"Si fuéramos claves para Sánchez, habría ya millones para el tren a Marbella"

Francisco Salado acaba de renovar otros cuatro años como presidente de la Diputación Provincial de Málaga y número uno de Turismo Costa del Sol. También es alcalde de Rincón de la Victoria. Salado inaugurará mañana en Málaga el séptimo foro turístico que organiza anualmente El Confidencial en la ciudad andaluza. El de este año se titula La implantación de las tech en el sector turístico. En esta entrevista con El Confidencial, exige a las administraciones soluciones a la sequía, la movilidad y la proliferación de las viviendas turísticas.

PREGUNTA. ¿Cree que la temporada alta se puede alargar? La Costa del Sol disfruta de buenas temperaturas en octubre y noviembre, y en julio y en agosto el termómetro en Málaga no la hace un destino tan apetecible.

RESPUESTA. Es una de las preocupaciones que tengo. Más que como presidente de Turismo de la Costa del Sol, como vecino, vemos que cada vez durante los veranos, con las temperaturas tan altas que hay, es más incómodo estar aquí en tu municipio, en la Costa del Sol.

Esperemos que sea un ciclo y que volvamos a las temperaturas normales que hemos tenido aquí siempre, que muchas veces por la noche refrescaba, se estaba agradable y ahora muchas veces ya no. Evidentemente, cuando el turista viene a un sitio quiere estar cómodo: poder disfrutar de las playas, de la oferta complementaria y pasear con tranquilidad.

Este verano ha habido momentos en la Costa del Sol en que no se podía salir a la calle. Y no solo eso, sino que por la noche incluso no se podía dormir. Entonces eso es preocupante, evidentemente, porque lo que puede ocurrir es que cada vez se desplacen los turistas en esta época, de julio a agosto, a zonas más frescas de España, sobre todo al norte, Asturias, País Vasco, Cantabria y Galicia.

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P. ¿Cómo podría cambiar la planificación de la promoción turística?

R. Las campañas se podrían ampliar a los meses de septiembre, octubre y noviembre, en una temporada alta continua. El año pasado, el mes de septiembre fue espectacular y el de octubre fue buenísimo el tiempo. Los turistas que se puedan perder en julio o en agosto, por esas altas temperaturas, podemos recuperarlos más adelante.

P. Se nota ya un cierta bajada de los turistas nacionales en los meses de verano.

R. En agosto, ha habido un 45% de turismo nacional y un 55% de internacional. Antes era un 50/50. Creo que el turismo internacional quiere estar en la Costa del Sol, aunque tenga altas temperaturas, para huir del frío de sus países. El visitante español es distinto. Busca el frescor en zonas del norte.

P. Surge otro debate: el periodo en que se toman las vacaciones.

R. Eso hay que plantearlo ya. El turista nacional coge sus periodos de descanso cuando sus hijos tienen las vacaciones escolares. Hay que empezar a analizar esos cambios, esa transformación que podemos hacer con todos los sectores, no solo el turístico. En los países europeos, hay intervalos de vacaciones durante todo el año, de una semana o 10 días. Tendríamos que adaptarnos a esa forma de vivir, tener las vacaciones mucho más espaciadas y no solo acumularlas en los meses de julio y agosto. Sería bueno para todos.

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P. Parece que el cambio climático ha llegado y las administraciones o la empresa privada no tenían muy claro que sus efectos iban a ser tan inmediatos.

R. Quien niegue el cambio climático es porque está ciego. Evidentemente, cada vez hay unos ciclos de sequía mucho más amplios. Ahora mismo, por ejemplo, Argentina y Chile están saliendo de un ciclo de sequía muy prolongado que ha terminado con un ciclo de grandes lluvias con inundaciones. Espero que no ocurra así en España. Tenemos que hacer lo posible para intentar retrasar el cambio climático con una política de nuevas tecnologías en el tema energético con reforestación, evitar el consumo exagerado del agua, controlar los residuos y los vehículos.

