Es noticia
Sánchez Llibre se queda sin palancas para disputar la CEOE a Garamendi
  1. Economía
ELECCIONES EN TRES SEMANAS

Sánchez Llibre se queda sin palancas para disputar la CEOE a Garamendi

El acuerdo de la CEOE con el Gobierno por la Reforma Laboral fue la espoleta para que los más críticos con la gestión de Garamendi se convencieran definitivamente de la necesidad de disputarle la presidencia

Foto:  El presidente de la patronal Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre. (EFE/Alejandro García)
El presidente de la patronal Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre. (EFE/Alejandro García)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Había ruido de sables desde hace meses, pero no habrá asonada. La relación de Antonio Garamendi y Josep Sánchez Llibre en el puente de mando de la CEOE ha terminado tan mal como prometía, pero sin revancha en las urnas. A pocas semanas de la cita electoral que dirimirá quién es el nuevo patrón de la confederación empresarial, el único candidato confirmado es el propio presidente, lo hizo al volver del verano, una vez que ninguno de las liebres sondeadas para disputar la carrera ha aceptado el reto.

El último en bajarse del carro ha sido Gerardo Pérez, presidente de Faconauto (concesionarios de automóviles), que tenía previsto dar el sí quiero esta próxima semana. Sin embargo, pese a contar con apoyos explícitos de algunas gremiales y patronales, jugaba sobre todo con la opción de canalizar el malestar existente en el seno de varias territoriales, por más que sus juntas directivas hubieran manifestado (tras votación interna) su respaldo a Garamendi. Enseñó la patita, pero no fue suficiente.

Foto: El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. (EFE/Raúl Caro)

Antes que él, los candidatos fueron otros, siempre sondeados y arropados por la patronal catalana Foment. El acuerdo de CEOE con el Gobierno por la Reforma Laboral, firmado a finales de 2021, a un año vista de las elecciones en la patronal, fue la espoleta para que los más críticos con la gestión de Garamendi se convencieran definitivamente de la necesidad de disputarle la presidencia. Y en esa reflexión, Sánchez Libre siempre ha estado en la vanguardia, por convicción o por mandato de sus representados.

El primer nombre para aglutinar ese frente fue Miguel Garrido, presidente de la madrileña CEIM, muy crítico de puertas a dentro tanto por el fondo como por las formas de Garamendi en decisiones clave. Sin embargo, de puertas afuera ha optado siempre por transmitir una imagen de cohesión dentro de CEOE, sin sucumbir a la voluntad política del PP (con Pablo Casado todavía en Génova) por apalancarse en la patronal para hacer oposición partidista al gobierno de coalición PSOE-Podemos. Y esa tensión pesó.

Foto: Carles Puigdemont. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)

Una vez que Garrido descartó hacer dupla con Sánchez Llibre, el siguiente en la lista del exconvergente fue Gerardo Cuerva, a la sazón presidente de Cepyme, patronal de la pequeña y mediana empresa y a la vez apéndice de la CEOE. Su oposición (a posteriori) a la Reforma Laboral le convirtió en el favorito para librar el pulso. El líder de Foment, reinventado para la cosa pública con éxito, trató de convencerle sobre las posibilidades de su candidatura. A sus ojos, era como Jaume Collboni en el Ayuntamiento de Barcelona.

A las puertas del verano, el de Cepyme tiró la toalla para decepción de Sánchez Llibre y de todos los que durante estos años vienen pellizcándose por el papel de Garamendi en la CEOE. Cautivos y desarmados, la tercera bala en la recámara apareció en la trastienda de Faconauto. El otro Gerardo podía encajar en el papel, porque la corriente crítica es una realidad que trasciende al propio interés de Foment, pero su cartel tenía poca venta frente a otras territoriales, sectoriales y popes del Ibex. La probabilidad de perder era muy alta.

Pese a todo, Garamendi ha llegado a estar nervioso. Sin llegar a estar en campaña, algunas de sus decisiones, como el fichaje de Fátima Báñez o la asignación de sueldo (su antecesor no tuvo) servían de munición para atacarle. Y aunque fueran mínimas, unas elecciones implicaban un riesgo con el que no contaba. Su espíritu pactista, sostenido por las grandes empresas del país, y su presidencialismo han quebrado la patronal, pero no la han roto. Y eso que un día, estando en Barcelona, se pronunció a favor de los indultos.

Había ruido de sables desde hace meses, pero no habrá asonada. La relación de Antonio Garamendi y Josep Sánchez Llibre en el puente de mando de la CEOE ha terminado tan mal como prometía, pero sin revancha en las urnas. A pocas semanas de la cita electoral que dirimirá quién es el nuevo patrón de la confederación empresarial, el único candidato confirmado es el propio presidente, lo hizo al volver del verano, una vez que ninguno de las liebres sondeadas para disputar la carrera ha aceptado el reto.

Reforma laboral Fátima Báñez CEOE
El redactor recomienda