ERC y Bildu avisan a Sánchez sobre las exigencias de Marruecos con el Polisario: "Ni un paso más"

La cumbre con Marruecos está generando nuevos dolores de cabeza al presidente del Gobierno, que anteriormente ya había visto tensionadas sus relaciones con su socio de coalición y hasta con sus aliados parlamentarios, a cuenta de su alineamiento con el país vecino. Más allá de la polémica por la ausencia en la cumbre de Mohamed VI, que solo habló con Pedro Sánchez por teléfono, Rabat sigue reclamando a España movimientos. Ahora, en lo que toca al Frente Polisario, con el que lleva dos años en guerra.

El primer ministro marroquí, Aziz Akhannouch, pidió indirectamente este jueves a Sánchez que contribuya a combatir al Polisario, al que las autoridades marroquíes suelen referirse como "grupo separatista" o "milicias armadas". Sin citarlo por su nombre, Akhannouch reclamó "redoblar los esfuerzos conjuntamente para hacer frente a los peligros que amenazan la seguridad de la región, relacionados con la inmigración ilegal, la trata de seres humanos, las drogas, el terrorismo, los grupos separatistas y las milicias armadas". Alinearse con Marruecos en lo que toca al Sáhara Occidental ya sumió al PSOE en una profunda crisis con su socio de coalición, Unidas Podemos, y ahora sus socios parlamentarios le recuerdan que "no puede dar un paso más" en esta dirección.

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Marta Rosique, diputada de ERC, asegura a El Confidencial que el presidente del Gobierno debería recordar que "está absolutamente solo en esta cuestión", como le han hecho saber sus aliados en un Congreso en el que no cuenta con mayoría absoluta. Explica que, más allá de que no pueden producirse más cesiones ante Rabat, "como mínimo" el Ejecutivo debe volver "a la posición con que empezó la legislatura".

El enfado de Esquerra Republicana con el PSOE se hizo visible hace apenas 10 días, ante la Diputación Permanente, convocada para debatir y votar las peticiones de comparecencia de varios ministros, a propuesta del PP. Si bien socios como el PNV, Bildu o Compromís rechazaron forzar que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, compareciera en la Cámara Baja antes de la reunión de alto nivel (RAN), ERC sí votó a favor de esta comparecencia, junto a PP, Ciudadanos y Vox, formaciones con las que no suele coincidir, ni en posiciones ni en sentido de voto. "Sus traiciones hacia el pueblo saharaui demuestran una política de Estado profundamente egoísta y contraria a los derechos humanos", reprocha Rosique.

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“El apoyo a la posición de Marruecos ha generado varios problemas a España y ahora Marruecos pide más. No nos extrañaría, sabiendo los precedentes”, sostiene Jon Iñarritu. El diputado de EH Bildu ironiza con la capacidad de Rabat de "poner y quitar ministros en España", en referencia a la destitución de la predecesora de Albares, Arancha González Laya, y con su rol a la hora de "marcar la política exterior del PSOE", aludiendo al rechazo de los eurodiputados socialistas españoles a apoyar una resolución contra Marruecos hace apenas dos semanas.

"Que el Gobierno español pueda dar pasos unilateralmente en lo que Marruecos le pida, es algo preocupante, muy preocupante", apunta Iñarritu, alertando de que "el precio a pagar" por una buena relación con Rabat "no puede ser la traición del pueblo saharui, o mirar para otro lado ante tragedias humanitarias como la de Melilla en junio", con al menos 23 fallecidos y 73 desaparecidos tras la actuación de la policía marroquí. El diputado de Bildu reclama al Ejecutivo que medie "y busque cauces para que se solucione el conflicto histórico" del Sáhara Occidental.

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El malestar con las decisiones del Gobierno sobre Rabat no es exclusivo de ERC o Bildu. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, aprovechó la comparecencia extraordinaria del presidente ante el pleno del Congreso, hace apenas una semana, para afearle sus cesiones para "cubrir sus posiciones", en lo que toca a sus relaciones con Marruecos. Esteban reprochó a Sánchez que diera la espalda a sus responsabilidades para con el Sáhara, "haciendo oídos sordos a los derechos humanos".

También recordó el "trago" que tuvieron que afrontar los eurodiputados socialistas españoles, votando junto a la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, "en contra de la resolución mayoritaria de condena a Marruecos". "Todo para conseguir que Marruecos controle sus fronteras", zanjó, haciendo su crítica extensible al PP.

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Unidas Podemos, que en su día criticó con contundencia el giro sobre el Sáhara, no ha valorado la última exigencia planteada por Marruecos. El socio minoritario, en plena tensión con el PSOE por la reforma del solo sí es sí, sí ha aprovechado para presionar a los socialistas a cuenta de sus diferencias sobre la ley de bienestar animal, que será sometida a votación en una semana, o sobre su propuesta de congelar las hipotecas variables. En lo que toca a estas palabras de Marruecos durante la cumbre, a la que sus ministros han rechazado acudir como muestra de descontento ("No se daban las condiciones necesarias"), no han emitido más comentarios.