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Marruecos impone en Ceuta una "aduana regional" con fuertes restricciones para mercancías
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Marruecos impone en Ceuta una "aduana regional" con fuertes restricciones para mercancías

Mohamed VI pactó en abril con Pedro Sánchez permitir la circulación de mercancías a través de las fronteras terrestres, pero teme que ese gesto pueda ser interpretado como un paso hacia el reconocimiento de la soberanía

Foto: Entrada en Ceuta. (EFE/Reduan)
Entrada en Ceuta. (EFE/Reduan)
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Los gobiernos de España y Marruecos van a innovar dentro de dos meses. Crearán en Ceuta la primera "aduana regional" del mundo, es decir, con fuertes restricciones a la circulación de mercancías. No será comparable a ninguna de las que existen en África o en otros continentes, ni a las que tuvo España con sus vecinos antes de su incorporación, en 1986, a lo que hoy en día es la Unión Europea. En el derecho comparado no existía hasta ahora la "aduana regional".

Así lo ha impuesto Rabat, que quiere a toda costa evitar que esa aduana pueda ser interpretada como un paso hacia el reconocimiento de la soberanía española sobre la ciudad autónoma. Así lo ha aceptado el Gobierno de Pedro Sánchez, aunque ninguno de sus miembros lo ha reconocido aún públicamente.

Foto: Mohamed VI. (Getty/Carlos Álvarez)

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, anunció en Nueva York, el 21 de septiembre, que "el inicio del paso de mercancías, de manera ordenada y gradual a través de los puestos aduaneros terrestres, tendrá lugar a lo largo del mes de enero" de 2023. Evitó pronunciar los nombres de las ciudades donde se abrirán esos puestos.

En enero habrán transcurrido nueve meses desde que se firmó la declaración conjunta hispano-marroquí, con motivo de la visita de Sánchez a Rabat, y ocho desde que se reabrieron para viajeros o lugareños uno de los dos pasos fronterizos de Ceuta y uno de los cuatro de Melilla.

En esta última ciudad existía una aduana comercial que Rabat cerró de un plumazo en agosto de 2018 para asfixiarla económicamente. Tras el acuerdo hispano-marroquí alcanzado por Sánchez en abril, podría haber sido reabierta en cuestión de horas, según reconoce el Plan Integral para Melilla que el Ejecutivo presentó en octubre. No explicó por qué no se hizo.

Foto: La portavoz del Grupo Popular, Cuca Gamarra. (EFE/Fernando Villar)

Con Ceuta, en cambio, donde nunca existió una aduana, ambos países han negociado las condiciones de su funcionamiento. La delegada del Gobierno, Salvadora Mateos —fue destituida el 31 de octubre— y el delegado de la Agencia Tributaria, Ramón Lozano, visitaron el 25 de octubre las obras de esa futura aduana. Revelaron in situ que tendrá un "carácter regional", que solo podrán utilizarlas vehículos de hasta 3.500 kilos —es decir, furgonetas y no camiones— y que el área donde se gestionará su acceso a la ciudad solo tendrá 300 metros cuadrados. La construcción de esas instalaciones está presupuestada en 510.000 euros.

Del lado marroquí, las escasas explicaciones sobre lo pactado llegaron también, el 25 de octubre, a través de 'Hesspress', el diario de mayor difusión, y una cuenta de Twitter (Morocco Intelligence) afín a las autoridades. Confirman que la aduana será "regional", es decir, que solo servirá "al pequeño tránsito de mercancías". "La administración aduanera marroquí no permitirá la entrada de ningún producto desde España, Europa, China, etcétera", precisó un funcionario al periódico 'Hespress', que deberán pasar por el puerto de Tánger-Med. Como a ojos de las autoridades marroquíes Ceuta no es España, se deduce que si autorizará la importación de productos de esa ciudad.

De esas declaraciones surge una duda. ¿Qué entiende Rabat por mercancías ceutíes? ¿Se trata de productos fabricados en esa ciudad, en cuyo caso las exportaciones a Marruecos, incluso aplicando unas reglas de origen generosas, serán prácticamente nulas? ¿O se trata de productos de empresas que dispongan de una sede en Ceuta lo que incrementaría algo el volumen de ventas al país vecino?

Tras tener los primeros indicios de cómo sería esa aduana transportista y empresarios ceutíes pusieron el grito en el cielo. La Asociación Profesional del Transporte manifestó, en un comunicado, "su perplejidad y malestar". Se quejó de las "infraestructuras para el tránsito de mercancías muy reducidas" y de la limitación a vehículos de máximo 3,5 toneladas. Una aduana comercial "debe serlo con todas sus implicaciones", recalcó. Lo proyectado significará para "Ceuta la imposibilidad de desarrollar un tráfico comercial de calado".

