Es noticia
Marta Fernández: "La TV ha insultado al espectador, las plataformas no le subestiman"
  1. Televisión
  2. Programas TV
entrevista exclusiva

Marta Fernández: "La TV ha insultado al espectador, las plataformas no le subestiman"

Charlamos largo y tendido con la periodista y escritora madrileña: "Salvar al rey' demuestra cómo no hay nada que ya esté vetado a los periodistas"

Foto: Marta Fernández. (Luis Gaspar)
Marta Fernández. (Luis Gaspar)

R. La periodista todoterreno Marta Fernández ha publicado recientemente 'La mentira' (HarperCollins), un libro en el que indaga en genios, embaucadores, caraduras y oportunistas que a lo largo de la historia han conseguido engañar de forma magistral. La que fuera rostro de Mediaset España se embauca en las historias de 'héroes' que hicieron de la falsedad el arma definitiva para la guerra. Vividores que decidieron que el mundo era mejor si se adaptaba a sus relatos.

La actual colaboradora de 'La Ventana' de la Cadena SER, asidua también de la revista cultural 'Jot Down' y 'Vanity Fair', nos habla en exclusiva sobre la inquietud que le ha llevado a narrar estas increíbles hazañas, aprovechando la ocasión para realizar un repaso por su carrera televisiva. Fernández habla sin pelos en la lengua del periodismo actual, de cómo fue su etapa en 'Las mañanas de Cuatro', las plataformas de entretenimiento y hasta si se atrevería a cambiar de registro.

PREGUNTA. Marta, ¿qué te ha llevado a escribir un libro sobre la realidad de la vida y sus mentiras?

RESPUESTA. Siempre me han interesado los impostores, los farsantes, las mentiras. Primero porque soy periodista y porque creo que los periodistas lo que hacemos es desmantelar las mentiras. Pero también porque soy escritora y los escritores trabajamos, al fin y al cabo, con las mentiras... Somos grandes mentirosos y ficcionadores. La segunda cuestión es que siempre decimos que vivimos en la época de la posverdad y de las 'fake news' y creo que es mentira. Siempre hemos vivido así, desde la primera cueva en la que llegaba el primer humano diciendo que había cazado un bisonte y quizá el bisonte se había despeñado por un agujero. La mentira es consustancial a los humanos y a la sociedad. Y desde aquella manzana de Adán y Eva... pues aquello ya era una 'fake news'.

Me interesaban los hechos históricos y los personajes históricos que habían caído un poco en el olvido y que habían sido grandes farsantes. Al acabar el libro me he dado cuenta de que no solo da para un libro, sino que cada uno de los capítulos probablemente daría para una novela o para un guion de cine, porque son historias tan absolutamente rocambolescas, tan descacharrante, tan divertidas...

"Los motivos por los que mentimos ahora son iguales que en el siglo XVII"

P. ¿Qué has disfrutado más, el proceso de documentación o el de escritura?

R. Las dos cosas, porque el proceso de documentación era muy interesante. Yo soy una persona muy curiosa y era todo un asombro. Te obliga siempre a contrastarlo todo varias veces porque encontrabas alguna historia y decías 'pero esto no es posible, esto no puede ser verdad que sucediera'. Con lo cual tenías que buscar más fuentes. También porque no había pensado que existían este tipo de historias tan atrayentes. Y luego el proceso de escritura también lo he disfrutado mucho porque no soy para nada una escritora torturada. Lo escribí bastante rápido para lo mucho que había tardado en documentarme.

P. Ya has escrito sobre las mentiras del pasado, ¿te atreverías a hacerlo sobre las de la actualidad?

R. Pues fíjate, investigando en este libro me he dado cuenta de que las mentiras actuales hunden sus raíces en los grandes mentirosos del pasado. Por ejemplo, en este libro aparece un tipo que se llama Víctor Lustig, que era un estafador, estafador puro y duro de principios del siglo XX. Consiguió vender la Torre Eiffel. Este tipo estafó a Al Capone. Este tipo fue el que se inventó el timo que aparece en la película 'El golpe', la de Paul Newman y Robert Redford. Y este tipo hizo también un decálogo del mentiroso perfecto. Al leerlo, que está en el libro, te das cuenta que es el decálogo perfecto de hoy para cualquier político, que valdría para cualquier escuela de negocios o para cualquier curso de persuasión a los interlocutores.

