy bien tanto las marcas del uso diario (el modelo negro no tanto) como incidentes puntuales (ostenta el certificado militar MIL-STD 810G). Además, es un excelente disipador del calor y esto se nota en el uso diario del portátil.

placeholder Finísima propuesta y muy ligera. (M. McLoughlin)
Finísima propuesta y muy ligera. (M. McLoughlin)

Poco más de un kilo de peso se traduce en un cuerpo de 35,5 x 24,2 x 1,7 centímetros. Ahí se puede meter una pantalla de 16 pulgadas pero también una configuración de puertos más propia de portátiles tradicionales mucho más gruesos. Por contar cuenta hasta con una salida HDMI 2.1. Esa es la guinda de un equipo que también cuenta con dos puertos USB tipo A (3.2) y dos puertos tipo C Thunderbolt 4, uno de ellos se ocupará para cargar. A esto hay que sumar conector jack y lector de microSD. Las conexiones inalámbricas, hablando un poco de todo, son Wifi 6E y BT 5.1. Me cuesta imaginar un portátil tan ligero que pueda ofrecer todos estos puertos.

La pantalla es una pantalla LCD IPS, lo que hace que no tengamos los contrastes y los colores de una pantalla OLED. Eso no significa que la imagen que ofrece no goce de buena salud. La resolución es de 2560 x 1600 pixeles y cuenta con unos 350 nits de brillo. Cumple más o menos en todos los apartados. Quizá, si se trabaja en exteriores, se echa en falta algo más de luminosidad a pesar de tener una buena capa antireflejos. También hay que apuntar que es un problema, al menos en mi caso, que he experimentado en contadísimas ocasiones, ya que la mayor parte del tiempo he trabajado en la oficina, en una sala de prensa, en casa o en el tren.

Personalmente, el formato 16:10 me ha convencido bastante y me ha permitido tener hasta 3 ventanas abiertas con suficiente espacio. Pero entiendo que algún usuario prefiera un formato menos apaisado, como el que ofrecen algunos portátiles más próximos al 4:3 o al 3:2. La función táctil también tiene una buena respuesta y funciona correctamente.

placeholder El LG Gram, sin rival en la relación tamaño peso. (M. McLoughlin)
El LG Gram, sin rival en la relación tamaño peso. (M. McLoughlin)

Sorprende, y mucho también, lo delgado de los marcos de la pantalla, teniendo en cuenta que son delgadísimos y a pesar de ello han conseguido meter una webcam de 1080p en la parte superior equipada con tecnología IR, que ofrece un reconocimiento facial que funciona de manera muy fina. Una webcam, por cierto, que mejor frente a anteriores ediciones (tiene 1080p) aunque también exige tener cierta luz en el ambiente para que la imagen no sufra.

El teclado del LG Gram, aunque en un primer momento eché de menos algo más de recorrido, lo cierto es que es cómodo para escribir. El touchpad, por su parte, es amplio y ofrece una buena sensación al pulsarlo o deslizar el dedo. Creo que hasta la altura del resto de la composición.

Los altavoces (cuenta con dos de 1,5W de potencia) me producen sensaciones encontradas. Creo que cumplen para un uso general, aunque como me ocurría con el anterior modelo, hay veces que se le podría pedir algo más de chicha, especialmente en los graves.

Ligereza, buena y espaciosa pantalla, multitud de puertos y buen teclado es lo que sostiene esta propuesta que, por cierto, no es precisamente barata. Pero esto va de darse un capricho, no de comprarse un ordenador low cost. El rendimiento te convencerá dependiendo de las gafas que te pongas. Para hacer uso de aplicaciones de ofimática, bases de datos y aplicaciones tipo Netflix va sobrado gracias a un Intel Core 17-1260P de duodécima generación, que se jalona con hasta 32 GB de RAM (LPDDR5) y hasta un tera de memoria. Puede también ayudar con cosas como el Photoshop, el Lightroom e incluso, muy puntualmente, con algo como Ilustrator. Eso sí, si vas a utilizar este paquete u otros que exijan tantos recursos como el de Adobe, mi consejo es que mires en otra parte. Con los juegos pudo mover perfectamente Game Pass conectado a un monitor externo y algún juego casual, pero nuevamente no tiene el músculo suficiente para mover los títulos más exigentes. Sencillamente, no es el fin de estos equipos.

