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La audiencia de Sánchez con Mohamed VI sigue a la espera y no será "inminente"
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TRAS EL PLANTÓN EN LA CUMBRE DE RABAT

La audiencia de Sánchez con Mohamed VI sigue a la espera y no será "inminente"

La comparecencia del presidente del Gobierno este miércoles en el Congreso, para dar cuenta de las relaciones con Marruecos, viene precedida por unas declaraciones de Yolanda Díaz tildando el régimen alauí de "dictadura"

Foto: El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (3-i), durante su última reunión con Mohamed VI de Marruecos, celebrada en Rabat en abril del pasado año. (EFE/Mariscal)
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (3-i), durante su última reunión con Mohamed VI de Marruecos, celebrada en Rabat en abril del pasado año. (EFE/Mariscal)

Más de dos meses y medio después de que el rey de Marruecos, Mohamed VI, emplazase a Pedro Sánchez a una visita oficial a Rabat, la audiencia sigue sin figurar en agenda. Sin fecha y a la espera de formalizarse. Fuentes de la Moncloa reconocen que no se producirá a corto plazo. No está identificada en los planes del presidente del Ejecutivo "como algo inminente", según las mismas voces oficiales. El contexto preelectoral dificulta todavía más el encaje de la cita. La invitación se produjo después de confirmarse la ausencia del monarca alauí en la cumbre hispano-marroquí el pasado 1 de febrero. La diplomacia española esperaba su participación.

El rey de Marruecos despachó entonces la cumbre con una llamada telefónica al presidente del Gobierno desde su residencia privada en Gabón. "En vías de facilitar la dinámica positiva dentro del excelente partenariado estratégico bilateral, su majestad invita al presidente del Gobierno español a efectuar una visita oficial a Marruecos próximamente", recogía la agencia oficial del país. El jefe del Ejecutivo aceptó la invitación, que desde la Casa Real alauí presentaron como "una oportunidad para fortalecer aún más las relaciones bilaterales, a través de acciones concretas marcadas por la eficiencia y proyectos tangibles en áreas estratégicas de interés común".

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/EPA/Jalal Morchidi)

Sánchez intervendrá este miércoles en el Congreso para, entre otros asuntos, dar cuenta de las relaciones con el país vecino. Una comparecencia en la que se espera que el jefe del Ejecutivo vuelva a quedarse solo, como cuando todos los grupos censuraron el giro unilateral respecto al Sáhara. Una imagen inédita que unió a todos los grupos parlamentarios, a excepción de los socialistas, bajo una posición común y en contra del Gobierno.

Si los ministros morados ya se ausentaron de la última cumbre, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, calentaba en las últimas horas la comparecencia al tildarMarruecos de "dictadura", además de posicionarse en contra del plan de autonomía del Sáhara avalado por el Ejecutivo tras su giro. Unas palabras que han generado malestar entre el ala socialista del Gobierno, aun enmarcándolas en una posición ya conocida en el espacio a su izquierda.

Foto: Pedro Sánchez realiza una ofrenda floral en el mausoleo de Mohamed V durante su visita a Rabat. (EFE/Mohamed Siali)

La portavoz, Isabel Rodríguez, trataba de evitar que las palabras de la vicepresidenta fuesen entendidas como un desplante entre las autoridades marroquíes. "En nombre del Gobierno", precisó, "esas declaraciones son en el ámbito personal. Esa no es la posición del Gobierno de España, que se encuentra claramente expresada en la declaración de la cumbre hispano-marroquí". Tras ello, quiso incidir en que "España seguirá trabajando en los principios de colaboración y respeto mutuo".

Desde la diplomacia española, se defendió el giro en la posición respecto a Sáhara Occidental como "el comienzo de una nueva etapa" sobre la que se desarrollaría "una hoja de ruta clara y ambiciosa. Un giro en plena crisis migratoria con el país vecino y que en este contexto se argumentó también "en beneficio de la integridad territorial y soberanía de España, de nuestra estabilidad y prosperidad".

Foto: Sánchez y Mohamed VI en Rabat, en abril. (EFE/Mariscal)

Sánchez ya inauguró la cumbre del pasado mes de febrero con una alusión a la integridad territorial: "En nuestro discurso y práctica política vamos a evitar lo que ofende a la otra parte, especialmente lo que se refiere a nuestras esferas de soberanía". En esta línea, reivindicó la "vigencia de todos los acuerdos" entre ambos países, con una referencia explícita a "los que fijan nuestras fronteras". Eso sí, el texto pactado no citaba expresamente los territorios de Ceuta y Melilla.

A finales del pasado mes de febrero, el jefe del Ejecutivo puso a prueba este nuevo marco viajando a Ceuta para inaugurar el nuevo centro de salud del Tarajal. Para enmarcar su visita en la nueva normalidad desde que se puso fin a la crisis bilateral con su visita a Rabat en abril del pasado año. Un año después, la audiencia, que hace más de dos meses y medio se anunció como "próxima", sigue sin agendarse ni se espera a corto plazo.

Más de dos meses y medio después de que el rey de Marruecos, Mohamed VI, emplazase a Pedro Sánchez a una visita oficial a Rabat, la audiencia sigue sin figurar en agenda. Sin fecha y a la espera de formalizarse. Fuentes de la Moncloa reconocen que no se producirá a corto plazo. No está identificada en los planes del presidente del Ejecutivo "como algo inminente", según las mismas voces oficiales. El contexto preelectoral dificulta todavía más el encaje de la cita. La invitación se produjo después de confirmarse la ausencia del monarca alauí en la cumbre hispano-marroquí el pasado 1 de febrero. La diplomacia española esperaba su participación.

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