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Intel y sus procesadores por fin se ponen las pilas: esto es lo que cambia en tu próximo PC
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Intel y sus procesadores por fin se ponen las pilas: esto es lo que cambia en tu próximo PC

Muy cuestionada por el avance de AMD y el éxodo de Apple, la compañía de Santa Clara ha dado un golpe de pedal con la 12 generación de sus Intel Core, que ahora llegan a los portátiles

Foto: Vista de un circuíto de Intel. Foto: Reuters
Vista de un circuíto de Intel. Foto: Reuters

Durante la pandemia, el gremio de los semiconductores, por culpa del covid, se vio completamente desbordado por una demanda que escaló a niveles insospechados, a lo que hubo que sumar problemas adicionales (crisis logística, sequías, incendios...) que hicieron bueno eso de a perro flaco todos son pulgas. Pero en el caso de Intel, el mayor fabricante mundial de circuitos integrados del mundo, fue todavía peor. Al menos en lo que se refiere a la informática y la electrónica de consumo.

A mediados de 2020, Apple anunció que iniciaba el gran éxodo: tras muchos años haciendo sus propios chips para los iPhone y los iPad, decidía abandonar sus procesadores y cambiarlos por unos 'made in Cupertino', que bautizaron como M1. Los primeros modelos llegaron al siguiente otoño, demostrando un muy buen equilibrio entre potencia y autonomía, aunque había algunas dudas sobre si estaban capacitados para las tareas realmente pesadas. Dudas que quedaron disipadas en 2021, cuando aparecieron el M1 Pro y el M1 Max.

Foto: Vista del exterior de una planta de Intel en Tel Aviv. (Reuters/Amir Cohen)

Más allá de la pérdida de un cliente (un buen cliente, pero en absoluto uno de sus peces gordos), el problema de este episodio estaba en la trastienda. La arquitectura x86, la que vienen abanderando Intel y AMD, era por primera vez contestada de tú a tú por la arquitectura ARM, la utilizada por la manzana para los M1 y que hasta entonces mayoritariamente se había visto en 'smartphones' y tabletas por su gestión energética, entre otras cosas.

Tras unos meses de cuestionamiento y varias cucharaditas amargas de aceite de ricino, Intel parece haberse sacudido los 'complejos' y ha sacado el músculo que muchos esperan. Pat Gelsinger, el CEO que tomó el mando de la compañía el pasado mes de febrero, parece haber apretado el acelerador. En el plano estratégico, ha alejado el fantasma de que la compañía pudiese acabar simplemente diseñando los chips y no fabricándolos. No solo pretende abrir nuevas fábricas, entre otros lugares, en Europa; sino que también fabricará para terceros.

placeholder Foto: Davo Ruvik. (Reuters)
Foto: Davo Ruvik. (Reuters)

De momento ha firmado como proveedor de Qualcomm y Amazon. Gelsinger afirmó que aspira también a recuperar el favor de la manzana. Un objetivo ambicioso, visto el dominio que está alcanzando la multinacional diseñando sus propios procesadores, pero si esto es posible, lo visto en el CES, la mayor feria de electrónica que estos días se está vendo en Las Vegas, parece que ha encontrado al menos la senda a seguir. Y esa primera parte del trayecto tiene como nombre Intel Alder Lake. Se trata de la duodécima generación de sus procesadores.

El pasado otoño ya se habían visto, de forma muy limitada, en modelos de sobremesa. Eran un pequeño puñado de seis modelos. Pero los de Santa Clara aprovecharon su presentación para poner otros 22 modelos sobre la mesa. 22 modelos pensados para llegar a un gran número de usuarios por varios motivos. Primero el precio, ya que oscilan desde los casi 500 dólares de los más punteros hasta los nuevos Celeron, por debajo de los 50 dólares, ideados para equipos más modestos. Que abran este abanico supone también que la nueva generación está concebida para no solo para la gente que ejecuta tareas más exigentes, como 'gaming' o edición gráfica, sino también para ejercicios más mundanos.

Foto: Google creará su propio procesador para el Pixel 6. Foto: Google

Cabe decir que uno de los grandes problemas de Intel ha sido el salto a los siete nanómetros. A menor cifra, mayor es el número de transistores que se pueden integrar en la oblea de silicio. Es una de las cosas que influyen en el rendimiento, aunque no sean el único factor. Según Intel, la famlia Alder Lake se ha ejecutado en 10 nanómetros, pero la técnica aplicada y el diseño, hacen que su desempeño sea equiparable a los siete nanómetros que emplean otras fundiciones como la de Samsung o TSCM.

¿Cómo lo logran? Pues una de las claves está en su particular construcción, en la que se mezclan dos tipos de núcleos. Los de alta eficiencia, priorizan un menor consumo energético en las tareas que desempeñan. Por otro lado, los de alto rendimiento que no sacrifican ni potencia a la hora de ejecutar tareas. Es un planteamiento similar al que tiene Apple, que bautizó a los primeros módulos como 'IceStorm' y a los segundos como 'FireStrom' cuando se encontraban en los fogones.

