Sánchez pone a prueba su relación con Rabat y viaja a Ceuta para inaugurar una obra modesta
El presidente inaugurará en la ciudad autónoma un centro de salud presupuestado en 4,5 millones. Nunca un jefe del Gobierno inauguró en democracia una obra de estas características
El presidente del Gobierno inauguró con Felipe VI tramos de AVE presupuestados en cientos de millones de euros. En solitario, cortó la cinta de obras más modestas como, en noviembre pasado, la subestación eléctrica de Baeza, de 90 millones, o un nuevo tramo de la carretera nacional 232, que une Castellón con Teruel, de 50 millones. Y Pedro Sánchez estrenará también este miércoles el nuevo centro de salud del Tarajal, en Ceuta, cuya construcción costó solo 4,57 millones. Nunca un jefe del Ejecutivo hizo acto de presencia en democracia en una actuación similar. La explicación a este movimiento está en la relación con Marruecos.
El presidente del Gobierno acudirá junto con la ministra de Sanidad, Carolina Darias. El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, un organismo estatal que depende de la ministra, es el responsable de la sanidad en Ceuta y Melilla. El centro del Tarajal atenderá a los vecinos de El Príncipe, una población casi exclusivamente musulmana.
Las visitas de Sánchez a Ceuta —esta es la tercera en la actual legislatura— tienen siempre una lectura marroquí. El presidente quiere enmarcar su viaje del miércoles en la nueva normalidad que, según él, prevalece con Marruecos desde que en abril de 2022 puso fin a la crisis bilateral con su visita a Rabat y su cena con Mohamed VI, señalan fuentes diplomáticas.
Los gobiernos de España y Marruecos suscribieron, el 2 de febrero, al término de la cumbre que celebraron en Rabat, una declaración conjunta en la que se comprometieron a no hacer nada que ofenda “sus esferas de soberanía”. En román paladino, a cambio de que el Ejecutivo español no respalde ninguna iniciativa que disguste a Marruecos sobre el Sáhara Occidental, un territorio en el que se considera soberano, las autoridades marroquíes no deberían protestar por la presencia del jefe del Ejecutivo español en Ceuta o Melilla.
En el pasado sí manifestaron su enfado por las visitas de los jefes de Gobierno o del jefe del Estado. En noviembre de 2007, cuando los reyes de España visitaron Ceuta y Melilla, la protesta fue de tal calibre que Mohamed VI llamó a consultas a su embajador en Madrid, Omar Azziman. Abbas el Fassi, entonces primer ministro, comparó en el Parlamento la “ocupación española” de ambas ciudades con la de Palestina por Israel.
¿Qué pasará cuando Sánchez desembarque el miércoles en el helipuerto de Ceuta? Las autoridades marroquíes se abstendrán probablemente de protestar y la mayoría de sus medios de comunicación, casi todos afines al poder, ignorarán la visita presidencial, según vaticinan fuentes diplomáticas conocedoras de la relación entre los dos países.
Más allá de la lectura marroquí, el viaje relámpago de Sánchez a Ceuta persigue otros dos objetivos. Cuando las deficiencias de la sanidad pública están siendo criticadas, sobre todo en la Comunidad de Madrid, el presidente resaltará la importancia que su Gobierno le otorga y los esfuerzos que hace allí donde tiene competencias.
Aprobado en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero, el nuevo centro de salud del Tarajal fue paralizado por su sucesor, Mariano Rajoy, para ahorrar en tiempos de crisis económica. Se retomó con el regreso de un socialista, Salvador Illa, al Ministerio de Sanidad en 2018.
Aunque no habrá ningún acto con el PSOE local, el último objetivo de la visita es brindar con su presencia un espaldarazo a sus correligionarios en la ciudad autónoma. Juan Gutiérrez, secretario general de los socialistas, ya sacó pecho ante la prensa “del apoyo incondicional” mostrado por el presidente a Ceuta, más que cualquier otro jefe de Gobierno.
Falta les hace a los socialistas ceutíes ese respaldo. La última encuesta electoral, de GAD3, les otorga solo seis escaños (21,9% de los sufragios), sobre un total de 25 en la Asamblea de Ceuta. Pierden uno, mientras que el PP gana dos, hasta alcanzar los 11 (38,4%). Vox sería el tercer partido más votado (cinco representantes), pisando los talones al PSOE. En la práctica, la ciudad está hoy en día gobernada por los populares con el respaldo de los socialistas que, sin embargo, no han entrado formalmente en el Gobierno local.
Al margen del viaje presidencial, esta semana se desplazarán a Ceuta Manuel Bar Cendón, secretario de Estado de Educación (el jueves), y Miquel Iceta, ministro de Cultura (el viernes), para dar a conocer el bono cultural que ofrece el Estado a los jóvenes. La semana próxima, será Rafael Pérez Ruiz, secretario de Estado de Seguridad, el que viajará hasta allí.
Tanta visita de responsables gubernamentales contrasta con la inacción gubernamental sobre temas de fondo. El Ejecutivo dejó caer, en junio de 2021, que iba a tramitar el ingreso de Ceuta en la unión aduanera de la UE y en el espacio de libre circulación Schengen, pero no lo ha puesto en práctica. La Asamblea de Ceuta pidió por unanimidad, hace ya más de 11 años, el ingreso de la ciudad en la unión aduanera.
En Melilla se está acabando de construir y equipar un hospital universitario que debería empezar a funcionar en el otoño. Su presupuesto asciende a 96 millones de euros, 80 para la construcción y 16 para su equipamiento. Es probable que, en vísperas de las elecciones generales, Sánchez se desplace hasta allí para inaugurarlo.
Si en Ceuta el PSOE puede retroceder en las municipales, en Melilla corre el riesgo de prácticamente desaparecer. El último sondeo, de SyM Consulting, le otorga solo un escaño (7,01% de los sufragios) de los 25 de la Asamblea de la ciudad autónoma. Coloca en cabeza a Coalición por Melilla, un partido de tradición musulmana, con 12 representantes (43,9%), seguido por el PP, con nueve (32,6%), y Vox, con tres (11,85%). Melilla es la única ciudad de España cuya población es mayoritariamente musulmana, según el Observatorio Andalusí, un centro de estudios vinculado a la Comisión Islámica de España. Otra encuesta de GAD3 publicada este lunes prevé, en cambio, una mayoría absoluta de los populares (13 asientos), mientras que Coalición por Melilla sufriría una derrota (6) y el PSOE y Vox repetirían los mismos resultados que en 2019, con cuatro y dos escaños, respectivamente.
El presidente del Gobierno inauguró con Felipe VI tramos de AVE presupuestados en cientos de millones de euros. En solitario, cortó la cinta de obras más modestas como, en noviembre pasado, la subestación eléctrica de Baeza, de 90 millones, o un nuevo tramo de la carretera nacional 232, que une Castellón con Teruel, de 50 millones. Y Pedro Sánchez estrenará también este miércoles el nuevo centro de salud del Tarajal, en Ceuta, cuya construcción costó solo 4,57 millones. Nunca un jefe del Ejecutivo hizo acto de presencia en democracia en una actuación similar. La explicación a este movimiento está en la relación con Marruecos.
- Rabat pide ahora a Sánchez que se posicione con Marruecos en su guerra contra el Polisario Marcos Lema. Rabat Ignacio Cembrero
- Sánchez busca trenes en Marruecos y Meloni gas en Argelia: ¿qué está pasando en el Magreb? Marcos Lema. Casablanca
- ERC y Bildu avisan a Sánchez sobre las exigencias de Marruecos con el Polisario: "Ni un paso más" Alejandro López de Miguel