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Aduanas de Ceuta y Melilla: los escollos que el Gobierno esconde y que aplazan su apertura
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cuatro afirmaciones inexactas

Aduanas de Ceuta y Melilla: los escollos que el Gobierno esconde y que aplazan su apertura

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, firma con ambos presidentes un comunicado conjunto que describe una relación de ensueño con el vecino marroquí muy alejada de la realidad

Foto: Reunión de Sánchez y el rey Mohamed VI de Marruecos el pasado mes de abril. (EFE/Presidencia del Gobierno)
Reunión de Sánchez y el rey Mohamed VI de Marruecos el pasado mes de abril. (EFE/Presidencia del Gobierno)

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se apuntó un tanto el lunes pasado. Logró que los presidentes de Ceuta, Juan Jesús Vivas (Partido Popular), y de Melilla, Eduardo de Castro (independiente en coalición con el PSOE), resaltaran en un comunicado conjunto los réditos obtenidos por las dos ciudades autónomas gracias a la política del Gobierno español hacia Marruecos.

El comunicado pone de relieve “los efectos positivos del proceso de normalización” con Marruecos para ambas ciudades, que a día de hoy son inexistentes, pese a que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hizo, en marzo, una gran concesión al rey Mohamed VI. Le envió una carta alineándose con Rabat en el conflicto del Sáhara Occidental. El texto contiene cuatro afirmaciones cuanto menos inexactas.

Foto: La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune. (EFE/Filipo Attili)

1. El comunicado describe el “proceso de apertura gradual y ordenada de las aduanas comerciales en Ceuta y Melilla”, pero ninguna está operativa. El presidente Pedro Sánchez anunció el 7 de abril en Rabat que se reabriría la de Melilla, cerrada unilateralmente por las autoridades marroquíes, el 1 de agosto de 2018, y se inauguraría una en Ceuta. El ministro Albares confirmó después que ambas se abrirían en enero pasado.

Diez meses después del anuncio presidencial, las aduanas siguen cerradas. El 27 de enero se efectuó una prueba piloto de exportación desde ambas ciudades, pero 20 días después no ha tenido continuidad. La prueba piloto podía tener sentido para Ceuta, pero no para Melilla, porque, como resalta la patronal de esa ciudad. Allí hubo una aduana que funcionó desde 1866 hasta su cierre por Rabat en 2018 sin comunicárselo a las autoridades españolas y sin suscitar ninguna protesta del Gobierno de España. La Confederación de Empresarios de Melilla anunció que no se volvería a reunir con la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, por haberles “mentido” sobre los avances para reabrir la aduana.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su homólogo marroquí, Aziz Akhannouch. (EFE/Jalal Morchidi)

2. El comunicado precisa que hay un “calendario acordado con Marruecos” para abrir las aduanas. La cumbre de los gobiernos de España y Marruecos concluyó el 2 de febrero con una declaración conjunta que ya mencionaba la existencia de ese “calendario” que es secreto. Albares argumenta que no puede darse a conocer por “razones” de seguridad sin explicar en que se sustentan.

En los planes integrales de desarrollo para Ceuta y Melilla, aprobados por el Gobierno en octubre pasado, se indica que la aduana en la primera ciudad podría estar operativa en enero de este año, mientras que en la segunda solo se requieren 24 horas para su puesta en marcha porque las instalaciones ya están ahí. Es decir, que debería de haber reabierto justo después de que Sánchez sellase la paz con Marruecos hace 10 meses.

Foto: Almuerzo entre las delegaciones de España y Marruecos, presidido por un retrato del rey Mohamed VI. (MAP)

En realidad el calendario no existe. Las direcciones generales de aduanas de ambos países siguen negociando y mientras no se pongan de acuerdo no pueden anunciar fechas. El objetivo inicial de los negociadores españoles era conseguir que las aduanas fuesen similares a la que existió en Melilla durante siglo y medio, pero sus interlocutores no están por la labor.

El director general de la Aduanas de Marruecos, Nabyl Lakhdar, afirmó, en junio de 2022 en la revista Tel Quel de Casablanca que las aperturas de Ceuta y Melilla “no son un asunto de actualidad”. A día de hoy no hay ningún responsable marroquí que haya reconocido públicamente que las aduanas están en proyecto. Es cierto que se mencionan de pasada en la declaración conjunta hispano-marroquí del 2 de febrero, pero esta omite mencionar donde está prevista su inauguración para no nombrar a las dos ciudades españolas.

De la lectura de la prensa oficialista marroquí se deduce que Rabat planea unas aduanas atípicas

De la lectura de la prensa oficialista marroquí se deduce que Rabat planea unas aduanas atípicas, con fuertes restricciones. Los diarios hablan de aduanas “regionales”, para “un pequeño tránsito de mercancías” y resaltan que “no se permitirá [a través de Ceuta y Melilla] la entrada de ningún producto desde España, Europa o China”. A ojos de Rabat, las dos ciudades no son españolas. “Vamos, que solo vamos a poder exportar el chocolate Maruja” que fabrica la empresa Borras en Ceuta, ironizaba un empresario de la ciudad autónoma.