P. ¿Cómo puede afectar la sequía al turismo en la Costa del Sol?

R. Ha creado incomodidades que en muchos puntos de la Costa del Sol no se hayan podido usar las duchas en las playas.

P. Ese problema se ha focalizado en las playas de la comarca de la Axarquía (Costa del Sol Oriental).

R. Así es. Ni Málaga ni Marbella han tenido este verano esos problemas, pero nadie es ajeno a eso. Si sigue la sequía, en Marbella puede pasar lo mismo que en la Axarquía, al igual que en el resto de la provincia. Suponiendo que en este otoño o invierno volviera la lluvia y se llenaran los pantanos, tenemos que seguir trabajando por no desperdiciar el agua en las duchas. Estos ciclos se van a repetir y tenemos que estar preparados para cuando venga una nueva sequía.

"El agua es de todos y tenemos que tener un ciclo en que el trasvase de agua sea solidario entre los que tienen excedente y los que tienen déficit"

P. En la Costa del Sol hay zonas, volviendo al caso de Marbella, donde llueve más y tienen infraestructuras, como una desaladora. ¿Tiene previsto la Diputación invertir más en la zonas con más problemas?

R. La Costa Occidental, además de que hay más lluvias, ha recibido muchísima inversión en infraestructuras de todas las administraciones públicas. La Costa Oriental se ha desarrollado más desde el punto de vista de la agricultura. Marbella y su área de influencia, aparte de la desaladora, tiene una autopista de peaje que conecta con Cádiz. Las zonas que tienen excedente de agua tienen que ser generosas y pasarla al área deficitaria. El agua es de todos y tenemos que tener un ciclo donde el trasvase de agua sea solidario entre los que tienen excedente y los que tienen déficit.

Mucho de lo que estamos sufriendo ahora es por la dejación de funciones que ha tenido la Junta de Andalucía cuando hubo un Partido Socialista aquí durante muchos años: su política de agua era mirar al cielo y esperar a que lloviera. Estos ciclos de sequía los hemos tenido durante muchísimos años.

Recuerdo que se tuvo que hacer la tubería de trasvase desde el pantano de La Viñuela [en la Axarquía] hasta Málaga porque la capital sufrió un ciclo en que no tenía agua y el pantano de La Viñuela tenía capacidad suficiente de agua para ese trasvase y se hizo. Hay que acostumbrar al ciudadano a que solo se quite la arena de la playa de los pies, que no se duche. También habría que buscar un modelo en que quizá no se extraiga el agua potable sino que se haga del nivel freático del mar.

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P. ¿Qué otras medidas se podrían impulsar?

R. Hay que hacer la desaladora de las Arquillas, hay que ampliar la desaladora de la Costa Occidental, hay que traer agua de la zona del Guadiaro, que es donde hay excedente de agua y de toda la zona de la costa de Cádiz. Hay que seguir haciendo la infraestructura del pantano de Iznájar [en la provincia de Córdoba]. Y hay que aprovechar la financiación. Tenemos que colaborar conjuntamente todas las administraciones y cada uno con sus competencias, agilizar los trámites de la Administración e incluir la financiación. Y el mejor momento es ahora. Ahora hay fondos europeos, los Next Generation, para reorientarlos a las necesidades reales que tiene actualmente la sociedad, que es movilidad y agua. Están muy bien las nuevas tecnologías, está muy bien la digitalización, muy bien, pero la necesidad urgente ahora es movilidad y agua.

"Tenemos ya más de 333.000 residentes extranjeros y no se está planificando la movilidad"

P. ¿Y en materia de movilidad?

R. No se ha hecho tampoco absolutamente nada. A largo plazo, la gran infraestructura que necesitamos es el tren litoral, o metro, la llamemos como se quiera, pero lo que no puede ser es que se estén haciendo obras de infraestructura de metro y de cercanías importantísimas en Madrid, en Barcelona, ​​en Sevilla, en Bilbao, en todo sitios, y se olvide la Costa del Sol, que es una de las áreas metropolitanas más importantes de España y de Europa. Somos de las primeras provincias españolas, no solo en crecimiento de población nacional, sino internacional. Tenemos ya más de 333.000 residentes extranjeros y no se está planificando la movilidad.

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P. ¿Cree que un hipotético Gobierno del PP con Alberto Núñez Feijóo al frente impulsaría el tren litoral?

