Dentro de Gen Playz: la revolución de RTVE es un debate de jóvenes en una mesa de ping pong

-Yo no soy Z… pero soy más joven que Inés.

-Darío, nosotros somos millennials... ¡pero alguien tenía que capitanear esto!

Inés Hernand (1992) y Darío Eme Hache (1993) se definen así mismos como el conversor de euros a pesetas de la generación Z: el nuevo filtro por el cual adolescentes y jóvenes de toda España se forman su opinión de los temas más candentes y polémicos. Ambos son los presentadores de Gen Playz, el programa de debates de RTVE que dos veces por semana junta a un grupo de personas alrededor de una mesa de ping-pong para tratar asuntos tan diversos como la tauromaquia, la Ley Trans, la mili o la supuesta “dictadura progre”.

Pese a tener solo un año de edad y no salir en parrilla de televisión -solo se puede ver en el canal de YouTube de Playz o en la web- Gen Playz ha logrado un premio Ondas por el mejor programa de entretenimiento junto al resto de Playz, la plataforma para jóvenes de RTVE. Además, ha conseguido algo que habría sido insólito hace unos años: que el programa más vanguardista y arriesgado de la televisión en España (y uno de los más virales) lo esté haciendo la cadena pública. Con sus consiguientes polémicas ideólogicas y choques internos.

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“Gen Playz cae de pie porque trata temas con la mirada joven, algo que nadie estaba haciendo”, explica en el plató del programa Darío Manzano Hervás (Darío Eme Hache), famoso desde hace años por sus vídeos cortos en Instagram o Vine y colaborador del programa Yo Interneto, entre otros. “La televisión nos echó a mi generación porque los programas no encajaban con nosotros y, hace unos cuantos años, emigramos a Youtube. Ahora, paradójicamente, volvemos… sin salir de YouTube”.

A su lado, Inés Hernand tiene claro otro de los motivos por los que Gen Playz es “la nueva sensación” entre los jóvenes. “Gen Playz despegó gracias al consumo digital durante la pandemia, que fue muy heavy”, explica Hernand, abogada, cómica y autora de uno de los podcast más escuchados del país ‘Saldremos mejores’. “Desde 2020 se han disparado muchísimo los creadores de contenido, pero no había ningún espacio que integrase todos los submundos que van desde el tatuaje, la menstruación, el racismo en la música... Es una cuestión de visibilizar todo lo que está fuera de lo ‘mainstream’, aunque nosotros ya seamos ‘mainstream’. Son temas que le interesan a peña de 0 a 100 años”.

“Eso es, que se jodan los de 101”, bromea Darío.

Vamos a rodar en 3, 2, 1...

Este jueves, en un bajo de la calle Azcona, el equipo de Gen Playz se está preparando para grabar un nuevo programa sobre la meritocracia. Para debatir han venido el politólogo e ‘influencer’ de 24 años Alan Barroso, que se hizo viral por un vídeo ironizando sobre la fortuna de la hija de Amancio Ortega; Angy Fernández, actriz y cantante de 31 años, famosa desde adolescente por su papel en Factor X o en Física o Química; o Ari, una mujer venezolana de 31 años que tuvo que reinventarse y pasar de ser enfermera a programadora tras emigrar a España. Además, otras dos mujeres se conectan por Zoom con posturas diferentes sobre el tema a tratar.

La estética del programa bebe directamente de la cultura de Internet. Junto a los presentadores, estos tres invitados se colocan en una mesa de ping-pong con vasos de plástico (los típicos que se usan para jugar al ‘beer-pong’) y rodeados de paneles de distintos colores. Los cámaras entran en el cuadro, el tiempo está pautado con un cronómetro para evitar intervenciones demasiado largas y los cortes de cámara son rápidos y desconcertantes, como si fuera un vídeo exclusivamente pensado para las redes sociales.

El debate, sin embargo, también recuerda a otros mundos que triunfaron en RTVE mucho antes de que la generación Z estuviera siquiera en la mente de sus padres. Como confiesan los propios creadores, este programa tiene toques de aquella La 2 rompedora y a esos debates como El Mundo por Montera que trataban temas tan elevados como sinsentido y que dejaron símbolos como ‘El milenarismo va a llegar’.

“Queríamos hacer un programa joven cuyos referentes estéticos bebieran de directos de Youtube, Twitch o podcasts con planos muy cortos huyendo del artificio de la televisión”, explica Celia Montalbán, directora del programa. "Pero también buscábamos darle importancia al debate y a la palabra con temas de servicio público que interesasen a los jóvenes".

En busca del ‘Netflix de RTVE’

En los últimos años, las televisiones se han rascado la cabeza preguntándose cómo competir contra plataformas como Netflix o Youtube para poder atraer a los más jóvenes, cuyo consumo de información y entretenimiento cambió por completo con Internet. RTVE apostó en 2017 por PlayZ, donde además de Gen Playz hay peleas de gallos y ‘freestyle’, series y documentales. El canal de Youtube de Playz tiene más suscriptores (+700k) que el de RTVE Noticias (650k) y se encuadra dentro de la estrategia digital de RTVE para construir, como dijo Lorenzo Milá hace poco, “la nueva Netflix española y gratuita”.

