Es noticia
Sánchez cesó a González Laya como ministra una semana después de que Marruecos se lo pidiera
  1. España
Ministerio de Exteriores

Sánchez cesó a González Laya como ministra una semana después de que Marruecos se lo pidiera

Rabat exigió, en una reunión secreta celebrada en julio de 2021, la cabeza de la ministra de Asuntos Exteriores como condición previa para dialogar sobre la normalización de la relación con España

Foto: La exministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya. (EFE/EPA/Olivier Hoslet)
La exministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya. (EFE/EPA/Olivier Hoslet)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Las autoridades de Marruecos pidieron el 2 de julio de 2021, como gesto de buena voluntad a España, la destitución de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, y una semana después el presidente Pedro Sánchez la expulsó de su Gobierno.

El 2 de julio de 2021, en plena crisis hispano-marroquí, tuvo lugar en Rabat una reunión secreta entre una delegación española, encabezada por el embajador de España, Ricardo Díez-Hochleitner, y su homóloga marroquí en Madrid, Karima Benyaich. Hacía entonces más de un mes que Benyaich se encontraba en la capital de este país, tras ser llamada a consultas por su Gobierno justo después de la incursión migratoria pacífica de Ceuta, el 17 y 18 de mayo. Esos dos días, más de 10.000 marroquíes, la quinta parte menores de edad, accedieron irregularmente a la ciudad.

Foto: El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. (EFE/Mariscal) Opinión
TE PUEDE INTERESAR
España-Marruecos: ¿una frontera inteligente?
Marta García Aller

Este encuentro secreto quedó recogido en un informe elaborado por los servicios de inteligencia españoles el 8 de julio, al que tuvo acceso El Confidencial. “Dicha reunión no ha trascendido (...), estando solo al corriente de la misma algunos miembros del Gabinete Real”, señala el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en una nota informativa titulada “Marruecos: situación crisis bilateral”, que fue entregada al presidente Sánchez y varios ministros.

El servicio secreto español no precisa, sin embargo, que fue en ese marco en el que la embajadora Benyaich pidió la cabeza de González Laya para allanar el camino de la reconciliación. La embajadora y su homólogo español, Díez-Hochleitner, rehusaron responder a las preguntas de este periódico, pero otras fuentes conocedoras de la reunión de Rabat sí lo confirmaron.

Foto: El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (3-i), durante su última reunión con Mohamed VI de Marruecos, celebrada en Rabat en abril del pasado año. (EFE/Mariscal)

Sánchez efectuó, el 10 de julio de 2021, una amplia remodelación de su Gobierno. Prescindió de González Laya, que fue sustituida por José Manuel Albares. “La ministra no se lo esperaba, fue una absoluta sorpresa”, comentó un funcionario que habló con ella en la mañana de aquel sábado. Dos días después, en su toma de posesión, Albares recalcó la necesidad de “reforzar las relaciones con Marruecos, gran amigo y vecino del sur”. Fue el único país que nombró.

Sánchez comparecerá este miércoles en el Congreso de los Diputados, a petición propia, para informar sobre la relación hispano-marroquí, cuando se acaba de cumplir un año de la reconciliación sellada en Rabat, el 7 de abril de 2022, por él y el rey Mohamed VI de Marruecos. También dará explicaciones sobre el desarrollo de la guerra en Ucrania y el último Consejo Europeo.

Reunión secreta

Si del lado marroquí solo “algunos miembros del Gabinete Real” estuvieron al corriente de la reunión, del lado español el embajador Díez-Hochleitner tampoco informó de su desarrollo a las direcciones de su ministerio que, en circunstancias normales, hubieran debido conocer lo allí tratado. “Si actuó así es porque tenía instrucciones de muy arriba”, asegura un diplomático que entonces leía todos los cables procedentes de la embajada de España en Rabat.

Foto: Pedro Sánchez, durante una rueda de prensa desde Rabat. (EFE/Archivo/Mariscal)

La Moncloa y el Ministerio de Asuntos Exteriores rehusaron hacer comentarios sobre la reunión de hace 21 meses en Rabat ni sobre sus consecuencias sobre la crisis de Gobierno de julio de 2021. La embajada de Marruecos en Madrid negó, por su parte, que se hubiese celebrado tal encuentro y, sobre todo, rechazó haber intervenido en asuntos internos de España.

La petición marroquí de que González Laya saliera del Ejecutivo español como condición previa para que los gobiernos de España y Marruecos empezaran a hablar no fue una sorpresa. Desde que trascendió la noticia de que Brahim Ghali, el líder del Frente Polisario, había sido acogido en España, la ministra se convirtió en la bestia negra de la prensa marroquí. Enfermo de covid, Ghali aterrizó a bordo de un avión argelino en el aeropuerto de Zaragoza e ingresó poco después en el hospital San Pedro de Logroño.

