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Las ensoñaciones de Puigdemont: anular a ERC y la CUP con una lista única
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El motivo oculto de su marcha de Junts

Las ensoñaciones de Puigdemont: anular a ERC y la CUP con una lista única

La intención del expresidente es dejar Junts y volcarse en el liderazgo del Consell per la República. Su objetivo último es poder trasladar este órgano a Barcelona y aglutinar a todo el secesionismo en torno a su figura

Foto: El expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)
El expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)

Anular a ERC y a la CUP con una lista única. Es la maquiavélica meta que persigue Carles Puigdemont, y aunque no será nada fácil que la alcance, entre otras cosas debe resolver su situación judicial, el fin último de su decisión de abandonar la presidencia de Junts, tal y como adelantó El Confidencial, y volcarse en exclusiva en el liderazgo del Consell per la República, no es más que un intento de aglutinar a todo el secesionismo en torno a su figura, según los planes que perfilan sus colaboradores. El núcleo duro del fugado trabaja para que el 'expresident' pueda regresar a España a finales de la próxima primavera, sobre los meses de junio o julio, sin el peligro de ser detenido. Si consigue este objetivo, sería el pistoletazo de salida para alcanzar el primero.

"Sabemos que esta es una posibilidad remota, pero podría darse el caso de que la justicia española no pueda detenerle", explican a este diario fuentes cercanas al mandatario catalán. Para que eso sea posible, sus adeptos esperan que el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) resuelva la petición de aclaración del juez Pablo Llarena sobre la vigencia de las euroórdenes. Sería el inicio de una ofensiva jurídica para neutralizar a los magistrados españoles.

Foto: Carles Puigdemont. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)

Pero, aun así, tendría que superar otras barreras que, jurídicamente, parecen insalvables: aunque se anulen las peticiones para su arresto en Europa, seguirá vigente una orden nacional, por lo que Puigdemont sería igualmente detenido si pisase territorio español, ya que se le busca por delitos cometidos antes de su elección como eurodiputado y por hechos que nada tienen que ver con su condición de aforado comunitario.

El tema no es menor y tiene gato encerrado. Con el Consell per la República, en primer lugar, lo que quiere simular es la existencia de un órgano supuestamente democrático que ha de ejercer sus funciones en la semiclandestinidad. De hecho, es una falacia, puesto que esta entidad no tiene ningún tipo de legitimidad. No ha sido votada por la ciudadanía, tan solo por los independentistas que han pagado una cuota.

Pero así, y en segundo lugar, si consigue volver a Cataluña, la meta del círculo más cercano al 'expresident' es que pueda instalarse en Barcelona no como dirigente de ningún partido político, sino como presidente de un hipotético 'Govern republicano'. Esta es la baza que se usaría contra las demás formaciones independentistas, especialmente contra ERC y la CUP, es decir, los rivales directos de Puigdemont en las contiendas electorales.

Foto: Carles Puigdemont. (EFE)

"Sería una paradoja interesante", se limitan a comentar en su entorno. No obstante, la jugada es perversa. El último paso del plan es convertir a Puigdemont en la única figura representativa del independentismo, momento en el que reclamaría una lista única bajo su liderazgo, habida cuenta de que no tendría cargo orgánico alguno en JxCAT. De esa manera, se consumaría su venganza sobre los republicanos, con los que no mantiene ni siquiera contacto. Los vínculos que hubo en el pasado han ido dinamitándose como consecuencia de los enfrentamientos con Oriol Junqueras.

División en Junts

Sin embargo, un sector de Junts per Catalunya está presionando a Puigdemont para que no dimita como presidente del partido, circunstancia que se prevé que ocurra en la primera quincena de febrero. La marcha, desvelada en exclusiva por El Confidencial, cayó como una bomba entre algunos círculos independentistas. La intención del fugado es dejar ese cargo y permanecer como presidente del Consell per la República, para dar una imagen transversal y no partidista de este órgano.

Pero un importante contingente de cuadros de JxCAT no quiere perder a su líder porque consideran que "es el mejor activo" que tienen, según defienden fuentes de la formación independentista. Tras la publicación de la noticia en El Confidencial, se encendieron las alarmas en las filas 'junteras'. Y estas Navidades, Puigdemont recibió varias peticiones de dirigentes de Junts para que no deje la formación. Su intención, según las fuentes consultadas, es abandonar la presidencia, aunque no su militancia como deferencia. "Pero él hará lo que crea que le conviene más a él: si para ser presidente del Consell per la República tiene que dejar de militar en JxCAT, romperá el carnet sin ningún remordimiento", explica una persona que le frecuenta.

Foto: El secretario general de JxCAT, Jordi Sànchez (i), conversa con la presidenta del Parlamento de Cataluña, Laura Borràs. (EFE/Quique García)

El gran temor dentro de esta formación es que su ausencia puede desatar una guerra interna de familias, especialmente entre el actual secretario general, Jordi Sánchez, y la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que mantienen un pulso larvado por el control del aparato de Junts.

No obstante, también ha habido peticiones para que el 'expresident' deje inmediatamente la presidencia del partido. "Con Puigdemont fuera de Junts, mucha gente que en estos momentos no confía en el Consell podría apuntarse. El problema es que con Puigdemont en el Consell no sabes nunca en calidad de quién toma las decisiones: si en el de presidente de JxCAT, que es un partido, o del propio Consell, que teóricamente representa a todos los partidos", explica otra fuente.

Anular a ERC y a la CUP con una lista única. Es la maquiavélica meta que persigue Carles Puigdemont, y aunque no será nada fácil que la alcance, entre otras cosas debe resolver su situación judicial, el fin último de su decisión de abandonar la presidencia de Junts, tal y como adelantó El Confidencial, y volcarse en exclusiva en el liderazgo del Consell per la República, no es más que un intento de aglutinar a todo el secesionismo en torno a su figura, según los planes que perfilan sus colaboradores. El núcleo duro del fugado trabaja para que el 'expresident' pueda regresar a España a finales de la próxima primavera, sobre los meses de junio o julio, sin el peligro de ser detenido. Si consigue este objetivo, sería el pistoletazo de salida para alcanzar el primero.

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