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Garamendi: "Feijóo es un líder de la oposición de primera división"
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ENTREVISTA CON EL PRESIDENTE DE CEOE

Garamendi: "Feijóo es un líder de la oposición de primera división"

El 23-N habrá elecciones para la presidencia de la CEOE. Garamendi opta a un nuevo mandato, pero a última hora le ha surgido una candidata avalada por la patronal catalana. Lo que está en juego es si habrá voto de castigo

Foto: Antonio Garamendi posa para El Confidencial. (I. B.)
Antonio Garamendi posa para El Confidencial. (I. B.)
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Antonio Garamendi (Getxo, 1958) está de elecciones. A última hora le ha surgido una rival avalada por Fomento de Trabajo, la patronal catalana. Ahí es donde se encuentra su mayor oposición dentro de CEOE. Tuvo en su día algunos enfrentamientos con Casado, pero en esta entrevista, celebrada en la sede de los empresarios, se muestra encantado con Feijóo, "una persona muy seria y válida", como lo define. Su oposición interna le ha acusado de estar entregado a la Moncloa, lo que él rechaza con una pregunta: si la patronal no está para llegar a acuerdos, ¿para qué está? Muy crítico con los nuevos impuestos que ha anunciado el Gobierno, considera que ponen en riesgo las inversiones por el deterioro de la seguridad jurídica.

PREGUNTA. ¿Se arrepiente de algo de lo pactado con sindicatos y Gobierno?

RESPUESTA. No, de ninguna manera. Los acuerdos han sido un avance. Hemos llegado a pactos, como los ERTE, que salvaron a las empresas y a 3,5 millones de trabajadores. Aquellos acuerdos fueron difíciles. Recuerdo que en una ocasión el Gobierno estaba reunido en Consejo de Ministros cuando dimos el sí. En ese momento, ni el comercio ni la hostelería estaban incluidos, y lo conseguimos. También hemos trabajado duro con los créditos del ICO, con la regulación del teletrabajo, con la ley de dependencia o con la norma de los riders, donde se estaba haciendo dumping a la gente que lo está haciendo bien. Fueron grandes acuerdos con una participación enorme de los grupos de trabajo de CEOE. La reforma laboral, igualmente, salió adelante con un trabajo intenso, y lo más importante, logramos parar lo que venía: el despido nulo, los ataques a la subcontratación y a la externalización o el descuelgue de las empresas en los convenios colectivos. Logramos que las empresas decidan si se acogen a un convenio o a otro. La CEOE está para llegar a acuerdos, no está para hacer oposición, pero cuando tenemos que decir que no, decimos que no.

P. Pero alguna cosa habrá visto que no le gusta en su ejecución.

R. Cuando llegas a un acuerdo, no puedes arrepentirte. Si la CEOE hubiera estado en el no es no desde el principio, a mí se me estaría reclamando para qué sirvo. Yo no estoy en política, estoy en el ámbito empresarial, y la mayoría de los acuerdos han salido de esta casa por unanimidad. En los ERTE hubo dos votos en contra y se ha demostrado que fue un acuerdo magnífico.

P. Hay dos Garamendi, el que firmaba acuerdos y el que no los firma ahora antes del proceso electoral en marcha en la CEOE. Pienso, por ejemplo, en el salario mínimo.

R. No, soy el mismo. Si ahora tuviera que firmar un acuerdo que CEOE lo ve razonable, lo firmaría. Mi obligación es ser el representante de las empresas españolas hasta el día 23. Yo no estoy pensando en mí, sino en las empresas. Lo que ocurre es que hemos entrado en año electoral y hay planteamientos que no podemos compartir. No podemos compartir que la ministra de Empleo [denominación anterior, ahora es de Trabajo y Economía Social] empiece a hablar del salario mínimo en julio y no en diciembre, como corresponde. Tampoco podemos estar de acuerdo con esa subida de impuestos a la carta. Si hay que llegar a un acuerdo, se llega, pero no podemos asumir cosas que no podemos compartir. Las elecciones del día 23 no tienen nada que ver. No hay un antes y un después, somos los mismos.

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Foto: I. B.

P. No parece, en todo caso, que sus relaciones con la ministra Díaz hayan mejorado. Y lo digo en el plano no solo de las negociaciones sociolaborales, sino también el personal.

