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El rey Mohamed VI no participará en la cumbre de Rabat e invita a Sánchez a otra visita
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SIN FOTO de la reconciliación

El rey Mohamed VI no participará en la cumbre de Rabat e invita a Sánchez a otra visita

El monarca se queda en su residencia de Gabón, despacha al presidente con una llamada y desluce con su ausencia el encuentro para plasmar la nueva amistad entre ambos países

Foto: Pedro Sánchez saluda al primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, a su llegada a Rabat. (EFE/Jalal Morchidi)
Pedro Sánchez saluda al primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, a su llegada a Rabat. (EFE/Jalal Morchidi)

Nada hace presagiar la inminencia de un momento crucial en Rabat, que luce soleado y sin más rastro de la presencia española que las latas de conservas de una conocida marca nacional instalada en el país magrebí desde hace tres décadas, visibles en todas las tiendas. Tampoco las agendas de los principales líderes a uno y otro lado del Estrecho. A juzgar por los nombres que figuran, la cumbre "histórica" entre España y Marruecos, que arranca oficiosamente este miércoles con un foro empresarial, desmerece el calificativo otorgado por la Moncloa. No estará el líder de la patronal, Antonio Garamendi, que se ha caído a última hora. Tampoco los ministros de Unidas Podemos, que se borraron desde un principio. Y a primera hora de la tarde se acaba de resolver la gran incógnita del lado marroquí: Mohamed VI finalmente no acudirá, al contrario de lo que esperaba la diplomacia española.

El nombre del monarca ya no figuraba en el programa oficial que Madrid ha distribuido a los medios, a diferencia de lo que ocurrió durante la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la capital marroquí en abril del año pasado, pero eso no excluía la posibilidad de una recepción en el Palacio Real. Fuentes de la Moncloa han mantenido abierto el interrogante hasta unas horas antes de que Sánchez haya aterrizado en Rabat. Sin embargo, finalmente el rey de Marruecos ha despachado al presidente del Gobierno con una llamada de teléfono desde su residencia privada en Gabón y lo ha emplazado para una próxima visita, según ha revelado el propio Sánchez en redes sociales. La conversación telefónica, que ha durado media hora, va más allá de una audiencia protocolaria y "demuestra la implicación personal del monarca en lograr los mejores resultados en la cumbre", justifican desde el Gobierno. "La llamada se acordó entre ambas partes y es inédito", reiteran las mismas fuentes.

No obstante, Sánchez ya sabía desde hace días que el rey Mohamed VI no estaría en Rabat durante la cumbre bilateral y, por tanto, que no iban a poder reunirse, por lo que quedaron también días atrás en mantener la conversación telefónica que ambos han protagonizado. El titular de la cartera de Exteriores ha informado en una rueda de prensa de que esa llamada estaba pactada.

Pero el gesto, que ha cogido a todos por sorpresa en Rabat, ya desluce el encuentro entre ambos ejecutivos. Es la primera vez que Mohamed VI desplanta al máximo representante del Gobierno español: incluso recibió a José Luis Rodríguez Zapatero cuando este era líder del PSOE en la oposición. La Casa Real marroquí no había dado pistas estos últimos días, y la única referencia a España fue una felicitación personal del monarca alauita a Felipe VI con motivo de su 55º cumpleaños. Sin embargo, a primera hora de esta tarde ha confirmado la ausencia de Mohamed VI a través de un comunicado.

"Su Majestad el rey de Marruecos (...) ha mantenido una llamada telefónica con su excelencia el señor Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español", comienza el texto recogido por la agencia oficial del país, y prosigue: "En vías de facilitar la dinámica positiva dentro del excelente partenariado estratégico bilateral, su Majestad invita al presidente del Gobierno español a efectuar una visita oficial a Marruecos próximamente". Para el Palacio Real, ese viaje pendiente "será una oportunidad para fortalecer aún más las relaciones bilaterales, a través de acciones concretas marcadas por la eficiencia y proyectos tangibles en áreas estratégicas de interés común". Sánchez ya había aceptado la invitación incluso antes de embarcarse en el avión que lo ha llevado a Rabat, según el comunicado difundido por la Moncloa.

Con el habitual lenguaje alambicado que la caracteriza, la Casa Real alauita se felicita por la evolución de las relaciones entre ambas partes, basadas, según dice, "en la concertación, la amistad y el respeto mutuo", y asegura que los acuerdos de la declaración conjunta de abril del año pasado "sustancialmente están en marcha". De hecho, la prensa marroquí ha evitado emplear términos como "desplante" y se limita a contar que hubo una conversación telefónica y, en algunos casos, que el rey ha invitado a Pedro Sánchez a efectuar una visita a Marruecos. Además, omite recordar que hay una cumbre y, por supuesto, que la llamada se hizo desde Gabón. Fuentes del Ejecutivo español comparten esa visión optimista, y aseguran que la ausencia de Mohamed VI no cambia nada en la mejora de las relaciones diplomáticas que esta cumbre pretende consagrar.

Foto: El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (3-i), y Mohamed VI de Marruecos (2-d). (EFE/Presidencia del Gobierno)

La logística había alimentado las especulaciones durante los últimos días. El monarca, que está de vacaciones desde el pasado 25 de diciembre, ha pasado la mayor parte del tiempo durante este último mes en su residencia privada de Pointe-Denis, en el estuario del río Kuomo (Gabón), además de unos días de excursión en Zanzíbar (Tanzania). Pointe-Denis es un lugar habitual para Mohamed VI, que ya se encontraba allí el 14 de marzo del año pasado, cuando llegó la carta de Sánchez en que España daba un volantazo en su posición histórica sobre el Sáhara al aceptar la propuesta de autonomía formulada por Marruecos.