Con Alder Lake han seguido un diseño planteado igual que los M1 de Apple

Aunque todos sean de duodécima generación, hay varias categorías, como suele ser costumbre. Para distinguirlos (es cierto que los nombres no son especialmente amigables para el común de los mortales) hay que fijarse en dos etiquetas. La primera hay que ver si es un i5,un i7 o un i9. Esto es como siempre, cuanto más alto, más potente. Luego hay que fijarse en la letra que acompaña a la referencia. Si ves una U, estamos hablando de que ese procesador está optimizado para la gestión energética y lo encontraremos en ultraportátiles y equipos más bien ligeros y finos. En el extremo contrario están los H, los tope de gama, los pata negra, pensados para alimentar y mover los portátiles más 'top'. Y en medio de estas dos categorías la gama P.

i9-12900HK, el pata negra

Merece la pena detenerse en los de la familia H, de la que han desvelado más detalles y que protagonizó bastante tiempo de la presentación de una hora que Intel ofreció en el CES, donde también ofreció novedades sobre su plataforma de conducción autónoma. Y aquí hay un protagonista clave: el Intel Core i9-12900HK, su tope de gama. 14 núcleos, velocidad máxima de 5,0 Ghz y 45W. Obviamente según bajas de categoría estas configuraciones cambian.

Tras este nombre se esconde, según la multinacional, el procesador que será capaz de frenar no solo la competencia de una AMD que va lanzada tecnológicamente, sino también meter en vereda al M1 Max de Apple. Tanto en el aspecto de los juegos, donde la manzana está más descolgada (no por capacidad técnica, sino por ecosistema); como en la productividad.

¿En base a qué afirman esto? En base a los 'benchmarks', una suerte de test de estrés. Según estas pruebas, el rendimiento en juegos frente a sus predecesores aumenta un 30%. En lo que se refiere a la productividad, utilizó referencias en programas como Adobe Premiere Pro. Cifra el salto en 44%, asegurando que en esa exigente herramienta, desde el punto de vista de los recursos, ofrece mejor rendimiento que el mejor chip de la manzana.

placeholder Foto: Intel
Foto: Intel

También es cierto que muchos desarrolladores de software están aún 'adaptando' y optimizando sus creaciones para la arquitectura por la que han apostado los californianos. Es decir, estas referencias deben ser revalidados cuando estos procesadores estén en el mercado. Uno de los puntos clave para este buen desempeño es una función que se ha venido a llamar 'Threat Director'. Básicamente es un desarrollo que reparte las tareas y las adjudica al módulo que convenga. También cabe mencionar que incluyen Thunderbolt 4, Wi-Fi 6E, Thunderbolt 4 así como compatibilidad con las memorias RAM más recientes.

La compañía afirma que su tope de gama es el procesador más rápido que existe para portátil

Intel irá desvelando en los próximos meses más especificaciones y modelos, especialmente de las gamas P y U, de la que tenemos muchas menos pistas y datos, a pesar de haber sido 'anunciados' durante el CES de Las Vegas. Aun así ya cifran en cientos los modelos que llegarán al mercado funcionando gracias a Alder Lake este año. Sea como sea, parece que Intel ha dado el golpe de pedal que muchos llevan tiempo esperando.

Un golpe de pedal que puede tener dos beneficios. Por una parte, recuperarse del golpe que supuso el movimiento de Apple. Pero, y quizás más importante, reafirmarse frente a AMD. Es cierto que esta compañía todavía está en torno a un 40% de cuota de mercado frente al 60% que mantiene la firma de Gelsinger, pero no es menos cierto que han alcanzado un punto de madurez, tecnológicamente hablando, que podría inquietarles en un futuro cercano.

Foto: Foto: Reuters.

Precisamente la compañía dirigida por Lisa Su también ha puesto sobre la mesa una interesante batería de novedades que vaticinan una lucha descarnada, comercialmente hablando, para hacerse con los usuarios más entusiastas, aquellos que buscan un ordenador muy potente para poder correr los juegos más pesados y punteros. Es probable que muchos de ellos ya hayan puesto ojitos a las recién anunciadas AMD Ryzen 6000, que se postulan para ser la mejor montura que se puede escoger para tener un portátil pensado para los videojuegos.

Al frente de todos ellos estará el Ryzen 9 6980HX, que maneja 8 núcleos, una velocidad base de 3,3Ghz, una máxima de 5.0Ghz y viene jalonada con 12 núcleos de GPU. Según AMD, la serie Ryzen 6000 ofrece hasta el doble de rendimiento gráfico en comparación con los chips Ryzen 5000. Otra de las grandes novedades es la arquitectura de la GPU, una tecnología conocida como RDNA 2, utilizada en consolas de última generación como la Xbox Series X y la PlayStation 5, que va a suponer un empuje notable.

Durante la pandemia, el gremio de los semiconductores, por culpa del covid, se vio completamente desbordado por una demanda que escaló a niveles insospechados, a lo que hubo que sumar problemas adicionales (crisis logística, sequías, incendios...) que hicieron bueno eso de a perro flaco todos son pulgas. Pero en el caso de Intel, el mayor fabricante mundial de circuitos integrados del mundo, fue todavía peor. Al menos en lo que se refiere a la informática y la electrónica de consumo.

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