La propia embajadora Benyaich también se explayó, el 28 de mayo de 2021, contra González Laya. Le reprochó hacer “declaraciones a la prensa y en el Parlamento en las que sigue tergiversando los hechos y haciendo comentarios inapropiados”. “Solo se puede lamentar el carácter penoso, la agitación y el nerviosismo que caracterizan sus palabras”, añadió. “Cabe preguntarse si sus últimas declaraciones son un desatino personal de la señora ministra o si reflejan las verdaderas veleidades de algunos círculos españoles contra la integridad territorial del Reino”, es decir, la pertenencia del Sáhara Occidental a Marruecos.

Foto: Pedro Sánchez, con Mohamed VI. (EFE/Mariscal)

La dureza de sus palabras desconcertó a diplomáticos españoles que llevan años tratando con ella. Sospecharon que fueron dictadas desde muy arriba. Aunque represente a Marruecos en España, Benyaich, de madre granadina casada con un médico marroquí, es también española. Renunció provisionalmente a la nacionalidad en 2018, cuando Mohamed VI la nombró embajadora, para poder así desempeñar su nuevo cargo. La recuperará cuando lo deje.

La prensa marroquí se alegró al unísono de la destitución de González Laya. “Ha pagado muy cara su actitud irresponsable de permitir la acogida a escondidas del jefe de los separatistas del Polisario”, escribió, por ejemplo, Hassan Alaoui, director de Maroc Diplomatique. Sus páginas se llenaron de análisis de columnistas y politólogos, como Atik Essaid y Mohamed Boudan, que celebraban ese “primer paso” dado por Sánchez hacia Marruecos, aunque era aún insuficiente.

Entrada de Brahim Ghali

No fue González Laya la que tomó la decisión de abrir las puertas a Brahim Ghali que, además, es ciudadano español. Ella trasladó a Sánchez la petición de su homólogo argelino, Sabri Boukadoum, y se mostró partidaria de aceptarla. El presidente podía haber convocado entonces un Consejo de Seguridad Nacional para recabar muchas opiniones, pero prefirió consultar solo con un par de miembros de su Gobierno, como el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Este se opuso.

Foto: El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (i), y Mohamed VI de Marruecos. (EFE/Mariscal)

Sánchez zanjó a favor de González Laya. No solo dio su visto bueno a recibir a Ghali “por razones humanitarias”, sino que dio su acuerdo para que, como preconizaba la ministra, no se informase de inmediato a Rabat de su llegada. Su colega marroquí, Nasser Bourita, le había solicitado que efectuara una gestión con la Comisión Europea para que esta no asumiera la “lista gris” del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) en la que figuraba Marruecos junto con otros países que no luchan eficazmente contra el blanqueo de dinero. El GAFI sacó finalmente al país magrebí de esa lista hace dos meses.

Con tal propósito, González Laya escribió a la comisaria europea Mairead McGuinness. Quería esperar el resultado de sus gestiones, recuerdan fuentes diplomáticas, para trasladar a Bourita dos noticias, una buena con la reacción de la Comisión Europea y otra mala, a ojos de Rabat, sobre la presencia de Ghali en suelo español.

No le dio tiempo. Uno de los servicios secretos marroquíes, probablemente la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED), se enteró del ingreso hospitalario del líder del Polisario. Filtraron primero la noticia a El Noticiario, una misteriosa y desconocida publicación en lengua española que describió a Ghali como “separatista”, un término empleado por la prensa oficialista marroquí. Inmediatamente fue reproducida por Le 360, el diario digital marroquí más afín al palacio real, y Jeune Afrique, un semanario francés que ensalza a la monarquía de Marruecos.

Foto: Pedro Sánchez es recibido por el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, en marzo de 2022. (EFE/Moncloa/Fernando Calvo)

¿Cómo se enteró la DGED de que Ghali estaba en Logroño? Se barajan múltiples hipótesis. Una de las más recurrentes recuerda que el móvil de la ministra fue infectado con un programa malicioso, según le comunicó a la ministra el Centro Criptológico Nacional después de revisarlo en la primavera de 2021. La propia González Laya lo confirmó en una entrevista con El Periódico el 7 de junio de 2022. A preguntas de El Confidencial, la exministra declinó ahondar en ese y otros temas.

Caso de espionaje

Curiosamente, el Gobierno español solo reconoció, el 2 mayo de 2022, por boca del ministro Félix Bolaños, que tres dispositivos, el del presidente y los de sus ministros de Interior y Defensa, habían sido pirateados con Pegasus. La portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, no negó ni confirmó que el de González Laya también estuviese contaminado.

