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Rabat pide ahora a Sánchez que se posicione con Marruecos en su guerra contra el Polisario
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Rabat pide ahora a Sánchez que se posicione con Marruecos en su guerra contra el Polisario

Las palabras del jefe del Gobierno marroquí, Aziz Akhannouch, demuestran que Rabat no se conforma con el apoyo diplomático que el presidente español brindó a la propuesta de Mohamed VI para resolver el conflicto

Foto: Almuerzo entre las delegaciones de España y Marruecos, presidido por un retrato del rey Mohamed VI. (MAP)
Almuerzo entre las delegaciones de España y Marruecos, presidido por un retrato del rey Mohamed VI. (MAP)

Marruecos es insaciable. Tras obtener, hace 11 meses, el respaldo de España a la solución que propugna para resolver el conflicto del Sáhara Occidental, ahora aspira a que su vecino le ayude a combatir al Frente Polisario con el que está en guerra desde noviembre de 2020.

El primer ministro marroquí, Aziz Akhannouch, formuló esa petición ante el presidente Pedro Sánchez en el discurso con el que cerró la cumbre hispano-marroquí celebrada el jueves en Rabat entre los gobiernos de España y de Marruecos en ausencia del rey Mohamed VI, que se encontraba de vacaciones en Gabón. El monarca ofreció tras la reunión de alto nivel un almuerzo en honor a Sánchez, en el que participaron el propio Akhannouch y otras autoridades de ambas delegaciones, según reza un comunicado recogido por la agencia oficial MAP. Resulta paradójico que el rey no asistiese a su propia invitación, aunque una fotografía suya presidió la mesa en todo momento.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la visita al mausoleo de Mohamed V en Rabat. (EFE/Mohamed Siali)

Durante su intervención, Akhannouch recalcó la necesidad de “redoblar los esfuerzos conjuntamente para hacer frente a los peligros que amenazan la seguridad de la región, relacionados con la inmigración ilegal, la trata de seres humanos, las drogas, el terrorismo, los grupos separatistas y las milicias armadas”. Todo ello debe hacerse, precisó, con un doble “enfoque de seguridad y social”.

El anfitrión de Sánchez no nombró al Polisario, pero las expresiones “grupo separatista” y “milicias armadas” son las que emplean las autoridades marroquíes para referirse al movimiento armado saharaui que controla la franja oriental de la antigua colonia española, aproximadamente el 20% de ese territorio desértico. En cuanto al enfoque “social” al que alude Akhannouch consiste, sobre todo, en ayudar a los refugiados de los campamentos saharauis cuando ya no sean gestionados por el Polisario.

Durante las 24 horas en que la delegación española ha estado en Rabat para participar en la reunión de alto nivel de este jueves, ningún miembro del Gobierno de Sánchez ha hecho referencia alguna a la cuestión del Sáhara. Fuentes de la Moncloa ya advirtieron en los días anteriores a la cumbre que este tema no estaría sobre la mesa del encuentro, y que España no se iba a mover ni un ápice de la postura pactada en la declaración conjunta del pasado 7 de abril de 2022, cuando reconoció que la propuesta marroquí de una autonomía para la excolonia constituía "la base más seria, realista y creíble" para resolver el conflicto.

La declaración conjunta hace referencia al Sáhara, pero para remitirse a los términos acordados el año pasado

Sin embargo, Akhannouch se ha referido al Sáhara en los dos principales discursos de las últimas horas: el de este miércoles, en un foro económico entre empresarios de ambos países, y el de este jueves, ya durante la cumbre propiamente dicha. La declaración conjunta de 74 puntos firmada esta vez sí hace una alusión explícita al territorio, pero para remitirse a los términos acordados el año pasado. "En cuanto a la cuestión del Sahara Occidental, España reitera la posición expresada en la Declaración Conjunta adoptada el 7 de abril de 2022, con motivo del encuentro entre SM el Rey Mohammed VI y el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez", se limita a recordar en su octavo apartado.

Más allá de la carta

Sánchez ya envió una carta, el 14 de marzo, al rey Mohamed VI alineándose con la posición marroquí en el conflicto, pero sin llegar a reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara aunque, a veces, la prensa de Casablanca y Rabat sí interpreta que dio ese paso. Ahora, las autoridades marroquíes piden, veladamente, que vaya más allá. No se habían atrevido a hacerlo en público ni con Francia, pese a que fue el primer país europeo que secundó la propuesta de autonomía puesta por Mohamed VI sobre la mesa, para resolver el contencioso, hace ya 16 años.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/EPA/Jalal Morchidi) Opinión
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El Gobierno de Sánchez no se va a implicar en esa guerra de baja intensidad que asola al Sáhara desde hace 26 meses. Consiste básicamente en el bombardeo, por el Polisario, de las posiciones del Ejército marroquí a lo largo del muro de defensa que construyó en los años ochenta. Las Fuerzas Armadas Reales responden enviando a sus drones a atacar las baterías y los vehículos de su enemigo saharaui. Hay muertos en ambos bandos, pero solo el Polisario ha reconocido alguno.

Las palabras de Akhannouch demuestran que Marruecos no se va a conformar con la carta de Sánchez sino que pretende que su vecino español incremente su respaldo diplomático. Rabat sabe que no le brindará una ayuda militar, pero sí presiona para que le transfiera, por ejemplo, el control del espacio aéreo del Sáhara Occidental que, en buena medida, se ejerce desde Gran Canaria. El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, negó que se vaya a traspasar en las respuestas que dio recientemente a varias preguntas parlamentarias.

Foto: El presidente del Gobierno y el primer ministro marroquí, en Rabat. (Reuters/Calvo Handout)

La insinuación de Akhannouch a Sánchez suscitará, probablemente, algún revuelo en el sector minoritario de la coalición de Gobierno cuyos ministros no quisieron acompañar al presidente a Rabat para no dar así la impresión de secundar su radical cambio de posición sobre el Sáhara.

“La sola insinuación de que España colabore con Marruecos en la guerra de ocupación que mantiene con el Polisario es muy grave y demuestra hasta donde llega la sumisión del gobierno español ante la autocracia marroquí para que se atreva a hacer este tipo de sugerencias”, afirmó el eurodiputado Miguel Urban, de anticapitalistas, al conocer el discurso de Akhannouch. “El Ejecutivo no solo debe rechazar este tipo de propuesta de inmediato, sino que ha de volver a la senda del respeto del derecho internacional demandando el fin de la ocupación”, añadió.

Si un sátrapa ve debilidad en un gobierno, abusará”, comentó, por su parte, el profesor Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores de Podemos. “La firmeza en la defensa de los derechos humanos es la mejor bandera para las relaciones internacionales”, añadió aludiendo al rechazo, por los eurodiputados del PSOE en el Parlamento Europeo, de la resolución que instaba a Marruecos a respetar los derechos humanos y a excarcelar a tres periodistas. El texto fue aprobado el 19 de enero por una holgada mayoría.

Marruecos es insaciable. Tras obtener, hace 11 meses, el respaldo de España a la solución que propugna para resolver el conflicto del Sáhara Occidental, ahora aspira a que su vecino le ayude a combatir al Frente Polisario con el que está en guerra desde noviembre de 2020.

Pedro Sánchez Noticias de Marruecos
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