R. La distancia ideológica que me separa con la ministra es total, pero desde el punto de vista personal tengo buena relación. Entre otras razones, porque es mi obligación. Me llevo bien con todo el mundo.

P. Incluso con los sindicatos…

R. El diálogo social es la mayor infraestructura que puede tener un país, porque garantiza la paz social. Ese es un activo enorme, aunque mucha gente no se dé cuenta. Es un intangible. Imagínese lo que hubiera pasado durante la pandemia si no hubiéramos llegado a esos acuerdos. El que ahora no compartamos nuevos planteamientos con los sindicatos no tiene nada que ver con nuestra relación personal. Como le decía antes, es mi obligación. José María Cuevas [expresidente de CEOE] decía que había que tener el canal permanentemente abierto.

P. Lo que ocurre es que en determinados sectores de la patronal, y antes en el PP durante la etapa de Pablo Casado, se le ha acusado de estar entregado a la Moncloa, aunque fuera de forma velada. Es como si se asumiera que la patronal no pudiera firmar acuerdos con un Gobierno socialista o con los sindicatos.

R. Le pongo un ejemplo. Cuando hablas con Antonio Gutiérrez [ex secretario general de CCOO], habla muy bien de José María Cuevas. Yo tengo, igualmente, una relación estupenda con Cándido Méndez o Ignacio Fernández Toxo. Creo que han aportado mucho a la sociedad española. Lo que no comparto es que yo haya llegado a acuerdos políticos.

Sobre Fomento: "Yo, desde luego, no he tenido ningún problema personal con nadie, y si alguien tiene intereses personales, es otra historia"

P. Pero sí lo consideran así determinados sectores…

R. Los que dicen eso lo hacen porque no se han leído los acuerdos y no quieren ver el trabajo que se está haciendo. Yo no hablo con un partido político, con quien hablo es con el Gobierno legítimo que han nombrado los españoles. Y si mañana hay un cambio político, que es lo lógico que puede haber en un sistema de alternancias, nosotros nos seguiremos sentando. Nos da igual el color. El presidente de la CEOE no elige a su interlocutor, se lo ponen los españoles, y tiene la obligación de hablar con él.

P. Pero no negará que al PP le puede preocupar que los pactos con Sánchez fortalezcan al presidente del Gobierno.

R. Yo en política no entro, y si alguien lo cree, habrá que preguntárselo a él. Ellos son libres de pensar lo que quieran, y yo también. Lo que no se puede hacer es utilizar a la CEOE para unos fines u otros. Nosotros estamos en otro espacio. Hablamos de diálogo social, de la fiscalidad, de la industria…

P. Pero sí que parece que se lleva mejor con Feijóo que con Casado, que fue más beligerante...

R. Si alguien fue beligerante con nosotros, habrá que preguntárselo a él. Yo creo que Alberto Núñez Feijóo es una persona muy seria y válida y que ha demostrado en sus años de gobierno en Galicia que lo ha hecho muy bien. Es un líder de la oposición de primera división. Yo no sé la posición de uno y otro.

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Foto: I. B.

P. ¿Le ha sorprendido la candidatura de Virginia Guinda para presidir la CEOE?

R. Se ha abierto un proceso electoral y yo solo puedo mostrar todos mis respetos. Que la señora Guinda plantee todo lo que tenga que plantear. Yo solo voy a decir que voy a trabajar hasta el día 23, que es lo que estoy haciendo. La asamblea decidirá.

P. Pero no hay ninguna duda de que se trata de una candidata interpuesta o, al menos, impulsada por Fomento del Trabajo, ella es vicepresidenta...

R. Como se suele decir, cuando uno no quiere, dos no se pegan. Fomento del Trabajo ha estado siempre en esta casa en primera línea. Yo he viajado todo lo que ha sido necesario a Cataluña y siempre hemos trabajado intensamente. Si hay algún problema será el de alguna persona, pero desde esta casa nuestro tratamiento es impecable. Desde que yo estoy en CEOE ha habido 5.500 reuniones. Yo, desde luego, no he tenido ningún problema personal con nadie, y si alguien tiene intereses personales, es otra historia.

"Cada uno puede opinar lo que quiera, pero lo que no tiene sentido es montar una candidatura para no ganar"

P. Es curioso que la mayor discrepancia en CEOE se dé con Fomento, que históricamente ha tenido una fuerte influencia. Incluso dos presidentes: Ferrer Salat y Juan Rosell.

