El portátil que llevo años esperando: 15 días de trabajo con el último MacBook de Apple

A causa de la pandemia, desde 2020 los portátiles han vivido una segunda juventud. Es cierto que están lejos de entrar en la tercera edad, pero se trata de un mercado 'madurito', que llevaba años estancado, en los mejores casos; o en el mejor de los casos, sumando mínimos avances. La irrupción del covid-19 disparó el mercado y también los ingresos de los fabricantes, que vieron cómo estos equipos no tardaban en convertirse en uno de los 'gadgets' más demandados y deseados. Pero, durante este tiempo, también han ocurrido otras cosas que han ayudado a que vuelvan a ser el centro de atención y se hable mucho más de ellos.

Uno de estos episodios significativos fue que el gran éxodo de Apple para abandonar los procesadores de Intel y utilizar los suyos propios se materializó. La primera hornada de MacBooks (un Air y un modelo Pro) así como un Mac Mini, todos ellos equipados con el M1 (como se bautizó al primer chip para ordenadores 'designed in Cupertino') llegaron al mercado en el tramo final de 2020.

La serie se completaría al comienzo de la primavera con un iMac completamente rediseñado y, meses después, aparecen las primeras iteraciones del M1, catalogadas con las coletillas Ultra y Max, que sirvieron entre otras cosas para determinar cuánto músculo podían llegar a desarrollar los Apple Silicon.

También sirvieron para introducir dos nuevos MacBook Pro (14 y 16 pulgadas), que sin perder la esencia ni el aspecto clásico que la compañía ha consagrado durante años, introdujo algunos cambios significativos en el 'fuselaje' de este portátil. Cambios que han llegado ahora a un MacBook Pro de 13,3" y un nuevo y renovado MacBook Air. La gran diferencia es que estos nuevos integrantes del catálogo de Apple traen bajo el capó el nuevo M2, la nueva generación de los procesadores de la manzana.

He pasado dos semanas largas con este MacBook Air M2 como equipo principal de trabajo. He de reconocer que los Air siempre han sido los equipos de Apple que más me han agradado y que suelo recomendar para la mayoría de personas que me suelen preguntar. Están capacitados para asumir las tareas que le van a encomendar la gran mayoría de los usuarios.

El MacBook Air M2 vs. M1

Otra cosa es que seas diseñador, editor de vídeo y necesites algo con más estomago para las digestiones pesadas. Puedo decir, teniendo en cuenta los cambios físicos y el buen sabor de boca que dejan sus tripas, que es el MacBook que siempre he querido. Eso sí, esto no es sinónimo de que para todos sea la compra más recomendable. ¿Por qué? Porque la anterior generación, que data de otoño de 2020, ofreció un nivel altísimo. La diferencia de precio entre uno y otro, casi 300 euros en la configuración base, puede hacer que muchos inclinen la balanza hacia el lado del modelo más antiguo, ya que las mejoras, directamente, no les compensen. El precio de salida es mayor del que tuvo el MacBook Pro con M1 básico hace casi dos años. Por hacernos una idea.

Antes de entrar en materia, conviene hacer un breve apunte sobre las personas que deben descartar esta compra. Para empezar, aquellos que necesiten algo sí o sí del ecosistema Windows. También los que quieren un portátil para 'gaming'. No nos engañemos. Por este precio (incluso algo menos) podemos tener un portátil para jugar de altísimas prestaciones. Incluso si no lo buscamos con este fin tan específico con un tercio del presupuestos no valdrá para tener algo entre manos muy potable. A veces resulta un poco llamativo como nos hemos acostumbrado a las enormes diferencias de precio que hay entre Apple y el resto del mundo. Pero por mucho que chirríen, algo habrá que lo sostenga, porque la empresa es una máquina de engrasar billetes súper bien engrasada.

El pico en el modelo base hace que su predecesor sea un modelo a tener en cuenta

Cabe recordar que 'Bootcamp', el 'software' de la manzana que permite hacer una partición del disco para utilizar ese sistema operativo, solo está disponible para equipos de Apple que funcionan con procesadores de Intel. Otros que deberían descartar moverse al MacBook Air de 2022 son aquellos que tengan uno de 2020. Esa compra es casi imposible de justificar más allá del capricho. Pero, no nos vamos a engañar, todos los productos de Apple tienen en el fondo un poco de capricho. Pero lo que digo siempre, cada uno con su dinero, hace lo que le venga en gana.