R. Por supuesto. Los primeros pasos, en forma de estudios previos, que se hicieron para impulsar el tren litoral los hizo Íñigo de la Serna cuando fue ministro de Fomento con Mariano Rajoy. Terminó la época de Rajoy por esa moción de censura y se han olvidado. Pedro Sánchez nada más que viene a Málaga a dar mítines, a conciertos y a criticar a Feijóo y al Partido Popular. Les he dicho a Daniel Pérez [secretario general del PSOE de Málaga] y a Juan Espadas [secretario general del PSOE-A] que cuando venga aquí Sánchez ponga proyectos concretos para la Costa del Sol.

Aquí hay dos administraciones implicadas que se tienen que poner a trabajar. Una es la Junta de Andalucía, con sus competencias de transporte metropolitano a través de autobuses, evidentemente, extensión del metro, etcétera, en coordinación con el Gobierno central para buscar fondos Next Generation, y financiación europea a través del Banco Europeo de Inversiones, para hacer el proyecto y acometer la obra cuanto antes. O incluso con iniciativas privadas para la ejecución del tren o metro.

P. ¿Por dónde tendría que transcurrir el tren litoral? Solo la prolongación desde Fuengirola a Marbella [se plantea su ampliación hasta Estepona e incluso Algeciras] costaría 2.400 millones de euros. Marbella es la única ciudad española de más de 100.000 habitantes que no tiene tren.

R. La única solución que hay ya es un tren soterrado. El intenso desarrollo urbanístico que tiene toda el área metropolitana ha hecho prácticamente inviable que haya una línea cercana al núcleo de población, porque un tren por encima de la autopista no tiene sentido. Tiene que ser como se está haciendo en las grandes áreas metropolitanas, como en Madrid y Barcelona. En esta ciudad se está construyendo un metro de más de 40 kilómetros, ¿por qué no se puede hacer aquí?

Denunciamos cómo se compra la voluntad política para poner gobiernos a cambio de financiación tanto a Cataluña como al País Vasco. Y eso no puede ser. Si la Costa del Sol fuese Cataluña, ya habría un tren litoral construyéndose. Estoy convencido. Si nosotros fuéramos claves para investir a Pedro Sánchez, estarían comprometidos ya millones de euros para hacer esa infraestructura.

Lo primero que tenemos que trabajar es en diseñar el proyecto, por dónde tiene que ir el trazado, poner los recursos sobre la mesa, porque 3.000 o 4.000 millones de euros en las cantidades que estamos hablando de fondos europeos no es dinero para el beneficio que va a tener no solo en la provincia de Málaga, sino en Andalucía y en España. La Costa del Sol es un motor económico de España, evidentemente, donde mucha gente quiere venir a vivir, a disfrutar y a trabajar.

P. En la movilidad se están produciendo situaciones preocupantes, como el plante de una mujer a un autobús que demuestra las infraestructuras obsoletas de la Costa del Sol.

R. Hay que rediseñar las concesiones que tiene la Junta de Andalucía. Tienen que sacar rápidamente los pliegos para adaptar las necesidades del cliente, que es al final el ciudadano, los servicios que están prestando. Las concesionarias son insuficientes tanto en número de vehículos como en frecuencias y capacidad de los autobuses. Hay que estudiar zonas de carril VAO, para que la rapidez de transporte de esos vehículos sea aceptable, para que tú dejes el vehículo en tu casa. Porque si el autobús es lento y no llega y no tiene la frecuencia que tú necesitas, coges el vehículo y saturas las carreteras de la provincia. Hay un dato que lo explica todo: el 90% del transporte en la provincia de Málaga se hace en vehículo privado. Eso no puede ser. Hay que cambiar esa tendencia.

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P. ¿Y qué le parece la propuesta del Foro de Saneamiento Integral de la Costa del Sol de comunicar los municipios a través de barcos?

R. El barco puede ser una alternativa, un complemento, pero no una solución al transporte público. En un barco hay muchos factores que influyen, como puede ser el estado del mar en cada momento, evidentemente, se tendría que suspender ese transporte durante el levante, el poniente. Habría que analizar cuánto tarda un barco en salir desde el puerto de Benalmádena y llegar al centro de Málaga.