La delegación del Gobierno respondió a transportistas y empresarios con otro comunicado en el que confirma que la aduana tendrá "inicialmente un carácter regional" porque "se trata de regularizar el tráfico de mercancías entre dos territorios limítrofes" y, por tanto, no entre dos países. Recalcó además que "las capacidades del Tarajal [puesto fronterizo] están limitadas por la geografía y por razones de seguridad". Convocó después a los empresarios a una reunión explicativa, el viernes 4, pero finalmente la canceló.

En uno de los tuits de Morocco Intelligence (@MoroccoIntel) se reconoce que esta aduana sui géneris es posible gracias a la no pertenencia de Ceuta a la Unión Aduanera de la UE porque de lo contrario Rabat no podría imponer limitaciones. Hace casi ya once años que el pleno de la Asamblea de Ceuta pidió, por unanimidad, al Gobierno español que negociase su ingreso en esa unión, de la que la ciudad quiso quedar excluida en 1986, cuando España se adhirió a la UE. Ningún Gobierno tomó en consideración esta petición, aunque en mayo de 2021, tras la invasión migratoria pacífica de la ciudad, el de Pedro Sánchez anunció que sí la tramitaría. A día de hoy no ha dado un paso. En el Plan Integral para Ceuta que presentó en octubre ni se menciona. Rabat no quiere que esas ciudades que reivindica afiancen su carácter europeo ahondando su integración en la UE.

"Rabat no quiere que esas ciudades que reivindica afiancen su carácter europeo ahondando su integración en la UE"

A dos meses vista, los empresarios de Melilla carecen también de información sobre cómo será la aduana que allí se reabrirá, aunque su presidente, Enrique Alcoba, es optimista: "Tiendo a pensar que volveremos a la situación que prevalecía hace cuatro años". La aduana que estuvo allí abierta, desde mediados del siglo XIX hasta su cierre en 2018, funcionó sin restricciones, aunque las exportaciones a Marruecos fueron modestas. No llegaron a alcanzar los 40 millones de euros anuales.

Tampoco han aclarado las autoridades españolas si, cuando se inauguren esas aduanas, Marruecos aplicará, por fin, a los que las crucen, el llamado "régimen de viajeros" que ahora no respeta. Ese régimen es el que permite llevar consigo, de un país a otro, compras modestas por un importe máximo de 200 euros. Ese es, por ejemplo, el límite establecido en los aeropuertos internacionales de Marruecos.

Foto: La fruta, uno de los productos marroquíes más demandados por los melillenses. (J. G. A.)

Los aduaneros marroquíes lo incumplen a día de hoy en las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla. A su paso por Madrid, a finales de septiembre, Enrique Alcoba, presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla, denunciaba que "en Marruecos no dejan entrar ni con una botella de agua mineral que no esté abierta". "El que adquiere unos zapatos en nuestra ciudad los debe llevar puestos so pena que se los incauten en la frontera", añadía. "Así se disuade el turismo de compras", se quejó. En sentido contrario, de Marruecos a España, sí se pueden introducir alimentos —algunos productos frescos están vetados—, ropa o utensilios para uso y consumo propio.

A la espera de que se estrenen esas aduanas, la principal contrapartida obtenida por el Gobierno español, a cambio de su alineamiento con Rabat en el conflicto del Sáhara Occidental, ha sido la caída de la inmigración irregular, especialmente en Canarias, donde es más difícil de gestionar. En los diez primeros meses del año desembarcaron en el archipiélago 14.457 "sin papeles", un 14,1% menos que durante el mismo periodo de 2021, según el Ministerio del Interior. En lo que va de año solo se ha incrementado la inmigración por vía terrestre en Ceuta y Melilla. En las dos ciudades lograron colarse 2.051 "sin papeles", un 25,8% más que en 2021.

Los gobiernos de España y Marruecos van a innovar dentro de dos meses. Crearán en Ceuta la primera "aduana regional" del mundo, es decir, con fuertes restricciones a la circulación de mercancías. No será comparable a ninguna de las que existen en África o en otros continentes, ni a las que tuvo España con sus vecinos antes de su incorporación, en 1986, a lo que hoy en día es la Unión Europea. En el derecho comparado no existía hasta ahora la "aduana regional".

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