Crimea es uno de los escenarios claves para comprender la evolución de la guerra en Ucrania. Tierra irredenta para Moscú y símbolo de los horrores de la ocupación para Kiev. Los ataques al puente de Kerch - que conecta la península con la Rusia continental - tienen un doble objetivo: militar y político. El puente es el cordón umbilical que une las “tierras de la Nueva Rusia” a la madre patria. Destruirlo o dañarlo significa mostrar la impotencia di Putin y poner en duda todos los dogmas de su propaganda. Pero también es un considerable daño logístico para la máquina de matar que Rusia ha desplegado en el sur de Ucrania.

La península, que fue transferida de Rusia a Ucrania durante la época soviética para celebrar la amistad entre los dos pueblos, es ahora, probablemente, el primer motor de la guerra y el punto final del conflicto. Putin ha expresado más veces la importancia de esta península: la verdadera línea roja y quizá el grillete que podría romper la última barrera, una respuesta con armas nucleares. Ucrania no renuncia a retomar lo que es suyo y Zelensky sigue repitiendo que el conflicto no se podrá considerar acabado hasta que la península no sea liberada por la ocupación militar rusa. En este vídeo nos acercaremos a Crimea para entender las implicaciones históricas, económicas y militares en la óptica de la contraofensiva rusa y cómo podría convertirse en una pieza clave de la paz.