Con lo cual, finalmente, lo que te das cuenta es que los humanos mentimos de una forma muy similar y utilizamos resortes siempre muy parecidos. Los motivos por los que mentimos ahora son iguales que en el siglo XVII. Y los motivos por los que creemos también se parecen mucho. Porque claro, si hay grandes mentirosos es porque los demás estamos dispuestos a creer algo que nos cuenten bien con una narrativa que nos seduzca. Entonces, aunque 'La mentira' no sea una reflexión directa sobre la mentira actual, hay muchas claves que nos ayudan a comprender ese universo de mentiras en el que nos vemos ahora atrapados.

placeholder Marta Fernández, en 'Noticias Cuatro'. (Mediaset España)
Marta Fernández, en 'Noticias Cuatro'. (Mediaset España)

P. Y hablando del periodismo actual, ¿en qué época crees que vivimos ahora? ¿Crees que se hace un periodismo que intenta realmente destapar las mentiras o sigue ganando el poder y hay muchas cosas que se ocultan?

R. Siempre ha habido periodistas que intentan llegar a la verdad, destapar, sacar la raíz de las cosas. Y otros que han estado comprados por el poder. O que sencillamente hacen su trabajo peor. Muchas veces se piensa en conspiraciones periodísticas y no, a lo mejor es que el periodista no ha tenido el tiempo, las herramientas, los medios o el acceso a las fuentes necesarias para poder hacer bien su trabajo. O que la precariedad del medio, tanto ahora como en el siglo XIX, no le ha permitido llegar a la verdad.

El periodismo lo que no debe hacer nunca y lo ha hecho muchas veces en su historia, también ahora, es subestimar a sus lectores. Debemos pensar que nuestros lectores son inteligentes y que no porque les vayamos a poner un 'clickbait' en una página van a picar, porque si ven muchos 'clickbait' y al final no les damos nada, van a terminar abandonándonos. Así que creo que la tarea del periodismo es pensar que sus lectores son tan o más inteligentes que aquellos que están haciendo las noticias y que eso es lo único que puede garantizar el éxito de un medio y de un periodista.

"Tengo una edad y la TV abandona a veces a sus trabajadores pasado un tiempo..."

P. Llevas un tiempo alejada de la televisión, ¿la echas de menos o en qué momento te encuentras con la pequeña pantalla?

R. He trabajado en televisión durante 23 años y es un medio que me encanta. Lo que más me gusta de la televisión es cómo se construye el trabajo en equipo. Periodísticamente, es mucho menos solitario que el trabajo del periodismo escrito. Es un trabajo en equipo que siempre enriquece el resultado final. A mí me gusta mucho la televisión, me gusta mucho ponerme delante de una cámara y me gusta mucho ponerme detrás de una cámara. Aunque no se ha dado la circunstancia.

Y, bueno, yo también tengo una edad y la televisión abandona a veces a sus trabajadores pasado un tiempo... Pero sí, la echo de menos. Y si hay algún proyecto que sea seductor para las dos partes, pues volveré, y si no, seguiré haciendo otras cosas.

P.¿Eras de las que se obsesionaban con el dato de audiencia?

R. Era de las que reposaban absolutamente el dato porque es algo incontrolable. A ti te dan una curva de audiencia con un análisis minuto a minuto y eso puedes interpretarlo de muchas maneras. Puedes decir 'no vamos a volver a hablar de un tema determinado porque ha dado poca audiencia', pero tú no sabes si a esa hora en otra cadena estaban emitiendo algo sorprendente. Hay que tomárselo con relax.

Muchas veces se cae en la tentación de pensar que a la audiencia no le interesa un determinado tema y puede ser que no le interesa como tú se lo has contado. A lo mejor es que te tienes que esforzar más por hacer que el tema sea más seductor para la gente. O tan solo tienes que explicárselo mejor.

P. Formas parte de la historia de 'Noticias Cuatro', ¿qué opinión tienes sobre la decisión que tomó Mediaset de cargarse el área informativa en su segundo canal?

R. Más que una opinión, lo que tengo es un dolor absoluto porque desaparecieron los informativos de Cuatro. Lo que yo piense le dará igual a Cuatro, pero creo que fue un error. Yo estuve trabajando 10 años entre Canal+ y CNN+ y otros 10 en Mediaset, y tenían una identidad construida que era bastante interesante.