Foto: Patrullero de la Armada Isla León, que vigila las operaciones de trasvase de petróleo ruso a las puertas de Ceuta. (Cedida)

El equipo negociador español que encabeza Pilar Jurado, directora general de Aduanas, parece haber asumido parte de las exigencias marroquíes. Por eso cuando, el 25 de octubre, la delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, y el delegado de la Agencia Tributaria, Ramón Lozano, visitaron en el Tarajal las obras de acondicionamiento de la futura aduana precisaron que tendría carácter “regional”, según la prensa ceutí. Solo podrán además transitar por ella furgonetas porque la infraestructura local no permitía vehículos de más de 3.500 kilogramos.

Sabrina Moh, la delegada del Gobierno en Melilla, mencionó ante los empresarios la elaboración de una lista, pactada con Rabat, con los productos que podrían ser exportados. La aduana que funcionó en Melilla hasta el verano de 2018 no estaba sometida a ninguna restricción. No era una aduana “regional”. Estas además no existen en el derecho comparado.

Foto: Imagen de archivo de la valla de Melilla. (EFE/Sánchez)

3. El comunicado del lunes subraya “la necesidad de evitar que se reproduzcan escenas del pasado y que vuelva el denominado comercio atípico”, es decir, el contrabando con las porteadoras que cruzaban la frontera con bultos muy pesados... Mezcla churras con merinas. En Melilla nunca hubo interferencias entre la aduana y el contrabando. Este se extinguió en cuanto Rabat quiso. Empezó vetándolo en Ceuta, en octubre de 2019, y en Melilla, cinco meses después.

4. El comunicado del lunes ensalza los efectos positivos que “el proceso de normalización [con Marruecos] esté teniendo ya en ambas ciudades autónomas”. Las fronteras terrestres se reabrieron el 17 de mayo pasado, pero estas no habían sido cerradas a causa de la crisis bilateral sino de la pandemia. En Melilla solo se reabrió la frontera internacional de Beni Enzar mientras que los pasos para lugareños, sobre todo colegiales, de Farhana y Mariguari siguen cerrados a cal y canto. En Ceuta sucede otro tanto con el de Benzú.

“En Marruecos no te dejan entrar ni con una botella de agua mineral que no esté abierta”, se quejaba Enrique Alcoba

Peor aún, las fronteras han sido reabiertas, pero Marruecos no aplica el “régimen de viajeros” incluido en su reglamento aduanero. Es decir, que los marroquíes que regresan a su país desde las ciudades autónomas (ni los melillenses y ceutíes que vayan de visita a Marruecos) pueden cruzar la frontera con pequeñas compras para su uso personal o regalos para familiares.

“En Marruecos no te dejan entrar ni con una botella de agua mineral que no esté abierta”, se quejaba, el otoño pasado, a su paso por Madrid, Enrique Alcoba, presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla. “El que adquiere unos zapatos nuevos en nuestra ciudad debe llevarlos puestos so pena de que se los incauten en la frontera”, añadía. “Así se disuade por completo el turismo de compras”, se lamentaba. “Los ciclistas melillenses que los fines de semana se van a pedalear a Marruecos no pueden llevar consigo ni bebidas, ni galletas energéticas, a menos que no estén ya abiertas”, comentó otro empresario.

Foto: Patrullero de la Armada Isla León, que vigila las operaciones de trasvase de petróleo ruso a las puertas de Ceuta. (Cedida)

La declaración conjunta hispano-marroquí del 2 de febrero y el comunicado suscrito por Albares y los dos presidentes no menciona este problema, que padecen decenas de miles de ceutíes y melillenses, ni la necesidad de resolverlo.

El presidente de Melilla aprovechó el lunes su audiencia con Albares para informarle de que había remitido una carta a Pedro Sánchez pidiéndole que tramitara el ingreso de su ciudad en el Comité de las Regiones de la UE. Si lograse incorporarse a ese órgano consultivo se afianzaría el carácter europeo de la ciudad, lo que, probablemente, disgustaría a las autoridades de Marruecos.

A finales de 2011, hace ya más de doce años, la Asamblea de Ceuta pidió por unanimidad el ingreso de la ciudad en la unión aduanera, de la que quiso quedar excluida cuando España se adhirió en 1986 a lo que entonces se llamaba Comunidad Europea. Ningún gobierno lo ha tramitado desde entonces pese a que el de Sánchez Castejón lo prometió en junio de 2021. Si Ceuta formase parte de la unión aduanera Marruecos no podría resistirse a que contara con una aduana terrestre sin restricciones.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se apuntó un tanto el lunes pasado. Logró que los presidentes de Ceuta, Juan Jesús Vivas (Partido Popular), y de Melilla, Eduardo de Castro (independiente en coalición con el PSOE), resaltaran en un comunicado conjunto los réditos obtenidos por las dos ciudades autónomas gracias a la política del Gobierno español hacia Marruecos.

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