placeholder El LG Gram, conectado al View. (M. McLoughlin)
El LG Gram, conectado al View. (M. McLoughlin)

En lo que se refiere a la autonomía, es el único que me ha dado la sensación de estar en condiciones de competir con Apple y el buen hacer de sus M1 y sus M2 en materia energética. Hablamos de que haciendo un uso normal, con el brillo de la pantalla contenido y no realizando ninguna prueba para medir su potencia bruta, puede dar para jornada y media de trabajo clásico de ofimática y cosas de ese estilo.

Y es que ofrece un registro superior a las 10 horas cuando lo desconectas del enchufe. Eso sí, es un portátil caro. Ha sufrido una rebaja y aún así, sigue por encima de los 1.500 euros. También hay diagonales de 14,15 y 17 pulgadas, aunque sus características y su relación entre peso y tamaño cambia. Si buscas algo grande, ligero y que pueda manejar cualquier tarea corriente, este Gram de 2022 es una buenísima opción si tu bolsillo te lo permite. Un apunte, el modelo de 17 pulgadas se encuentra muy rebajado.

LG View +, un monitor portátil

La sorpresa que LG se ha sacado de la manga es View +, un accesorio que he probado en conjunto con el mencionado portátil. Se trata de un invento pensado para aquellos que trabajan mucho más cómodos con una pantalla secundaria. Se trata de un monitor portátil de 16 pulgadas. El aparato en sí pesa poco más de 600 gramos, pero hay que añadirle el peso de la funda, indispensable para sujetarlo.

Entre ambos, sumamos un kilo a la combinación. Simplemente con conectar un cable a uno de los puertos USB tipo C pondremos en marcha este panel (tiene la misma resolución y formato de 16:10) y cuenta con un tratamiento antirreflejos y un ángulo de visión de 170 grados. No esconde demasiado misterio, funciona como una pantalla secundaria, salvo porque tiene una función que detecta nuestra mirada para desplazar ventanas entre una y otra pantalla o para atenuar la imagen que no estamos mirando. El problema es que cuesta 330 euros. 

LG Gram 2022 16" (1599€)

Para llevar en la mano (sin muchas renuncias)

No todo el mundo quiere un portátil enorme. Hay otros que lo que buscan es uno cómodo y compacto, especialmente si un día estás trabajando en la oficina y el resto de la semana lo haces entre diferentes ciudades y no quieres andar cargando con algo muy pesado y abultado. Pero no quieren que ese tamaño reducido, suponga asumir grandes renuncias. Esa es la apuesta de Lenovo con Yoga Slim 7i Carbon, uno de los ordenadores compactos que más me ha llamado la atención este año.

Este equipo cuenta con una pantalla de 13,3 pulgadas y un peso que está por debajo del kilo (0,98 kg). Sus medidas son bastante comedidas con una silueta de 300,98 x 206,03 x 14,8 milímetros. Se trata de un diseño muy minimalista y ligero, cosa que no es obstáculo para que se sienta robusto. La parte superior está construída con fibra de carbono mientras que la base es una aleación de magnesio y aluminio. El cuerpo apuesta por líneas curvas, con laterales redondeados que, más allá de lo estético, refuerzan esa sensación de portabilidad al facilitar llevarlo de lado a lado.

placeholder Foto: M. McLoughlin.
Foto: M. McLoughlin.