En un momento deciden prescindir de los informativos, afortunadamente no de la plantilla que hacía esos informativos, que es un conjunto de periodistas absolutamente brillantes, y el tiempo ha demostrado que fue una equivocación porque luego la parrilla de Cuatro fue dando tumbos, intentando buscar distintas opciones. De hecho, el triunfo posterior de la parrilla de Cuatro, un poco más tarde de esa hora, viene por recuperar lo que se llama el 'soft news'. Esos programas que son informativos, pero que lo mezclan con un magacín como podría ser el programa de Risto Mejide o tantos otros programas de actualidad.

Estamos otra vez ante un caso de pensar que el espectador, en este caso, demanda cosas que no son las que realmente demanda. Al público le gusta la información y le gusta la información bien contada. Los informativos de Cuatro, en la época en la que yo los presentaba, tenían una buena audiencia para ser una cadena más pequeña. No puedes dejar a todo ese público huérfano de información.

"Nunca he tenido una presión informativa en Mediaset ni en 'Las mañanas de Cuatro"

P. Estuviste también al frente de 'Las mañanas de Cuatro', ¿cómo recuerdas este proyecto? ¿Tuviste presiones como sí aseguraron en su momento Jesús Cintora o Javier Ruiz?

R. Nunca tuve una presión en 'Las mañanas de Cuatro'. Quiero decirlo claramente. Nunca he tenido una presión informativa en Mediaset, ni en Telecinco, ni en 'Las mañanas de Cuatro', ni en Cuatro. Jamás nadie me ha llamado para decirme 'tienes que hablar más de esto, tienes que hablar menos de esto, tienes que ser más combativa con esto...'. Nunca, jamás. Y en otras cadenas sí que se han dado.

Presentando 'Las mañanas de Cuatro' se produce el accidente del rey emérito en el que se rompe la cadera estando de caza con Corinna. Nosotros lo contamos libremente sin ningún tipo de presión. En aquella mesa se dijeron cosas que no se habían dicho todavía cuando se filtraba bastante todo lo que se decía de la monarquía. Es cierto que un mes después me quitaron de mi puesto de presentadora, pero no creo que fuera por eso. A mí nunca nadie me llamó para decirme que no siguiéramos hablando del rey. Es más, se siguió haciendo.

P. ¿Cómo fue exactamente el momento en que te comunican que dejas de presentar el programa y qué motivos te dieron?

R. Lo hicieron como se hacen estas cosas. Te llaman a un despacho y te lo dicen. Yo era de informativos y volver me parecía lo natural. En todo momento supe que 'Las mañanas de Cuatro' era un paso a un magacín en el que era necesaria mi presencia en aquel momento, pero que volvería a informativos. A mí me gustan los informativos y me pareció que era una época bonita para seguir haciédolos. Y para hacerlos en Cuatro, que ya había sido mi casa. Me dio alegría porque me reencontraba con antiguos compañeros. No fue demasiado traumático. La verdad es que tengo una relación muy relajada con la vida y con la vida laboral.

placeholder Marta Fernández presentó recientemente los Premios Influyentes 2022 de El Confidencial.
Marta Fernández presentó recientemente los Premios Influyentes 2022 de El Confidencial.

P. Hablando de Juan Carlos I, no sé si has visto el famoso documental de HBO Max...

R. Sí, lo he visto. Hay testimonios que están muy bien y todo está muy bien contado. Lo que queda implícito es que ese documental no hubiera podido hacerse hace 10 años. Yo estaba trabajando cuando aparecieron las fotos del rey desnudo en un barco. Era becaria en 'Diario 16' y recuerdo la discusión en Nacional sobre qué se hacía con aquellas fotos. Nunca jamás se publicaron, pero yo sí vi las fotografías. Recuerdo que había algunos atrevidos que decían que había que sacarlas. Este documental demuestra cómo el 'no podemos' se ha caído y cómo no hay nada que ya esté vetado a los periodistas.

P. ¿Crees que el documental se podría emitir en una televisión en abierto?

R. Me hice esta pregunta viéndolo porque por la factura del documental da la sensación de que está pensado para verse en una televisión en abierto con publicidad. Tiene cortinillas cada poco tiempo, algo que me hizo parar a pensar. ¿Será que se ha ofrecido para televisión en abierto y no se ha emitido?

Estaría bien que una cadena se atreviera a emitirlo. Creo que no hay nada en el documental que no se haya dicho en la televisión en abierto en alguna ocasión. Pero bueno, está en HBO Max y parece que últimamente la gente está viendo más las plataformas. A veces cuando pensamos en las cadenas en abierto como la panacea de la audiencia podemos estar equivocándonos y es una plataforma la que llega a más público.