La solución pasa por el metro, el tranvía, el tren de Cercanías, y aumentar la frecuencia y la capacidad del servicio de autobuses. Esas son las soluciones que hay, no hay otras, ¿no? Y si el barco es rentable y hay empresas concesionarias que pueden poner esa línea y un complemento más, pues que se haga.

P. ¿Es partidario de liberalizar la autopista de peaje de la Costa del Sol?

R. Sería partidario de, en el caso de no liberarla, sí al menos que incluya un bono especial asequible al empadronado, a la persona que vive en toda esa área de influencia, para que le sea rentable, asequible y apetecible pasar por la autopista.

Habría que hacer números, y muchas veces no es cuestión de hacer una nueva autopista o una nueva autovía, sino de que la que hay la pueda rescatar el Gobierno, pero el Ejecutivo de Sánchez va en la dirección opuesta: quiere un peaje en la autovía.

"Málaga también admite más frecuencias, ha habido horas punta en que los trenes iban llenos"

P. Hace un año, en una entrevista con El Confidencial, resaltó los problemas del AVE. Volvieron los trenes suprimidos y han aparecido nuevos operadores. ¿Cree que ya está todo solucionado?

R. En los últimos meses, ha habido muchísima incidencia por averías y por la falta de mantenimiento de la red por parte de ADIF y de Renfe. Eso es lo que hay que solucionar. Málaga también admite más frecuencias, puesto que ha habido horas punta en que los trenes iban llenos, hay personas que no han podido coger un tren desde Madrid a Málaga durante este verano. Las concesionarias privadas que han entrado también tienen que poner a pleno rendimiento las frecuencias que les han sido concedidas.

P. Uno de los grandes debates también en el turismo son las viviendas turísticas. ¿No es algo anormal que haya más viviendas turísticas que hoteles?

R. Hay que limitar el uso de las viviendas turísticas. Siempre lo he dicho, aunque por ello he sufrido los ataques de la Asociación de Viviendas Turísticas. Solo se deben permitir las viviendas turísticas en edificios que tengan expresamente esa finalidad. Las viviendas son viviendas para que las personas vivan y tengan una posibilidad habitacional.

No soy partidario de que cualquiera pueda tener una vivienda turística en un bloque, porque ese bloque se construyó para que las personas vivieran, evidentemente, y no para un uso turístico. Los residentes trabajan, tienen que levantarse temprano y no tienen que soportar a las personas que vienen a divertirse y que están hasta altas horas de la noche, de fiesta, de juerga, que es lo normal cuando uno va de vacaciones.

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P. Además de las quejas de los vecinos, la proliferación de viviendas turísticas ha provocado una subida del alquiler.

R. Sí, se está haciendo inaccesible la vivienda a las personas y a los jóvenes que quieren quedarse en su ciudad, en Málaga, en el Rincón de la Victoria, en Marbella, en Torremolinos, donde sea. Esto ha transformado y desequilibrado totalmente el mercado inmobiliario.

Ahora, la Junta de Andalucía está elaborando una norma sobre las viviendas turísticas a la que nos tendremos que adaptar los ayuntamientos. Creo que vamos un poco tarde, se tendría que haber hecho muchísimo antes, porque ya hay muchas viviendas con una calificación que ahora hay que desclasificarlas. Será complicado, porque tendrán derechos adquiridos.

P. ¿Y no es también anormal que una de cada tres viviendas que se compran ahora mismo la compran extranjeros porque no lo pueden hacer locales o nacionales?

R. Aquí pueden comprar una vivienda por 300.000, 400.000 y 500.000 euros incluso, con vistas al mar, con unas dimensiones que son muchas veces el doble de la superficie que tienen en su país. Muchos están comparando al contado y casi todos extranjeros. Ha habido una subida media en algunos casos de 100.000 euros. Hay que tener cuidado, porque el paraíso que tenemos aquí, la gallina de los huevos de oro que es el turismo, puede entrar en colisión con la convivencia normal del ciudadano.

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P. Compagina la presidencia de la Diputación Provincial de Málaga con la alcaldía de Rincón de la Victoria. ¿Dejará de ser alcalde para cumplir la normativa del PP de solo tener un cargo?

R. No tengo planificado este asunto en mi agenda en mi horizonte inmediato. Espero terminar el presupuesto de la Diputación Provincial de Málaga, que es mi prioridad en este momento, y el presupuesto del Ayuntamiento de Rincón.

