Los avances de Ucrania en el sur, tras la liberación de la localidad de Rabotyne, son la buena noticia que los aliados occidentales esperaban desde junio, cuando empezó la contraofensiva. Las fortificaciones rusas el frente de Zaporiyia siguen siendo un obstáculo complicado y superarlas costará muchas vidas. Pero por lo menos se ha abierto una brecha en la maraña de túneles y campos minados que protegen los ocupantes.

“Hasta ahora las Fuerzas Armadas de Ucrania habían conseguido escasos progresos. Lo importante es que han conseguido romper la primera línea de las defensas rusas y esto encaja con el objetivo estratégico de Ucrania”, explica a El Confidencial Alex Kokcharov, Analista sobre Russia y Ukraine de Standard&Poor Global Market Intelligence.

 

Este objetivo es la ciudad de Melitopol. Nudo estratégico en el sur, cruce de diferentes carreteras y líneas ferroviarias. Alcanzar Melitopol permitiría romper las líneas de abastecimiento entre Rusia y las zonas ocupadas, volver a tener una proyección sobre el Mar de Azov y sobre todo amenazar directamente Crimea.

En este vídeo explicativo veremos en detalle cómo se está desarrollando la contraofensiva de Kiev, cuáles son sus objetivos y a qué obstáculos enfrentando solos soldados ucranianos.

La capacidad de Ucrania para lograrlo dependerá de varios factores, explica Kokcharov. “En primer lugar, de la eficacia en combate de las nuevas brigadas ucranianas que han sido entrenadas y equipadas por los países de la OTAN. Una de ellas combate en frente de Zaporiyia donde Ucrania está avanzando. Otro factor será la capacidad de sostener altos niveles de gasto en municiones, necesarias para seguir avanzando”.

De hecho, entre las razones que Kiev aduce para explicar los escasos avances, está el retraso en los suministros de armamento. Es en este contexto que Países Bajos y Dinamarca han anunciado la entrega, antes de finales de años, del primer lote de 61 aviones de combate F16. Se cumple así - con meses de retraso - una de las peticiones de Ucrania. Pero los aviones llegarán demasiado tarde para jugar un papel en la contraofensiva.

A lo largo de estos tres meses, la contraofensiva de Ucrania se ha desarrollado a diferentes niveles, donde las fuerzas Kiev han tenido mejores resultados que en el campo de batalla. Ucrania ha aumentado el nivel, el alcance y el ritmo de los ataques con drones sobre Moscú y ha vuelto a atacar el Puente de Kerch, que conecta Crimea y Rusia.

A principio de agosto, en una localidad de Polonia cerca de la frontera con Ucrania, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el general Zaluzhnyi se habría reunido con el Jefe de Estado Mayor de Reino Unido, el almirante Tony Radakin, y el general Cristopher Cavoli, jefe militar de la OTAN y de las fuerzas estadounidenses en Europa. Ahí, se habría gestado un cambio a nivel táctico que habría proporcionado la victoria de Robotyne.

“Las fuerzas ucranianas tienen ahora una ventana de oportunidad limitada que podría acabarse entre principios y mediados de octubre, cuando lleguen las lluvias. De manera realista, tienen entre cuatro y seis semanas para avanzar antes de que las líneas de contacto se congelen de nuevo y los rusos puedan reforzar sus posiciones defensivas. Entonces para los ucranianos será muy difícil utilizar tropas mecanizadas”, concluye Kokcharov.

Según la inteligencia de Estados Unidos, será muy complicado, para no decir imposible, llegar a Melitopol antes de que cambie el clima. Como mucho los soldados podrían avanzar en la malla defensiva que Rusia ha construido alrededor de la ciudad. Una previsión pesimista que - en caso de darse - acercaría el escenario que los aliados de Ucrania querían evitar: un conflicto estancado que solo puede favorecer los propósitos de Vladimir Putin.