Probablemente, la transición al nuevo diseño se deje notar más en el Air que en el resto de la familia MacBook. ¿Por qué? Porque casi 15 años después de la primera generación, desaparece la forma en pinza o cuña. Ahora mismo no hay más grosor en la parte trasera que en la delantera, sino que es el mismo todo el rato. Los cantos no son planos, sino que tienen una ligera curvatura en la parte inferior, que se acentúa en las esquinas.

Los ordenadores de Apple siempre han tenido un aire muy industrial gracias a su chasis de aluminio. En este caso creo que esa imagen se acentúa en un formato que resulta, en mi opinión, más estilizado y elegante. La buena noticia es que estos cambios no han repercutido en negativo en el cuerpo. El peso cae desde los 1,29 kilogramos hasta los 1,24. El grosor se queda en 1,13 centímetros (antes iba desde 0,41 a 1,61cm dependiendo el punto donde se midiese). El ancho y el largo permanecen prácticamente igual. En definitiva, que el portátil más portátil de Apple sigue siendo el más portátil tras esta renovación. Por cierto, está disponible en cuatro colores. Un gris oscuro algo azulado llamado 'medianoche', un modelo blanco que tiene cierta tendencia al dorado, un gris plata y un gris algo más profundo llamado 'espacial'.

Las medidas se mantienen pero la pantalla aumenta. Ninguna locura, pero aumenta. Tenemos una diagonal que pasa de 13,3 pulgadas a 13,6. Esa diferencia la consiguen ajustando los marcos y también enmarcando la cámara frontal en un 'notch' que ya vimos (y discutimos) en otoño de 2021. Al principio se me hacía algo molesto y se me iba la mirada. Pero me he acostumbrado a la ceja.

Alguna vez parte los menús y se hace puntualmente extraño, pero algo que me sigue pareciendo personalmente anecdótico. Se lo he mostrado a varios compañeros estos días. Y la sensación ha sido similar. La mayoría de gente lo veía como algo asumible, aunque es cierto que un par me han dicho que optarían por más marca y quitarse ese elemento, que les resultaba molesto. Sea como sea, el 'notch' me parece una solución más natural y mejor que esos experimentos que hemos visto en otros momentos, como esconder la cámara debajo de una tecla y que nos enfoque la papada o similar. La cámara, por cierto, deja atrás los 720p de resolución y sube hasta los 1080p. Apple se estaba quedando ligeramente descolgada en este sentido frente a otros competidores del mundo PC de similar precio o inferior. Con esta cámara las videollamadas se ven equilibradas, bien iluminadas y no sufren exageradamente cada vez que cae el brillo.

Sobre la calidad de la pantalla, en este caso tenemos una pantalla LED, como decíamos, de 13,6 pulgadas. La principal evolución (o al menos donde yo más lo he sentido) ha sido en el brillo. Ahora tenemos un brillo máximo de 500 nits, frente a los 400 de la anterior generación. Eso permite, por ejemplo, poder trabajar de forma más cómoda en situaciones como la que estoy viviendo mientras cobra forma este texto con el sol entrando por la ventana e impactando de lleno en la pantalla.

En lo que se refiere al color, podría decir que se puede encontrar algún modelo que sea quirúrgicamente más precioso en la competencia, pero este panel LED rinde muy bien en este punto, como viene siendo tradición en la casa. Ver películas, series o simplemente navegar por una web es muy agradecido. Obviamente ni la iluminación ni la reproducción de color es tan fina como puede llegar a ser en un MacBook Pro de pata negra. Aquí no hay ProMotion, esa tasa de refresco de pantalla que permite alcanzar los 120Hz. Se agradece tenerla, sí. Algo tiene que quedar para los modelos de más quilates. Pero, a pesar de estas renuncias, no tiene nada que envidiar al nuevo MacBook Pro de 13,3 pulgadas con M2 en este sentido.

Antes de ir hablando de otros puntos clave como pueden ser el teclado, el 'trackpad', los puertos o la autonomía, me gustaría detenerme en los principales mecanismos que hacen que este MacBook Air se mueva. El primero de ellos es el M2, el nuevo procesador de Apple diseñado con arquitectura ARM. La CPU cuenta con ocho núcleos y la GPU puede montar hasta 10. El ancho de banda para la memoria ha subido hasta los 100GB/s. La RAM (memoria unificada la llaman en Cupertino) es de 8GB en el modelo base. Se puede duplicar o triplicar, aunque eso supone pasar por caja y a un coste nada barato. Particularmente, optaría por la opción intermedia de cara a que el equipo envejezca en mejores condiciones, pero eso supone añadir 230 euros a la factura en la página oficial.