Hay un peaje a pagar: los puertos. Son escasos. Solo contamos con dos. Un puerto USB Tipo C a cada lado. Uno de ellos con ThunderBolt 4 y otro con USB 3.2 de segunda generación. Ambos se pueden utilizar para cargar el portátil o para enchufar accesorios. Lo más sorprendente: no hay jack para auriculares. Personalmente no me importa, porque hace años que soy usuario de auriculares inalámbricos, pero entiendo por qué muchos usuarios siguen demandando esto. Lo que llama la atención es la inclusión de una pestaña de privacidad, un pequeño interruptor que nos servirá para bloquear físicamente la cámara web. Para suplir esa carencia de puertos, Lenovo nos regala un dongle, que cuenta con el mencionado jack, un puerto VGA y una salida HDMI

Si hay algo que me ha llamado la atención ha sido la pantalla. Es una OLED IPS que obtiene un rendimiento muy bueno, especialmente en la reproducción de colores, mostrando el 96% del espectro sRGB y una relación de contraste muy alta, que garantiza negros muy oscuros y colores bastante profundos. En vez de conformarse con Full HD, apuesta por elevar el listón hasta tener resolución QHD + y ofrece hasta 410 nits de brillo y unos ángulos de visión muy buenos. Pocas pegas le he encontrado a esta pantalla que también apuesta por 90 Hz de tasa de refresco y soporte para contenidos Dolby Vision.

Una vez abrimos el ordenador, cosa que se puede hacer con una sola mano, encontramos una frontal que aprovecha bien el espacio y ofrece unos marcos bastante reducidos, salvo en la ceja que aparece en la parte superior. Allí se coloca la cámara web (muy básica, de 720P), así como el sensor de profundidad y de infrarrojos para el desbloqueo facial, que es la única alternativa biométrica.

placeholder Foto: M. McLoughlin.
Foto: M. McLoughlin.

El rendimiento es otro de sus puntos a favor. Cuenta con un Intel Core i7-1260P, que combina ocho núcleos de alta eficiencia y cuatro dedicados al rendimiento. Un conjunto que se deja notar bastante en la autonomía, que alcanza un nivel muy digno para ser un ordenador compacto. Unas 8 o 9 horas, con el brillo en la zona templada y haciendo tareas de ofimática clásicas. El complemento a este procesador son 16GB de RAM, 1TB de almacenamiento SSD (muy rápida tanto para lectura, como para escritura) y una gráfica Intel Iris X. Como digo, va sobrado para labores convencionales, pudiendo gestionar múltiples procesos en paralelo sin que se resienta ni se sobrecaliente en exceso.

Es más, solo cuando he realizado las pruebas de video y de edición gráfica he notado que los ventiladores empezaban a funcionar. Hay un problema añadido, como en los anteriores modelos: no es fácil actualizar sus componentes en un futuro. Por ejemplo, la RAM está soldada a la placa. Es algo que suele ocurrir con portátiles pequeños o extremadamente finos. El precio de la unidad que hemos tenido de prueba alcanza los 1.500 euros, aunque puede ser superior si optamos por otra configuración. Un precio que le hace competir directamente contra los MacBook M1 y similares.

Lenovo Yoga 7i Carbon (1589€)

Un nuevo Pro de Huawei

¿Qué ocurre si no quieres nada ligero ni convertible y lo único que quieres es un ordenador con un buen diseño y que compita con los mejores? Hay muchos candidatos a este trono, pero hay uno que ha conseguido mi bendición. El MateBook X Pro de 2022. A día de hoy decantarme por un móvil de Huawei me resulta imposible, pero la compañía ha demostrado una muy buena mano haciendo portátiles. Este modelo (los X Pro) ya había dado muy buen resultado en ediciones anteriores, cuando era inevitable verlos como un clon de los MacBook Pro.

placeholder Foto: M. McLoughlin.
Foto: M. McLoughlin.

