Los inversores húngaros contactan con Moncloa, varios ministros y Renfe para engrasar la opa sobre Talgo

Ganz-Mavag Europe, el inversor húngaro interesado en comprar Talgo, se ha dirigido por carta a Moncloa, el Ministerio de Economía, el Ministerio de Transportes, el Ministerio de Industria y la presidencia de Renfe (su principal cliente) en al menos dos ocasiones desde que anunció a la CNMV su intención de opar la empresa de trenes española.

El objetivo de dichas misivas, firmadas por los empresarios que lideran el consorcio András Tombor y György Bacsa, es tener un gesto de cortesía e informar a los actores clave para sacar adelante la operación de los pasos que está dando ante el regulador bursátil para hacerse con la empresa fundada por Alejandro Goicoechea y José Luis Oriol Erigüen en 1942.

Además, Tombor y Bacsa se ponen a disposición del Gobierno y la empresa pública para explicarles aquellas cuestiones que sean de su interés y se les emplaza a solicitar cualquier ampliación de información que requieran, siempre respetando los límites legales en una operación de este tipo que afecta a una empresa cotizada en el mercado de valores, señalan varias fuentes que han tenido acceso a las cartas.

El primer envío se realizó tras el preaviso de opa, el pasado 7 de marzo. Posteriormente, el 4 de abril, coincidiendo con el envío del folleto a la CNMV, se volvieron a lanzar misivas a las administraciones implicadas. Las fuentes consultadas afirman que por ahora no han tenido respuesta de ninguna de las instituciones contactadas. Un portavoz de Ganz-Mavag Europe declinó hacer comentarios.

Por ahora, el Gobierno ha mostrado rechazo público a la oferta de Magyar Vagon. El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, señaló el pasado seis de marzo que el Ejecutivo haría "todo lo posible" para frenar la opa que estaba a punto de lanzar en ese momento los inversores húngaros y que valora la empresa ahora propiedad del fondo Trilantic (40% del capital) y la familia Torrente Blasco (más del 5%) en 617 millones de euros.

Desde el principio, el Gobierno de España puso encima de la mesa el carácter estratégico de Talgo, uno de los principales fabricantes de trenes. En los últimos días, el ministro Puente ha asegurado que están trabajando en otras alternativas para que inversores españoles puedan liderar una contraopa. Aunque el responsable de Transportes no quiso desvelar nombres, en la última semana se ha dejado caer que Criteria Caixa podría contribuir a ese proceso, si bien no está claro el nivel de implicación que podría alcanzar.

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Desde que los inversores húngaros se interesaron por Talgo, en el mercado se despertaron suspicacias. Controlar Talgo significa también controlar una tecnología única en el mundo patentada en España que permite a los trenes fabricados por esta empresa adaptarse a los anchos de vía de cualquier red ferroviaria. Ganz-Mavag está participada en gran medida por Corvinus, un fondo estatal húngaro cuyo objetivo es invertir en el extranjero. Además, uno de los que lideran la oferta, el empresario András Tombor, se le sitúa en la órbita del presidente de Hungría, Viktor Orbán, a su vez considerado cercano al presidente de Rusia, Vladímir Putin, actualmente enfrentado a Europa por la invasión de Ucrania.

Desde el gobierno húngaro y la propia empresa interesada en Talgo, sin embargo, destacan el refuerzo que supondría para el fabricante de trenes la entrada en el capital. Fuentes próximas al consorcio señalan que su objetivo es invertir en la compañía y dar salida la cartera de pedidos que tiene la empresa y que por falta de capacidad instalada no está pudiendo cumplir en tiempo y forma. "Pueden morir de éxito", señalan.

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Los propios inversores ya se han acercado a los sindicatos para darles garantías de empleo y asegurar que mantendrán la sede y las instalaciones industriales en España. Según explican las fuentes consultadas, buscan aprovechar la tecnología de la firma para producir en sus ocho fábricas de Hungría, actualmente con capacidad ociosa. Además, creen que Talgo puede liderar la expansión ferroviaria del Este de Europa y la potencial reconstrucción de Ucrania cuando termine la guerra.

La situación no es fácil de resolver. Fuentes conocedoras de la situación de la compañía aseguran que en los últimos dos años, el banco de inversión Citi ha tratado de buscar un inversor adecuado para resolver los problemas de la compañía y ha contactado con todo tipo de actores industriales (CAF, Alstom, etc.) sin éxito. En el mercado desconfían de que Criteria Caixa tenga verdadero interés por esta firma, ya que se trata de un holding que invierte en compañías de alto dividendo que nutran la obra social de la Fundación 'la Caixa'. Además, el holding inversor acaba de elevar su participación en Telefónica al 5% y se ha publicado que está interesado en acudir a la salida a bolsa de la empresa de perfumes y cosmética Puig, para hacerse con otro 5%.

En este caso, Talgo necesitaría no solo inversores que permitan al fondo Trilantic salir y completar su ciclo inversor, sino hacer una apuesta de futuro y poner los medios suficientes para desbloquear la cartera de pedidos de más de 4.200 millones de euros que tiene en la actualidad. La empresa ha mejorado un 34% la facturación con respecto a 2022 (652 millones de euros). Su ebitda se ha incrementado un 55% (76,5 millones de euros) y la cartera de pedidos está en niveles récord después de crecer un 55% en un año.