R. Lo que yo digo es que en esta casa los intereses personales no tienen cabida, los intereses generales, sí.

P. ¿A qué se refiere con intereses personales?

R. Fomento del Trabajo es Fomento del Trabajo y tiene mucha importancia en esta casa. No tenemos ningún enfrentamiento. Ahora, si el presidente de Fomento [José Sánchez Llibre] los tiene, es su problema. Tampoco él es Fomento, como yo tampoco soy España.

P. ¿Teme un voto castigo a través de la candidata de Fomento?

R. No. Nadie ha planteado una votación a la búlgara. Cada uno puede opinar lo que quiera, pero lo que no tiene sentido es montar una candidatura para no ganar.

P. En eso consiste la democracia, solo puede ganar uno, pero con distintos candidatos.

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Foto: I. B.

R. Sí, pero cuando te presentas es porque tienes ilusión por ganar. Y lo que sí te digo es que todas las CCAA más Ceuta y Melilla, salvo una, me han dado el apoyo, como la mayoría de los sectores.

P. ¿Será su último mandato?

R. Yo en ningún momento me he planteado cambiar los estatutos, que hablan de un doble mandato y nada más.

P. ¿Cuánto hay que subir el salario mínimo en 2023?

R. Para empezar, hay que discutirlo a final de año, y no desde julio o agosto. Dicho esto, hay que recordar que el SMI se está saltando muchas de las tablas salariales de la negociación colectiva. Esto es un problema, porque vamos a tener regulados por ley los propios convenios y, por lo tanto, por el propio Gobierno. En segundo lugar, ya hay nueve comunidades autónomas donde el SMI ya supera el 60% del salario medio. Cuando la gente habla del SMI, piensa en Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao…, pero no en Extremadura o Canarias. Lo que estoy pidiendo es que hagamos una reflexión. Las grandes empresas, el Ibex, no están en el SMI, sino las pequeñas, los autónomos…

"La CEOE está para llegar a acuerdos, no está para hacer oposición, pero cuando tenemos que decir que no, decimos que no"

P. ¿Están bloqueando los empresarios la negociación colectiva, como dicen los sindicatos y la propia ministra de Trabajo?

R. En situaciones como la que estamos, lógicamente, la negociación colectiva es más complicada. Las empresas no tienen ahora un problema de liquidez, lo tienen de solvencia. No es verdad lo que dice la ministra, y además se está metiendo en algo que no le corresponde. Nunca nos hemos levantado de ninguna mesa, ni una vez. Nosotros lo que hemos dicho es que no se pueden incluir en los convenios cláusulas de revisión salarial. Cuando el INE dice que los salarios están subiendo un 2,6%, no es verdad, porque no se tiene en cuenta lo que sucede a final de año. Se están firmando muchos convenios, construcción, metal…

P. A la luz de la Central de Balances del Banco de España y de la propia Contabilidad Nacional, todo indica que los salarios están siendo quienes sufren más el efecto de la inflación. Desde luego, por encima de los beneficios empresariales. La pérdida de poder adquisitivo es evidente.

R. Los datos que nosotros tenemos no dicen eso. En 2020-2021, los resultados fueron inferiores en unos 100.000 millones de euros, y en 2021-2022, de momento, son 7.000 millones. La mayoría de las empresas, y en particular las pymes, que son el 98%, están en una situación bastante complicada. Estamos viendo una caída de muchas empresas. Si no hay empresas, no hay empleos.

P. No parece que ese sea el caso del sector energético y de la banca. Ustedes han criticado los nuevos impuestos, cuando hasta la propia Comisión Europea ha planteado, en el primer caso, algún tributo.

R. Lo que hace el Gobierno español es gravar la facturación, no los beneficios, que es lo que ha planteado la Comisión. Aquí lo que tenemos es un problema de liderazgo y de cohesión de la propia Unión Europea. La culpa es del regulador, que son los propios gobiernos. Lo que estamos viendo es que cada país actúa a su manera. Con respecto a la banca, ha estado trabajando con intereses negativos, lo que no era normal. Conviene recordar que los mayores resultados de la banca española no vienen de España, sino de fuera. Por cierto, que el BCE ha dicho hace unos días al Gobierno español "que a ver"... ¡Cuidado con empezar a marcar sectores porque ya sabemos lo que pasó con la distribución, con la ministra diciendo que los precios había que fijarlos!