Huawei, en este caso, ha sido algo conservador, ya que ha optado por una pantalla LCD no una OLED. Sin embargo, este panel táctil de 14,2 pulgadas no tiene nada que envidiar. Tiene una resolución de 3120 por 2080 píxeles y una resolución de pantalla de hasta los 90 Hz. El brillo máximo es de 500 nits, un contraste de 1500:1 así como una estupenda reproducción de colores y buenos ángulos de visión.

Si eres de los que no te gustan los formatos apaisados, aquí tenemos un 3:2, que hace una pantalla algo más cuadrada. El MateBook X Pro apuesta por una configuración similar a la de otros ordenadores pata negra de este año. Está gobernado por el Intel Core i7-1260P de 12.ª generación, un chip de 12 núcleos (4 de rendimiento, 8 de eficiencia), con 16 GB de RAM y 1 TB de almacenamiento SSD, que puede ampliarse fácilmente. La Iris Xe Graphics de Intel se ocupa de los gráficos. Nuevamente no ofrece una gran potencia gráfica, así que da para lo que da. Edición de fotos y gráfica modesta, edición de video puntual o juegos no muy pesados.

placeholder El lateral del ordenador de Huawei. (M. McLoughlin)
El lateral del ordenador de Huawei. (M. McLoughlin)

Una imagen que ahora se aleja con una renovación bastante profunda en el fondo y en las formas. Ha pasado de tener 13,9 pulgadas a 14,2. Un crecimiento que se ha traducido en un ligero aumento de las medidas, pero no de su peso. Entre otras cosas, porque ahora han optado por un chasis de magnesio que ha aligerado la composición. En el caso de la unidad de prueba que hemos tenido, le han dado un acabado azul mate muy agradable y que no es un imán para las huellas. La marca ha acertado con este cambio. El ordenador suaviza su diseño, con líneas más curvas y con un cuerpo en forma de cuña que permite abrirlo con una mano.

Cuando uno lo abre se da cuenta lo bien que está aprovechado el interior, con marcos muy apurados que, sin embargo, han permitido introducir una cámara web (de tan solo 720P, algo incomprensible a estas alturas) en la parte superior. Esto parece un detalle minúsculo, pero pone fin a esa ocurrencia de meter una webcam retráctil bajo una tecla. La idea podía parecer buena hasta que te pasabas una videollamada más preocupado del encuadre de tu papada que de otra cosa.

El teclado es realmente cómodo, con teclas grandes y contundentes. Si hay que sacarle una pega sería la de que es algo más ruidoso de lo habitual, así que si eres de esos que prefieren un equipo completamente silencioso, quizá esto no te termine de convencer. El trackpad es suave y espacioso, da buena respuesta cuando se pulsa y permite multitud de atajos para subir el volumen o ajustar el brillo deslizando un dedo de forma concreta. Mención especial al sonido. Gracias a los altavoces que escoltan el teclado se consigue una muy buena reproducción. Muy buena para tratarse de un portátil.

placeholder El color azul del MateBook X Pro. (M. McLoughlin)
El color azul del MateBook X Pro. (M. McLoughlin)

Aunque no tenemos un USB tipo A, hay una buena cantidad de puertos: dos puertos USB-C (Thunderbolt 4 en el lado izquierdo, junto con un conector de entrada/salida de audio de 3,5 mm y dos puertos USB-C en el lado derecho). Todos admiten conexión a pantallas externas, carga y datos. Si necesitas sí o sí un USB tradicional, te vendrá bien el adaptador que incluye en la caja. Si se te queda corto, la compañía tiene dongles (antiguamente los metía en la caja) con conexiones adicionales.

Por último, un vistazo a la batería. Es cierto que no es el super campeón en esta estadística, ya que estamos hablando de unas seis horas lejos del enchufe haciendo tareas típicas y con el brillo atado en corto. Lo compensan con una estupenda carga rápida, que recupera el 50% de la autonomía en poco más de 45 minutos y el 100% en unos 90. Aunque su precio de partida estaba por encima de los 2.000 euros, ya se puede encontrar rebajado en torno a los 1.800.