En diciembre de 2019, el rey alauita ya prefirió quedarse en el país centroafricano en lugar de recibir al entonces secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el ex primer ministro ruso Dimitri Mendvévev también sufrieron el plantón de la Casa Real marroquí durante sus visitas a Rabat. Ahora, Sánchez se une a esa lista.

Una incógnita hasta el final

El programa oficial remitido por la Moncloa dejaba dos momentos propicios para que Mohamed VI recibiese al presidente del Gobierno. Uno era la tarde de este mismo miércoles. El presidente del Gobierno no tiene nada agendado después de las 18:00, cuando cerrará el foro empresarial organizado por la patronal marroquí. Por tanto, hubiera existido margen para una audiencia protocolaria o incluso para una cena en la residencia privada del monarca, como la que le brindó el año pasado para sellar la reconciliación entre ambas naciones. En ese caso, también participó el príncipe heredero Mulay Hasan, aunque la deferencia quedó empañada por el error en la colocación de una bandera española que se apreciaba en la fotografía oficial distribuida por la Casa Real. Otra opción era que ambos mandatarios se hubiesen visto el jueves por la tarde, después del almuerzo que mantendrán ambas delegaciones para clausurar la cumbre. Finalmente, nada de eso se producirá, y todo se ha reducido a una "cálida" conversación telefónica, según el comunicado de la Casa Real alauita.

La ausencia, en un momento dulce de las relaciones entre ambos países, es interpretada como un desplante que desluce la cumbre

No es la primera vez que Sánchez tiene problemas para que lo reciba el rey de Marruecos. Durante su primer mandato, el presidente rompió por primera vez con una norma no escrita de la diplomacia española: la primera visita exterior al llegar a la Moncloa siempre es a Rabat. Uno de los motivos de aquel retraso fue la dificultad para cerrar una audiencia con Mohamed VI, que finalmente se produjo en noviembre de 2018. Unos meses antes, el monarca alauita suspendió la visita oficial de Felipe VI alegando motivos de agenda. Eran otros tiempos: la ausencia ahora, en un momento dulce de las relaciones entre ambos países, se puede interpretar como un desplante que deslucirá la cumbre y pone en cuestión el compromiso real de la nación magrebí por mantener un "nuevo partenariado" basado en "el espíritu de confianza, a través de la concertación, sin recurrir a actos unilaterales o hechos consumados", como recogía la declaración conjunta del 7 de abril de 2022.

Garamendi también se cae

La reunión de alto nivel (RAN) comienza oficialmente este jueves, pero la delegación española ya está en Rabat desde este miércoles para participar en un foro económico previo a la cumbre. El poder de convocatoria del evento, organizado por la Confederación General de Empresas de Marruecos (CGEM), es de primer nivel, y la clausura correrá a cargo de los jefes de Gobierno de ambos países. Sin embargo, el líder de los empresarios españoles finalmente no participará. La CEOE estará representada por el número dos de Garamendi, Miguel Garrido, después de que este haya excusado su presencia por motivos de salud.

Foto: El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en un acto en Rabat en 2019. (EFE/Juanjo Martín)

Fuentes de la patronal recuerdan que Garamendi también ha cancelado un acto esta mañana en Madrid y niegan que la baja de última hora constituya un desplante hacia el presidente del Gobierno, en plena tensión entre el Ejecutivo y los empresarios por la subida del salario mínimo. Sánchez anunció este martes un acuerdo con los sindicatos para revalorizar un 8% el SMI, tras una intensa negociación liderada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de la que se excluyó la patronal.

La también vicepresidenta segunda será otra de las ausencias destacadas en la RAN, al igual que el resto de sus compañeros de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros. La coalición morada se borró desde un primer momento de la cumbre por su descontento con el giro diplomático sobre el Sáhara. Fuentes del Gobierno, sin embargo, restan importancia a estas bajas y recuerdan que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, puede firmar en nombre de cualquiera de sus compañeros los memorandos que afecten a otros departamentos. La mayoría de los acuerdos, dicen, incumben a los 12 ministerios socialistas que sí estarán presentes en Rabat, una cifra récord para las reuniones de alto nivel entre ambos países.

La titular de Industria, Reyes Maroto, ha sido la primera en llegar. El rey Mohamed VI finalmente no lo hará.

Nada hace presagiar la inminencia de un momento crucial en Rabat, que luce soleado y sin más rastro de la presencia española que las latas de conservas de una conocida marca nacional instalada en el país magrebí desde hace tres décadas, visibles en todas las tiendas. Tampoco las agendas de los principales líderes a uno y otro lado del Estrecho. A juzgar por los nombres que figuran, la cumbre "histórica" entre España y Marruecos, que arranca oficiosamente este miércoles con un foro empresarial, desmerece el calificativo otorgado por la Moncloa. No estará el líder de la patronal, Antonio Garamendi, que se ha caído a última hora. Tampoco los ministros de Unidas Podemos, que se borraron desde un principio. Y a primera hora de la tarde se acaba de resolver la gran incógnita del lado marroquí: Mohamed VI finalmente no acudirá, al contrario de lo que esperaba la diplomacia española.

Antonio Garamendi