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Foto: I. B.

P. Desde luego, sin ningún éxito.

R. Con poco éxito, es verdad, pero eso crea una inseguridad tremenda. Si la distribución hace lo que decía la ministra, aparece la policía y mete a todo el sector en la cárcel. Lo que se proponía era montar un cártel. ¡Cuidado con estos temas! Lo que provoca hacer impuestos a la carta es que los inversores piensen si invierten en España o en otro sitio. En el Plan de Energía y Clima 2030, se necesitan 300.000 millones, y ese dinero lo tienen que invertir empresas privadas.

P. ¿Ustedes aceptarían que el impuesto a las energéticas se hiciera sobre beneficios, como propone Europa, y no sobre facturación?

R. Yo todo lo que digo lo consulto. Somos partidarios de más bases imponibles y menos tipos. Tenemos un 24% de economía sumergida, frente al 13% de Francia, y eso son miles de millones de euros. En Madrid, la economía sumergida es del 14-15%. Aquí solo se habla de recaudar, pero no de gestionar. Hay miles de solapamientos de organismos. No se habla de productividad o de eficiencia en el sector público.

P. Tampoco se habla de que el sector público invierte el doble que el privado en innovación y desarrollo.

R. Pues si se les deja más dinero para que lo puedan hacer, posiblemente lo harán.

"Si la distribución hace lo que decía la ministra, aparece la policía y mete a todo el sector en la cárcel. Se proponía montar un cártel"

P. ¿Están llegando a las empresas los fondos europeos?

R. Lo que dicen las empresas es que no les están llegando. Lo que estamos viendo es un desequilibrio entre empresas pequeñas y grandes. El Kit Digital, por ejemplo, sí está llegando. Nosotros lo que estamos pidiendo es que dejen participar a los bancos en la distribución de los fondos, a modo de colaboradores, como pasó con los créditos del ICO durante la pandemia. La banca es quien conoce mejor la situación financiera de las empresas.

P. ¿En qué ha cambiado CEOE en los últimos cuatro años?

R. Ha cambiado en que ahora somos más grandes. Ahora todos los empresarios están aquí y antes existía el Consejo de la Competitividad. Antes tampoco estaban los autónomos. Desde el inicio de la legislatura han entrado 55 organizaciones que antes no estaban y 145 empresas, no solo las grandes. Por facturación de cuotas, hemos pasado de 10 a 13 millones de euros, lo que nos da mucha autosuficiencia. Hay más. El Instituto de Estudios Económicos se ha convertido en una referencia en España.

P. ¿No tienen demasiada ideología sus informes?

R. No, el instituto hace sus planteamientos. Es un think tank que es de la CEOE.

P. Pero puede chocar que su presidente sea un antiguo secretario de Estado de Economía con el Partido Popular.

R. No, es el presidente de la Banca Rothschild en España. Vamos a hablar claro, porque si nos ponemos así luego decimos que en el sector público debiera estar gente de entrar y salir. El presidente actual del instituto es técnico comercial del Estado y como secretario general del Tesoro negoció la financiación de España cuando el BCE no nos compraba deuda. Son comentarios muy fáciles. También hemos revitalizado la Fundación CEOE, que estaba muerta, y que ha hecho más de un millón de test covid, además de otras muchas actividades.

Antonio Garamendi (Getxo, 1958) está de elecciones. A última hora le ha surgido una rival avalada por Fomento de Trabajo, la patronal catalana. Ahí es donde se encuentra su mayor oposición dentro de CEOE. Tuvo en su día algunos enfrentamientos con Casado, pero en esta entrevista, celebrada en la sede de los empresarios, se muestra encantado con Feijóo, "una persona muy seria y válida", como lo define. Su oposición interna le ha acusado de estar entregado a la Moncloa, lo que él rechaza con una pregunta: si la patronal no está para llegar a acuerdos, ¿para qué está? Muy crítico con los nuevos impuestos que ha anunciado el Gobierno, considera que ponen en riesgo las inversiones por el deterioro de la seguridad jurídica.

CEOE Antonio Garamendi
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