Gen Playz, que se emite los martes y los jueves en el canal de Youtube en un falso directo, es una idea de Animal Media, la productora del periodista Toni Garrido que también lleva a cabo otros programas como Vodafone Yu. “Es un orgullo poder producir #GenPlayz”, tuiteaba recientemente Garrido. “Ejemplo de lo público y altavoz de una generación asombrosa, inquieta e intelectualmente brillante. Si RTVE apuesta por el futuro, el futuro será de RTVE".

Pero para apostar se necesitan también cifras. Actualmente, La media de visualizaciones de los programas de Gen Playz en YouTube (el programa ha preferido no desvelar las visitas de la plataforma de RTVE) suelen rondar las 50.000 visualizaciones. Sus cifras están aún lejos de los contenidos más populares del canal, con algunas películas que superan los 10 millones de visualizaciones o la factoría de las llamadas ‘batallas de gallos’ que son un éxito en las redes sociales.

También se queda por debajo, con matices, de las cifras de audiencia de La 2. El pasado 10 de noviembre, por ejemplo, Saber y Ganar consiguió más de 900.000 espectadores, mientras que el programa sobre la tauromaquia consiguió tan solo 30.000 visualizaciones, según Youtube. Sin embargo, los números actuales de Gen Playz se quedan cerca de los ‘Late Night’ de la cadena, según los datos de Vertele. Gen Playz asegura no tener objetivos de visualizaciones, pero sí insiste en que ha logrado lo fundamental: "Nos hemos convertido en referente para la generación Z tanto en temas como en participantes, marcamos la agenda", recalca Montalbán.

De momento, desde el programa y la productora no tienen pensado salir en la parrilla de RTVE porque su público objetivo "ve más Youtube que La 2”, aunque insisten en que es elección de la cadena pública. Preguntado por este tema, Inés Hernand dice que “queda camino por recorrer” para que RTVE decida sacar estos debates en Prime Time. “Pero debería, añádeme un "silencio" en el artículo".

Además de los dos presentadores, normalmente se juntan una mezcla de invitados de todo tipo, desde expertos hasta 'influencers' o afectados por el tema que van rotando -a veces están los filósofos Ernesto Castro o Elizabeth Duval, que son colaboradores fijos del programa-. Al final, se unen dos chavales de la generación Z (nacidos después de 1997) para tratar el asunto en cuestión. Por ello, el nivel del programa depende en gran medida de quiénes sean los invitados y de la gracia y magnetismo de Inés Hernand y Darío Eme Hache.

Un casting de 30 personas por programa

Para decidir quién se sienta alrededor de la mesa de ping pong, el equipo de producción se junta y hace lluvia de ideas, una selección de 30 posibles invitados y, tras hacer el casting, graban un día en plató. Los temas son tan diversos que van desde la ley del aborto hasta las relaciones tóxicas, desde si se nos ha ido de las manos el ‘real fooding’ hasta si podemos ser amigos de nuestros padres. El capítulo más visto en Youtube en la historia del programa, por ejemplo, tiene casi 350.000 visitas y se titula ‘Primeras veces: ¿hay presión de grupo?’. Hay otros, sin embargo, que son más polémicos o tratan asuntos ideológicos.

Durante este último programa sobre la meritocracia se apagan uno de los focos para iluminar el plató. “Ha llegado el apagón”, ironiza uno de los técnicos. “Si fuese rica yo no trabajaría ni tendría que aguantar cosas en el oído”, bromea Inés Hernand al equipo de producción antes de empezar. Durante todo el programa los invitados exudan naturalidad y buen rollo, una suerte de amateurismo buscado que le da un toque más cercano a los jóvenes.

Hoy los invitados, anuncia Hernand al presentar el programa, han venido a debatir sobre si la meritocracia es una falacia, por qué los jóvenes no pueden comprarse una casa como antes o si la casilla de salida es igual para todos. La gran mayoría están de acuerdo con la tesis inicial: "La meritocracia son los padres", dice uno de los invitados. Todos asienten salvo la periodista Iruñe Artiño, que hace el papel de nota discordante. “Cuidado con las buenas intenciones sin apoyarnos en la evidencia empírica”, afirma.

En el alambre de la polémica

Una de las críticas que ha recibido el programa es su supuesto sesgo político progresista. “Gen PlayZ tiene un corte muy posmoderno, hay veces que sacan temas y se quedan en la superficialidad y tienes la sensación de que te llevan como una especie de cuota”, explica Guillermo del Valle, director de El Jacobino y antiguo invitado al programa de las políticas de identidad. “Aun así, me parece bien que TVE apueste por un programa de debates, yo volvería a ir”. Por su parte, el ‘youtuber’ de derechas Wall Street Wolverine ironizaba en Twitter sobre el programa: “Gen Playz es lo mejor que le ha pasado a la derecha en décadas”.