El CNI especuló, en su nota informativa, con que la reunión secreta del 2 de julio daría algunos frutos ese mismo mes. Cabe “la posibilidad de que Mohamed VI utilice el discurso de la Fiesta del Trono del próximo 31 de julio 2021 para lanzar algún tipo de mensaje a España”, señala su nota reservada. En realidad, hubo que esperar tres semanas más para que, el 20 de agosto, el monarca alauí pronunciase una alocución anunciando la inauguración de “una nueva etapa inédita en las relaciones entre los dos países sobre la base de la confianza, la transparencia, el respeto mutuo y la honra de los compromisos”.

Foto: Mohamed VI, en una imagen de archivo. (Reuters)

El anuncio real no se cumplió. El sacrificio de González Laya no bastó a ojos de Rabat. La diplomacia marroquí exigía lo que solían llamar “la frase” en la que el Gobierno español diese un espaldarazo contundente al plan de autonomía propuesto por Marruecos para resolver el conflicto del Sáhara Occidental. Mientras no se comprometiese a ponerla por escrito, Albares no era bienvenido en Rabat.

Fue entonces cuando entró en juego Miguel Ángel Moratinos, alto representante para la Alianza de Civilizaciones que promueve Naciones Unidas y uno de los españoles mejor vistos por las autoridades de Marruecos. “Facilité el diálogo entre los dos ministros tras la llegada de Albares al Gobierno”, explicó el exministro a este periódico. “Esa fue mi única participación”, concluyó. Moratinos niega haber escrito la carta que Sánchez envió, el 14 de marzo de 2022, a Mohamed VI. En ella, afirma que “España considera la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo”.

Al margen de las embestidas verbales contra González Laya, los servicios secretos de Rabat abrieron otro frente para acosar a la ministra y a su jefe de gabinete, Camilo Villarino. Ese mismo informe del CNI antes citado y otro, del 24 de junio de 2021, dejan claro que la DGED “explota la vía judicial para atacar a la cúpula del Frente Polisario y presionar al Gobierno de España para conseguir un posicionamiento favorable a Marruecos en el contencioso del Sáhara”.

Foto: Abdellatid Hammouchi (i), con el ex secretario de Estado, Mike Pompeo. (Getty/Anadolu Agency))

La DGED buscó, por ejemplo, a un abogado, Juan Carlos Navarro, para que el empresario valenciano Rachad Andaloussi y el exdiputado del Partido Popular por Valencia Juan Vicente Pérez Aras se querellaran contra Ghali y también contra la ministra y su jefe de gabinete en el Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, según el CNI. “El servicio de inteligencia [de Marruecos] tiene así información sobre los trámites que siga este tribunal, entre ellos, el contenido de las declaraciones del personal de Exteriores y de Defensa que sean citados por el juez”, señala en su nota.

González Laya y Camilo Villarino llegaron a estar imputados por prevaricación, malversación y encubrimiento por el magistrado Rafael Lasala. El juez sobreseyó finalmente la imputación del diplomático el 13 de marzo de 2022. La exministra tuvo que esperar dos meses más, hasta el 26 de mayo, para que la Audiencia Provincial de Zaragoza hiciera otro tanto. Sánchez selló la paz con Mohamed VI mientras sus servicios secretos acosaban judicialmente a un antiguo miembro de su gabinete. “Confío en que nunca más vuelvan a cuestionar en sede judicial decisiones humanitarias que pertenecen al ámbito de la política exterior española”, escribió González Laya en Twitter tras conocer la decisión de la Audiencia.

Albares tampoco otorgó un trato de favor al tándem González Laya-Villarino. El Ejecutivo había solicitado a Rusia el plácet para que Villarino fuera embajador en Moscú, pero el nuevo ministro de Exteriores deshizo la propuesta de su predecesora y retiró la petición. Alegó que no tenía un “perfil adecuado” para el cargo. En los pasillos del ministerio, se interpretó su decisión como un segundo favor del Gobierno a Marruecos después de la decapitación de la ministra.

Albares rehusó, por último, brindar el respaldo del Ejecutivo a la candidatura de González Laya a la dirección de la Organización Internacional del Trabajo, un organismo de Naciones Unidas con sede en Ginebra, que quedó vacante en octubre pasado. La exministra pidió ya en 2021 a Sánchez apoyo y este se lo dio de palabra, pero le dijo que hablase con su sucesor para determinar cómo actuar, según fuentes sindicales afines a la OIT. Albares le explicó, en substancia, que su candidatura no tenía posibilidades de prosperar porque la elegida sería la exministra francesa de Trabajo Muriel Pénicaud. El nuevo director es el togolés Gilbert F. Houngbo.

Las autoridades de Marruecos pidieron el 2 de julio de 2021, como gesto de buena voluntad a España, la destitución de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, y una semana después el presidente Pedro Sánchez la expulsó de su Gobierno.

Arancha González Laya Pedro Sánchez Noticias de Marruecos
El redactor recomienda