"El éxito de las plataformas está en que abren mucho su espectro y nunca insultan la inteligencia del espectador"

P. De eso quería preguntarte, ¿crees que las plataformas están cambiando la forma de ver la televisión? ¿Tiene la televisión lineal fecha de caducidad?

R. Es cierto que estamos cambiando la manera de ver televisión, no solo por lo que consumimos, sino por cómo lo consumimos. Si lo piensas, eso que sucedía antes, que veíamos el mismo programa o la misma serie y lo comentábamos al día siguiente... creo que la última vez que sucedió fue en plataforma y fue con 'Juego de Tronos'. A partir de ahí ya nadie tiene esta fidelidad de comentar siempre lo mismo. Podemos coincidir porque los gustos de la audiencia se parecen y de repente estar todo un grupo comentando el documental de 'Locomía' porque uno lo descubre y se lo dice a los amigos, sí, pero aquel ritual ya no se produce.

El problema de la televisión tradicional, tal y como la conocemos, no es solo que esté perdiendo audiencia, sino que la masa de público está envejeciendo y cada vez menos jóvenes se acercan a la televisión. En cambio, esto no sucede con las plataformas y creo que una de las claves tiene que ver con eso de lo que hablábamos antes de no subestimar al espectador. La plataforma jamás subestima al público. Es decir, te puede dar un producto que sabe que es puro entretenimiento 'populachero', siempre muy bien facturado, muy bien hecho. Y al mismo tiempo te puede dar un documental totalmente sesudo o sobre un tema filosófico que nunca verías en una tele en abierto. Y este es el gran éxito de las plataformas, que abre tanto su espectro y que nunca insulta la inteligencia del público. Que hay veces que las televisiones en abierto se han olvidado de eso y han insultado al espectador.

P. ¿Crees que el directo puede ser un pequeño salvavidas para la televisión lineal?

R. El directo es el alma de la televisión lineal. Creo que tiene que ver con el nacimiento de CNN+, en el que todo era directo todo el rato y se rompía la programación con un directo ante un hecho informativo. Y eso, afortunadamente, lo heredaron muchas otras cadenas en las que de repente no importaba romper el programa de máxima audiencia para meter un directo porque estaba sucediendo algo terrible, algo realmente noticioso. Pero eso también tiene un problema porque las televisiones tradicionales lo saben y muchas veces pretenden estar contando información en directo cuando lo que están haciendo son refritos de lo que ha sucedido.

Pensemos, por ejemplo, en el caso dolorosísimo del niño que se cae al pozo. Las televisiones están informando durante diez días, en directo, de un hecho del que saben que no va a haber una noticia en directo en ese momento, pero están alimentando el fantasma del director porque saben que eso engancha al espectador. Eso ni es serio, ni es ético, ni es honesto, ni es digno para la familia, ni para la noticia, ni para nosotros como periodistas.

Si sucede el volcán de La Palma, por supuesto, hay que estar allí, al pie del cañón. Hay que contar lo que les pasa a los vecinos, hay que contar lo que pasa con la erupción. Y si me permites, un año después hay que volver al mismo sitio y contarlo, porque lo que no podemos hacer es olvidarnos de esas noticias. Y, efectivamente, el directo, el directo bien hecho y el directo con sentido, es el que puede salvar a la televisión.

placeholder Marta Fernández, hace unos años presentando en Cuatro. (Mediaset España)
Marta Fernández, hace unos años presentando en Cuatro. (Mediaset España)

P. ¿Si tú llegas a estar dentro, trabajando en televisión en ese momento, ¿no hubieras puesto los criticados rótulos sobre Julen?

R. Me pareció indignante y yo no los hubiera puesto. Ahora los más jóvenes se sorprenden al ver el documental de las niñas de Alcàsser por el tratamiento informativo, pero dentro de 15 años se podría hacer un documental de lo que sucedió con el niño Julen. De manera muy llamativa es un caso calcado a uno que se produce en los años treinta en Estados Unidos con la desaparición de una niña en un pozo. La radio, que es en aquel momento el medio puntero que está luchando contra la prensa, hace el seguimiento minuto a minuto en la boca del pozo. Fue muy criticado y tachado de información sensacionalista porque todo el mundo sabía que la niña había fallecido. Pues fue discreto en comparación de lo que se hizo con el niño Julen en España. Yo tengo claro que no lo hubiera contado así.

P. Hablando de ese modelo de televisión en directo y que rompe su parrilla, viene a la mente el caso de La Sexta y su éxito, ¿crees que ha sido la cadena que mejor ha sabido aprovechar el punto fuerte de la televisión en abierto?