La supuesta falta de neutralidad del programa también ha generado un pequeño terremoto dentro de la cadena de televisión. En febrero de este año, Gen Playz trató el tema de la ley Trans y un youtuber dijo en el programa que había opiniones “que había que silenciar”. UGT TVE emitió un comunicado titulado “Otra vez PlayZ” en el que aseguraba que no solo había un desequilibrio con los invitados, sino que acusaba a los presentadores de ser imparciales y de permitir que se incitara a la violencia contra las feministas que cuestionaban el borrador de la ley Trans.

“Está muy bien que TVE apueste por nuevos formatos y públicos jóvenes, pero la neutralidad de la cadena tiene que ser innegociable”, afirma la periodista Montserrat Boix, secretaria de Igualdad y Derechos Civiles de UGT RTVE y miembro del Observatorio de Igualdad de la Corporación de RTVE. “El programa de los trans fue la punta del iceberg, recibimos quejas por el sesgo de los moderadores”.

“No buscamos que todos se pongan de acuerdo, pero nuestro objetivo es una conversación tolerante, moderada y amable lejos de las posturas más extremistas", se defiende la directora de Gen Playz. "Queremos que cada uno saque sus propias conclusiones”.

Otra de las críticas más recurrentes que se puede leer en redes viene por la selección de los perfiles que van a hablar. “No quieren crear "La clave" en versión Z, quieren hacer un programa de variedades 'teen”, afirmaba otro antiguo colaborador, que prefiere no ser identificado. “La dinámica pasó a ser "como tiene que haber pluralidad" pero sólo se puede hablar de temas polémicos si llevamos a gente con opiniones ultra opuestas y bajamos la discusión a generalizaciones, fobias y zascas”, asegura este antiguo invitado.

Algunos de los colaboradores o cabezas pensantes del programa -como Ana Iris Simón, que ya no trabaja aquí, o Iago Fernández, responsable del contenido- trabajaron en su día en Vice, un medio digital alternativo que publicaba temas similares a los de Gen Playz (como PlayGround) y con la cultura adquirida de Internet: enfoques frescos, clickbait para llamar la atención de los jóvenes en las redes sociales y unas ganas locas de hacer algo distinto a lo que estaban haciendo generaciones más mayores. Pero esto también le ha traído críticas desde el otro lado del espectro político, donde pensadores de izquierdas acusan al programa de estar reproduciendo “el discurso dominante”. "Gen Playz es una especie de Al Rojo Vivo Kids, un NO-DO para gente de Malasaña, un Twitter TV", criticaba en Twitter Carmen Romero, escritora de izquierdas con más de 27.000 seguidores.

Todos quieren ir al programa

Desde el programa rechazan que busquen polémicas, señalan la pluralidad de los invitados en todos los programas e insisten en que tan solo buscan confrontar puntos de vista distintos. Un ejemplo que ponen es el programa sobre la tauromaquia, donde había tres personas a favor y tres en contra. "Puede ser que a veces no lo hayamos conseguido, pero luchamos y peleamos para conseguir que sea un debate equilibrado porque nuestra vocación es de neutralidad", recalca Montalbán.

Estas tensiones demuestran que Gen Playz es un espejo de lo que es internet y cuya naturaleza ha salido a la palestra incluso con los Facebook Papers: la única forma de que se hable de ti es a través de la viralización. Y la única forma de llegar a la viralización es, muchas veces, a través del contenido polémico. Si generas tensión, esta sale a borbotones en forma de más comentarios, más retuits y más ‘likes’. Y estas cifras son las que alimentan los algoritmos de las redes.

Sin embargo, pese a las críticas, un paseo por los comentarios de Youtube demuestra que su audiencia más fiel está satisfecha con el programa. Además, la docena de invitados al programa con los que ha hablado El Confidencial coinciden en que volverían a Gen Playz por un sencillo motivo: es una ventana para darse a conocer, hay buen rollo y todos sus amigos lo ven o lo conocen. Y si un joven quiere subir su caché la mesa de ping-pong de Gen Playz es el lugar idóneo para hacerlo.

“La mitad de mis amigos han venido como invitados”, bromea Barroso, con más de 40.000 seguidores en Twitter. En un momento en el que cada persona tiene que promocionar su marca personal, Gen Playz es el lugar perfecto para darse a conocer (pese a que no pagan a los invitados).

“Es muy guay que la peña quiera venir y que haya gente de todo tipo, porque a través de la controversia se llega a la reflexión”, dice Hernand. “A mí me flipa que cada uno sea de su padre y de su madre y me parece sano, si te rodeas de gente que piensa lo mismo te atrofias”, culmina Darío. Antes de que se acabe la entrevista tras el programa, Inés Hernand termina su reflexión: “¡Gen Playz es lo que le faltaba a la televisión pública, chicos! Ponme unos aplausos".