MateBook X Pro (1899€)

El MacBook que quieres, el que tú quieres

Lo decía al principio del texto. Hay gente que tiene a Apple metido entre ceja y ceja y tiene claro que el próximo portátil que se va a comprar va a ser un MacBook, bien porque el suyo ya empieza a dar signos de agotamiento, bien porque quieren dar el salto desde Windows a macOS. Pues bien, si estás preguntándote qué modelo concreto te merece más la pena, a excepción de que vayas a utilizar con frecuencia programas de diseño o edición de video, creo que la respuesta para el 90% o más de los mortales les sobrará y bastará con el MacBook Air. Al menos ese es el que me compraría yo, que cada uno hace con su dinero lo que le viene en gana, una de las máximas de Teknautas.

placeholder El nuevo MacBook Air con M2. (M. McLoughlin)
El nuevo MacBook Air con M2. (M. McLoughlin)

Una vez resuelta la primera cuestión, hay que abordar la segunda. ¿De verdad es necesario pagar la diferencia que hay entre el M1 y el M2? Es cierto que este artículo está orientado para aquellos que no se andan con reparos a la hora de gastar, pero esta duda es recurrente.

¿En qué se diferencian un modelo y otro? El MacBook Air M2 ha sufrido un importante rediseño. Ha dejado atrás su diseño más clásico y ha adoptado uno más industrial, con líneas más rectas y dejando atrás la silueta en forma de cuña. En su interior hay una pantalla más grande (13,6 frente a 13,3) gracias a la reducción de marcos y la inclusión del notch. La nueva pantalla Liquid Retina ofrece un nivel de brillo mayor y colores más vivos.

Las diferencias también se encuentran bajo el capó. El M2, además de mejorar el rendimiento de su predecesor, incluye una GPU de hasta 10 módulos, soporte para 24GB de RAM (frente a los 16 del M1). Ambos son compatibles con hasta 2 teras de almacenamiento.

placeholder El nuevo MacBook Air M2. (M. McLoughlin)
El nuevo MacBook Air M2. (M. McLoughlin)

Eso sí, el modelo base del nuevo MacBook tiene una SSD más lenta. Ambos tienen dos puertos USB-C (USB-4) / Thunderbolt 3, pero el MacBook Air M2 también recupera el sistema MagSafe, con carga rápida y cargador incluido de 30 o 35 W dependiendo el modelo. Los dos modelos tienen una autonomía estimada de 18 horas. El audio, a pesar de que el M2 tiene más altavoces, rinde mejor en el modelo de 2020 debido a la posición de los mismos.

placeholder El nuevo MacBook Air M1. (M. McLoughlin)
El nuevo MacBook Air M1. (M. McLoughlin)

Aunque el M2 ofrece un mayor rendimiento, creo que la compra del M1 sigue siendo muy buena a día de hoy, ya que se puede encontrar por debajo de los 1.000 euros, aunque su precio oficial es de 1.200 euros. El M2 ya se puede encontrar por 1.300 euros, aunque su precio de partida es de 1.500.

MacBook Air M1 (desde 979€) MacBook Air M2 (desde 1360€)

_________________________

El Confidencial ha seleccionado los productos para esta review siguiendo un criterio estrictamente editorial. El texto incluye una selección de botones/enlaces para comprar el producto al menor precio posible. El Confidencial puede generar ingresos por las ventas de estos productos, pero la inclusión de los enlaces cumple una mera función de servicio al lector dentro de un contenido periodístico.

Por mucho que nos hayan dicho desde años que los ordenadores eran trastos obsoletos que iban a claudicar ante el avance de móviles y tabletas, nada de eso ha ocurrido. A día de hoy son muy pocos los que pueden prescindir de tener un buen portátil en su vida, bien para trabajar, estudiar o lo que le venga en gana.

Tecnología
El redactor recomienda