La unidad que hemos dispuesto para esta 'review' opta por los 8GB de memoria unificada. Y ha podido absorber perfectamente cualquier carga de trabajo. He podido gobernar unas veinte pestañas de Chrome al mismo tiempo, mientras recortaba fotos en Photoshop o las editaba en Lightroom. Es cómodo para trabajar, muy cómodo. Cuando hice mis pruebas con vídeos 4K, tardó en exportarlo algo menos de nueve minutos. Esta marca es mejor que las que logré en su momento probando equipos M1. Probablemente, el Pro con M2 gane este pulso, pero creo que las prestaciones del Air de 2022 son suficientes para el perfil de usuario al que se dirige. Si eres un profesional del diseño o el vídeo probablemente te vayas a la mejor opción.

Pero insisto este equipo puede dar salida a esos profesionales que necesiten de vez en cuando un equipo que sea capaz de digerir comidas pesadas como la edición de vídeo en un tiempo razonable. ¿Se calienta? En líneas generales, no. Pero cuando le he exigido mucho ha hecho que la temperatura aumente ligeramente y el equipo se haya visto obligado a bajar revoluciones. No hay que olvidar que no tiene ventiladores y, por tanto, tiene que hacer estas maniobras para refrigerar el equipo. Pero insisto, no es la norma dentro del uso normal que le pueden dar el 85% de los mortales de a pie. El equipo, por cierto, está preparado para dar soporte a una sola pantalla externa. Volvemos a lo mismo de antes, ¿cuántas personas requieren de dos monitores? Particularmente me manejo perfectamente utilizando el monitor externo y el del propio MacBook Air como apoyo.

El almacenamiento ha dado mucho que hablar. La configuración base es de 256GB. A partir de ahí podemos subir hasta 3 escalones. El primero, de 512GB, supone un extra de 230 euros. El siguiente nivel, de 1TB, supone un extra de 460 euros. El máximo, 2TB, se traduce en 920 euros más. Estas cifras pueden resultar algo escandalosas para el que sea un paracaidista del catálogo de Apple. Los que llevamos siguiendo a la empresa durante años sabemos que sí hay algo donde hace negocio es con la ampliación de la memoria. La polémica en este caso ha venido dada porque el modelo de entrada es más lento ya que utiliza un chip en lugar de dos o más que utilizan las versiones superiores. Nuestro MacBook Air M2 tiene 512GB, por lo que nos hemos podido analizar estos detalles. Todo ha ido como la seda. Pero aquí me hago eco de las pruebas de otros colegas y, simplemente, puedo concluir: es más lento, sí, pero no supone un lastre tremendo.

Por hacer un breve resumen. El MacBook Air con M2 supone un salto frente a su predecesor. Sin embargo, teniendo en cuenta el pico más que tenemos que pagar por el modelo de entrada y que es recomendable al menos optar por el modelo de 16GB, ese avance en fuerza bruta quizás no salga a cuenta para los que tienen un presupuesto más ajustado. Apple es consciente de ello y, por eso, al igual que hace con los iPhone, ha decidido mantener el modelo con M1 en cartera. Sabe que hay gente que quiere hacerse con algunas de sus máquinas pero no a cualquier precio.

¿Qué otros aspectos hay que tener en cuenta? Pues las cosas en las que hay que fijarse cuando compramos un ordenador. Puertos, sonido, teclado, 'trackpad' y autonomía. En lo que se refiere a las conexiones, Apple hace tiempo que apostó por el más es menos en sus equipos más básicos. No nos limitamos a un solo puerto (como aquel MacBook que le valió a Jonny Ive cientos de críticas) pero no tenemos muchos más. Dos puertos USB tipo C Thunderbolt 4. Lo bueno, que no tenemos que ocupar ninguno cargando si necesitamos tener dos periféricos conectados, ya que contamos con un adaptador MagSafe de tercera generación, cuyo cable viene en la caja así como la toma de corriente, que dispone de dos salidas (si es el modelo base tendrás que pagar 20 euros extra). En el lado opuesto, el derecho, tenemos un conector 'jack' para auriculares. Yo tiro de inalámbricos, pero hasta en mi caso, es interesante tenerlo por si se agota la batería. En lo que refiere a la conectividad tenemos Wifi 6 y BT 5.0.