P. Los datos de este verano en la Costa del Sol han sido de altibajos. Empezó la temporada alta con ofertas, luego hubo un nivel de ocupación alto.

R. Yo creo que los datos son buenos. Sé que todo el sector aspira siempre a batir récords, pero estaríamos en contradicción con lo que estamos hablando, de que nos estamos saturando en movilidad, de la falta de agua y de vivienda y de seguir creciendo infinitamente. Es verdad que tiene que haber un beneficio en el sector y que se recuperen las pérdidas que ha habido durante la pandemia, pero no podemos estar creciendo infinitamente.

Los datos de este verano han sido muy buenos, de ocupación en todos los municipios. Torremolinos se ha salido del mapa en la ocupación. La ocupación de Málaga capital también ha sido muy buena. Las previsiones para septiembre y octubre son muy buenas, entre el 84% y el 75%. Yo creo que estamos en unos datos importantes en el sector turístico, cada vez se rompe más la estacionalidad. Y lo único que ha ocurrido es que la crisis económica ha conducido a una subida de precios y puede que la rentabilidad de algún establecimiento no haya sido la deseada.

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P. Este año ha regresado el vuelo directo entre Málaga y Nueva York. ¿Se trabaja en más rutas internacionales?

R. La Consejería de Turismo ya ha anunciado que está trabajando para conseguir nuevos vuelos con Estados Unidos: no solo hay que quedarse en Nueva York.

Es un paso muy importante, que hay que consolidarlo no solo en la época de verano, que sea durante todo el año, consiguiendo la conexión con más ciudades, con Miami, con Washington, con Atlanta…

Es un trabajo que vamos a realizar con el Ayuntamiento de Málaga, con Aena y con la consejería. Y en esa línea tenemos que seguir trabajando también para que despeguen las conexiones y el flujo con China, con Oriente Medio, que era un mercado que también con la pandemia ha bajado bastante y que se está recuperando.

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P. La semana que viene arranca la Copa Solheim, la Ryder Cup femenina, en la Finca Cortesín de Casares (Málaga). ¿Cuál será el impacto económico?

R. De 500 millones de euros. Tenemos ya 80.000 entradas vendidas y será un récord de asistencia. La Copa servirá para establecer nuevas líneas de comunicación con Estados Unidos y para que el turista americano ponga la vista en la Costa del Sol, y todos los campos de golf de la costa se van a beneficiar.

P. ¿No hay demasiado mimo e impulso al turismo de lujo y en cambio se está descuidando al turista de nivel adquisitivo medio en la Costa del Sol?

R. Creo que no. Una cosa no está reñida con la otra. El turismo de lujo hay que potenciarlo porque es el turismo que siempre hemos querido nosotros, de huir de la cantidad y primar la calidad, ¿no? Es un turista que deja muchos recursos económicos en la provincia cuando viene, las compras, el consumo, la exigencia de la calidad hotelera. Yo creo que tenemos que tender a la calidad y no a la cantidad.

"Los trámites administrativos se alargan enormemente, son tediosos. Hay que eliminar burocracia"

P. ¿Cuál es la potencialidad de la Costa del Sol que todavía no se ha desarrollado del todo y que se podría impulsar en los próximos años?

R. Yo creo que lo que tenemos que potenciar es la protección de nuestro entorno natural. Yo sigo insistiendo en que lo tenemos todo, la oferta de ocio, gastronómica, de compra, náutica, el interior… Todavía estoy buscando a alguien que me diga: "Esto le falta a la Costa del Sol". Este verano hemos sido el número uno en oferta de conciertos en toda España.

P. ¿Y qué se está haciendo en sostenibilidad, en concreto?

R. Necesitamos mejorar porque eso es lo que va a hacer nuestro destino mucho más exclusivo, más atractivo. Es lo que está demandando el cliente: que seamos sostenibles con nuestras playas y la recuperación de los fondos marinos. Todos los gobiernos queremos trabajar en la sostenibilidad, pero cuando van a hacer una actuación para hacer algo más sostenible, los trámites administrativos se alargan enormemente, son tediosos. Hay que eliminar burocracia.