R. La Sexta ha hecho una operación absolutamente magnífica. Cuando surgen los nuevos canales, ellos se centran en el humor. En esos programas de entretenimiento puro por la unión de las productoras con Globomedia a la cabeza. Cuatro, por otra parte, es una cadena más enfocada a la información por la herencia de Canal+, teniendo en aquel momento a pesos pesados como Iñaki Gabilondo. Parecía que cada una tenía fijada su personalidad.

Pero cuando Mediaset y Atresmedia absorben Cuatro y La Sexta, con la llegada, al tiempo, de 'Al rojo vivo', los responsables del grupo de San Sebastián hacen una reflexión muy interesante, cuando está llegando la crisis, en la que deciden destinar una de sus cadenas a la información. En ese momento cambia todo, se cambian las normas y se consagra ese modelo de información liderado por Antonio García Ferreras. Y creo que lo hicieron de forma brillante. La operación es impecable.

"Me encantaría hacer entretenimiento porque, aunque no lo parezca, soy muy graciosa"

P. Marta, llegaste a dar las Campanadas y todo en televisión, ¿te gustaría hacer entretenimiento?

R. Me encantaría hacer entretenimiento porque, aunque no lo parezca, soy muy graciosa. Está muy feo decirlo así, pero en mi alma vive un payaso [risas]. Yo amo la información, pero sí, sí me gustaría hacer entretenimiento. Dar las Campanadas fue uno de los momentazos de mi vida. Además era de las que no se creía eso de que no se oían las campanadas desde el balcón y así es. El día de las Campanadas tú no las escuchas y tienes que ir con el monitor de referencia. Recuerdo sentirme como Mick Jagger al asomarme al balcón, es una noche mágica de alegría y celebración que ojalá y pudiera vivir todo el mundo una vez en su vida.

P. ¿Presentarías hasta un 'reality show'?

R. Es que creo que ya los 'reality shows' están un poco de capa caída. Y mira, volviendo un poco a la mentira, este es otro ejemplo de que nos gusta que nos engañen porque todos sabemos que los concursantes de los 'realities' están absolutamente maleados, que la mitad de lo que dicen no es verdad, que los romances que suceden no son auténticos. Y el público sigue viéndolo aun sabiendo que probablemente todo lo que está en pantalla es un montaje. No veo mucha televisión tradicional, pero me da la sensación de que los 'realities' tienen los días contados.

P. Llevas muchos años ya en la radio, ¿cómo te encuentras en este medio que ya es también un poco televisión, al tener casi todos los programas cámaras y emisión en 'streaming'?

R. A mí la radio es un medio que me gusta mucho porque, además, me parece mucho más difícil que la televisión. Aquí solo puedes trabajar con el sonido, con la voz y con eso tienes que hacer una narrativa de todo. Tienes que estar muy pendiente del ritmo, de lo que cuentas, de cómo lo cuentas... la única herramienta que tienes es tu voz y con eso hay que captar la atención del oyente. Yo tengo la suerte de trabajar con Carlos Francino, que me parece un maestro absoluto, y cuando estoy en el estudio con él, a veces me quedo boquiabierta, como diciendo 'qué bien lo hace, qué maravilla'.

P. Para finalizar, Marta, ¿qué le decimos a la gente para que no se pierda el libro, para que lo compre y se introduzca en estas páginas en que intentas ordenar un poco aquellas mentiras que siempre nos han contado?

R. Lo primero, que yo creo que se van a divertir. Y lo segundo, que este es un libro que les va a ayudar mucho a triunfar en las cenas con amigos, en las comidas de familia, porque como está lleno de personajes curiosos, de anécdotas rocambolescas, de historias absolutamente increíbles, siempre podrán encontrar aquí una anécdota para colar y quedar estupendamente [risas]. Es un libro entretenido y tiene personajes que van a suscitar su curiosidad y van a querer saber más.

R. La periodista todoterreno Marta Fernández ha publicado recientemente 'La mentira' (HarperCollins), un libro en el que indaga en genios, embaucadores, caraduras y oportunistas que a lo largo de la historia han conseguido engañar de forma magistral. La que fuera rostro de Mediaset España se embauca en las historias de 'héroes' que hicieron de la falsedad el arma definitiva para la guerra. Vividores que decidieron que el mundo era mejor si se adaptaba a sus relatos.

Marta Fernández
El redactor recomienda