Sobre el audio, un brevísimo apunte. Los cuatro altavoces que integran el equipo dan un sonido potente, aunque si tienes el oído entrenado, le encontrarás carencias y falta de profundidad. Pero no se puede tener todo. No se puede medir 1,90, pesar 70 kilos y estar musculado. Obviamente lo fino que es este portátil condiciona, por ejemplo, los graves o que haya mayor distorsión cuando el volumen es alto. Pero si estás pensando en utilizarlo para ver series, tranquilo: vas a disfrutar tanto del audio como de la imagen.

El teclado es un teclado que viene con el sistema tijera, que Apple recuperó tras el fracaso del teclado 'mariposa'. Poco que comentar. Las teclas se sienten con recorrido, precisas y no son excesivamente ruidosas. Nada que ver con teclados mecánicos, si te preocupa este punto. Apple siempre ha intentado cuidar la experiencia en estas piezas de sus portátiles y aquí brinda una vez una gran experiencia. Exactamente igual que con la biometría con Touch ID (incluida en un botón en la parte superior) así como con el 'trackpad'. 2022 y los de Cupertino vuelven a ser los reyes absolutos de esta materia. Los rivales han avanzado mucho, sí, pero ellos siguen por delante. Son pocos los portátiles que hacen que no eche en falta un ratón. Los MacBook siempre consiguen que no necesite ningún accesorio. Un sí rotundo a Apple en este sentido.

Por último, la autonomía. Los M1 de su capacidad aeróbica. Son auténticos corredores de fondo. Y el M2 toma ese testigo. Es cierto que se quedan por detrás de los modelos Pro, pero en estos días me ha dado en más de una ocasión para llegar a las 10 horas alejado del Magsafe, dependiendo la carga de trabajo al que haya sometido. En la horquilla inferior la marca se ha quedado en torno a las ocho horas. Es decir, vas a poder ejecutar una jornada estándar de trabajo sin problema. Obviamente, el formato estilizado vuelve a condicionar el tamaño del depósito. Los Pro, con un cuerpo más contundente, pueden cargar más combustible y son los reyes de la autonomía. Sin embargo, los Air M2 ofrecen un buen rendimiento en este sentido para (y siento repetirme con esta expresión) un amplio número de compradores.

El MacBook que quieres, ¿el que tú quieres?

Concluido el análisis toca tratar de deglutir toda la información y concentrarla para responder a la eterna pregunta: ¿es este el MacBook que quiero? Particularmente el MacBook Air de 2022 es el MacBook que he estado esperando mucho tiempo. Mi trabajo ecléctico tira mucho de procesadores de texto, CMS, navegación en internet, visualización de vídeo (edición puntualmente), retoques de foto... Y en ese sentido, me he sentido muy a gusto trabajando con él. Además, los cambios en el diseño son notables y le sientan muy bien. En este sentido, es el MacBook que llevó años esperando.

Ahora bien, si la pregunta es si es la mejor compra posible, ahí pondría varios peros. Si estás dudando entre el MacBook Pro con M2 y este MacBook Air, particularmente te diría que veas bien tu tipo de trabajo. Si no tienes cosas que requieran movilizar grandes recursos habitualmente, particularmente creo que este modelo encaja contigo perfectamente. Probablemente, si tienes esas tareas tan pesadas y estás acostumbrado a ellas, tú mismo hayas descartado esta versión y no necesites abrir ni este artículo.

La elección complicada, a mí parecer, es si estás dudando entre el MacBook Air con M1 y el MacBook Air con M2. Lo he expuesto anteriormente. No todo el mundo puede dejarse 1.519 euros en un portátil. Si queremos tener algo más de memoria RAM (mi recomendación son los 16GB sí o sí) tienes que añadir 230 euros a la factura.

Si quieres subir en capacidad para guardar tus archivos, más de lo mismo. Si no te importa renunciar al diseño, una pantalla algo mejor y a un pequeño extra de potencia, el MacBook Air es una grandísima opción. Te va a ofrecer una autonomía similar y potencia suficiente para tu día a día. Su precio de partida es de 1219 euros y doblando la RAM hasta 16GB sale por 1.469 euros. Si estás pensando en que envejezca bien y el presupuesto sí es una de tus preocupaciones quizá es más interesante que optes por esta segunda vía.

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