Puigdemont comunicó a Sánchez Llibre en Bruselas que esperaba volver en seis meses
La reunión en Bruselas con el expresidente catalán muestra la voluntad por parte del empresariado de tender puentes con los partidos independentistas y cerrar heridas
Carles Puigdemont comunicó al presidente de la patronal Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, que esperaba que su situación judicial en los tribunales europeos se resuelva a su favor y que en un periodo de seis meses podría volver a Cataluña, algo que al 'expresident' le gustaría, según han explicado fuentes conocedoras del contenido del encuentro. Portavoces de la patronal catalana han declinado hacer declaraciones y se han limitado a señalar que la reunión con Puigdemont se enmarcaba en una ronda de contactos con europarlamentarios catalanes.
La reunión, desvelada por 'La Vanguardia', tuvo lugar el pasado 12 de enero, con lo que Puigdemont estaría especulando con regresar a Cataluña entre junio y julio de este año. Si embargo, para ello el 'expresident' necesita una carambola jurídica que coincida con un revolcón en la cuestión prejudicial presentada por Pablo Llarena ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea y que al mismo tiempo se resuelva a su favor su recurso ante el Tribunal General de la UE para que le devuelva su inmunidad parlamentaria.
Durante el encuentro, Josep Sánchez Llibre planteó a Puigdemont diversas cuestiones, entre ellas la preocupación del empresariado por la falta de seguridad jurídica en Cataluña y por la evolución de diversas leyes, en especial la de alquileres, que limita los precios en Cataluña. Puigdemont no se comprometió a nada, pero la reunión fue en un tono muy cordial.
Desde que Sánchez Llibre, un político proveniente de Unió, llegó a la presidencia de Foment del Treball está intentando un plan para que parte de las empresas que se fueron en 2017 puedan hacer que sus sedes vuelvan a Cataluña. La patronal pide un compromiso del Parlament, donde una mayoría significativa debería aprobar una resolución renunciando a la unilateralidad. Sin embargo, es precisamente en el Parlament donde se han visto estos días las posiciones más radicales, como ha pasado con la retirada del escaño del diputado de la CUP Pau Juvillà.
En el nuevo entorno político, el empresariado se ha quedado sin una interlocución clara. La coalición que gobierna en la Generalitat se muestra muy poco cohesionada en los temas empresariales, cuyo ejemplo más palmario ha sido la ampliación del Aeropuerto de El Prat, con JxCAT a favor y ERC posicionada en contra y con el voto de calidad de Pere Aragonès para tumbar el proyecto.
Múltiples voces
Ante el empresariado catalán, aparecen múltiples voces. Oriol Junqueras es uno de los interlocutores y lleva meses manteniendo reuniones con poderes económicos. La profusión de interlocutores incluye al propio presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, el 'conseller' de Economía, Jaume Giró, entre otros… Hay posiciones más o menos unánimes en algunos temas, como la candidatura para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030. Pero en otras cuestiones existen muchas diferencias.
Puigdemont se suma a los líderes soberanistas que quieren interlocutar con empresas
La reunión en Bruselas con Puigdemont muestra la voluntad por parte del empresariado de tender puentes con unos partidos políticos que ganan las elecciones, pero que siguen culpando a las empresas de parte del fracaso de 2017 por no haberlos secundado en su intento de ruptura con el resto de España.
El precedente de los indultos
Han sido también los empresarios los que con más entusiasmo han defendido los indultos para los presos independentistas, como se defendió, entre otros organismos, desde el Círculo de Economía. El empresariado lleva más de un año trabajando entre bastidores para que las relaciones con la clase política vuelvan a algún tipo de normalidad. Los empresarios ven la distensión como buena para los negocios y la reunión con Puigdemont se enmarca en esta línea de mantener las relaciones y relajar la tensión política que ha marcado los últimos tiempos.
En la práctica, ya solo la CUP y el sector más radical de JxCAT, que lidera Laura Borràs, defienden la unilateralidad. El resto obvia la cuestión o la aplaza de manera indefinida. Pero eso todavía les sabe poco a Foment y al resto de asociaciones empresariales.
Carles Puigdemont comunicó al presidente de la patronal Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, que esperaba que su situación judicial en los tribunales europeos se resuelva a su favor y que en un periodo de seis meses podría volver a Cataluña, algo que al 'expresident' le gustaría, según han explicado fuentes conocedoras del contenido del encuentro. Portavoces de la patronal catalana han declinado hacer declaraciones y se han limitado a señalar que la reunión con Puigdemont se enmarcaba en una ronda de contactos con europarlamentarios catalanes.
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